jueves, 5 de octubre de 2017

Harry Potter y el Caliz de Fuego- Cap 1

Aclaración: Bueno todos los personajes y los libros que leen pertenecen a Jo Rowling, yo solo lo traspaso a un blog para que puedan leerlo de una manera diferente con las intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a ella.


Harry Potter y el Caliz de Fuego.


Capitulo I: "La mansión de los Riddle"

-Otro día otro libro- Hermione sacó de la caja el cuarto libro, había decidido hacer aquel pequeño cofre como protección, solo ella podía acceder a ellos. No es que no confiase en Harry y Ron o Ginny, pero tenían la sangre demasiado caliente y quizás acabarían tirando todo el orden por la borda intentando hacer todo mejor, pero acabarían arruinándolo todo. Y ni hablar de Sirius.
-Cada vez son más largos- suspiró Lily-me encanta leer la vida de mi hijo pero sé que cada página es una página más que estaré cortando clavos sin saber si terminaras herido física o psicológicamente.
-No te preocupes tanto por el proceso, estoy bien ahora, todo eso forma de algo que dejé atrás.
-¿Leerás tú, Hermione?- la castaña asintió.
-El capítulo se llama La mansión de los Riddle.
-¿Voldemort tiene mansión?-Harry pensó un momento.
-Algo así. Una mansión familiar, mejor dicho.
Alastor apretó la mandíbula, tenía un presentimiento de que aquella sería una pieza de información crucial.

Los aldeanos de Pequeño Hangleton seguían llamándola «la Mansión de los Ryddle» aunque hacía ya muchos años que los Ryddle no vivían en ella. Erigida sobre una colina que dominaba la aldea, tenía cegadas con tablas algunas ventanas, al tejado le faltaban tejas y la hiedra se extendía a sus anchas por la fachada.

-Algo así como Malfoy Mannor- murmuró Draco.
-Espera un momento ¿Qué has dicho?- Lucius estaba aún más pálido, rígido y frío como un apuñalante trozo de hielo- ¿Qué le has hecho a la ancestral casa de mi familia? ¡Era una reliquia! ¡Una mina de oro! ¿Por qué has dejado la mansión? ¿Dónde demonios vives tú y la traidora que tienes por esposa?- Astoria rodó los ojos.
-¿En serio crees que eso me afecta? Me has dicho cosas peores suegrito y no dirijas tu enojo a mi porque yo no fui quien tomó la decisión de irnos de ese lugar, aunque me alegró bastante hacerlo.
-La casa se volvió una prisión durante la guerra, un cuartel, convertida en la mismísima Azkaban. Después de la guerra, la intervinieron, destrozaron muchas cosas y deje que se llevaran todo lo que había de magia oscura. Pero no podía quedarme ahí, las paredes...-Draco se estremeció- las paredes gritaban, los gritos de los torturados…la sangre de los niños…No lo soportaba, no podía quedarme ahí, acabaría tirándome del último piso.
Lucius no dijo nada, parecía demasiado ofendido para si quiera mirarlo, pero encontró una mirada familiar, una con los iris del mismo color que el suyo, Sirius se percató de la fina lágrima que Draco no pudo limpiar suficientemente rápido.
Quizás Andromeda, Tonks y él no fuesen los únicos traidores de la familia Black.
-Tranquilo cariño, nunca volveremos a ese lugar- Astoria rozó su mano con la de Draco- Nuestra casa es mucho más pequeña que Malfoy Mannor, pero es perfecta y si te interesa ver a tu hijo o ver crecer a tus nietos, estas invitado a ir Lucius.

En otro tiempo había sido una mansión hermosa y, con diferencia, el edificio más señorial y de mayor tamaño en un radio de varios kilómetros, pero ahora estaba abandonada y ruinosa, y nadie vivía en ella. En Pequeño Hangleton todos coincidían en que la vieja mansión era siniestra. Medio siglo antes había ocurrido en ella algo extraño y horrible, algo de lo que todavía gustaban hablar los habitantes de la aldea cuando los temas de chismorreo se agotaban. Habían relatado tantas veces la historia y le habían añadido tantas cosas, que nadie estaba ya muy seguro de cuál era la verdad.

-Pensé que eso solo pasaba en el Ministerio- Ironizó Harry, ganándose un par de miradas de desconcierto.

Todas las versiones, no obstante, comenzaban en el mismo punto: cincuenta años antes, en el amanecer de una soleada mañana de verano, cuando la Mansión de los Ryddle aún conservaba su imponente apariencia, la criada había entrado en la sala y había hallado muertos a los tres Ryddle.

-No es posible que él… Nadie sería tan cruel ¿verdad?-Nadie quiso contestar, porque nadie podía asegurar que la maldad de Voldemort conociese algún limite.
-Bueno al menos odia a todo el mundo y no es nada personal contra los sangre sucia, me siento mejor- James arrugó en entrecejo.
-No uses ese término, es degradante y tú vales oro, sin importar de dónde vienes- Lily tuvo que hacer un esfuerzo para suprimir la necesidad de mirar a la mesa de Slytherin, donde Severus estaba con la cabeza gacha.

 La mujer había bajado corriendo y gritando por la colina hasta llegar a la aldea, despertando a todos los que había podido.
—¡Están allí echados con los ojos muy abiertos! ¡Están fríos como el hielo! ¡Y llevan todavía la ropa de la cena!
Llamaron a la policía, y toda la aldea se convirtió en un hervidero de curiosidad, de espanto y de emoción mal disimulada. Nadie hizo el menor esfuerzo en fingir que le apenaba la muerte de los Ryddle, porque nadie los quería.

-Si vamos al caso, creo que mis vecinos harán una fiesta el día que muera, no me toleran.
-Marlene, llevas destrozando los gnomos de jardín de los señores Jones desde hace años.
-¡ESAS COSAS SON HORRIBLES! No parecen gnomos y me ven por la ventana mientras me desvisto.
-No hay que ser un gnomo para querer verte mientras te desvistes- la rubia arqueó levemente la comisura.
-Me gustaría decir lo mismo cachorro, pero te has paseado medio desnudo tantas veces por los vestuarios, y la sala común, y las habitaciones, y los baños y aquella vez por el pasillo… por no mencionar que te liaste con medio colegio…ya no queda nada de tu anatomía por descubrir.
-Hay una parte que estoy segura que te gustará tanto que vas a …
-¡SEÑOR BLACK!- Sirius soltó una carcajada perruna, algo más grave por el alcohol y el cigarro que la de su yo pequeño.

El señor y la señora Ryddle eran ricos, esnobs y groseros, aunque no tanto como Tom, su hijo ya crecido.

-Me recuerdan a una familia- Arthur dirigió una mirada de desdén hacia Lucius, gesto que se ablandó al enfocarse en Draco, aquel muchacho parecía ciertamente afectado por todo lo que le había tocado vivir.
-No es su culpa haber nacido ahí- aceptó Molly con tristeza, entendiendo la expresión de su esposo- Los niños son como un espejo Arthur, solo reflejan lo que tienen enfrente y suficientemente bien lo ha hecho solo el pequeño con semejantes ejemplos.
-Harry creció en un lugar horrible y sin embargo es buena persona- contradijo Fabian.
-Es la eterna discusión sobre si somos o nos hacemos, ¿Harry nació bueno? ¿A Draco lo hicieron malo? No tiene sentido discutir eso, los muggles lo vienen haciendo desde el siglo dieciocho y solo han logrado enredarse cada vez más.

Los aldeanos se preguntaban por la identidad del asesino, porque era evidente que tres personas que gozan, aparentemente, de buena salud no se mueren la misma noche de muerte natural.

La imperdonable. Alastor comenzaba a reunir todos aquellos datos en su cabeza.

El Ahorcado, que era como se llamaba la taberna de la aldea, hizo su agosto aquella noche, ya que todo el mundo acudió para comentar el triple asesinato. Para ello habían dejado el calor de sus hogares, pero se vieron recompensados con la llegada de la cocinera de los Ryddle, que entró en la taberna con un golpe de efecto y anunció a la concurrencia, repentinamente callada, que acababan de arrestar a un hombre llamado Frank Bryce.

-Esa manía que tienen los muggles de culpar a un inocente cuando claramente no tienen idea de que pasaba- se quejó Andromeda.
-Claramente no es solo cosa de muggles- corrigió Sirius, con tono serio y sombrío.

—¡Frank! —gritaron algunos—. ¡No puede ser! Frank Bryce era el jardinero de los Ryddle y vivía solo en una humilde casita en la finca de sus amos. Había regresado de la guerra con la pierna rígida y una clara aversión a las multitudes y a los ruidos fuertes.

-El perfil de un asesino- Alastor dirigió su mirada a Fred.
-No te confíes nunca muchacho, por más inofensivo parece alguien, siempre puede atacarte.
-¡Eso! Alerta- gritó Tonks, harte de mantenerse callada.
-Exactamente niña, hay que mantenerse en alerta permanente. Todo mago debería saber eso ¡Alerta permanente!- Ron tosió.
-Espera si Tonks es el origen de esa frase pero esto nunca sucedió en nuestro tiempo ¿Cómo pudo…? ¿De dónde salió esa frase originalmente en la versión original sin nuestra intervención?- Hermione se frotó la sien.
-Las paradojas temporales me hacen doler el cerebro.

Desde entonces, había trabajado para los Ryddle. Varios de los presentes se apresuraron a pedir una bebida para la cocinera, y todos se dispusieron a oír los detalles.
—Siempre pensé que era un tipo raro —explicó la mujer a los lugareños, que la escuchaban expectantes, después de apurar la cuarta copa de jerez—. Era muy huraño. Debo de haberlo invitado cien veces a una copa, pero no le gustaba el trato con la gente, no señor.

-Oh claro, porque no querer emborracharse con la empleada es sinónimo de ser un asesino serial.

—Bueno —dijo una aldeana que estaba junto a la barra—, el pobre Frank lo pasó mal en la guerra, y le gusta la tranquilidad. Ése no es motivo para...
—¿Y quién aparte de él tenía la llave de la puerta de atrás? —la interrumpió la cocinera levantando la voz—. ¡Siempre ha habido un duplicado de la llave colgado en la casita del jardinero, que yo recuerde! ¡Y anoche nadie forzó la puerta! ¡No hay ninguna ventana rota! Frank no tuvo más que subir hasta la mansión mientras todos dormíamos... Los aldeanos intercambiaron miradas sombrías.
—Siempre pensé que había algo desagradable en él, desde luego —dijo, gruñendo, un hombre sentado a la barra. —La guerra lo convirtió en un tipo raro, si os interesa mi opinión —añadió el dueño de la taberna.

-Qué fácil es hacer leña del árbol caído- Sirius sentía la misma amargura que Harry- una mancha, una duda, es el disparador para que todos arrojen su basura sobre ti.
-Dímelo a mí- James miró a Harry confuso.
-Entiendo lo de Canuto, pero ¿tú? No creo que lo de hablar pársel y lo del heredero sea tan grave.
-Espera al siguiente libro, por poco no me arrojaban basura…literalmente. No todos- aclaró rápidamente- Muchos se mantuvieron leales a mí, la mayoría en realidad, al menos de los que me importaban- Percy y Seamus miraron el suelo avergonzados, a pesar de que no había rastro de rencor en la voz de Harry.

—Te dije que no me gustaría tener a Frank de enemigo. ¿A qué te lo dije, Dot? —apuntó, nerviosa, una mujer desde el rincón.
—Horroroso carácter —corroboró Dot, moviendo con brío la cabeza de arriba abajo—. Recuerdo que cuando era niño...
A la mañana siguiente, en Pequeño Hangleton, a nadie le cabía ninguna duda de que Frank Bryce había matado a los Ryddle. Pero en la vecina ciudad de Gran Hangleton, en la oscura y sórdida comisaría, Frank repetía tercamente, una y otra vez, que era inocente y que la única persona a la que había visto cerca de la mansión el día de la muerte de los Ryddle había sido un adolescente, un forastero de piel clara y pelo oscuro.

-¿Un adolescente? Un momento, cincuenta años… La cámara de los secretos ocurrió por esa fecha, ¡Por Godric! No solo envió a ese monstruo a matar a la niña, asesinó a su propia familia- Molly se llevó la mano al pecho conmocionada- ¿Cómo puede existir esa maldad?
-Si no lo sabes es que no eres capaz de sentirlo, Molly querida- Albus sonrió levemente- eso habla muy bien de ti y de todos los que miran ese libro atónitos, lamentablemente existe y no es tan extraña.

Conozco varios que han sido capaces de sentirla, pensó con dolor.


PARTE 2 (ACTUALIZACIÓN 20 | 11 | 2017)


-Siempre supe que Voldemort era malo, pero siempre pensé que hasta la maldad tenía ciertos límites…Aunque considerando que es el hombre que intentó matar a mi hijo de un año, nada me sorprende en él- Lily estaba quieta, aunque su cerebro iba a mil por segundo.

Nadie más en la aldea había visto a semejante muchacho, y la policía tenía la convicción de que eran invenciones de Frank. Entonces, cuando las cosas se estaban poniendo peor para él, llegó el informe forense y todo cambió. La policía no había leído nunca un informe tan extraño. Un equipo de médicos había examinado los cuerpos y llegado a la conclusión de que ninguno de los Ryddle había sido envenenado, ahogado, estrangulado, apuñalado ni  herido con arma de fuego y, por lo que ellos podían ver, ni siquiera había sufrido daño alguno.

-El avada- la voz oscura, cargada de vivencias que pesaban una tonelada, de Alastor les erizó el pelo de la nuca a muchos.

De hecho, proseguía el informe con manifiesta perplejidad, los tres Ryddle parecían hallarse en perfecto estado de salud, pasando por alto el hecho de que estaban muertos.

-Ha de ser un verdadero dolor de cabeza para los de la autopsia- Ron miró confundido a Hermione- La autopsia es- arrugó la nariz un poco al pensar en la situación- una exploración del cadáver, ya sabes, lo abren y ven cada parte del cuerpo, interna y externamente, aunque en esa época no creo que pudiesen detectar gran cosa.
-¿Qué tan retorcido ha de ser disfrutar ese trabajo?- Marlene fingió vomitar.
-Es algo parecido a la medicina, supongo, los médicos estudian para salvar la vida y los forenses para entender la muerte.   

Decididos a encontrar en los cadáveres alguna anormalidad, los médicos notaron que los Ryddle tenían una expresión de terror en la cara; pero, como dijeron los frustrados policías, ¿quién había oído nunca que se pudiera aterrorizar a tres personas hasta matarlas? Como no había la más leve prueba de que los Ryddle hubieran sido asesinados, la policía no tuvo más remedio que dejar libre a Frank.

-Bueno al menos no encerraron a un inocente- podría ser un comentario sin peso alguno, salvo porque había salido de la boca de Sirius y eso hacía que se removieran las culpas.

Se enterró a los Ryddle en el cementerio de Pequeño Hangleton, y durante una temporada sus tumbas siguieron siendo objeto de curiosidad. Para sorpresa de todos y en medio de un ambiente de desconfianza, Frank Bryce volvió a su casita en la mansión.
—Para mí él fue el que los mató, y me da igual lo que diga la policía — sentenció Dot en El Ahorcado—. Y, sabiendo que sabemos que fue él, si tuviera un poco de vergüenza se iría de aquí. Pero Frank no se fue. Se quedó cuidando el jardín para la familia que habitó a continuación en la Mansión de los Ryddle, y luego para los siguientes inquilinos, porque nadie permaneció mucho tiempo allí.

-Para empezar, no entiendo quién se mudaría a una casa donde hubo un triple asesinato.

 Quizá era en parte a causa de Frank por lo que cada nuevo propietario aseguró que se percibía algo horrendo en aquel lugar, el cual, al quedar deshabitado, fue cayendo en el abandono.

Draco casi podía ver a sus demonios rodearlo. Él sabía lo que era que las paredes estuviesen levantadas con sangre y en ellas guardaran los gritos de dolor, Malfoy Manor cargaba con siglos de almas en pena pereciendo entre sus puertas y aún así, era lo único que podía llamar hogar…aunque quizás fuera solo porque su hogar era con Astoria y ella parecía ser feliz en aquel lugar.

 El potentado que en aquellos días poseía la Mansión de los Ryddle no vivía en ella ni le daba uso alguno; en el pueblo se comentaba que la había adquirido por «motivos fiscales», aunque nadie sabía muy bien cuáles podían ser esos motivos. Sin embargo, el potentado continuó pagando a Frank para que se encargara del jardín. A punto de cumplir los setenta y siete años, Frank estaba bastante sordo y su pierna rígida se había vuelto más rígida que nunca, pero todavía, cuando hacía buen tiempo, se lo veía entre los macizos de flores haciendo un poco de esto y un poco de aquello, si bien la mala hierba le iba ganando la partida.

-¿Y por qué esto es importante? Quiero decir, Voldemort mató a su familia, es terrible pero ¿qué hay del jardinero? ¿Por qué relatan eso ahora?- Harry suspiró, buscando las palabras para responderle a Fabian sin revelar más de lo que podía .
-No es que Frank sea particularmente importante, pero si la situación.  

Pero la mala hierba no era lo único contra lo que tenía que bregar Frank. Los niños de la aldea habían tomado la costumbre de tirar piedras a las ventanas de la Mansión de los Ryddle, y pasaban con las bicicletas por encima del césped que con tanto esfuerzo Frank mantenía en buen estado.

Molly frunció el ceño, eso hablaba mal de los niños y de su crianza. Ella nunca permitiría que sus hijos fueran tan irrespetuosos…aunque Fred y George eran bastante... Bueno, eran Fred y George.

En una o dos ocasiones habían entrado en la casa a raíz de una apuesta. Sabían que el viejo jardinero profesaba veneración a la casa y a la finca, y les divertía verlo por el jardín cojeando, blandiendo su cayado y gritándoles con su ronca voz. Frank, por su parte, pensaba que los niños querían castigarlo porque, como sus padres y abuelos, creían que era un asesino. Así que cuando se despertó una noche de agosto y vio algo raro arriba en la vieja casa, dio por supuesto que los niños habían ido un poco más lejos que otras veces en su intento de mortificarlo.

-Me suena que es algo un poco más grande que eso- James se tronó el cuello- ¿es que nunca pueden tener un año tranquilo?
-¿Tranquilo como tú?- ironizó Harry.
-¡TU MADRE ES TRANQUILA! Al menos cuando duerme- masculló.
-Es decir que desde que comenzamos la lectura hasta ahora ya has dormido con ella- dedujo Canuto con una sonrisilla pícara- Me enorgulleces Corni, por fin aprendiste algo de mí.
Lily estaba demasiado sonrojada como para responder, sus mejillas estaban de un tono tan carmín que Marlene soltó una carcajada.
-Tu cara está más roja que la decoración de San Valentín de Madame Tudipié.
Hermione rió ante la mueca de desagrado de Harry ante la mención del lugar.

 Lo que lo había despertado era su pierna mala, que en su vejez le dolía más que nunca. Se levantó y bajó cojeando por la escalera hasta la cocina, con la idea de rellenar la botella de agua caliente para aliviar la rigidez de la rodilla. De pie ante la pila, mientras llenaba de agua la tetera, levantó la vista hacia la Mansión de los Ryddle y vio luz en las ventanas superiores. Frank entendió de inmediato lo que sucedía: los niños habían vuelto a entrar en la Mansión de los Ryddle y, a juzgar por el titileo de la luz, habían encendido fuego.

-Me parece que la cojera no será el peor problema del pobre Frank- murmuró Charlie con el ceño fruncido.

 Frank no tenía teléfono y, de todas maneras, desconfiaba de la policía desde que se lo habían llevado para interrogarlo por la muerte de los Ryddle. Así que dejó la tetera y volvió a subir la escalera tan rápido como le permitía la pierna mala; regresó completamente vestido a la cocina, y cogió una llave vieja y herrumbrosa del gancho que había junto a la entrada. Tomó su cayado, que estaba apoyado contra la pared, y salió de la casita en medio de la noche. La puerta principal de la Mansión de los Ryddle no mostraba signo alguno de haber sido forzada, ni tampoco ninguna de las ventanas. Frank fue cojeando hacia la parte de atrás de la casa hasta llegar a una entrada casi completamente cubierta por la hiedra, sacó la vieja llave, la introdujo en la cerradura y abrió la puerta sigilosamente. Penetró en la cavernosa cocina.

Astoria se estremeció, ¿es qué era una regla de los Sangre Pura que sus casas fueran malditamente aterradoras? Ella había puesto como condición para mudarse a Malfoy Manor una remodelación al completo. Quería vivir en un hogar, no en una cueva de serpientes…por más paradójico que aquello sonara.

A pesar de que hacía años que Frank no pisaba en ella y de que la oscuridad era casi total, recordaba dónde se hallaba la puerta que daba al vestíbulo y se abrió camino hacia ella a tientas, mientras percibía el olor a decrepitud y aguzaba el oído para captar cualquier sonido de pasos o de voces que viniera de arriba. Llegó al vestíbulo, un poco más iluminado gracias a las amplias ventanas divididas por parteluces que flanqueaban la puerta principal, y comenzó a subir por la escalera, dando gracias a la espesa capa de polvo que cubría los escalones porque amortiguaba el ruido de los pies y del cayado.

La tensión crecía poco a poco, ¿qué iba a encontrarse ese hombre escaleras arriba? Cualquier cosa era posible.

En el rellano, Frank torció a la derecha y vio de inmediato dónde se hallaban los intrusos: al final del corredor había una puerta entornada, y una luz titilante brillaba a través del resquicio, proyectando sobre el negro suelo una línea dorada. Frank se fue acercando pegado a la pared, con el cayado firmemente asido. Cuando se hallaba a un metro de la entrada distinguió una estrecha franja de la estancia que había al otro lado. Pudo ver entonces que estaba encendido el fuego en la chimenea, cosa que lo sorprendió.

-Espera ¿son Mortífagos?- Remus se sorprendió- Es extraño que un- se negó a llamarlo hombre- Voldemort, quien siempre negó su sangre muggle y quien asesinó a su familia muggle, llevé a ese mismo lugar a los seguidores que alaban la pureza ¿Qué clase de racista va a al lugar que más detesta sin ningún motivo aparente? Es como si los que piden el genocidio hibrido fueran a dormir a una cueva de licántropos.
-Quizás ahí está el punto- la voz ronca de Alastor le ponía los pelos de punta a varios- El mejor lugar para ocultarse es en ese lugar donde sabes que nunca van a buscarte. Los aurores cometen ese error seguido, ¿cómo un hombre de inteligencia privilegiada se escondería en un lugar tan obvio como la casa de su padre?
Sirius levantó la mano- A mí me funcionó.
-Demonios ¿te mudaste a casa de Walburga y Orión?- James fingió vomitar- colega no sabía que llegaste a estar TAN mal.
-Aunque en retrospectiva, no fueron tan malos ratos. De mi última década y media de vida, los mejores ratos los viví en esa casa del infierno- recordó charlar con Harry, darle a Fred su primer copa de Whiskey, abrazar a Ginny mientras ella confesaba que sentía cosas por su ahijado, los guisados de Molly, las burlas a los ataques de tos de Remus cada vez que Tonks le coqueteaba descaradamente. Tal vez, Grimmauld Place no fue tan malo.

Se quedó inmóvil y escuchó con toda atención, porque del interior de la estancia llegaba la voz de un hombre que parecía tímido y acobardado.
—Queda un poco más en la botella, señor, si seguís hambriento.
—Luego —dijo una segunda voz. También ésta era de hombre, pero extrañamente aguda y tan iría como una repentina ráfaga de viento helado. Algo tenía aquella voz que erizó los escasos pelos de la nuca de Frank—Acércame más al fuego, Colagusano.

Los Merodeadores sintieron ese apodo como un golpe en el centro del estomago.
-Al menos podría tener el respeto de cambiarse el apodo que le dimos. Maldita rata traidora.-
Era difícil para James, Remus parecía impotente, Sirius enfadado, pero él no podía. Sencillamente no podía más que sentir un vacio gigante, a pesar de todo no podía asociar la imagen del buen y tontorrón Peter con ese traidor que había acabado con su vida, y aún más importante con la de Lily. No era idiota, no negaría lo innegable, pero al escucharlo sentía que hablaban de dos Peter totalmente diferentes.
-¿Estás bien?- Lily le acarició el brazo- Tómatelo con calma ¿sí? No es necesario que lo digieras de sopetón, Sirius y Remus tuvieron doce años para acostumbrarse a la idea de un Merodeador traidor, aunque fuese el equivocado- Remus miró a Sirius con la invisible culpabilidad que siempre se cernía sobre ellos al hablar de las desconfianzas- tú pasaste de creer que tenías una lealtad asegurada al enterarte que te mató indirectamente, procésalo despacio, nadie te culpa si no puedes odiarlo, hasta hace un segundo tu lo querías como un hermano, es normal que el cariño tarde en irse, James.
-Lo sé, solo que él te hizo daño y lo odio, lo odio profundamente, pero a la vez pienso en el Peter al que le enseñé como volar sin caerse de la escoba y no puedo creer que… Sigue leyendo.

 Frank volvió hacia la puerta su oreja derecha, que era la buena. Oyó que posaban una botella en una superficie dura, y luego el ruido sordo que hacía un mueble pesado al ser arrastrado por el suelo. Frank vislumbró a un hombre pequeño que, de espaldas a la puerta, empujaba una butaca para acercarla a la chimenea. Vestía una capa larga y negra, y tenía la coronilla calva. Enseguida volvió a desaparecer de la vista.
—¿Dónde está Nagini? —dijo la voz iría.

-¿Nagini?- Gideon miró a Hermione, al parecer su sobrina política era quien tenía la batuta sobre qué información podía o no revelarse.
-Es una serpiente, algo así como la mascota de Voldemort… es bastante más complejo que eso, pero por ahora es todo lo que puedo mencionar.

—No... no lo sé, señor —respondió temblorosa la primera voz—Creo que ha ido a explorar la casa...
—Tendrás que ordeñarla antes de que nos retiremos a dormir, Colagusano —dijo la segunda voz—. Necesito tomar algo de alimento por la noche. El viaje me ha fatigado mucho.

-Espero que se refiera a sacarle veneno, pero aún así ordeñar…para comer lo que saque…Agh demonios, ahora recuerdo porque odiaba husmear los libros de Orión, la magia oscura es repugnante- Sirius, y varios otros, sintieron una arcada de pura repulsión.

Frunciendo el entrecejo, Frank acercó más la oreja buena a la puerta. Hubo una pausa, y tras ella volvió a hablar el hombre llamado Colagusano.
—Señor, ¿puedo preguntar cuánto tiempo permaneceremos aquí?
—Una semana —contestó la fría voz—. O tal vez más. Este lugar es cómodo dentro de lo que cabe, y todavía no podemos llevar a cabo el plan. Sería una locura hacer algo antes de que acaben los Mundiales de quidditch.

-Entre el caos y el fuego, ese mundial era el mismísimo infierno- Hermione regañó a Ginny con la mirada, no debían adelantar nada.

Frank se hurgó la oreja con uno de sus nudosos dedos. Sin duda debido a un tapón de cera, había oído la palabra «quidditch», que no existía.

Lucius puso los ojos en blanco, estúpidos muggles.

—¿Los... los Mundiales de quidditch, señor? —preguntó Colagusano. Frank se hurgó aún con más fuerza—. Perdonadme, pero... no comprendo. ¿Por qué tenemos que esperar a que acaben los Mundiales?

—Porque en este mismo momento están llegando al país magos provenientes del mundo entero, idiota, y todos los mangoneadores del Ministerio de Magia estarán al acecho de cualquier signo de actividad anormal, comprobando y volviendo a comprobar la identidad de todo el mundo. Estarán obsesionados con la seguridad, para evitar que los muggles se den cuenta de algo. Por eso tenemos que esperar. 


PARTE 3 (ACTUALIZACIÓN 26 | 11 | 2017)

Frank desistió de intentar destaponarse el oído. Le habían llegado con toda claridad las palabras «magos», «muggles» y «Ministerio de Magia». Evidentemente, cada una de aquellas expresiones tenía un significado secreto, y Frank pensó que sólo había dos tipos de personas que hablaran en clave: los espías y los criminales. Así pues, aferró el cayado y aguzó el oído.
—¿Debo entender que Su Señoría está decidido? —preguntó Colagusano en voz baja.

-Como si ser un esclavo voluntario no fuese suficientemente humillante, es el mismo cobarde de siempre. O aún peor.

—Desde luego que estoy decidido, Colagusano. —Ahora había un tono de amenaza en la iría voz. Siguió una ligera pausa, y luego habló Colagusano. Las palabras se le amontonaron por la prisa, como si quisiera acabar de decir la frase antes de que los nervios se lo impidieran:
—Se podría hacer sin Harry Potter, señor. Hubo otra pausa, ahora más prolongada, y luego se escuchó musitar a la segunda voz:
—¿Sin Harry Potter? Ya veo...
—¡Señor, no lo digo porque me preocupe el muchacho! —exclamó Colagusano, alzando la voz hasta convertirla en un chillido—. El chico no significa nada para mí, ¡nada en absoluto!

-James te harás daño- los puños de James estaban tan apretados que aún con uñas cortas podía sentirlas clavándose en su piel. El enojo comenzaba a formarse poco a poco, absorbiendo todo a su paso. Podían meterse con él, con Sirius, con Remus incluso con Lily, pero jamás, jamás, iba a permitir que hablaran así de su hijo.
-¿Dónde está Peter?- miró fijamente a Dumbledore, que no respondió- ¿Dónde está Peter? Dumbledore, no es un pedido, ¡Dígame donde esta Peter Pettigrew! ¡Ahora mismo si no quiere que vuele el maldito salón!
-James comprendo lo que sientes, pero la señorita Granger amablemente me ha pedido que Peter Pettigrew no esté presente hasta el séptimo libro, aunque ahora este intentando esconderse detrás del joven Weasley- Hermione estaba al borde de comerse las uñas, una cosa era presentar una lista de reglas y otra enfrentarse al padre herido y enfadado de su mejor amigo.
-Sé que quieres matarlo- Harry lo miró con esa determinación que lo caracterizaba frente a los escuadrones de aurores- pero si matas a un inocente serás lo que detestas: un asesino. Por mucho que les pesé, él aún no ha hecho nada, y el punto de esto es que eviten que eso suceda, si Peter decide ser un mortífago, tendrán oportunidad de enfrentarse a él, pero por lo que te conozco sé que no serás capaz de pararte a él y asesinarlo cuando este desprevenido y sin entender porque, no eres ese tipo de hombre… papá- James tragó grueso, mientras dejaba que Lily lo jalara para sentarse. Era verdad, por más que la ira le recorriera por las venas, no creía ser capaz de matar a Peter.
-¿Darle una golpiza hasta matarlo sin querer califica como asesinato?- Marlene se encogió de hombros.
-Estos niños ya se parecen a McGonagall, reglas aquí y allá, ¡Queremos venganza, joder!- Dorcas le dio un codazo.
-Eres una psicópata.
-Al menos tu estas vivas, a mi me mataron en la guer…-Harry carraspeó incómodo- ¡Moriste tu también! ¿Esperen alguno de nosotros sobrevivió a la primer guerra…sin secuelas?- agregó mirando dudosa a Remus y Sirius, sin saber que considerar "sobrevivir".
-Peter.
-Otra razón para matarlo.

Sólo lo digo porque si empleáramos a otro mago o bruja, el que fuera, se podría llevar a cabo con más rapidez. Si me permitierais ausentarme brevemente (ya sabéis que se me da muy bien disfrazarme), podría regresar dentro de dos días con alguien apropiado.
—Podría utilizar a cualquier otro mago —dijo con suavidad la segunda voz—, es cierto...
—Muy sensato, señor —añadió Colagusano, que parecía sensiblemente aliviado—. Echarle la mano encima a Harry Potter resultaría muy difícil. Está tan bien protegido...

-Bueno, me gusta pensar que hago bien mi trabajo- comentó Dumbledore con su retintín peculiar, misterioso e inadecuado para casi cualquier ocasión.

—¿O sea que te prestas a ir a buscar un sustituto? Me pregunto si tal vez... la tarea de cuidarme se te ha llegado a hacer demasiado penosa, Colagusano. ¡Quién sabe si tu propuesta de abandonar el plan no será en realidad un intento de desertar de mi bando!

-Lo desertar y traicionar se le da bastante bien- masculló Canuto.

—¡Señor! Yo... yo no tengo ningún deseo de abandonaros, en absoluto.
—¡No me mientas! —dijo la segunda voz entre dientes—. ¡Sé lo que digo, Colagusano! Lamentas haber vuelto conmigo. Te doy asco. Veo cómo te estremeces cada vez que me miras, noto el escalofrío que te recorre cuando me tocas...

-Demonios, no sé si es su líder o su suegra- a pesar del ambiente tenso, muchos no pudieron esconder su risa ante el comentario de Fred, después de todo ese era el talento único de Fred, poder hacer reír a las personas aún en el momento más tenso y oscuro.

—¡No! Mi devoción a Su Señoría...
—Tu devoción no es otra cosa que cobardía.

-Lo que más detesto de Pettigrew, es que me haga estar de acuerdo en algo con ese asesino de quinta- Marlene arrugó la nariz con enfado.

—No estarías aquí si tuvieras otro lugar al que ir. ¿Cómo voy a sobrevivir sin ti, cuando necesito alimentarme cada pocas horas? ¿Quién ordeñará a Nagini?

-¿Podríamos omitir de ahora en adelante el termino ordeñar? De verdad, creo que voy a descomponerme la próxima vez que lo escuche.

—Pero ya estáis mucho más fuerte, señor.
—Mentiroso —musitó la segunda voz—. No me encuentro más fuerte, y unos pocos días bastarían para hacerme perder la escasa salud que he recuperado con tus torpes atenciones. ¡Silencio! Colagusano, que había estado barbotando incoherentemente, se calló al instante.

Remus se estremeció. Eso era lo que Peter solía hacer cerca de ellos, ¿acaso los había observado tantos años con el mismo sentimiento de temor y amenaza? Trato de recordar algún momento donde ellos hayan hecho algo por él, algo que no fuese acogerlo bajo su ala de protección y popularidad, ayudarlo en alguna tarea cuando mucho ¿pero alguna vez alguno de ellos tres se había preguntado que pasaba por la mente de él? La respuesta era clara y le dejaba clavada la pequeña espina de Peter nunca había sido realmente parte de aquel grupo como él y Sirius. James era el corazón latiente a tope, él la cabeza sensata y Sirius la sangre caliente y errática, pero ¿qué había sido Peter? ¿Los ojos chismosos?¿Las manos serviciales? ¿Era si quiera un amigo más allá de un admirador? ¿Qué tanta dosis de lealtad hay una admiración?

Durante unos segundos, Frank no pudo oír otra cosa que el crepitar de la hoguera. Luego volvió a hablar el segundo hombre en un siseo que era 8 casi un silbido.

-Había olvidado que el jardinero seguía ahí, eso no acabará bien para él.

—Tengo mis motivos para utilizar a ese chico, como te he explicado, y no usaré a ningún otro. He aguardado trece años. Unos meses más darán lo mismo. Por lo que respecta a la protección que lo rodea, estoy convencido de que mi plan dará resultado. Lo único que se necesita es un poco de valor por tu parte... Un valor que estoy seguro de que encontrarás, a menos que quieras sufrir la ira de lord Voldemort.

-El nivel de arrogancia muchas veces en proporcional a las inseguridades que uno posea.
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ACTUALIZACIÓN 28 | 11 | 2017

—¡Señor, dejadme hablar! —dijo Colagusano con una nota de pánico en la voz—. Durante el viaje le he dado vueltas en la cabeza al plan... Señor, no tardarán en darse cuenta de la desaparición de Bertha Jorkins.

-Pobre niña, era algo chismosa pero nadie merece desaparecer así- Sprout se lamentó, recordaba perfectamente a aquella muchachita regordeta que siempre murmuraba por los pasillos y solía delatar a sus compañeros, hacía poco menos de seis años que la niña había estado en su propia casa.

 Y, si seguimos adelante, si yo echo la maldición...
—¿«Si»? —susurró la otra voz—. Si sigues el plan, Colagusano, el Ministerio no tendrá que enterarse de que ha desaparecido nadie más. Lo harás discretamente, sin alboroto. Ya me gustaría poder hacerlo por mí mismo, pero en estas condiciones... Vamos, Colagusano, otro obstáculo menos y tendremos despejado el camino hacia Harry Potter. No te estoy pidiendo que lo hagas solo. Para entonces, mi fiel vasallo se habrá unido a nosotros.

-¿Quién puede ser tan fiel para apoyarlo…y no estar en Azkaban? Los Lestrange…
- Tweedledum y Tweedledee- Hermione puso los ojos en blanco- Azkaban, junto con Bellatrix.
-Lucius es un inepto inservible- James ignoró el insulto del rubio- ¿Quiénes quedan? Rosier, Goyle, Travers, Crabbe…
-Créeme, no lo adivinaras. Su apellido es demasiado honrado como para que lo adivines- Alastor se tensó, se venía información de la buena.

—Yo también soy un vasallo fiel —repuso Colagusano con una levísima nota de resentimiento en la voz.

-Hay un gran trecho entre leal o extorsionado por el miedo a morir.

—Colagusano, necesito a alguien con cerebro, alguien cuya lealtad no haya flaqueado nunca. Y tú, por desgracia, no cumples ninguno de esos requisitos.

-Acaba de decirle traidor y estúpido, detesto a Pettigrew, me hace sentir que opino lo mismo que el viejo Voldy y eso es avergonzante.

—Yo os encontré —contestó Colagusano, y esta vez había un claro tono de aspereza en su voz—. Fui el que os encontró, y os traje a Bertha Jorkins.

-¿Estamos diciendo que Peter es el culpable de que ese desquiciado vuelva al poder? ¿Es qué no tenemos ya suficientes motivos para partirle su…- Hermione hizo su mejor gesto de reprobación, de esos que había sacado calcado a McGonagall- Lo sé, lo sé, no podemos apalear a nadie hasta el fin de los libros. Pero me da igual como termine, se merece que lo destroce.

—Eso es verdad —admitió el segundo hombre, aparentemente divertido—. Un golpe brillante del que no te hubiera creído capaz, Colagusano. Aunque, a decir verdad, ni te imaginabas lo útil que nos sería cuando la atrapaste, ¿a qué no?
—Pen... pensaba que podía serlo, señor.

-Mentiroso.
—Mentiroso —dijo de nuevo la otra voz con un regocijo cruel más evidente que nunca.

-¿Y si Voldemort lo mata?- preguntó Marlene, cual niña que espera regalo de navidd.

—Sin embargo, no niego que su información resultó enormemente valiosa. Sin ella, yo nunca habría podido maquinar nuestro plan, y por eso recibirás tu recompensa, Colagusano. Te permitiré llevar a cabo una labor esencial para mí; muchos de mis seguidores darían su mano derecha por tener el honor de desempeñarla...
Los que sabían lo irónico que resultaba aquel comentario, rieron de manera misteriosa.

—¿De... de verdad, señor? —Colagusano parecía de nuevo aterrorizado— ¿Y qué...?
—¡Ah, Colagusano, no querrás que te lo descubra y eche a perder la sorpresa! Tu parte llegará al final de todo... pero te lo prometo: tendrás el honor de resultar tan útil como Bertha Jorkins.
 —Vos... Vos... —La voz de Colagusano sonó repentinamente ronca, como si se le hubiera quedado la boca completamente seca—. Vos... ¿vais a matarme... también a mí?

-Espero que no, quiero tener los honores- Sirius apretó los puños.
-Oh, ¿puedo hacerlo yo también?
-Por supuesto preciosa.
-¿Por qué hablan como si degollar a su ex mejor amigo fuera una cita romántica?

—Colagusano, Colagusano —dijo la voz iría, que ahora había adquirido una gran suavidad—, ¿por qué tendría que matarte? Maté a Bertha porque tenía que hacerlo. Después de mi interrogatorio ya no servía para nada, absolutamente para nada. Y, sin duda, si hubiera vuelto al Ministerio con la noticia de que te había conocido durante las vacaciones, le habrían hecho unas preguntas muy embarazosas.

-¿Cómo es posible que hable de asesinar como si lo hiciera de lustrar zapatos? Esto lo necesitamos, aquí quitamos y movemos esto de aquí hacía allá? ¿Qué clase de ser humano es?
-No creo que pueda considerarse humano a alguien que ya no tiene ni una pisca de humanidad.
  Los magos que han sido dados por muertos deberían evitar encontrarse con brujas del Ministerio de Magia en las posadas del camino... Colagusano murmuró algo en voz tan baja que Frank no pudo oírlo, pero lo que fuera hizo reír al segundo hombre: una risa completamente amarga, y tan fría como su voz.
—¿Que podríamos haber modificado su memoria? Es verdad, pero un mago con grandes poderes puede romper los encantamientos desmemorizantes, como te demostré al interrogarla. Sería un insulto a su recuerdo no dar uso a la información que le sonsaqué, Colagusano.

-Ese es humor negro. Maldito bastardo, hasta se siente orgulloso de sus manos bañadas en la sangre de muchos inocentes. Con las almas aferradas a su varita.  

Fuera, en el corredor, Frank se dio cuenta de que la mano que agarraba el cayado estaba empapada en sudor. El hombre de la voz fría había matado a una mujer, y hablaba de ello sin ningún tipo de remordimiento, con regocijo. Era peligroso, un loco.

-El tipo no sabe ni de que demonios hablan y ya sabe que es un loco peligroso.

Y planeaba más asesinatos: aquel muchacho, Harry Potter, quienquiera que fuese, se hallaba en peligro. Frank supo lo que tenía que hacer. Aquél era, sin duda, el momento de ir a la policía.

-¿Policia?- James miró a Lily confuso.

-Son los aurores muggles, ¿recuerdas? Traje azul, amra, sombrero… atrapan a los malos.
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ACTUALIZACIÓN 30 | 11 | 2017

Saldría sigilosamente de la casa e iría directo a la cabina telefónica de la aldea. Pero la voz fría había vuelto a hablar, y Frank permaneció donde estaba, inmóvil, escuchando con toda su atención.

-Voldemort tiene ese talento con las personas- se lamentó Dumbledore, ese talento que Grindelwald tenía, al oírlo sencillamente tenías que quedarte a oír más, el siseo de la serpiente entrando en tus oídos y convenciéndote de que todo lo que dicen es cierto y tiene la verdad absoluta.

—Una maldición más... mi fiel vasallo en Hogwarts... Harry Potter es prácticamente mío, Colagusano.

-Es obvio que no logro su cometido porque estas aquí vivo, pero me preocupa que tan dañado saliste de esa ocasión.
-No tan mal como otros- murmuró con esa pesadumbre que le traía recordar a los muertos por la guerra.

Está decidido. No lo discutiremos más. Silencio... Creo que oigo a Nagini...
Y la voz del segundo hombre cambió. Comenzó a emitir unos sonidos que Frank no había oído nunca; silbaba y escupía sin tomar aliento.

-Pársel- James miró a su hijo con curiosidad- sobre eso ¿por qué puedes hablar pársel tú?- Harry se acomodó las gafas con nerviosismo, pero Hermione no alcanzó abrir la boca cuando James bufó- esperar a los otros libros, ya entendí.

Frank supuso que le estaba dando un ataque. Y entonces Frank oyó que algo se movía detrás de él, en el oscuro corredor. Se volvió a mirar, y el terror lo paralizó. Algo se arrastraba hacia él por el suelo y, cuando se acercó a la línea de luz, vio, estremecido de pavor, que se trataba de una serpiente gigante de al menos cuatro metros de longitud.

-Claro, es que tener una lechuza es la mar de complicado, es más fácil tener una pitón endemoniada de doscientos kilos.

Horrorizado, Frank observó cómo su cuerpo sinuoso trazaba un sendero a través de la espesa capa de polvo del suelo, aproximándose cada vez más. ¿Qué podía hacer? El único lugar al que podía escapar era la habitación en la que dos hombres tramaban un asesinato, y, si se quedaba donde estaba, sin duda la serpiente lo mataría.

-Pobre Frank, como siempre en las guerras mueren muchas personas que solo estaban en el lugar y momento erróneo.

Antes de que hubiera tomado una decisión, la serpiente había llegado al punto del corredor en que él se encontraba e, increíble, milagrosamente, pasó de largo; iba siguiendo los sonido siseantes, como escupitajos, que emitía la voz al otro lado de la puerta y, al cabo de unos segundos, la punta de su cola adornada con rombos había desaparecido por el resquicio de la puerta.

-Eso no tiene buena pinta, no puede  ser tan fácil- Fabian frunció el ceño, algo malo le esperaba al viejo jardinero y por piedad, deseaba que fuese lo menos doloroso posible.

 Frank tenía la frente empapada en sudor, y la mano con que sostenía el cayado le temblaba. Dentro de la habitación, la iría voz seguía silbando, y a Frank se le ocurrió una idea extraña, una idea imposible: que aquel hombre era capaz de hablar con las serpientes.

Lucius casi da un brinco ¿Cómo aquel viejo y estúpido muggle había podido descifrar tan fácil aquello?
-Si los muggles no saben de la magia, es porque nadie es más ciego que el que no quiere ver, Señor Malfoy, pero cuando uno se decide a abrir los ojos, comprende todo de un plumazo.
-¿Está leyendo mi mente? ¡Eso es ilegal Dumbledore!- el anciano sonrió.
-No lo he hecho, solo he hecho lo que nuestro colega Frank hizo: sencilla unión de puntos. Además, Señor Malfoy, no creo que sea el mejor para enseñarme de legalidad.

No comprendía lo que pasaba. Hubiera querido, más que nada en el mundo, hallarse en su cama con la botella de agua caliente. El problema era que sus piernas no parecían querer moverse. De repente, mientras seguía allí temblando e intentando dominarse, la fría voz volvió a utilizar el idioma de Frank.
—Nagini tiene interesantes noticias, Colagusano —dijo.

-Pobre desgraciado, como si no le hubiese causado suficientes problemas, vuelve a por él medio siglo después.

—¿De... de verdad, señor?
—Sí, de verdad —afirmó la voz—. Según Nagini, hay un muggle viejo al otro lado de la puerta, escuchando todo lo que decimos.

-Su destino esta sellado- suspiró con tristeza Lily- tendría que haber huido.
-La curiosidad mata al gallo- soltó Sirius.
-Al gato- corrigió Marlene.
-¿Por qué la curiosidad mataría a un gato?
-¿Y por qué demonios mataría a un gallo?
-¡Pregúntale a un perro si gallina curiosa no termina desplumada!
-¿Te comiste una gallina?
-Ese fue Remus- el castaño se encogió de hombros.
-Sirius intentó cazar un pato, pero se cayó al lago.
-¿Seguiremos fingiendo que este diálogo es normal? ¡Que van a matar al pobre Frank!

Frank no tuvo posibilidad de ocultarse. Oyó primero unos pasos, y luego la puerta de la habitación se abrió de golpe. Un hombre bajo y calvo con algo de pelo gris, nariz puntiaguda y ojos pequeños y llorosos apareció ante él con una expresión en la que se mezclaban el miedo y la alarma.

-Definitivamente, eso no es envejecer con estilo.
-Creo que después de trece años viviendo como rata, se le hizo difícil volver a ser humano.

—Invítalo a entrar, Colagusano. ¿Dónde está tu buena educación?
La fría voz provenía de la vieja butaca que había delante de la chimenea, pero Frank no pudo ver al que hablaba. La serpiente estaba enrollada sobre la podrida alfombra que había al lado del fuego, como una horrible parodia de perro hogareño.

Algunos se estremecieron al pensar en aquella imagen, asqueroso era lo más leve, aunque lo más pensado fue lo aterrador de aquella postal.

Con una seña, Colagusano ordenó a Frank que entrara. Aunque todavía profundamente conmocionado, éste agarró el cayado con más fuerza y pasó el umbral cojeando. La lumbre era la única fuente de luz en la habitación, y proyectaba sobre las paredes largas sombras en forma de araña.

Ron contuvo una arcada, como si la serpiente ordeñada no fuese suficiente agregaban arañas en las paredes.

Frank dirigió la vista al respaldo de la butaca: el hombre que estaba sentado en ella debía de ser aún más pequeño que su vasallo, porque Frank ni siquiera podía vislumbrar la parte de atrás de su cabeza.
—¿Lo has oído todo, muggle? —dijo la fría voz.

Lucius frunció el ceño, ¿Por qué el señor oscuro hablaba con un muggle y el viejo no parecía sentir temor alguno? ¿En qué se había convertido Él?

—¿Cómo me ha llamado? —preguntó Frank desafiante, porque, una vez dentro y llegado el momento de hacer algo, se sentía más valiente. Así le había ocurrido siempre en la guerra.
—Te he llamado muggle —explicó la voz con serenidad—. Quiere decir que no eres mago.

-¿Cómo ha de estar Voldemort de débil para no matarlo tan solo cruzo la puerta?

—No sé qué quiere decir con eso de mago —dijo Frank, con la voz cada vez más firme—. Todo lo que sé es que he oído cosas que merecerían el interés de la policía. ¡Usted ha cometido un asesinato y planea otros! Y le diré otra cosa —añadió, en un rapto de inspiración—: mi mujer sabe que estoy aquí, y si no he vuelto...

-Sabra que es mentira y aunque lo fuese, sería absurdo querer ahuyentarlo con eso.

—Tú no tienes mujer —cortó la fría voz, muy suave—. Nadie sabe qué estás aquí. No le has dicho a nadie que venías. No mientas a lord Voldemort, muggle, porque él sabe... él siempre sabe...

-Que manía que tienen los ególatras de referirse a si mismo en tercera persona. Es absurdo e ilógico.

—¿Es verdad eso? —respondió Frank bruscamente—. ¿Es usted un lord? Bien, no es que sus modales me parezcan muy refinados, milord. Vuélvase y dé la cara como un hombre. ¿Por qué no lo hace?
—Pero es que yo no soy un hombre, muggle —dijo la fría voz, apenas audible por encima del crepitar de las llamas—. Soy mucho, mucho más que un hombre. Sin embargo... ¿por qué no? Daré la cara... Colagusano, ven a girar mi butaca. El vasallo profirió un quejido. —Ya me has oído, Colagusano.

Todos se tensaron, verían en que se había convertido aquel hombre que había esparcido el pánico, ¿qué tanto daño tenía su carne?

 Lentamente, con el rostro crispado como si prefiriera hacer cualquier cosa antes que aproximarse a su señor y a la alfombra en que descansaba la serpiente, el hombrecillo dio unos pasos hacia delante y comenzó a girar la butaca. La serpiente levantó su fea cabeza triangular y profirió un silbido cuando las patas del asiento se engancharon en la alfombra.

-¿Qué tan terrible puede ser?
-Cuando destruyen tu cuerpo y por algún motivo sobrevives, tomas la forma de lo que quedo de ti, supongo que cobró un aspecto tan putrefacto como su interior.

 Y entonces Frank tuvo la parte delantera de la butaca ante sí y vio lo que había sentado en ella. El cayado se le resbaló al suelo con estrépito. Abrió la boca y profirió un grito. Gritó tan alto que no oyó lo que decía la cosa que había en el sillón mientras levantaba una varita. Vio un resplandor de luz verde y oyó un chasquido antes de desplomarse. Cuando llegó al suelo, Frank Bryce ya había muerto.
A trescientos kilómetros de distancia, un muchacho llamado Harry Potter se despertó sobresaltado.

-¿Qué demonios ha sido eso? ¿Tú…tú… puedes ver…? ¿Cómo? ¿Por qué?-Hermione carraspeó- Lo sé ¡Por Merlín! Esperar al resto de libros. Tienes que empezar a ordenar cosas y responder dudas o mi cabeza volará por los aires.


35 comentarios:

  1. OH MY GODS! Esto es increíble. No sabes cuándo desee que este capítulo llegará, bueno no literalmente este, pero sí que ya empezarás con el cuatro libro. Amo tu forma de escribir y todo eso, dejemos de lado sentimentalismo xD ��
    Me gustó la parte del no muy censurado Sirius Black. Siempre tan mujeriego que hasta lo hace irresistible.
    Estaré con demasiadas ansias esperando la actualización.
    CecyBlack

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  2. ¿Es la parte uno o es el capítulo entero?

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  3. como siempre, perfecto <3 espero con ansias la proxima actualizacion y ya quiero que llegue el capitulo de la invitacion !!!

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  4. Justo en los parciales T_T!..... me voy corriendo!. ( me gusto el cap <3 )

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  5. me acabo de dar cuenta, pero hermione no menciono el nombre del libro!! XD quiero revuelo por el titulo XD!!!!, solo dijo el nombre del cap :D (quiero revuelo!..... ahora si me voy)

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  6. cuando aparece tonks.. gracias por actualizar esta genial

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  7. Hola espero estés muy bien! Me gusta mucho tu historia! La verdad es un reto este tipo de historias! No me importa cuanto tardes en actualizar! Lo que me importa es que no la abandones! Sé que no es fácil, todos tenemos una vida social y metas que atender y cumplir! Te deseo mucha suerte! Cuidate hasta pronto!! Atte. Perla C.Z.G.

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  8. publica pronto quieroo continuar con esta historia

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  9. cuando aparece tonks actualiza pronto xfa

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  10. yo opino que si tardas tanto en actualizar, por que mejor no actualizas un capitulo por mes. entiendo que a veces la inspiracion no llega y eso de esperar a veces hasta un mes por una parte del capitulo es un poco tedioso. Aunque aclaro siempre vale la pena la espera pero el cachito que siempre actualizas lo leo en menos de 5 minutos jajaja

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  11. Cuando volveras a actualizar, sigo esperando actualiza pronto

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  12. pobre james! ... pero colagusano no merece su pesar :C....

    ya viene la parte donde aparece harry! waaaa, cada ves es mas interesante. XD como reaccionaran !!

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  13. Amo cuando Harry le escribe la carta a Sirius. Espero con ansías ese capítulo.

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  14. Eres maravillosa. Me encanta leer cada capitulo que escribes. Estoy deseando continuarlo. Tu trabajo es impresionante , te mando todos mis respetos desde España.

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  15. oyeeeeee, que hermoso <3 vale la pena como siempre cada que actualizas. hace unos dias recorde o no se si lo soñe jaja pero creo que peter iba aparecer al final del libro 3?

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  16. Muy buena la actualización! No dejes de hacer lo que te gusta por un par de pelotudos que se piensan que pueden decirte cuando actualizar y cuando no. Te sigo desde hacr años y dejame decirte que mejoraste muchisimo tu calidad como escritora! Felicitaciones!

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  17. Me encanto!!! Muy buena la intervención de harry a james

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  18. Ya me siento como los merodeadores... Pa'cuando la tortura de colagusano? Sonó muy cruel eso pero realmente se pondrá todo interesante y más porque aparecerá pronto Moody en la lectura.

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  19. Este libro va a estar genial. Y ni te cuento el 6 (es mi 2do fav después del 3). Amo que estes tan comprometida con este fic.
    Nos leemos ��

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  20. Capítulo dos allí vamos! Gracias mero!

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  21. oh por dios si!!!
    por fin empieza la aventura :v

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  22. cuando actualizaras? se supone que las 2 ultimas semanas de cada mes seria para leyendo hp. a ver si actualizas el cap completo o nos vas a salir con tus partesitas de siempre :/

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  23. Actualiza prontoo sigo esperando capitulo!!!! Me encanta tu historia, espero que actualices pronto

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  24. Hola!!
    Cuando actualizaras??
    Tengo muchas ganas de saber las reacciones de Lily ante lo que sucede ese año!!
    Me encanta tu historia!!

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  25. Fuerza merodeadora suigue por favor, no importa cuanto tardes, pero un exelentre trabajo. Gracias por traernos un fanfick y por el tiempo que le dedicas

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  26. Hola! No nos conocemos, pero me encanta tu historia. No sé si lees nuestros comentarios o sí no estás ingresando al blog, pero te ofrezco mí ayuda si la necesitas, para seguir con la historia. Me encanta escribir.
    Espero estés bien! Suerte

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  27. holaaa ya quiero que actualizes :( no se como trabajes si copias la parte de los capitulos manual o solo copias y pega de de ahi vas aumentando los dialogos de los de la primera generacion. pero dado el caso te ofrezco pasarte los capitulos copiados en word y ya tu solo le aumentas los dialogos, que te parece? esperos estes mejor mero. besos y aqui te esperamos siempre!!

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  28. Cuándo actualizas??? Porfi no lo dejes :(

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  29. Wowwww es excelente me encanta tu forma de desarrollar las cosas. ¿Cuándo será más o menos la actualización ? Es genial síguela por fiissss 👏🏻👏🏻👏🏻😀😀

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  30. MERO actualiza...ya quiero leer mas ....por favor que aparezca TONKS..recuperate y continua con tu historia.

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  31. Me irrita simplemente leer a marlene odio cuando aparece no la soporto sino estuviera tanto el fic seria aun más genial no me gusta la pareja con sirius la veo muy presumida, parece una copia barata de sirius. No quiero insultar tanto pero no pude evitarlo, creo que estallé con este capitulo quisiera que se calle un poco. Tonks por supuesto la mejor y los gemelos ni hablar

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  32. OMG! No sabes cuanto había extrañado tu actualización de ese pedazo que faltaba. Día con día revisaba para ver si lo habías subido y, ¡Alabados sean los dioses! por fin pude terminarlo.
    Debo decir que me encanto demasiado todo, más que nada la conversación del gallo/gato/pato jajajajaja.
    Me gustaría que actualizaras pronto para poder ver la reacción de todos a los pensamientos de Harry, más que nada la parte de Dumbledore y el bloqueador en su nariz retorcida.
    Estaré al pendiente.
    Nos leemos.
    CecyBlack

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  33. Eres la mejor en serio he seguido tu historia por años, siempre me acuerdo de ti a pesar de tus hiatus. Sin duda la mejor escritora que hay de fanfics
    -mariela

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