Aclaración: Bueno todos los personajes y los libros que leen pertenecen
a Jo Rowling, yo solo lo traspaso a un blog para que puedan leerlo de una
manera diferente con las intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a
ella.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban
Capitulo XXII: "Más lechuzas mensajeras"
-Creo que sería adecuado que Sirius lea el último capítulo,
¿No creen?- Sirius tomó el libro, con el ceño fruncido.
-Siempre creí que escribirían libros de mí y mis andanzas, pero
nunca esperé que así…supongo que hay que especificar cuando crees en algo.
Aunque no fui el que peor quedó de esa guerra- murmuró, sin poder dar un
inevitable vistazo a Frank y Alice, algo que solo Neville notó.
-Me pregunto si es correcto lo que estamos haciendo, ni
siquiera es legal Harry, el domino de nuestras acciones afectara no solo a nosotros,
si no a Inglaterra y medio mundo mágico. ¿Crees que realmente todo salga bien?
Tu lo has dicho nuestros planes suelen salir mal.
-Hermione, nuestros planes serán un asco, pero lo que
tenemos a favor es que ya terminaba muy mal para muchos aún sin meternos, ¿qué puedes hacerles peor que los que ya les
hicieron? ¡Míralos! Destrozaron a todos aquí de una forma u otra, no hay chance
de que las cosas sean peor de lo que ya lo eran.
-Empiecen- Sirius suspiró, antes de comenzar a leer.
-El último capítulo se llama Más lechuzas mensajeras.
—¡Harry! —Hermione le
tiraba de la manga, mirando el reloj.
- ¿Por qué los relojes funcionan y no otros aparatos?-
preguntó Seamus confundido.
-Porque los relojes son muy antiguos, además de que su
funcionamiento es simple porque no necesitan energía eléctrica.
—. Tenemos diez
minutos para regresar a la enfermería sin ser vistos. Antes de que Dumbledore
cierre la puerta con llave.
—De acuerdo —dijo
Harry, apartando los ojos del cielo—, ¡vamos!
Entraron por la
puerta que tenían detrás y bajaron una estrecha escalera de caracol. Al llegar
abajo oyeron voces. Se arrimaron a la pared y escucharon. Parecían Fudge y
Snape.
-Cuando pienso que dos personas no pueden caerme peor, se
juntan y se sobrepasan.
-Espera a conocer a Umbr…- Hermione le dio un codazo.
Caminaban aprisa por
el corredor que comenzaba al pie de la escalera.
—... Sólo espero que
Dumbledore no ponga impedimentos —decía Snape—. ¿Le darán el Beso
inmediatamente?
Sirius se estremeció, Lily rozó su pierna con la de él por debajo
de la mesa, como un pequeño tirón a la realidad, fuera de sus demonios.
—En cuanto llegue
Macnair con los dementores. Todo este asunto de Black ha resultado muy
desagradable. No tiene ni idea de las ganas que tengo de decir a El Profeta que
por fin lo hemos atrapado. Supongo que querrán entrevistarle, Snape...
Canuto sintió una arcada. Mientras James hacía una mueca de
asco.
-¿Puedo atacarlo? ¿Golpearlo? ¿Atarle las piernas con cinta y
hacerlo quitar como ruleta?- Hermione negó rotundamente, Marlene frunció la
cara como niña enfurruñada- ya no la dejan hacer nada a una, censura y opresión
¡Eso es!
Y en cuanto el joven
Harry vuelva a estar en sus cabales, también querrá contarle al periódico cómo
usted lo salvó.
Harry apretó los dientes.
De la misma manera que muchos en el comedor. Harry sentía
que estaba por tener jaqueca, con el paso de los años las acciones de Snape
parecían haberse justificado pero ahora, contándolas una por una y
reviviéndolas se daba cuenta que él no era un santo, a pesar de que él era de
los buenos…Harry se repitió la última frase en su mente, intentando no
confundir sus pensamientos.
Entrevió la sonrisa
hipócrita de Snape cuando él y Fudge pasaron ante el lugar en que estaban
escondidos. Sus pasos se perdieron. Harry y Hermione aguardaron unos instantes
para asegurarse de que estaban lejos y echaron a correr en dirección opuesta.
Bajaron una escalera, luego otra, continuaron por otro corredor y oyeron una
carcajada delante de ellos.
-Maldito bichejo insufrible- masculló Hermione.
-Vas a ganarte la antipatía de la sociedad protectora de Peeves
abandonados- se burló Ron.
—¡Peeves! —susurró
Harry, asiendo a Hermione por la muñeca—. ¡Entremos aquí!
Corrieron a toda
velocidad y entraron en un aula vacía que encontraron a la izquierda. Peeves
iba por el pasillo dando saltos de contento, riéndose a mandíbula batiente.
—¡Es horrible!
—susurró Hermione, con el oído pegado a la puerta—. Estoy segura de que se ha
puesto así de alegre porque los dementores van a ejecutar a Sirius... —Miró el
reloj—. Tres minutos, Harry.
-Peeves no tiene nada contra mí, su corazón es tan puro que
nos odia a todos por igual- explicó.
Aguardaron a que la risa
malvada de Peeves se perdiera en la distancia. Entonces salieron del aula y
volvieron a correr.
—Hermione, ¿qué
ocurrirá si no regresamos antes de que Dumbledore cierre la puerta? —jadeó
Harry.
—No quiero ni
pensarlo —dijo Hermione, volviendo a mirar el reloj—. ¡Un minuto! —Llegaron al
pasillo en que se hallaba la enfermería—. Bueno, ya se oye a Dumbledore —dijo
nerviosa Hermione—. ¡Vamos, Harry!
-¡Apúrense!- Por la manera en que varios alentaban, parecía
más una carrera de caballos que una lectura.
-¡Silencio ustedes! Que es algo serio esto, no un tonto partido
de quidditch.
-Hablo una de las mejores buscadoras que Gryffindor ha
tenido- Minerva regañó a Sirius con la mirada, pero sin contener una pequeña
sonrisa de orgullo.
Siguieron por el
corredor cautelosamente. La puerta se abrió. Vieron la espalda de Dumbledore.
—Os voy a cerrar con
llave —le oyeron decir—. Son las doce menos cinco. Señorita Granger; tres
vueltas deberían bastar. Buena suerte.
Dumbledore salió de
espaldas de la enfermería, cerró la puerta y sacó la varita para cerrarla
mágicamente. Asustados, Harry y Hermione se apresuraron. Dumbledore alzó la
vista y una sonrisa apareció bajo el bigote largo y plateado.
—¿Bien? —preguntó en
voz baja.
-Encierra a Harry y Hermione, al girarse ve a otros Harry y
Hermione que liberaron a una bestia y a un asesino serial y lo primero que dice
es ¿BIEN?- Molly parecía a punto de la crisis nerviosa- ¡Que son niños, Albus!
Pones demasiado peso en sus pequeños hombros.
-Harry no tiene nada
pequeño- comentó Ginny distraídamente, ganándose varias miradas, desde pícaras
y divertidas hasta asqueadas de parte de sus hermanos- ¿Qué? Nunca ha tenido
hombros peq… ¡No me refería a eso y no me culpen de sus mentes pervertidas!
-Considerando que tuviste tres embarazos en cinco años…parece
que el cachorro no tiene problemas de ese calibre- se burló Sirius, mientras Harry
enrojecía como un tomate.
—¡Lo hemos logrado!
—dijo Harry jadeante—. Sirius se ha ido montado en Buckbeak...
Dumbledore les
dirigió una amplia sonrisa.
—Bien hecho. Creo...
—Escuchó atentamente por si se oía algo dentro de la enfermería—. Sí, creo que
ya no estáis ahí dentro. Entrad. Os cerraré.
-Nunca entenderé como puede estar tan calmado en situaciones
tan surrealistas- Fabian se encogió de hombros.
-Es Dumbledore, puede hacer todo.
Entraron en la
enfermería. Estaba vacía, salvo por lo que se refería a Ron, que permanecía en
la cama. Después de oír la cerradura, se metieron en sus camas. Hermione volvió
a esconder el giratiempo debajo de la túnica. Un instante después, la señora
Pomfrey volvió de su oficina con paso enérgico.
—¿Ya se ha ido el
director? ¿Se me permitirá ahora ocuparme de mis pacientes?
-Madame Pomfrey es la única persona que he conocido capaz de
regañar a Albus Dumbledore- comentó Remus con cierto cariño, había pasado
tantos días en la enfermería después de la luna llena y tantas situaciones en
que Madame Pomfrey intentaba que su dolor fuera el mínimo posible que era imposible
que no sintiera un agradecimiento enorme por aquella señora.
Estaba de muy mal
humor. Harry y Hermione pensaron que era mejor aceptar el chocolate en
silencio. La señora Pomfrey se quedó allí delante para asegurarse de que se lo
comían. Pero Harry apenas se lo podía tragar. Hermione y él aguzaban el oído,
con los nervios alterados. Y entonces, mientras tomaban el cuarto trozo del
chocolate de la señora Pomfrey, oyeron un rugido furioso, procedente de algún
distante lugar por encima de la enfermería.
-¿Más problemas?- bufó Dorcas- ¿No pueden tener aunque sea
una hora de tranquilidad?
—¿Qué ha sido eso?
—dijo alarmada la señora Pomfrey.
Oyeron voces de
enfado, cada vez más fuertes. La señora Pomfrey no perdía de vista la puerta.
—¡Hay que ver!
¡Despertarán a todo el mundo! ¿Qué creen que hacen?
-No puede ser un alumno, ya lo hubiesen enviado a detención,
Sirius se marchó…A no ser que- no fue una coincidencia que varios pares de ojos
miraran derecho a la mesa verde y plata.
Harry intentaba oír
lo que decían. Se aproximaban.
—Debe de haber
desaparecido, Severus. Tendríamos que haber dejado a alguien con él en el
despacho. Cuando esto se sepa...
—¡NO HA DESAPARECIDO!
—bramó Snape, muy cerca de ellos—. ¡UNO NO PUEDE APARECER NI DESAPARECER EN
ESTE CASTILLO! ¡POTTER TIENE ALGO QUE VER CON ESTO!
-¿Esto es de lo que te jactas Snape? ¿Tus brillantes
actuaciones, poderes y mente fría? ¿Amenazar a un niño de trece años porque no
te dejo vengar tu berrinche escolar? ¿Te parece acaso que te hace más hombre?
No eres nada, eres una cáscara vacía repleta de resentimiento y envidia y deja
de meterte con quienes quiero o acabarás muy mal- era impresionante, pensó
Sirius, como Marlene podía verse tan amenazante a pesar de su estatura, su
rostro infantil y sus ojos claros, pero lo supo por su mirada, aquella chica no
mentía, no amenazaba en vano, sería capaz de destrozar a quien sea para
defender a los que amaba…Se preguntó si Marlene murió al ser atacada o al
defender a alguien, las dos opciones le hacían un hueco en el estómago.
—Sé razonable,
Severus. Harry está encerrado.
¡PLAM!
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ACTUALIZACIÓN 9 DE JULIO.
La puerta de la
enfermería se abrió de golpe. Fudge, Snape y Dumbledore entraron en la sala con
paso enérgico. Sólo Dumbledore parecía tranquilo, incluso contento. Fudge
estaba enfadado, pero Snape se hallaba fuera de sí.
—¡CONFIESA, POTTER!
—vociferó—. ¿QUÉ ES LO QUE HAS HECHO?
Sirius se tronó el cuello, con una sonrisa triunfal.
-Me escapo, mi ahijado me quiere y a Quejicus le explota la
vena de la frente, día productivo.
—¡Profesor Snape! —chilló
la señora Pomfrey—, ¡contrólese!
—Por favor, Snape, sé
razonable —dijo Fudge—. Esta puerta estaba cerrada con llave. Acabamos de
comprobarlo.
—¡LE AYUDARON A
ESCAPAR, LO SÉ! —gritó Snape, señalando a Harry y a Hermione. Tenía la cara
contorsionada. Escupía saliva.
-A veces me sorprende como cuando crees que no puede ser más
odioso…se supera a si mismo.
Lily intentó reír con los demás, pero James le dio la mano
por debajo de la mesa, a pesar de que el disfrutaba ver a Snape en plena crisis
nerviosa, sabía que era como una puñalada
para ella cada vez que él se metía con su hijo.
—¡Tranquilícese, hombre!
—gritó Fudge—. ¡Está diciendo tonterías!
—¡NO CONOCE A POTTER!
—gritó Snape—. ¡LO HIZO ÉL, SÉ QUE LO HIZO ÉL!
Minerva se frotó la sien.
-Merlín santo, que fijación tiene ese muchacho con Potter.
Lo escucho quejarse sobre él desde hace siete años y aparentemente me esperan
dos décadas más.
—Ya vale, Severus —dijo
Dumbledore con voz tranquila—. Piensa lo que dices. Esta puerta ha permanecido
cerrada con llave desde que abandoné la enfermería, hace diez minutos. Señora
Pomfrey, ¿han abandonado estos alumnos sus camas?
—¡Por supuesto que
no! —dijo ofendida la señora Pomfrey—. ¡He estado con ellos desde que usted
salió!
Severus tenía el ceño fruncido con fuerza. No entendía como
los Potter podían hacer lo que les plazca y siempre todos los aplaudían como si
fuesen héroes. Solo eran unos petulantes cabrones.
—Ahí lo tienes, Severus
—dijo Dumbledore con tranquilidad—. A menos que crea que Harry y Hermione son
capaces de encontrarse en dos lugares al mismo tiempo, me temo que no encuentro
motivo para seguir molestándolos.
Snape se quedó allí,
enfadado, apartando la vista de Fudge, que parecía totalmente sorprendido por
su comportamiento, y dirigiéndola a Dumbledore, cuyos ojos brillaban tras las
gafas. Snape dio media vuelta (la tela de su túnica produjo un frufrú) y salió
de la sala de la enfermería como un vendaval.
-¿Está mal sentir cierta satisfacción al arruinar lo de
Snape?- Murmuró Hermione, Harry arrugó el ceño, de la misma manera que lo hacía
Lily al enfadarse.
-Prefiero no replantearme mis sentimientos por Snape y sus
acciones, siempre que lo hago me da jaqueca.
—Su colega parece perturbado
—dijo Fudge, siguiéndolo con la vista—. Yo en su lugar; Dumbledore, tendría
cuidado con él.
—No es nada serio
—dijo Dumbledore con calma—, sólo que acaba de sufrir una gran decepción.
-Snape es en sí mismo una decepción con patas- razonó Marlene.
-Creo que me quedaré contigo rubia, me agradas- felicitó
Canuto.
-Nos conocemos desde primero, Lassie, y desde entonces quieres mirar mis bragas al subir la
escalera, ¿por qué finges que no nos conocemos?
-Ya, pero yo tenía planes de revolcones geniales contigo,
esto de ser pareja abre un mundo de posibilidades.
-Creo que voy a golpearte, pero lo más doloroso sería darte
en la cara o la entrepierna, tu cara sería una pena y tu entrepierna sería más
pérdida para mí que para ti.
-Me llamaste Lassie y hablaste de sexo en la misma
conversación, no sé si me disgusta o no.
-James, recuérdame nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia
tener una cita doble con estos dos.
—¡No es el único!
—repuso Fudge resoplando—. ¡El Profeta va a encontrarlo muy divertido! ¡Ya lo
teníamos arrinconado y se nos ha escapado entre los dedos! Sólo faltaría que se
enterasen también de la huida del hipogrifo, y seré el hazmerreír. Bueno,
tendré que irme y dar cuenta de todo al Ministerio...
Alastor bufó.
-Estupido Fudge.
—¿Y los dementores?
—le preguntó Dumbledore—. Espero que se vayan del colegio.
—Sí, tendrán que irse
—dijo Fudge, pasándose una mano por el cabello—. Nunca creí que intentaran
darle el Beso a un niño inocente..., estaban totalmente fuera de control. Esta
noche volverán a Azkaban.
Sirius se estremeció.
-Soy de los que creen que no deberían existir en ninguna
parte del mundo, aún cuando se habla de los peores seres humanos, actuar sin
humanidad nos vuelve iguales o peores que ellos- Dumbledore estaba tenso, la
simple mención de Azkaban lo alteraba casi tanto como a Sirius.
Tal vez deberíamos
pensar en poner dragones en las entradas del colegio...
—Eso le encantaría a
Hagrid —dijo Dumbledore, dirigiendo a Harry y a Hermione una rápida sonrisa.
Cuando él y Fudge dejaron la enfermería, la señora Pomfrey corrió hacia la
puerta y la volvió a cerrar con llave. Murmurando entre dientes, enfadada,
volvió a su despacho.
-Es admirable como Pomfrey ignora todo cuando se trata de
atender a un alumno, puede caerse el mundo pero ella no se desconcentra-
comentó Remus, con un dejo cariñoso en su voz, había pasado demasiadas mañanas
bajo los cuidados de la enfermera y no podía evitar tener aprecio por aquella
mujer que curaba sin preguntar.
Se oyó un leve gemido
al otro lado de la enfermería. Ron se acababa de despertar. Lo vieron sentarse,
rascarse la cabeza y mirar a su alrededor.
—¿Qué ha pasado?
—preguntó—. ¿Harry? ¿Qué hacemos aquí? ¿Dónde está Sirius? ¿Dónde está Lupin?
¿Qué ocurre?
Harry y Hermione se
miraron.
—Explícaselo tú —dijo
Harry, cogiendo un poco más de chocolate.
-Le pegas tu vicio a mi hijo- culpó Lily, poniendo los ojos
en blanco. -Y yo que creí que el que pegaría vicios sería el perro.
-Me discriminan por ser perro- a la mitad de las muchachas
del comedor se le caían las bragas al ver al galán de Hogwarts con esa
expresión de pena.
-Qué curioso, la que se meta con el perro acabará pareciendo
pekinés…Porque le aplastaré la cara contra la mesa- advirtió Marlene con una
sonrisa que pretendía ser tierna.
Cuando Harry; Ron y
Hermione dejaron la enfermería al día siguiente a mediodía, encontraron el
castillo casi desierto. El calor abrasador y el final de los exámenes invitaban
a todo el mundo a aprovechar al máximo la última visita a Hogsmeade. Sin
embargo, ni a Ron ni a Hermione les apetecía ir, así que pasearon con Harry por
los terrenos del colegio, sin parar de hablar de los extraordinarios
acontecimientos de la noche anterior y preguntándose dónde estarían en aquel
momento Sirius y Buckbeak.
-Les doy mi palabra que no era nada tan agradable o aventurero
como imaginan, era poco menos que un vagabundo desnutrido.
-Sirius no hables así, lastimas a mucha gente en esta mesa-
regañó Andrómeda, señalando con la cabeza a James que parecía a punto de
llorar, al igual que Tonks.
Cuando se sentaron cerca del lago, viendo cómo
sacaba los tentáculos del agua el calamar gigante, Harry perdió el hilo de la
conversación mirando hacia la orilla opuesta. La noche anterior; el ciervo
había galopado hacia él desde allí.
-Es extraordinario como un par de horas hacen la diferencia-
Remus suspiró con cansancio.
-Así funciona con los que son como yo, unas horas hacen la
diferencia entre humano y bestia, entre ser lo que ven o ser un asesino, es la
maldición, soy una criatura mald…-Remus sintió un fuerte golpe en la nuca, dado
por una mano demasiado pequeña como para la fuerza del golpe.
-Tonto- Tonks volvió a sentarse junto a su madre, mientras
Harry y los demás sonreían con cierta complicidad, Tonks no cambiaba con el
tiempo.
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ACTUALIZACIÓN 16 de JULIO.
Una sombra los
cubrió. Al levantar la vista vieron a Hagrid, medio dormido, que se secaba la
cara sudorosa con uno de sus enormes pañuelos y les sonreía.
—Ya sé que no debería
alegrarme después de lo sucedido la pasada noche —dijo—. Me refiero a que Black
se volviera a escapar y todo eso... Pero ¿a que no adivináis...?
—¿Qué? —dijeron,
fingiendo curiosidad.
-Solo Hagrid feliz por una criatura no lo notaría, son
pésimos actuando, especialmente tú Hermione- la castaña fingió no darse por
aludida, aún sabiendo que su cuñado tenía toda la razón del mundo.
—Buckbeak. ¡Se escapó!
¡Está libre! ¡Lo estuve celebrando toda la noche!
-Solo Hagrid feliz y borracho no lo notaría- ratificó Fred, mientras Hagrid sonreía, demasiado feliz como
para avergonzarse.
—¡Eso es estupendo!
—dijo Hermione, dirigiéndole una mirada severa a Ron, que parecía a punto de
reírse.
—Sí, no lo atamos
bien —explicó Hagrid, contemplando el campo satisfecho—. Esta mañana estaba
preocupado, pensé que podía tropezarse por ahí con el profesor Lupin. Pero
Lupin dice que anoche no comió nada.
-¿Espera qué?- James miró al resto confundido- Nadie revelaría
ese secreto, nadie salvo…Lily si aún quieres a ese bastardo como amigo sería
buen momento para decírmelo, antes de que deje su cuello como un alfiler por
estrangularlo- la pelirroja bajó la cabeza, sin saber como responder.
-¿Por qué él, Snape?- Sirius lo miró, sin la malicia usual,
con seriedad- ¿Así funciona? No pudiste con James y te desquitas con Harry, no
pudiste con Lily y te desquitas con la primer niña que te recuerda a ella-
señaló a Hermione- y como no pudiste conmigo te desquitas con Remus, que ha
sido el único de nosotros, demonios, el único en este colegio que nunca se ha
reído de ti. ¡Si hasta te ofreció chocolate, maldita sea! Quieres destrozarme,
ven a por mi, pero no te metas con él porque ahí si seré yo quien te recuerde
porque te detesto como lo hago.
-¿Crees qué diciendo las mismas estupideces de héroe
justiciero te aplaudiré como todos los imbéciles que van besando tu…?- Snape se
detuvo al ver girarse a Lily, para mirarlo fijamente desde el asiento en la
mesa de Gryffindor.
-¿Y si soy yo quien lo dice, Severus? ¿Serás capaz de
responderme o seré otra estúpida con aires de héroe justiciero? Dime tú, ¿es lo
que tú haces justo acaso?
-Lily…- Lucius lo miró con una mueca de asco, si había algo
más despreciable que los sangre sucia, eran los traidores.
-Deja de pensar lo que estas pensando, que yo soy bastante
traidorcita- cortó Astoria, mientras Draco ocultaba una sonrisa por semejante
término.
—¿Cómo? —preguntó
Harry.
—Caramba, ¿no lo has
oído? —le preguntó Hagrid, borrando la sonrisa. Bajó la voz, aunque no había
nadie cerca—. Snape se lo ha revelado esta mañana a todos los de Slytherin.
Solo Albus fue capaz de oír la opinión poco favorecedora de
Minerva sobre la casa de las serpientes.
Creía que a estas alturas
ya lo sabría todo el mundo: el profesor Lupin es un hombre lobo. Y la noche
pasada anduvo suelto por los terrenos del colegio. En estos momentos está
haciendo las maletas, por supuesto.
James se revolvió el pelo, con frustración.
-He sido la perdición de todos los que quería proteger…Peter
se volvió un traidor, Sirius condenado al infierno, Remus expulsado por una estúpida
rivalidad que ni siquiera era suya y Lily…Lily…-No podía decirlo, le dolía la
simple idea de imaginar a su pelirroja sin ese sonrojo en sus mejillas y ese
brillo en sus ojos esmeraldas- creo que lo mejor será que me aleje y así
ustedes podrán h…-Lily le dio una bofetada, que dejó a todo el comedor
estático.
-¿Estas demente o eres idiota? Remus te adora, Sirius te ama
más que a su reflejo, tienes un hijo que debe nacer y yo no pienso quedarme
como una soltera con treinta gatos, destrozaste mi paciencia cinco años para
que saliera contigo y ahora que estoy a tus pies ¿pretendes dejarme? ¡Eso ni se
te ocurra! Que ya pensé mi vestido de novia, estúpido.
-¿Estas a mis pies?- repitió, aún con la mano palpándose la
mejilla afectada.
-¿En serio es todo lo que escuchaste?- Marlene puso los ojos
en blanco.
-Me recuerdan a nosotros- comentó Ginny.
-No crees que esa broma de la maldición Potter es cierta
¿verdad? Miopía, pelirroja con carácter de los mil demonios…- Harry se calló,
cuando Ron y Hermione lo miraron con exacta expresión de "¿Recién lo notas?"
—¿Que está haciendo
las maletas? —preguntó Harry alarmado—. ¿Por qué?
—Porque se marcha
—dijo Hagrid, sorprendido de que Harry lo preguntara—. Lo primero que hizo esta
mañana fue presentar la dimisión. Dice que no puede arriesgarse a que vuelva a
suceder.
-Aún no entiendo como acepté en primer lugar- Remus bajó la
cabeza abatido.
-Eres el mejor profesor que ha tenido el colegio, no me
hagas hacer que mi sobrina te pegue de nuevo- cortó Sirius.
-Estaría encantada- acotó Tonks, con una sonrisita traviesa.
-Entre todas las personas a las que podías parecerte, ¿Por
qué a Sirius?- preguntó Andrómeda exasperada.
Harry se levantó de
un salto.
—Voy a verlo —dijo a
Ron y a Hermione.
—Pero si ha
dimitido...
—No creo que podamos
hacer nada.
—No importa. De todas
maneras, quiero verlo. Nos veremos aquí mismo más tarde.
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ACTUALIZACIÓN 6 DE AGOSTO.
Remus suspiró, con una resignación que rozaba la tristeza.
Ese era su destino, trabajar un par de semanas y ser despedido, o irse antes de
que lo descubran, era la vida que le esperaba a un ser como él.
-Es solo un problema peludo Lunático, no sé porque le das
tantas vueltas al asunto. Y tampoco porque vives como un pobre, sabes que el
dinero de los Potter es tan tuyo como mío, no es de puro cariño que digo que
son mis hermanos, yo siempre…
-Tú siempre me ayudaste James, pero no puedo ser un
mantenido, mucho menos que me mantenga tu hijo, que podría ser mi hijo en
edad…sería avergonzante. Y no entiendo como una mujer accedió a esa vida de
paria- Ginny soltó una palabrota.
-Es el mejor profesor que hemos tenido y ser pobre no es
ninguna deshonra, yo crecí en una familia pobre y fui inmensamente feliz, como
lo soy casada con Harry tenga él dinero o no. Remus da igual si comes caviar o
sopa mientras la persona que este contigo en la mesa te ame. Y ella te ama.
-Además de que se ríe pasando los dedos por los hoyitos de
tu ropa- agregó Hermione con una sonrisa.
-En realidad creo que se divierte más quitando la ropa-
Molly miró feo a su hijo mayor- ¿Nadie va a mencionar el hecho de que esos dos
pasaban todas las noches de guardia aunque ni guardia hubiese?- Remus se
sonrojó, tomando el color del cabello de Lily.
-Son las desventajas de casarte con alguien trece años más
joven, no te da tregua-Los merodeadores miraron a Charlie al mismo tiempo,
Canuto fue el primero en sonreír con picardía.
-¿Están diciendo que Remusín se agarró una cachorrita? ¡Te
casaste con una veintiañera, Lunático! Menos mal que te echaron de Hogwarts por
hombre lobo, antes de que lo hicieran por asaltar cunas.
El Remus adulto miró a su yo pequeño, al que estaba más rojo
que un tomate y dio una mirada de soslayo a Tonks, que comía galletas
distraída.
-Sé lo que piensas, aún no sé que me vio o porque se enamoró
como lo hizo, pero déjame decirte que es la mujer más maravillosa que he
conocido y que seré un egoísta por estar con ella a pesar de todo.
La puerta del
despacho de Lupin estaba abierta. Ya había empaquetado la mayor parte de sus
cosas. Junto al depósito vacío del grindylow, la maleta vieja y desvencijada se
hallaba abierta y casi llena. Lupin se inclinaba sobre algo que había en la mesa
y sólo levantó la vista cuando Harry llamó a la puerta.
—Te he visto venir
—dijo Lupin sonriendo. Señaló el pergamino sobre el que estaba inclinado. Era
el mapa del merodeador.
-No puedo creer que hayamos sido alumnos de Lunático sin
saberlo- Fred se pellizcó el puente de la nariz- ¡Son legendarios! Tuvimos a
tres de cuatro ese año bajo el mismo techo y no lo supimos.
-Dos y medio, a Peter le falta el dedo, la ética y los
cojones- Lily y McGonagall miraron con igual desaprobación a la rubia, mientras
Sirius asentía con expresión seria.
—Acabo de estar con
Hagrid —dijo Harry—. Me ha dicho que ha presentado usted la dimisión. No es
cierto, ¿verdad?
—Me temo que sí
—contestó Lupin. Comenzó a abrir los cajones de la mesa y a vaciar el
contenido.
—¿Por qué? —preguntó
Harry—. El Ministerio de Magia no lo creerá confabulado con Sirius, ¿verdad?
Lupin fue hacia la
puerta y la cerró.
-Como si no te culparan de lo mío, también te culpan de lo
de él- bufó James.
-Tranquilo, ya me he acostumbrado a eso- miró de soslayo y
con nostalgia a la mesa de los profesores.
—No. El profesor
Dumbledore se las ha arreglado para convencer a Fudge de que intenté salvaros
la vida —suspiró—. Ha sido el colmo para Severus. Creo que ha sido muy duro
para él perder la Orden de Merlín. Así que él... por casualidad... reveló esta
mañana en el desayuno que soy un licántropo.
-¿Sabías que eso no te devolvería la orden, verdad? Eres lo
suficientemente egoísta como para querer que si te hundes todos se hundan
contigo- Snape rodó los ojos.
-Tú sabes mucho de hundirte McKinnon, estarás seis metros
bajo tierra.
Canuto dio un golpe seco con la varita, que mandó a Severus
contra la pared de piedra.
-¿No piensa intervenir?- Lucius le exigió a Minerva, quien
solo frunció el ceño.
-Mal hecho señor Black, cinco puntos menos. Tú turno
Slughorn- Horace puso su mejor expresión de Me he perdido de todo-
Prácticamente ha bailado sobre la tumba de una de tus alumnas, Horace- recordó,
con seriedad.
-Cin…Och..Die…-Minerva gruño- Quince, no…Veinte…Si eso
¡Veinte puntos menos para Slytherin!
—¿Y se va sólo por
eso? —preguntó Harry.
Lupin sonrió con
ironía.
—Mañana a esta hora
empezarán a llegar las lechuzas enviadas por los padres. No consentirán que un
hombre lobo dé clase a sus hijos, Harry. Y después de lo de la última noche,
creo que tienen razón. Pude haber mordido a cualquiera de vosotros... No debe
repetirse.
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ACTUALIZACIÓN 20 DE AGOSTO.
—¡Es usted el mejor
profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras que hemos tenido nunca! —dijo
Harry—. ¡No se vaya!
Ginny se levantó de un salto y comenzó a aplaudir con
solemnidad- ¡Que aplauda el que sienta que Remus Lupin merece un asiento en esa
mesa!- señaló la mesa de los profesores, donde Dumbledore se puso de pie,
aplaudiendo con solemnidad seguido por McGonagall.
Remus sintió como el corazón le latía errático y los ojos se
le aguaban, al ver casi en cámara lenta, como las personas se paraban y
aplaudían. Algunos en silencio como Astoria, que ignoraba la mirada fulminante
de Lucius, y otros como James y Sirius que gritaban y vitoreaban cual partido
de Quidditch.
Bajo la cabeza avergonzado y agradecido, viendo como todos
creían que él merecía lo que él mismo no creía merecer.
-Eres un profesor asombroso, un hombre intachable y serás un
esposo y padre amoroso Remus, nadie te está regalando nada, esto es lo que has
ganado, ni más ni menos que eso.
-¡POR EL PROFESOR LUPIN!- gritó Harry.
-Yo nunca creí que…es que soy…- Remus suspiró, silenciándose
a sí mismo, no había nada que decir.
Lupin negó con la
cabeza, pero no dijo nada. Siguió vaciando los cajones. Luego, mientras Harry
buscaba un argumento para convencerlo, Lupin añadió:
—Por lo que el
director me ha contado esta mañana, la noche pasada salvaste muchas vidas,
Harry. Si estoy orgulloso de algo es de todo lo que has aprendido. Háblame de
tu patronus.
—¿Cómo lo sabe?
—preguntó Harry anonadado.
-Él es nuestro Hermione- explicó Sirius- Sabe todo y aún no
entiendo cómo demonios lo hace.
-Estoy casado con Hermione hace años y todavía no lo
entiendo- comentó Ron resignado.
—¿Qué otra cosa podía
haber puesto en fuga a los dementores?
Harry contó a Lupin
lo que había ocurrido. Al terminar, Lupin volvía a sonreír:
—Sí, tu padre se transformaba
siempre en ciervo —confirmó—. Lo adivinaste. Por eso lo llamábamos Cornamenta.
-Parece que ambos le han protegido muy bien- felicitó Molly,
con sonrisa maternal, dolorida por la simple idea de imaginarse en la situación
de Lily, escuchando a tu niño sufrir sin poder hacer nada más que contemplar.
Lupin puso los últimos libros en la maleta,
cerró los cajones y se volvió para mirar a Harry—. Toma, la traje la otra noche
de la Casa de los Gritos —dijo, entregándole a Harry la capa invisible.
-¿No vas a regañarlo?- cuestionó Marlene. James se encogió
de hombros.
-Falta que use la capa como almohada para los pies o para
limpiar el jugo que chorrea, este mocoso no entiende lo que significa reliquia.
-Ese mocoso ya es un hombre- recordó Harry, pero James lo
miró con gesto sobrador.
-Dime hombre responsable, ¿Dónde tienes la capa ahora?-
Harry apretó los labios, no podía recordar si estaba en el armario o en el
escritorio- Cuanta desdicha. ¡RELIQUIA MUCHACHO! ¡RELIQUIA DE IGNOTIUS
PEVERELL!- Minerva miró extrañada a Albus que dio un respingo en la silla.
—: Y... —titubeó y a
continuación le entregó también el mapa del merodeador—. Ya no soy profesor
tuyo, así que no me siento culpable por devolverte esto. A mí ya no me sirve. Y
me atrevo a creer que tú, Ron y Hermione le encontraréis utilidad.
-¡Señor Lupin!- Minerva tenía el ceño fruncido, pero Remus
solo sonrió.
-Ante todo soy un Merodeador, siempre lo seré- Canuto lo
jaló y le dio una gran lamida en la mejilla- ¡Qué asco, Hocicos! Eso solo
resulta tierno cuando eres un perro, tonto.
-Según tú, porque conozco varias personas que te dirían que
soy bueno con la leng…-Marlene carraspeo- ¿Por qué no seguimos leyendo?
Harry cogió el mapa y
sonrió.
—Usted me dijo que
Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta me habrían tentado para que saliera
del colegio..., que lo habrían encontrado divertido.
-Lo habríamos hecho, sin duda- James sonrió con cierta
añoranza, su niñez dorada correteando por los pasillos de piedra parecían,
repentinamente, dolorosamente lejanos. El mundo, la vida en sí, parecía haber
perdido ese inocente brillo.
-Sé que ser adulto es duro James, y que los psicólogos me
juzgarían por decir esto, pero tu infancia se repetirá en Harry, vivirás a
través de él, como lo hará el idiota de Sirius- abrazó a Lily y la besó.
-No tengo idea de que es un psicólogo, pero gracias
pelirroja.
—Sí, lo habríamos
hecho —confirmó Lupin, cerrando la maleta—. No dudo que a James le habría
decepcionado que su hijo no hubiera encontrado ninguno de los pasadizos secretos
para salir del castillo.
-Aunque admito que estoy feliz de que ya lo haya hecho sin
mi influencia.
Alguien llamó a la
puerta. Harry se guardó rápidamente en el bolsillo el mapa del merodeador y la
capa invisible.
Era el profesor
Dumbledore. No se sorprendió al ver a Harry.
—Tu coche está en la
puerta, Remus —anunció.
—Gracias, director.
-Es un hombre adulto Minerva, no puedo retenerlo por más que
quiera, así que no me regañes.
-¿Cómo sabías que iba a regañarte?
-Oh querida, medio siglo de amistad no vienen solo.
Lupin cogió su vieja
maleta y el depósito vacío del grindylow.
—Bien. Adiós, Harry —dijo
sonriendo—. Ha sido un verdadero placer ser profesor tuyo. Estoy seguro de que
nos volveremos a encontrar en otra ocasión.
-¿En otra ocasión? ¡Es tu sobrino maldita sea!- James le
golpeó el hombro- no puedo creer eso.
-James, Harry tenía suficientes problemas por si solo como
para cargar conmigo.
-¡Harry necesitaba amor! Estaba solo, te necesito y te
marchaste por esos estúpidos complejos que tienes, él no necesitaba un
benefactor rico y exitoso Remus, él necesitaba un chocolate y una carta que le
recordara que alguien se preocupa por él.
-Lo siento Harry, por no haber sido la familia que tanto
necesitabas. Especialmente después de…Ya sabes- Sirius agachó la cabeza.
-Está bien, no es que estuviese acostumbrado a recibir
cartas o regalos de todas maneras.
-Señor director; no
hay necesidad de que me acompañe hasta la puerta. Puedo ir solo.
Harry tuvo la
impresión de que Lupin quería marcharse lo más rápidamente posible.
—Adiós entonces,
Remus —dijo Dumbledore escuetamente. Lupin apartó ligeramente el depósito del
grindylow para estrecharle la mano a Dumbledore. Luego, con un último
movimiento de cabeza dirigido a Harry y una rápida sonrisa, salió del despacho.
Harry se sentó en su
silla vacía, mirando al suelo con tristeza. Oyó cerrarse la puerta y levantó la
vista. Dumbledore seguía allí.
—¿Por qué estás tan
triste, Harry? —le preguntó en voz baja—. Tendrías que sentirte muy orgulloso
de ti mismo después de lo ocurrido anoche.
-Y no solo por el potencial de tu magia, si no porque lo
usas de la manera correcta. No todos pueden decir eso, señor Potter- Dumbledore
le sonrió con tranquila solemnidad, aquel muchacho parecía ver todo con una
claridad asombrosa, una que aún hoy a él le costaba mantener.
—No sirvió de nada
—repuso Harry con amargura—. Pettigrew se escapó.
—¿Que no sirvió de
nada? —dijo Dumbledore en voz baja—. Sirvió de mucho, Harry. Ayudaste a
descubrir la verdad. Salvaste a un hombre inocente de un destino terrible.
«Terrible.» Harry
recordó algo. «Más grande y más terrible que nunca.» ¡La predicción de la
profesora Trelawney!
-Ay demonios, no me digas que la loca realmente adivina el
futuro.
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ACTUALIZACIÓN FINAL DEL LIBRO TRES.
—Profesor Dumbledore:
ayer; en mi examen de Adivinación, la profesora Trelawney se puso muy rara.
—¿De verdad? —preguntó
Dumbledore—. ¿Quieres decir más rara de lo habitual?
-Luego yo soy el bullie- se mofó Canuto, Marlene sonrió.
-Eres un chico malo Black, será difícil domarte.
-No dejo que me pongan correas.
-Curioso, yo tenía la idea de que te encantaría estar
amarrad…
-BASTA USTEDES, MI HIJA ESTA PRESENTE.
-Ya le va gustar echar correas a la pequeña Nymphi- se burló
Charlie.
—Sí... Habló con una
voz profunda, poniendo los ojos en blanco. Y dijo que el vasallo de Voldemort
partiría para reunirse con su amo antes de la medianoche. Dijo que el vasallo
lo ayudaría a recuperar el poder. —Harry miró a Dumbledore—. Y luego volvió a
la normalidad y no recordaba nada de lo que había dicho. ¿Sería una auténtica
profecía?
Dumbledore parecía
impresionado.
-No sé porque siempre siento que algo anda mal cuando
Dumbledore se sorprende- murmuró Lily- como si por un momento el mundo perdiese
su orden natural.
-Es cierto- Hermione miró al director- es como que sin
importar la situación o lo rebuscada que sea su ayuda te sientes seguro, porque
sabes que él sabe que pasara al final.
-¿Estan admitiendo que Trelawney es capaz de poner su mundo
patas para arriba?- preguntó Ron, con cierta burla.
-NO.
—Pienso que podría
serlo —dijo pensativo—. ¿Quién lo habría pensado? Esto eleva a dos el total de
sus profecías auténticas. Tendría que subirle el sueldo...
—Pero... —Harry lo miró
aterrorizado: ¿cómo podía tomárselo Dumbledore con tanta calma?—, ¡pero yo
impedí que Sirius y Lupin mataran a Pettigrew! Esto me convierte en culpable de
un posible regreso de Voldemort.
Ron se estremeció.
-Maldita sea, Trelawney realmente...- Hermione negó con la
cabeza, silenciándolo. Pero no fueron lo suficientemente rápidos para ser
ignorados por James.
-Digánme que Peter no tendrá nada que ver con el regreso de
Voldemort o lo despellejaré tan pronto como lo vea.
-Yo ya quería despellejarlo desde antes- comentó por lo bajo
Sirius.
-Señor Potter…James, no podemos adelantar nada. Ya es
demasiado riesgoso hacer esto como para hacerlo desordenadamente. Deben leer
hasta la última página antes de hacer algo, habrá muchos giros antes del final
y deberán entender la evolución de cada ser humano antes de juzgarlo. Y no hablo
específicamente de Peter, todos hemos estado en situaciones horribles y hemos
hecho cosas de las que no estamos orgullosos.
-Hemos cometido crímenes- admitió Ginny- hemos usado todas
las imperdonables, pesan muertes sobre nuestros hombros y también enterramos a
demasiados, ustedes aún no lo han vivido, pero después de tener que matar y ver
morir las varas con las que juzgas al resto cambian mucho. Solo esperen, y
después de caminar en nuestros zapatos, en los zapatos de Harry, solo después
de la última página los dejaremos tomar las riendas del asunto.
—En absoluto
—respondió Dumbledore tranquilamente—. ¿No te ha enseñado nada tu experiencia
con el giratiempo, Harry? Las consecuencias de nuestras acciones son siempre
tan complicadas, tan diversas, que predecir el futuro es realmente muy difícil.
La profesora Trelawney, Dios la bendiga, es una prueba de ello. Hiciste algo
muy noble al salvarle la vida a Pettigrew.
-Algo que solo James habría hecho, el resto no somos tan
nobles- suspiró Sirius- aún trato de convencerme que hicimos lo correcto. Pero
considerando que acabe comiendo ratas, me cuesta hacerlo.
-Todo será diferente cachorro, aprenderé a cocinar- Marlene
esbozó una pequeña sonrisa, triste- si no muero claro.
-No morirás, ahora que he dejado de ignorarte y por fin te
presto atención no me dejarás en paz.
-Serás idiota.
—¡Pero si ayuda a
Voldemort a recuperar su poder...!
—Pettigrew te debe la
vida. Has enviado a Voldemort un lugarteniente que está en deuda contigo.
Cuando un mago le salva la vida a otro, se crea un vínculo entre ellos. Y si no
me equivoco, no creo que Voldemort quiera que su vasallo esté en deuda con
Harry Potter.
—No quiero tener
ningún vínculo con Pettigrew —dijo Harry—. Traicionó a mis padres.
—Esto es lo más
profundo e insondable de la magia, Harry. Pero confía en mí. Llegará el momento
en que te alegres de haberle salvado la vida a Pettigrew.
-Harry, tú podrás verte al espejo sin vergüenza después de
tu decisión, Peter no puede decir lo mismo. La gente no valora lo suficiente la
conciencia y su tortura, porque puedes engañar a cualquiera menos a ti mismo.
Harry no podía imaginar
cuándo sería. Dumbledore parecía saber lo que pensaba Harry.
—Traté mucho a tu
padre, Harry, tanto en Hogwarts como más tarde —dijo dulcemente—. Él también
habría salvado a Pettigrew, estoy seguro.
-Harry es mejor hombre de lo que yo podré ser nunca, en lo
que a piedad se refiere, saliste a tu madre.
-No he conocido a un mejor hombre que tú en mi vida, James,
solo eres un niño mimado- Lily le besó la mejilla- todos somos idiotas a los
quince años.
Harry soltó una risita.
-No puedo creer que tú y Sirius dijesen las mismas palabras.
Harry lo miró.
Dumbledore no se reina. Se lo podía decir.
—Anoche... pensé que
era mi padre el que había hecho aparecer mi patronus. Quiero decir... cuando me
vi a mí mismo al otro lado del lago, pensé que lo veía a él.
—Un error fácil de
cometer —dijo Dumbledore—. Supongo que estarás harto de oírlo, pero te pareces
extraordinariamente a James. Menos en los ojos: tienes los de tu madre.
-Lo hicimos perfecto- tomó la mano de Lily, sin ocultar el
orgullo en su voz- creo que ya encontré el motivo de mi existencia, otra
generación va a disfrutar de tus ojazos pelirroja.
-No sé porque les prestan tanta atención, no son la gran
cosa.
-¿Estas demente? Tienes dos esmeraldas por ojos, son
bellísimos. Casi diría que lo más lindo de ti, pero no voy a negar mi fetiche
por tu pelirrojez pecosa.
-Eres extraño.
-Ya me dijiste que si, no puedes devolverme.
-Ni a mí- agregó Canuto.
-¿En qué momento acepté casarme contigo también, Sirius?-
sonrió cual niño.
-Venimos en paquete. James te da los bebés, Remus el
chocolate y yo mi maravillosa presencia. Aunque si quieres bebés
ojigrises…pues, tu pelirrojez pecosa es bastante atractiva.
-¿Estas ligando con mi madre?- Harry no sabía si reír o
vomitar.
-Tranquilo, está en sus genes, coquetea con todo lo que respire-
rió Marlene.
Harry sacudió la
cabeza.
—Fue una idiotez pensar
que era él —murmuró—. Quiero decir... ya sé que está muerto.
—¿Piensas que los
muertos a los que hemos querido nos abandonan del todo? ¿No crees que los
recordamos especialmente en los mayores apuros? Tu padre vive en ti, Harry, y
se manifiesta más claramente cuando lo necesitas. ¿De qué otra forma podrías
haber creado ese patronus tan especial? Cornamenta volvió a galopar anoche.
Sirius bajó la mirada, avergonzado de su nostalgia
arrasadora.
-Dumbledore se equivoca Sirius- Remus puso la mano en su
hombro como apoyo- mira en frente de ti y lo verás galopando al ritmo de los
latidos del corazón de Harry.
-Eres un poeta frustrado Lunático, quizás sea por el tema de
la luna y eso.
—Harry tardó un rato
en comprender lo que Dumbledore acababa de decirle—. Sirius me contó anoche
cómo se convertían en animagos —añadió Dumbledore sonriendo—. Una hazaña
extraordinaria... y aún más extraordinario fue que yo no me enterara. Y entonces
recordé la muy insólita forma que adoptó tu patronus cuando embistió al señor
Malfoy en el partido contra Ravenclaw. Así que anoche viste realmente a tu
padre... Lo encontraste dentro de ti mismo.
-Es tranquilizante- Lily miró a su hijo- saber que sin
importar como salga este proyecto surrealista del futuro, estaremos junto a ti.
Siempre.
-Eso nunca lo he dudado.
Y Dumbledore abandonó
el despacho dejando a Harry con sus confusos pensamientos.
Nadie en Hogwarts
conocía la verdad de lo ocurrido la noche en que desaparecieron Buckbeak,
Sirius y Pettigrew, salvo Harry; Ron, Hermione y el profesor Dumbledore. Al
final del curso, Harry oyó muchas teorías acerca de lo que había sucedido, pero
ninguna se acercaba a la verdad.
-Sí que se oían cosas estrafalarias por aquellos días-
Neville rió- hasta oímos que el calamar gigante se habría tragado a Sirius.
-¿Qué demonios les enseñan a ustedes en las clases? Callie
es más tranquilo que cualquiera de ustedes.
-¿Le pusiste Callie a un calamar?- Marlene alzó las cejas
rubias con un claro gesto de 'no es
cierto'
-Es un Can y se llama Canuto, creo que quedo claro que no es
bueno para los nombres.
Malfoy estaba furioso
por lo de Buckbeak. Estaba convencido de que Hagrid había hallado la manera de
esconder el hipogrifo, y parecía ofendido porque el guardabosques hubiera sido
más listo que su padre y él. Percy Weasley, mientras tanto, tenía mucho que
decir sobre la huida de Sirius.
—¡Si logro entrar en
el Ministerio, tendré muchas propuestas para hacer cumplir la ley mágica! —dijo
a la única persona que lo escuchaba, su novia Penelope.
-Pobre muchacha- Fred frunció el ceño- nunca entenderé como
te casaste tú y no Charlie.
-¿Quién te ha dicho que yo no puedo casarme?- Molly abrió
los ojos ilusionada- Ni lo sueñes madre, dije que puedo hacerlo no que vaya
a hacerlo.
-Además de que Audrey es bonita y divertida…y tú eres tú.
Percy bufó.
-Muy gracioso Ginevra.
-¡No me llames Ginevra, Percival Ignotius!
-¡No me llames así!
-¡Ya ves que no soy la única loca que odia su nombre!- saltó
la pequeña Nymphadora.
Aunque el tiempo era
perfecto, aunque el ambiente era tan alegre, aunque sabía que había logrado
casi lo imposible al liberar a Sirius, Harry nunca había estado tan triste al
final de un curso.
Ciertamente, no era
el único al que le apenaba la partida del profesor Lupin. Todo el grupo que
acudía con Harry a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras lamentaba su
dimisión.
Remus, a pesar de que debería sentirse triste, sentía una
extraña felicidad en el estomago. No estaba acostumbrado a ser respetado y
admirado por su trabajo, era extraño sentirse valioso.
-Cuando notes como ella te mira, tendrás esa sensación cada
día- le dijo Ginny por lo bajo, con una sonrisa tierna. Ella había esperado a
Harry cinco años, sabía lo que era anhelar a alguien, y Tonks lo había pasado
suficientemente mal, si podía hacer su amor más sencillo iba a hacerlo.
—Me pregunto a quién
nos pondrán el próximo curso —dijo Seamus Finnigan con melancolía.
—Tal vez a un vampiro
—sugirió Dean Thomas con ilusión.
Lo que le pesaba a
Harry no era sólo la partida de Lupin. No podía dejar de pensar en la
predicción de la profesora Trelawney. Se preguntaba continuamente dónde estaría
Pettigrew, si estaría escondido o si habría llegado ya junto a Voldemort. Pero
lo que más lo deprimía era la perspectiva de volver con los Dursley.
-Eso deprime a cualquiera- bufó Lily- hasta yo me deprimía
al pensar en volver que Tuney, era un infierno el último tiempo.
-Te mudaste con James mientras estábamos en el colegio-
recordó Sirius- bueno, te mudaras. Vacaciones de navidad, ya no soportabas a tu
hermana y a Dursley.
-Pero seré aún menor de edad, hasta Febrero no cumpliré los
diecisiete- James sonrió de lado.
-Tendré una niña a mi cuidado- acarició su pierna por debajo
de la mesa- tranquila preciosa, cuidaré muy bien tu inocencia, especialmente
junto a la chimenea en la mansión Potter- murmuró en su oído.
-¿Quién te ha dicho que quiero que la cuides? No salgo con
el muchacho más atractivo de Hogwarts para ir de novios de manito sudada.
-Luego no te quejes si ando de creído.
-James a estas alturas, sabes que tienes con qué creértelas.
Durante
media hora, una gloriosa media hora, había creído que viviría en adelante con
Sirius, el mejor amigo de sus padres. Era lo mejor que podía imaginar,
exceptuando la posibilidad de tener allí otra vez a su padre.
-Yo soy casi tan padre tuyo como tu propio padre, Harry. Sé
que Azkaban no ayudo a mi cordura y sé que sabes que muchas veces veía a James
en ti, pero eso no significa que no te amase por lo que tú eres, te amé en el
instante mismo en que te tuve en brazos cuando pesabas poco menos de tres kilos
y te amaré hasta el último día de mi vida, sea en una mansión, en esa prisión
del demonio o en una cueva en la punta de Gales. Eres mi cachorro y siempre estaré
para ti, ningunos tíos imbéciles pueden hacerte creer lo contrario.
Y aunque era una
buena noticia no tener noticias de Sirius, porque significaba que no lo habían
encontrado, Harry no podía dejar de entristecerse al pensar en el hogar que
habría podido tener y en el hecho de que lo había perdido.
Los resultados de los
exámenes salieron el último día del curso. Harry, Ron y Hermione habían aprobado
todas las asignaturas. Harry estaba asombrado de que le hubieran aprobado
Pociones. Sospechaba que Dumbledore había intervenido para impedir que Snape lo
suspendiera injustamente. El comportamiento de Snape con Harry durante toda la
última semana había sido alarmante. Harry nunca habría creído que la manía que
le tenía Snape pudiera aumentar; pero así fue. A Snape se le movía un músculo
en la comisura de la boca cada vez que veía a Harry, y se le crispaban los
dedos como si deseara cerrarlos alrededor del cuello de Harry.
Lily se tronó el cuello.
-Discuteme lo que quieras sobre Snape- Hermione habló por lo
bajo para que solo Harry y Ron la escuchasen- pero niégame que necesitaba un
buen psiquiatra.
-Si estaba algo traumatizado.
-¿Traumatizado? Harry, Freud se haría un festín con su
cabeza, era un psicópata con buenos sentimientos.
Percy obtuvo las más
altas calificaciones en ÉXTASIS. Fred y George consiguieron varios TIMOS cada
uno.
Molly frunció el entrecejo.
Mientras tanto, la
casa de Gryffindor; en gran medida gracias a su espectacular actuación en la
copa de quidditch, había ganado la Copa de las Casas por tercer año
consecutivo.
-¡ESO LEONES!- Lily se sobresalto por el repentino grito de
James y los vitoreos de la casa, ¿Cómo demonios hacían los fanáticos del Quidditch
para despertar de golpe la euforía?
Por eso la fiesta de
final de curso tuvo lugar en medio de ornamentos rojos y dorados, y la mesa de
Gryffindor fue la más ruidosa de todas, ya que todo el mundo lo estaba
celebrando. Incluso Harry, comiendo, bebiendo, hablando y riendo con sus compañeros,
consiguió olvidar que al día siguiente volvería a casa de los Dursley.
· · ·
Cuando a la mañana
siguiente el expreso de Hogwarts salió de la estación, Hermione dio a Ron y a
Harry una sorprendente noticia:
—Esta mañana, antes
del desayuno, he ido a ver a la profesora McGonagall. He decidido dejar los
Estudios Muggles.
—¡Pero aprobaste el
examen con el 320 por ciento de eficacia!
-¿Es siquiera eso posible?-Gideon miró a su sobrina política
entre asombrado y escandalizado.
—Lo sé —suspiró
Hermione—. Pero no puedo soportar otro año como éste. El giratiempo me estaba
volviendo loca. Lo he devuelto. Sin los Estudios Muggles y sin Adivinación,
volveré a tener un horario normal.
—Todavía no puedo
creer que no nos dijeras nada —dijo Ron resentido—. Se supone que somos tus
amigos.
—Prometí que no se lo
contaría a nadie —dijo gravemente. Se volvió para observar a Harry, que veía
cómo desaparecía Hogwarts detrás de una montaña. Pasarían dos meses enteros
antes de volverlo a ver—. Alégrate, Harry —dijo Hermione con tristeza.
Hermione le dio la mano a Harry, quien entrelazó los dedos
con ella. Quienes no los conocieran podrían ver un gesto casi romántico, pero
ellos sabían que tenían una hermandad no sanguínea, habían pasado juntos todas
las situaciones, y tenían una confianza ciega y desvergonzada en el otro. Ron y
Ginny miraban el gesto tranquilos, a pesar de que varios desconocidos los
miraban con asombro.
-Quiten esas caras, Hermione es mi hermana, la he visto
hasta sin ropa y jamás sentiré por ella nada más de lo que siento, no quiero
volver a explicar mi lazo con ella, ya lo he hecho demasiadas veces en la vida-
no puedo evitar mirar de soslayo a Ron.
Ron tomó la mano de Ginny de un tirón y la puso en la misma posición
que las de Harry y Hermione.
-¿Ven? Así funciona. Hermanos. Si consideran esto- levantó
las manos unidas- como algo romántico están enfermos de la cabeza.
—Estoy bien —repuso
Harry de inmediato—. Pensaba en las vacaciones.
—Sí, yo también he
estado pensando en ellas —dijo Ron—. Harry, tienes que venir a pasar unos días
con nosotros. Lo comentaré con mis padres y te llamaré. Ya sé cómo utilizar el
felétono.
—El teléfono, Ron —le
corrigió Hermione—. La verdad, deberías coger Estudios Muggles el próximo
curso...
Ron no le hizo caso.
-Nunca lo hace- a esta altura de su matrimonio ya estaba
resignada.
—¡Este verano son los
Mundiales de quidditch! ¿Qué dices a eso, Harry? Ven y quédate con nosotros.
Iremos a verlos. Mi padre normalmente consigue entradas en el trabajo.
La proposición alegró
mucho a Harry.
—Sí... Apuesto a que
los Dursley estarán encantados de dejarme ir... Especialmente después de lo que
le hice a tía Marge...
Mucho más contento,
Harry jugó con Ron y Hermione varias manos de snap explosivo, y cuando llegó la
bruja con el carrito del té, compró un montón de cosas de comer; aunque nada
que contuviera chocolate.
-Sin Remus, parecía haber perdido el chiste- el ojimiel le
sonrió.
-Lamento no haber estado más para ti Harry, realmente no creí
que yo te importase de la manera en que Sirius lo hacía.
Pero fue a media
tarde cuando apareció lo que lo puso de verdad contento...
—Harry —dijo Hermione
de repente, mirando por encima del hombro de él—, ¿qué es eso de ahí fuera?
Harry se volvió a
mirar. Algo muy pequeño y gris aparecía y desaparecía al otro lado del cristal.
Se levantó para ver mejor y distinguió una pequeña lechuza que llevaba una carta
demasiado grande para ella. La lechuza era tan pequeña que iba por el aire
dando tumbos a causa del viento que levantaba el tren.
Muchas muchachas del gran comedor soltaron un awww colectivo, pensando en la ternura
del animal.
-Bicho del demonio- bufó Fred, la lechuza incordiosa siempre
defecaba en su almohada.
Harry bajó la
ventanilla rápidamente, alargó el brazo y la cogió. Parecía una snitch cubierta
de plumas. La introdujo en el vagón con mucho cuidado. La lechuza dejó caer la
carta sobre el asiento de Harry y comenzó a zumbar por el compartimento,
contenta de haber cumplido su misión.
-¿No había otra lechuza más decente?- preguntó con una
sonrisa burlona James.
-¿Cómo sabes que fui yo?
-Tienes cierta debilidad por los desamparados, no ibas a
dejar a esa lechuza sola si nadie más la quería.
-Cachorrito tiene su lado tierno- Canuto iba a quejarse,
hasta que sintió un beso de Marlene en su cuello. Maldito punto sensible.
Hedwig dio un
picotazo al aire con digna actitud de censura. Crookshanks se incorporó en el
asiento, persiguiendo con sus grandes ojos amarillos a la lechuza. Al notarlo,
Ron la cogió para protegerla.
-Cachorrito tiene su lado tierno- Hermione imitó el tono
agudo de una indignada Marlene, mientras Ron se ponía colorado.
Harry recogió la
carta. Iba dirigida a él. La abrió y gritó:
—¡Es de Sirius!
—¿Qué? —exclamaron
Ron y Hermione, emocionados—. ¡Léela en voz alta!
Querido Harry:
Espero que recibas esta carta antes de llegar a casa de tus tíos. No sé
si ellos están habituados al correo por lechuza.
Buckbeak y yo estamos escondidos. No te diré dónde por si ésta cae en
malas manos. Tengo dudas acerca de la fiabilidad de la lechuza, pero es la
mejor que pude hallar, y parecía deseosa de acometer esta misión.
Creo que los dementores siguen buscándome, pero no podrán encontrarme.
Estoy pensando en dejarme ver por algún muggle a mucha distancia de Hogwarts,
para que relajen la vigilancia en el castillo.
Hay algo que no llegué a contarte durante nuestro breve encuentro: fui
yo quien te envió la Saeta de Fuego.
—¡Ja! —exclamó
Hermione, triunfante—. ¿Lo veis? ¡Os dije que era de él!
—Sí, pero él no la
había gafado, ¿verdad? —observó Ron—. ¡Ay!
La pequeña lechuza,
que daba grititos de alegría en su mano, le había picado en un dedo de manera
al parecer afectuosa.
-Es que el bichito no puede ser más tierno- Ginny se
removió, Harry observó en silencio y embelesado como sus mejillas se ponían
rojas al emocionarse como una niña.
Crookshanks llevó el envío a la oficina de correos. Utilicé tu nombre,
pero les dije que cogieran el oro de la cámara de Gringotts número 711, la mía.
Por favor, considéralo como el regalo que mereces que te haga tu padrino por
cumplir trece años.
-Recuerdame comprarle una dotación ilimitada de pescado a
ese bendito gato.
También me gustaría disculparme por el susto que creo que te di aquella
noche del año pasado cuando abandonaste la casa de tu tío. Sólo quería verte
antes de comenzar mi viaje hacia el norte. Pero creo que te alarmaste al verme.
Te envío en la carta algo que espero que te haga disfrutar más el
próximo curso en Hogwarts.
Si alguna vez me necesitas, comunícamelo. Tu lechuza me encontrará.
Volveré a escribirte pronto.
Sirius
-Realmente lo amas- Lily se abrazó al cuello de Sirius estrechándolo
con fuerza- No me importa si vienes en paquete o no Sirius, te quiero en mi
vida y en la de Harry. Te quiero.
-Y yo a ti Evans- acarició la nuca pelirroja con un cariño
desinteresado. Aquella era la única mujer que se había permitido amar, la única
mujer a la que había amado sin esperar nada, sin desear nada, con el amor que
se le tiene a una madre o a una hija, con un amor tan puro como solo un perro
podía tener.
Harry miró impaciente
dentro del sobre. Había otro pergamino. Lo leyó rápidamente, y se sintió tan
contento y reconfortado como si se hubiera tomado de un trago una botella de
cerveza de mantequilla.
Yo, Sirius Black, padrino de Harry Potter, autorizo por la presente a
mi ahijado a visitar Hogsmeade los fines de semana.
—Esto le bastará a
Dumbledore —dijo Harry contento. Volvió a mirar la carta de Sirius—. ¡Un
momento! ¡Hay una posdata...!
He pensado que a tu amigo Ron tal vez le guste esta lechuza, ya que por
mi culpa se ha quedado sin rata.
-Eres un amor de persona, idiota, no lo escondas tanto-
regañó Marlene.
Ron abrió los ojos de
par en par. La pequeña lechuza seguía gimiendo de emoción.
—¿Quedármela?
—preguntó dubitativo. La miró muy de cerca durante un momento, y luego, para
sorpresa de Harry y Hermione, se la acercó a Crookshanks para que la olfatease.
—¿Qué te parece? —preguntó
Ron al gato—. ¿Es una lechuza de verdad?
Crookshanks ronroneó.
—Es suficiente —dijo
Ron contento—. Me la quedo.
-Por estas cosas recuerdo porque me enamoré de ti en aquel
entonces. Tú pensando en si mi gato quería a tu lechuza y yo pensando en que
quería que me protegieses como cuidabas a ese bichito.
-Tarde demasiado en darme cuenta de eso. Nunca creí que
fueses de las mujeres que quieren ser cuidadas.
-Todos los seres humanos necesitamos que nos cuiden Ron,
aunque no sepamos como decirlo.
Harry leyó y releyó
la carta de Sirius durante todo el trayecto hasta la estación de King’s Cross.
Todavía la apretaba en la mano cuando él, Ron y Hermione atravesaron la barrera
del andén nueve y tres cuartos. Harry localizó enseguida a tío Vernon. Estaba
de pie, a buena distancia de los padres de Ron, mirándolo con recelo. Y cuando
la señora Weasley abrazó a Harry, confirmó sus peores suposiciones sobre ellos.
-Si será…-Molly se silenció a si misma, pero por lo que Bill
podía percatarse en el sutil movimiento de su labio, mentalmente estaba
soltando una colorida catarata de insultos para Vernon.
—¡Te llamaré por los
Mundiales! —gritó Ron a Harry, al despedirse de ellos. Luego volvió hacia tío
Vernon el carrito en que llevaba el baúl y la jaula de Hedwig. Su tío lo saludó
de la manera habitual.
—¿Qué es eso? —gruñó,
mirando el sobre que Harry apretaba en la mano—. Si es otro impreso para que lo
firme, ya tienes otra...
—No lo es —dijo Harry
con alegría—. Es una carta de mi padrino.
-Y la relación da un giro interesante- un brillo pícaro
inundo la mirada de Fred- si eres el cuñado que espero, lo usaras a tu favor.
—¿Padrino? —farfulló
tío Vernon—. Tú no tienes padrino.
—Sí lo tengo —dijo
Harry de inmediato—. Era el mejor amigo de mis padres. Está condenado por
asesinato, pero se ha escapado de la prisión de los brujos y ahora se halla escondido.
Sin embargo, le gusta mantener el contacto conmigo... Estar al corriente de mis
cosas... Comprobar que soy feliz...
-¡ESE ES MI CUÑADO FAVORITO!- gritó Fred.
-Soy tu único cuñado.
-Aún no lo sabemos, sospecho de Charlie.
-¡Que no soy gay! Solo amo más a los dragones que a las
personas.
-Por eso, Norberto es mi cuñado.
-¡Es hembra!
-¿Por qué hablas como si eso lo hiciera más normal?- cortó
George.
Y sonriendo
ampliamente al ver la expresión de terror que se había dibujado en el rostro de
tío Vernon, Harry se dirigió a la salida de la estación, con Hedwig dando
picotazos delante de él, para pasar un verano que probablemente sería mucho
mejor que el anterior.
Y cerraron por fin, el tercer libro.
-¿Las cosas mejoraran?- preguntó James sin esperar nada
optimista, sabiendo la respuesta que fue confirmada cuando nadie respondió.
Jajajajajajajajaja. Estoy que salto de alegría. Estaba por irme a dormir, puesto que mañana me levanto muy temprano, y veo tu actualización, eso es ser cruel. Ok no.
ResponderEliminarAme el capítulo. Este es uno de mis favoritos. El berrinche de Snape,hay que admitirlo, fue épico y más la ineptitud de Fudge.
Jajajajajaja *rió como desquiciada nuevamente* ya quiero la siguiente actualización. Please.
Nos leemos.
CecyBlack
otra vez valio la pena ya falta poquito para comenzar el caliz de fuego!! que emocion. quiero ver mas siriusxmarlene y jamesxlily <3 espero conansias la proxima actualizacion
ResponderEliminarMeencanto el capitulo estoy que salto de la alegría creí que habías desaparecido o que ya no lo ibas a seguir dejando eso de lado me encanto y mas aun que posiblemente mañana subas la actualización mas aun jejejeej en afín espero Dubas la contó pronto nos leemos byee `^^
ResponderEliminarMe cae tan mal Marlene
ResponderEliminarpor no te gusta?
Eliminarespero que el domingo actualizes porfavor, vienes actualizando cada dos semanas y es un poco triste. siempre nos dejas en ascuas. y aunque se que valdra la pena cuando subas la actualizacion, si desespera un poco :(
ResponderEliminarContigo siempre vale la pena la espera, fantastico!!!
ResponderEliminarSimplemente maravilloso!!!!
ResponderEliminarme encanto T_T, tonto sirius, hay veces no se mide en sus comentarios .... pero asi lo amo !!
ResponderEliminarpobre harry y sus jaquecas por pensar en snape XD
Quién o qué es Lassie??
ResponderEliminarEs una palabra que se utiliza para referirse a los perros. Regularmente a las hembras.
EliminarGracias ��
Eliminaren tus otros capitulos faltan trozos de las historias, creo que fue cuando te suprimieron capitulos :( cuando subiras la otra parte jiji
ResponderEliminarCuando actualizaras? Ya es jueves jiji ��
ResponderEliminarMañana ya termina todo el capitulo....siiioi����
ResponderEliminarO el año que viene
Eliminarcomo siempre valio la pena... maravilloso. espero con ansias la actualizacion
ResponderEliminarGenial capitulo!!!!!!!
ResponderEliminarcuando actualizaras la otra parte? :)
ResponderEliminarGenil
ResponderEliminarNo entiendo porque das plazos que después no cumples , se sincera y aunque vallas un poco atrasada si crees que no vas a poder subir un día pues no digas nada aunque después subas
ResponderEliminarNunca lo hace
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarMejor que busque a alguien más para que continúe el fanfic, ya ni J.K Rowling tardó tanto en escribir los libros
ResponderEliminarque lo continue otra persona? mejor busca fanfics similares a este y veras que nadie los ah terminado. Mero es la unica que se que lo va a terminar tarde o temprano. Ella tiene una vida aparte de escribir esta historia. y lo hace como un hobbie, por que ni le pagamos. si tanto te molesta no lo leas. ademas intenta escribir una historia, no es tan facil, te lo digo por experiencia. Con mero siempre vale la pena la espera. <3
EliminarMe quitaste las palabras de la boca, concuerdo con tigo, merodeadorasb tiene una vida y este es su hobbie, del cual somos parte yo esperare :) y me emocianare cuando vea cap nuevo. <3
Eliminarcuando actualizaras? #Espreguntaseria :)
ResponderEliminarno importa la cantidad, si no la calidad, y como siempre impecable!!! no tarde ni dos min en leerlo pero bueno, estuvo genial jajajaja y como siempre espero con ansias la prox actualizacion!!
ResponderEliminarSolo diré que estuvo fenomenal sunweu corto me encanto espero subas la contó el 19 o el día que sea se que valdrá pena la espera nos leemos byee ������
ResponderEliminarNo importa, estuvo genial lo de REMUS, jajajaja, y nadie se ha dado cuenta que mira de soslayo a Tonks??? jajajaja pues que distraidos salieron los de la 1ra generación incluyendo profesores.... jajajaja
ResponderEliminarY como te digo no importa, lo que importan son tus estudios, rinde bien tus examenes y luego nos actualizas
Saludos
Dios, no tienes de que disculparte. cuando yo tengo exámenes le digo a mi familia que no existo... jejeje gracias por subir, me encanto el capitulo!! ya era hora de que a mi querido sirius le llegara al máximo su limite de paciencia con severus, y pobres gemelos, los apoyo excepto por peter, por traicionero y cobarde... y mas.
ResponderEliminarnuevamente, me encanto el capitulo, espero conti :D
estuvo genial, siempre espero tus capitulos son geniales...espero que llegue tonks ...remusxdora
ResponderEliminarcuando actualizaras, ya te atrasaste mucho.
ResponderEliminarCuando actualizaraa:(((
ResponderEliminarMe fascina la interacción de Marlene y Sirius, aunque no este dispuesta a compartir a MI Sirius xD.
ResponderEliminarHe estado esperando por mucho tiempo la actualización de este capítulo, ya falta menos para el final, estamos a una actualización más y a empezar con el Cáliz de Fuego. Estoy emocionada.
Espero con ansias que actualices pronto, estaré checando tu página por si acaso xD.
Nos leemos.
Definitivamente valio la pena!!! Como siempre, espero con ansias la proxima actualizacion. Ya me muero por empezar el otro libro!!! Una pregunta ; actualizaras mañana? Jajajaja ojala. Rezare por que si jajaja
ResponderEliminarMe encanto y mas el final XD !!!! quien dijo que la loca realmente adivina el futuro???, le apuesto a sirius XD jajajajaja, pero no se por que la primera que se me vino a la mente fue magonagal xD
ResponderEliminarRepito me enacanto!, espero la ultima parte.
Cuando actualizas?
ResponderEliminarmero cuando actualizaras??? dijiste que despues de tu examen ya ibas a actualizar mas seguido :(
ResponderEliminarMe encantó, como siempre ame tu forma de escribir y hacer interactuar a los personajes.
ResponderEliminarEsperaré con ansias el inicio del cáliz de fuego.
Un saludo.
Me encantó, muchas gracias por escribir
ResponderEliminarEspero con ansias el próximo libro
me encanto todos los libros...sigue escribiendo de la manera en que lo haces..espero que aparezca tonks...quiero un remusxdora
ResponderEliminarprecioso!! gracias gracias por terminar el libro, contigo siempre vale la pena, espero con ansias el prox libro!!!
ResponderEliminarMe encantaaaaa!! 😍😍😍
ResponderEliminarHayyyy dios se viene el cuarto libro. Amo el amor de perro de sirius y jamas superare la reaccion de ron con la lechuza!! (no se que mas decir.... estoy muy emosionada!!!)
ResponderEliminar¡Genial! Simplemente maravilloso, la manera en que redactas la historia y mantienes la esencia de los personajes es espectacular. Es algo dificil de hacer y no se como es que no llegue a leer esta historia antes <3 mucha suerte, te deseo exito en la historia ;)
ResponderEliminarMe encanta encontré el fanfic porque estaba leyendo tus historias en potterfics, y ahora me tienes aquí, actualiza pronto por favor. También te pudo que actualice 19 años parte II
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