Aclaracion:
Bueno todos los personajes y los libros que leen pertenecen a la genialisima JK
Rowling ¿ok? yo solo lo traspaso a un blog para que puedan leerlo de una manera
diferente con las intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a ella.
Espero
Disfruten, son un poco largos, pero en cada actualizacion subo un capitulo
entero.
Harry
Potter y la piedra filosofal
Capitulo XVI: "A través de la
trampilla"
-Leamos-
dijo Lily- ¿mi amor porque no lees tu?- dijo mirando a James
-excelente-
dijo el, y tomo el libro- el capitulo se llama…a través de la trampilla
-¿Qué?-
gritaron Molly y Lily
-Harry
Potter ¿Qué hiciste?- dijo preocupado Remus
-Ron ¿Qué
paso?- le pregunto Charlie
-porque no
leen y se enteran – dijo Hermione y todos le dieron la razon
En años venideros, Harry nunca pudo recordar cómo se las
había arreglado para hacer sus exámenes, cuando una parte de él esperaba que
Voldemort entrara por la puerta en cualquier momento. Sin embargo, los días
pasaban y no había dudas de que Fluffy seguía bien y con vida, detrás de la
puerta cerrada. Hacía mucho calor, en especial en el aula grande donde se
examinaban por escrito. Les habían entregado plumas nuevas, especiales, que
habían sido hechizadas con un encantamiento antitrampa. También tenían exámenes
prácticos. El profesor Flitwick los llamó uno a uno al aula, para ver si podían
hacer que una piña bailara claqué encima del escritorio. La profesora
McGonagall los observó mientras convertían un ratón en una caja de rapé.
Ganaban puntos las cajas más bonitas, pero los perdían si tenían bigotes. Snape
los puso nerviosos a todos, respirando sobre sus nucas mientras trataban de
recordar cómo hacer una poción para olvidar. Harry lo hizo todo lo mejor que
pudo, tratando de hacer caso omiso de las punzadas que sentía en la frente, un
dolor que le molestaba desde la noche que había estado en el bosque. Neville
pensaba que Harry era un caso grave de nerviosismo, porque no podía dormir por
las noches. Pero la verdad era que Harry se despertaba por culpa de su vieja pesadilla,
que se había vuelto peor, porque la figura encapuchada aparecía chorreando
sangre.
Todos se
estremecieron
Tal vez porque ellos no habían visto lo que Harry vio en
el bosque, o porque no tenían cicatrices ardientes en la frente, Ron y Hermione
no parecían tan preocupados por la Piedra como Harry. La idea de Voldemort los
atemorizaba, desde luego, pero no los visitaba en sueños y estaban tan ocupados
repasando que no les quedaba tiempo para inquietarse por lo que Snape o algún
otro estuvieran tramando. El último examen era Historia de la Magia. Una hora
respondiendo preguntas sobre viejos magos chiflados que habían inventado calderos
que revolvían su contenido.
Todos rieron
y Binns los miro mal
y estarían libres,
libres durante toda una maravillosa semana, hasta que recibieran los resultados
de los exámenes. Cuando el fantasma del profesor Binns les dijo que dejaran sus
plumas y enrollaran sus pergaminos, Harry no pudo dejar de alegrarse con el
resto. —Esto ha sido mucho más fácil de lo que pensé —dijo Hermione, cuando se
reunieron con los demás en el parque soleado—. No necesitaba haber estudiado el
Código de Conducta de los Hombres Lobo de 1637 o el levantamiento de Elfrico el
Vehemente.
Todos la
miraron boquiabiertos
-Historia de
la magia no es tan dificl, además algunas cosas son interesantes- dijo Lily
-es verdad-
dijo Hermione
A Hermione siempre le gustaba volver a repetir los
exámenes, pero Ron dijo que iba a ponerse malo, así que se fueron hacia el lago
y se dejaron caer bajo un árbol. Los gemelos Weasley y Lee Jordan se dedicaban
a pinchar los tentáculos de un calamar gigante que tomaba el sol en la orilla.
-genial- dijo
Sirius- deberíamos hacerlo
-ni lo
intente- dijo Minerva
—Basta de repasos —suspiró aliviado Ron, estirándose en
la hierba—. Puedes alegrarte un poco, Harry, aún falta una semana para que
sepamos lo mal que nos fue, no hace falta preocuparse ahora. Harry se frotaba
la frente. —¡Me gustaría saber qué significa esto! —estalló enfadado—. Mi
cicatriz sigue doliéndome. Me ha sucedido antes, pero nunca tanto tiempo
seguido como ahora. —Ve a ver a la señora Pomfrey —sugirió Hermione. —No estoy
enfermo —dijo Harry—. Creo que es un aviso... significa que se acerca el
peligro...
-es
peligroso- dijo James- pero a la vez bastante útil, pero es como si estuviera
conectado con Voldemort, a través de la cicatriz- todos lo miraron
sorprendidos, en especial Dumbledore y Harry -¿porque me miras asi?- le
pregunto a su hijo
-solo
Dumbledore logro comprender que ocurria-Todos lo miraron sorprendidos menos
Lily
-no se les
sorprende James es muy inteligente- dijo la pelirroja,
-viniendo de
ti es todo un halago preciosa- dijo James besándole el cuello antes de seguir
leyendo
Ron no podía
agitarse, hacía demasiado calor. —Harry, relájate, Hermione tiene razón, la
Piedra está segura mientras Dumbledore esté aquí. De todos modos, nunca hemos
tenido pruebas de que Snape encontrara la forma de burlar a Fluffy. Casi le
arrancó la pierna una vez, no va a intentarlo de nuevo. Y Neville jugará al
quidditch en el equipo de Inglaterra antes de que Hagrid traicione a
Dumbledore.
-lo lamento
Neville- dijo Ron
-no hay
cuidado- dijo sonriendo
-Ron eres un
idiota- dijo Hermione
-asi me
quieres- dijo el pelirrojo y Mione sonrio
-¿ustedes
son…?- dijo Dorcas
-somos pareja-
dijo Ron
-¿de verdad?
-si, hace
unos años. Y tenemos una hija de un año llamada Rose, pero sii estamos los
tres seria raro para Harry, cuando el
esta con…su mujer no hay problema- dijo Hermione
-¿estas
casado?- dijo James
-hace unos
años y tengo tres hijos
-¿TRES? Grito
Ron
-Oh si olvide
comentarte, esta embarazada
-¿tienes tres
hijos? –pregunto Sirius
-Si. James,
Albus y la pequeña Lily que viene en camino
-se siento
muy honrado- dijo Albus emocionado por le lealtad que el chico le prefesaba
James y Lily lo abrazaron, igual que Remus,
pero Sirius lo miraba algo triste, Harry se acerco
-el segundo
nombre de James es Sirius, Sirius lo abrazo
Harry asintió, pero no pudo evitar la furtiva sensación
de que se había olvidado de hacer algo, algo importante. Cuando trató de
explicarlo, Hermione dijo: —Eso son los exámenes. Yo me desperté anoche y
estuve a punto de mirar mis apuntes de Transformación, cuando me acordé de que
ya habíamos hecho ese examen. Pero Harry estaba seguro de que aquella sensación
inquietante nada tenía que ver con los exámenes. Vio una lechuza que volaba
hacia el colegio, por el brillante cielo azul, con una nota en el pico. Hagrid
era el único que le había enviado cartas.
-nosotros te
escribiremos- dijeron varios contentos
Hagrid nunca
traicionaría a Dumbledore. Hagrid nunca le diría a nadie cómo pasar ante
Fluffy... nunca... Pero... Harry, súbitamente, se puso de pie de un salto.
—¿Adónde vas? —preguntó Ron con aire soñoliento. —Acabo de pensar en algo —dijo
Harry. Se había puesto pálido—. Tenemos que ir a ver a Hagrid ahora
-¿Por qué?-
preguntaron muchos
—¿Por qué?
—suspiró Hermione, levantándose. —¿No os parece un poco raro —dijo Harry,
subiendo por la colina cubierta de hierba— que lo que más deseara Hagrid fuera
un dragón, y que de pronto aparezca un desconocido que casualmente tiene un
huevo en el bolsillo? ¿Cuánta gente anda por ahí con huevos de dragón, que están prohibidos
por las leyes de los magos? Qué suerte tuvo al encontrar a Hagrid, ¿verdad?
¿Por qué no se me ocurrió antes?
Todos dejaron
caer la mandibula al psio, nadie lo había pensado
-Maravilloso-
dijo Alastor orgulloso- un gran auror, si señor, con solo once años tienes mas
cerebro y astucia que muchos aurores profesionales
-brillante
Harry- felicito Dumbledore- verdaderamente impresionante
-¿Qué es un
auror?- pregunto Tonks
-un mago muy
bien preparado que pelea contra magos tenebrosos- dijo Harry
-quiero ser
auror- dijo Tonks feliz- ¿puedo mami?
-es muy
difícil ser auror- dijo Andromeda
-no para
Tonks, ella es una de las mejores aurores de nuestra generación- dijo Charlie-
y de las mas jóvenes entro en la academia a los 18- Tonks sonreí contenta y su
tio y Remus la miraban orgullosos
-ademas-
agrego Harry- es la preferida de Moody.
—¿En qué estás pensando? —preguntó Ron, pero Harry echó a
correr por los terrenos que iban hacia el bosque, sin contestarle. Hagrid
estaba sentado en un sillón, fuera de la casa, con los pantalones y las mangas
de la camisa arremangados, y desgranaba guisantes en un gran recipiente. —Hola —dijo
sonriente—. ¿Habéis terminado los exámenes? ¿Tenéis tiempo para beber algo?
—Sí, por favor —dijo Ron, pero Harry lo interrumpió. —No, tenemos prisa,
Hagrid, pero tengo que preguntarte algo ¿Te acuerdas de la noche en que ganaste
a Norberto? ¿Cómo era el desconocido con el que jugaste a las cartas? —No lo sé
—dijo Hagrid sin darle importancia—. No se quitó la capa. Vio que los tres
chicos lo miraban asombrados y levantó las cejas. —No es tan inusual, hay mucha
gente rara en el Cabeza de Puerco, el bar de la aldea. Podría ser un traficante
de dragones, ¿no? No llegué a verle la cara porque no se quitó la capucha.
Harry se dejó caer cerca del recipiente de los guisantes. —¿De qué hablaste con
él, Hagrid? ¿Mencionaste Hogwarts? —Puede ser —dijo Hagrid, con rostro ceñudo,
tratando de recordar—. Sí... Me preguntó qué hacía y le dije que era
guardabosques aquí... Me preguntó de qué tipo de animales me ocupaba... se lo
expliqué... y le conté que siempre había querido tener un dragón... y luego...
no puedo recordarlo bien, porque me invitó a muchas copas. Déjame ver... ah sí,
me dijo que tenía el huevo de dragón y que podía jugarlo a las cartas si yo
quería... pero que tenía que estar seguro de que iba a poder con él, no quería
dejarlo en cualquier lado... Así que le dije que, después de Fluffy, un dragón
era algo fácil. —¿Y él... pareció interesado en Fluffy? —preguntó Harry,
tratando de conservar la calma.
-eres muy
listo, digno hijo de tu madre- dijo James con orgullo
-y la
valentía de tu padre- agrego Lily
-realmente
increíble- dijo Alastor- jamas eh conocido un chico con semejante instinto y
astucia- Harry se estaba sonrojando con tantos halagos
—Bueno... sí... es
normal. ¿Cuántos perros con tres cabezas has visto? Entonces le dije que Fluffy
era buenísimo si uno sabía calmarlo: tocando música se dormía en seguida... De
pronto Hagrid pareció horrorizado. —¡No debí decir eso! —estalló—. ¡Olvidad que
lo dije! Eh... ¿adónde vais? Harry, Ron y Hermione no se hablaron hasta llegar
al vestíbulo de entrada, que parecía frío y sombrío, después de haber estado en
el parque. —Tenemos que ir a ver a Dumbledore —dijo Harry—. Hagrid le dijo al
desconocido cómo pasar ante Fluffy, y sólo podía ser Snape o Voldemort, debajo
de la capa... No fue difícil, después de emborrachar a Hagrid. Sólo espero que
Dumbledore nos crea. Firenze nos respaldará, si Bane no lo detiene. ¿Dónde está
el despacho de Dumbledore? Miraron alrededor, como si esperaran que alguna
señal se lo indicara. Nunca les habían dicho dónde vivía Dumbledore, ni conocían
a nadie a quien hubieran enviado a verlo. —Tendremos que... —empezó a decir
Harry pero súbitamente una voz cruzó el vestíbulo. —¿Qué estáis haciendo los
tres aquí dentro? Era la profesora McGonagall, que llevaba muchos libros.
—Queremos ver al profesor Dumbledore —dijo Hermione con valentía, según les
pareció a Ron y Harry. —¿Ver al profesor Dumbledore? —repitió la profesora,
como si pensara que era algo inverosímil—. ¿Por qué? Harry tragó: «¿Y ahora
qué?». —Es algo secreto —dijo, pero de inmediato deseó no haberlo hecho, porque
la profesora McGonagall se enfadó. —El profesor Dumbledore se fue hace diez
minutos —dijo con frialdad—. Recibió una lechuza urgente del ministro de Magia
y salió volando para Londres de inmediato.
-¡oh por
merlin!- dijo asustada Molly- Dumbledore no esta, ellos iran…
-estoy
terriblemente orgulloso- dijo Arthur- de los tres, pero también muy asustado
—¿Se fue? —preguntó Harry con aire desesperado—. ¿Ahora?
—El profesor Dumbledore es un gran mago, Potter, y tiene muchos compromisos...
—Pero esto es importante. —¿Algo que tú tienes que decir es más importante que
el ministro de Magia, Potter? —Mire —dijo Harry dejando de lado toda
precaución—, profesora, se trata de la Piedra Filosofal... Fue evidente que la
profesora McGonagall no esperaba aquello. Los libros que llevaba se deslizaron
al suelo y no se molestó en recogerlos. —¿Cómo es que sabes...? —farfulló.
—Profesora, creo... sé... que Sna... que alguien va a tratar de robar la
Piedra. Tengo que hablar con el profesor Dumbledore. La profesora lo miró entre
impresionada y suspicaz. —El profesor Dumbledore regresará mañana —dijo
finalmente—. No sé cómo habéis descubierto lo de la Piedra, pero quedaos
tranquilos. Nadie puede robarla, está demasiado bien protegida. —Pero
profesora... —Harry sé de lo que estoy hablando —dijo en tono cortante.
-no se que es
mas impresionante- dijo Sirius- que la profesora no se tomara enserio al
cachorro, o que lo llamara por su nombre
-lo lamento
tanto- dijo la profesora arrepentida- si yo hubiese sabido, si yo los hubiese
escuchado
-no se
preocupe profesora, usted siempre nos ha protegido, y ayudado- dijo Harry
-especialmente
a Harry, y todos la queremos, en el 5º año, supongo que será el quinto libro,
Harry prefirió ser torturado antes que a usted la hechen del colegio- dijo
Hermione y la profesora lo miro sorprendido, Harry se encogio de hombros
-señor
Potter…yo nunca pensé que usted… oh por merlin venga aquí- Harry se levanto y
para sorpresa de todos abrazo a Harry- yo se que soy muy estricta y todo eso,
pero si hubiese tenido un hijo me hubiese encantado que fuera como tu- le dijo
con cariño
Se inclinó y recogió sus libros—. Os sugiero que salgáis
y disfrutéis del sol. Pero no lo hicieron. —Será esta noche —dijo Harry una vez
que se aseguraron de que la profesora McGonagall no podía oírlos—. Snape pasará
por la trampilla esta noche. Ya ha descubierto todo lo que necesitaba saber y
ahora ha conseguido quitar de en medio a Dumbledore. Él envió esa nota, seguro
que el ministro de Magia tendrá una verdadera sorpresa cuando aparezca
Dumbledore. —Pero ¿qué podemos...? Hermione tosió. Harry y Ron se volvieron.
Snape estaba allí. —Buenas tardes —dijo amablemente. Lo miraron sin decir nada.
—No deberíais estar dentro en un día así —dijo con una rara sonrisa torcida.
—Nosotros... —comenzó Harry, sin idea de lo que diría. —Debéis ser más
cuidadosos —dijo Snape—. Si os ven andando por aquí, pueden pensar que vais a
hacer alguna cosa mala. Y Gryffindor no puede perder más puntos, ¿no es cierto?
Harry se ruborizó. Se dieron media vuelta para irse, pero Snape los llamó. —Ten
cuidado, Potter, otra noche de vagabundeos y yo personalmente me encargaré de
que te expulsen.
-Severus-
dijo Lily con forzada voz dulce- no hagas que te golpee, porque va a dolerte-
comento apretando los puños y Severus se estremecio, nunca nadie quería
tener a Lily enojada
Que pases un buen día. Se alejó en dirección a la sala de
profesores. Una vez fuera, en la escalera de piedra, Harry se volvió hacia sus
amigos. —Bueno, esto es lo que tenemos que hacer —susurró con prisa—. Uno de
nosotros tiene que vigilar a Snape, esperar fuera de la sala de profesores y
seguirlo si sale. Hermione, mejor que eso lo hagas tú. —¿Por qué yo? —Es obvio
—intervino Ron—. Puedes fingir que estás esperando al profesor Flitwick, ya
sabes cómo —la imitó con voz aguda—: «Oh, profesor Flitwick, estoy tan
preocupada, creo que tengo mal la pregunta catorce b...».
Varios
soltaron risitas
-sino fuera
porque estamos tan preocupados…-dijo Fabian
-seria una
broma genial- termino gideon
—Oh, cállate —dijo
Hermione, pero estuvo de acuerdo en ir a vigilar a Snape. —Y nosotros iremos a
vigilar el pasillo del tercer piso —dijo Harry a Ron—. Vamos. Pero aquella
parte del plan no funcionó. Tan pronto como llegaron a la puerta que separaba a
Fluffy del resto del colegio, la profesora McGonagall apareció otra vez, salvo
que ya había perdido la paciencia. —Supongo que creeréis que sois los mejores
para vencer todos los encantamientos —dijo con rabia—. ¡Ya son suficientes
tonterías! Si me entero de que habéis vuelto por aquí, os quitaré otros
cincuenta puntos para Gryffindor. ¡Sí, Weasley, de mi propia casa! Harry y Ron
regresaron a la sala común. Justo cuando Harry acababa de decir: «Al menos
Hermione está detrás de Snape», el retrato de la Dama Gorda se abrió y apareció
la muchacha. —¡Lo siento, Harry! —se quejó—. Snape apareció y me preguntó qué
estaba haciendo, así que le dije que esperaba al profesor Flitwick. Snape fue a
buscarlo, yo tuve que irme y no sé adónde habrá ido Snape. —Bueno, no queda
otro remedio, ¿verdad? Los otros dos lo miraron asombrados. Estaba pálido y los
ojos le brillaban. —Iré esta noche y trataré de llegar antes y conseguir la
Piedra. —¡Estás loco! —dijo Ron. —¡No puedes! —dijo Hermione—. ¿Después de todo
lo que han dicho Snape y McGonagall? ¡Te van a expulsar! —¿Y qué? —gritó
Harry—. ¿No comprendéis? ¡Si Snape consigue la Piedra, es la vuelta de
Voldemort! ¿No habéis oído cómo eran las cosas cuando él trataba de apoderarse
de todo? ¡Ya no habrá ningún colegio para que nos expulsen! ¡Lo destruirá o lo
convertirá en un colegio para las Artes Oscuras! ¿No os dais cuenta de que
perder puntos ya no importa? ¿Creéis que él dejará que vosotros y vuestras
familias estéis tranquilos, si Gryffindor gana la copa de la casa? Si me
atrapan antes de que consiga la Piedra, bueno, tendré que volver con los
Dursley y esperar a que Voldemort me encuentre allí. Será sólo morir un poquito
más tarde de lo que debería haber muerto, porque nunca me pasaré al lado
tenebroso. Voy a entrar por esa trampilla, esta noche, y nada de lo que digáis
me detendrá. Voldemort mató a mis padres, ¿lo recordáis?
-me llenas de
orgullo- dijo Lily con lagrimas en los ojos
-debemos
haber hecho algo muy bueno, para merecer un hijo como tu- agrego James
-me siento
honrado de ser tu padrino- dijo Sirius
-una lealtad
y unas convicciones admirables- dijo Remus sonriendo orgulloso
-uno ideales
indestructibles- comento Alastor
-y pelea por
las razones correctas, por su familia, por sus amigos y por la tranquilidad de nuestro
mundo, no le interesa la gloria- dijo Dumbledore, pensando en el mismo, Harry
es mucho mas noble de lo que el alguna vez fue.
Los miró con
furia. —Tienes razón, Harry —dijo Hermione, casi sin voz. —Voy a llevar la capa
invisible —dijo Harry—. Es una suerte haberla recuperado. —Pero ¿nos cubrirá a
los tres? —preguntó Ron. —¿A... nosotros tres?
-no pensarías
que te dejaríamos solo!- dijo Hermione
-que clase de
amigos seriamos si hiciéramos eso- secundo Ron
- es que era
una misión suicida- comento Harry
-en ese caso
hubiésemos muerto contigo- dijeron ambos decididos, y muchos miraron con
admiración y orgullo a los chicos
—Oh, vamos, ¿no
pensarás que te vamos a dejar ir solo? —Por supuesto que no —dijo Hermione con
voz enérgica—. ¿Cómo crees que vas a conseguir la Piedra sin nosotros? Será
mejor que vaya a buscar en mis libros, tiene que haber algo que nos sirva...
—Pero si nos atrapan, también os expulsarán a vosotros. —No, si yo puedo
evitarlo —dijo Hermione con severidad—. Flitwick me dijo en secreto que en su
examen tengo ciento doce sobre cien. No me van a expulsar después de eso.
-increible-
dijo James- solo Lily ha conseguido- dijo sonriendo
-¿y Remus?-
pregunto Harry
-ciento seis
sobre cien- dijo el licántropo- nunca me
ha gustado historia de la magia
Tras la cena, los tres se sentaron en la sala común,
lejos de todos. Nadie los molestó: después de todo, ninguno de los de
Gryffindor hablaba con Harry, pero ésa fue la primera noche que no le importó.
Hermione revisaba sus apuntes, confiando en encontrar algunos de los encantamientos
que deberían conjurar. Harry y Ron no hablaban mucho.
-nos es para
menos- dijo un hufflepuff y varios asintieron
Ambos pensaban en
lo que harían. Poco a poco, la sala se fue vaciando y todos se fueron a
acostar. —Será mejor que vayas a buscar la capa —murmuró Ron, mientras Lee
Jordan finalmente se iba, bostezando y desperezándose. Harry corrió por las
escaleras hasta su dormitorio oscuro. Sacó la capa y entonces su mirada se fijó
en la flauta que Hagrid le había regalado para Navidad. La guardó para
utilizarla con Fluffy: no tenía muchas ganas de cantar...
-nadie las
tendría- bufo Marlene
Regresó a la sala
común. —Es mejor que nos pongamos la capa aquí y nos aseguremos de que nos
cubra a los tres... si Filch descubre a uno de nuestros pies andando solo por
ahí... —¿Qué vais a hacer? —dijo una voz desde un rincón. Neville apareció
detrás de un sillón, aferrado al sapo Trevor, que parecía haber intentado otro
viaje a la libertad. —Nada, Neville, nada —dijo Harry, escondiendo la capa
detrás de la espalda. Neville observó sus caras de culpabilidad. —Vais a salir
de nuevo —dijo. —No, no, no —aseguró Hermione—. No, no haremos nada. ¿Por qué
no te vas a la cama, Neville? Harry miró al reloj de pie que había al lado de
la puerta. No podían perder más tiempo, Snape ya debía de estar haciendo dormir
a Fluffy. —No podéis iros —insistió Neville—. Os volverán a atrapar. Gryffindor
tendrá más problemas.
-lo lamento
mucho- dijo Neville- yo no lo sabia
-no lo
lamentes, además tu estabas siendo fiel a Gryffindor- felicito Harry
—Tú no lo entiendes —dijo Harry—. Esto es importante.
Pero era evidente que Neville haría algo desesperado. —No dejaré que lo hagáis
—dijo, corriendo a ponerse frente al agujero del retrato—. ¡Voy... voy a pelear
con vosotros! —¡Neville! —estalló Ron—. ¡Apártate de ese agujero y no seas
idiota! —¡No me llames idiota! —dijo Neville—. ¡No me parece bien que sigáis
faltando a las reglas! ¡Y tú fuiste el que me dijo que hiciera frente a la
gente! —Sí, pero no a nosotros —dijo irritado Ron—. Neville, no sabes lo que
estás haciendo. Dio un paso hacia Neville y el chico dejó caer al sapo Trevor,
que desapareció de la vista. —¡Ven entonces, intenta pegarme! —dijo Neville,
levantando los puños
-estoy muy
orgullosa de su lealtad a Gryffindor señor longbottom- y anoto algo en un
pergamino
-¿profesora..?-
dijo Hermione
-oh si, pensé
que se merecen reconocimiento, entonces voy a anotar los puntos que les
correspondan, a las 4 casas por supuesto
—. ¡Estoy listo! Harry se volvió hacia Hermione.
-cuando no-
dijeron todos los del futuro y Lily los miro interrogante
-creo que es
obvio que Mione es el cerebro del trio- dijo Harry
-y la bruja
mas brillante de nuestra generación- dijo Ron y la castaña se sonrojo
—Haz algo —dijo
desesperado. Hermione dio un paso adelante. —Neville —dijo—, de verdad, siento
mucho, mucho, esto. Levantó la varita. —¡Petrificus totalus! —gritó, señalando
a Neville. Los brazos de Neville se pegaron a su cuerpo. Sus piernas se
juntaron. Todo el cuerpo se le puso rígido, se balanceó y luego cayó bocabajo,
rígido como un tronco. Hermione corrió a darle la vuelta. Neville tenía la
mandíbula rígida y no podía hablar. Sólo sus ojos se movían, mirándolos
horrorizado.
-te juro que
lo siento, ¿entiendes porque lo hice Neville?- dijo Hermione angustiada, y
luego miro a Alice y Frank- lo lamento mucho, pero las circunstancias…y yo…
-todo esta
bien de verdad- dijo Neville sonriendo
—¿Qué le has hecho? —susurró Harry. —Es la Inmovilización
Total —dijo Hermione angustiada—. Oh, Neville, lo siento tanto... —Lo
comprenderás después, Neville —dijo Ron, mientras se alejaban para cubrirse con
la capa invisible. Pero dejar a Neville inmóvil en el suelo no parecía un buen
augurio. En aquel estado de nervios, cada sombra de una estatua les parecía que
era Filch, y cada silbido lejano del viento les parecía Peeves que los
perseguía. Al pie de la primera escalera, divisaron a la Señora Norris. —Oh,
vamos a darle una patada, sólo una vez —murmuró Ron
-Si solo una
vez- rogo James y Lily negó con la cabeza
Harry que negó con la cabeza.
Lily y Harry
sonrieron
Mientras pasaban con cuidado al lado de la gata, ésta
volvió la cabeza con sus ojos como linternas, pero no los vio. No se
encontraron con nadie más, hasta que llegaron a la escalera que iba al tercer
piso. Peeves estaba flotando a mitad de camino, aflojando la alfombra para que
la gente tropezara. —¿Quién anda por ahí?
-oh oh Pevees
será un problama-dijo Dorcas
—dijo súbitamente, mientras subían hacia él. Entornó sus
malignos ojos negros—. Sé que estáis aquí, aunque no pueda veros. ¿Aparecidos,
fantasmas o estudiantillos detestables? Se elevó en el aire y flotó, mirándolos
de soslayo. —Llamaré a Filch, debo hacerlo, si algo anda por ahí y es
invisible. Harry tuvo súbitamente una idea.
-¿Qué idea?-
dijo Sirius
—Peeves —dijo en
un ronco susurró—, el Barón Sanguinario tiene sus propias razones para ser
invisible.
-eres todo un
merodeador- dijo James
Peeves casi se cayó del aire de la impresión. Se sostuvo
a tiempo y quedó a unos centímetros de la escalera. —Lo siento mucho,
sanguinaria señoría —dijo en tono meloso—. Fue por mi culpa, ha sido una
equivocación... no lo vi... por supuesto que no, usted es invisible, perdone al
viejo Peeves por su broma, señor.
-me
enorgullesco de que seas mi ahijado
—Tengo asuntos aquí, Peeves —gruñó Harry—. Manténte lejos
de este lugar esta noche.
-no somos
dignos- dijeron los preweet
—Lo haré, señoría, desde luego que lo haré —dijo Peeves,
elevándose otra vez en el aire—. Espero que los asuntos del señor barón salgan
a pedir de boca, yo no lo molestaré. Y desapareció.
-increible-
dijo Remus
—¡Genial, Harry! —susurró Ron. Unos pocos segundos más
tarde estaban allí, en el pasillo del tercer piso. La puerta ya estaba
entreabierta. —Bueno, ya lo veis —dijo Harry con calma—. Snape ya ha pasado
ante Fluffy. Ver la puerta abierta les hizo tomar plena conciencia de aquello a
lo que tenían que enfrentarse. Por debajo de la capa, Harry se volvió hacia los
otros dos. —Si queréis regresar, no os lo reprocharé —dijo—. Podéis llevaros la
capa, no la voy a necesitar. —No seas estúpido —dijo Ron. —Vamos contigo —dijo
Hermione. Harry empujó la puerta.
Todos en el
comedor estaban tensos, en especial Molly, Arthur, James, Lily, Remus, sirius,
Minerva y Albus
Cuando la puerta crujió,
oyeron unos gruñidos. Los tres hocicos del perro olfateaban en dirección a
ellos, aunque no podía verlos. —¿Qué tiene en los pies? —susurró Hermione.
—Parece un arpa —dijo Ron—. Snape debe de haberla dejado ahí. —Debe despertarse
en el momento en que se deja de tocar —dijo Harry—. Bueno, empecemos... Se
llevó a los labios la flauta de Hagrid y sopló.
Ron
suspiro- aquí comienza todo- Molly y
Lily palidecieron
No era exactamente
una melodía, pero desde la primera nota los ojos de la bestia comenzaron a
cerrarse. Harry casi ni respiraba. Poco a poco, los gruñidos se fueron
apagando, se balanceó, cayó de rodillas y luego se derrumbó en el suelo,
profundamente dormido.
James suspiro
de alivio- al menos dormido no puede matarlos
—Sigue tocando
—advirtió Ron a Harry, mientras salía de la capa y se arrastraba hasta la
trampilla. Podía sentir la respiración caliente y olorosa del perro, mientras
se aproximaba a las gigantescas cabezas. —Creo que podemos abrir la trampilla
—dijo Ron, espiando por encima del lomo del perro—. ¿Quieres ir delante,
Hermione? —¡No, no quiero! —Muy bien. —Ron apretó los dientes y anduvo con
cuidado sobre las patas del perro. Se inclinó y tiró de la argolla de la
trampilla, que se levantó y abrió. —¿Qué puedes ver? —preguntó Hermione con
ansiedad. —Nada... sólo oscuridad... no hay forma de bajar, hay que dejarse
caer.
-oh
merlin no los abandones- decía nervioso Sirius
Harry, que seguía tocando la flauta, hizo un gesto para
llamar la atención de Ron y se señaló a sí mismo.
-¿Por qué
tienes que ir tu?- grito Lily- sino fueras hijo de este tipo- dijo golpeando a
James en el hombro- no tendrías ese complejo de héroe
Harry no
sabia que decir y James la miro triste y Lily lo noto
-¿Qué pasa
James?
-yo nunca
quise tener una vida con otra mujer, ¿tu tendrías hijitos con alguien mas?-
pregunto con los ojos brillosos
-mi amor-
dijo ella arrepentida sentándose en su regazo y besándolo despacio y susurro en
su oído- James solo tuyos serán mis besos, mis mimos, mi virginidad, mi noches,
mis caricias, mis hijitos, y nunca dejaría que nadie mas que tu me toque- James
la miraba sin dar crédito a sus oídos- claro si tu deseas hacerme el amor- dijo
mordiéndose el labio
-cada noche
de mi vida- dijo antes de besarla- todos querían saber de que hablaba la
parejita pero nadie logro pescar nada
—¿Quieres ir primero? ¿Estás seguro? —dijo Ron—. No sé
cómo es de profundo ese lugar. Dale la flauta a Hermione, para que pueda seguir
haciéndolo dormir. Harry le entregó la flauta y, en esos segundos de silencio,
el perro gruñó y se estiró, pero en cuanto Hermione comenzó a tocar volvió a su
sueño profundo. Harry se acercó y miró hacia abajo. No se veía el fondo. Se
descolgó por la abertura y quedó suspendido de los dedos. Miró a Ron y dijo:
—Si algo me sucede, no sigáis. Id directamente a la lechucería y enviad a
Hedwig a Dumbledore. ¿De acuerdo? —De acuerdo —respondió Ron. —Nos veremos en
un minuto, espero... Y Harry se dejó caer.
-oh Merlin-
dijeron James y Lily mirando a su hijo
Frío, aire húmedo mientras caía, caía, caía y.. ¡PAF!
Aterrizó en algo mullido, con un ruido suave y extraño. Se incorporó y miró
alrededor, con ojos desacostumbrados a la penumbra. Parecía que estaba sentado
sobre una especie de planta. —¡Todo bien! —gritó al cuadradito de luz del tamaño
de un sello, que era la abertura de la trampilla—. ¡Fue un aterrizaje suave,
puedes saltar! Ron lo siguió de inmediato. Aterrizó al lado de Harry —¿Qué es
esta cosa? —fueron sus primeras palabras. —No sé, alguna clase de planta.
Supongo que está aquí para detener la caída.
-eso fue una
idiotez mia- dijo Harry- seguro que le ponen plantas mullidas para que un mago
tenebroso no se golpee al caer- comento negando con la cabeza y varios soltaron
risitas
¡Vamos, Hermione! La música lejana se detuvo. Se oyó un fuerte
ladrido, pero Hermione ya había saltado. Cayó al otro lado de Harry. —Debemos
de estar a kilómetros debajo del colegio —dijo la niña.
-un Hogwarts
subterraneo, increíble- dijo Rob Brown (papa de Lavennder)
—Me alegro de que
esta planta esté aquí —dijo Ron. —¿Te alegras? —gritó Hermione—. ¡Miraos!
Hermione saltó y chocó contra una pared húmeda. Tuvo que luchar porque, en el
momento en que cayó, la planta comenzó a extenderse como una serpiente para
sujetarle los tobillos.
-lazo del
diablo- dijo Neville palido
-esa debe ser
mi prueba- dijo Sprout preocpuada
-mama- le
dijo Harry a Lily- mírame estoy vivo y estoy bien, eso debe relajarte verdad?-
su hijo tenia razón, eso relajo bastante
a Lily y también a Molly
Harry y Ron,
mientras tanto, ya tenían las piernas totalmente cubiertas, sin que se hubieran
dado cuenta. Hermione pudo liberarse antes de que la planta la atrapara. En
aquel momento miraba horrorizada, mientras los chicos luchaban para quitarse la
planta de encima, pero mientras más luchaban, la planta los envolvía con más
rapidez.
Todos estaban
que se comían las uñas de los nervios
—¡Dejad de moveros! —ordenó Hermione—. Sé lo que es esto.
¡Es Lazo del Diablo! —Oh, me alegro mucho de saber cómo se llama, es de gran
ayuda —gruñó Ron, tratando de evitar que la planta trepara por su cuello.
-Oh-
Molly gimio horrorizada y Arhtur puso la
mano en el hombro de su hijo
—¡Calla, estoy
tratando de recordar cómo matarla! —dijo Hermione. —¡Bueno, date prisa, no
puedo respirar! —jadeó Harry, mientras la planta le oprimía el pecho.
Lily apretaba
con fuerza la mano de James
—Lazo del Diablo,
Lazo del Diablo... ¿Qué dijo el profesor Sprout?... Le gusta la oscuridad y la
humedad... —¡Entonces enciende un fuego! —dijo Harry. —Sí... por supuesto...
¡pero no tengo madera! —gimió Hermione, retorciéndose las manos.
-¿de verdad?-
pregunto Gideon con reproche
-tenia once
años y era demasiada presión- se defendió la castaña
—¿TE HAS VUELTO
LOCA? —preguntó Ron—. ¿ERES UNA BRUJA O NO? —¡Oh, de acuerdo! —dijo Hermione.
Agitó su varita, murmuró algo y envió a la planta unas llamas azules como las
que había utilizado con Snape. En segundos, los dos muchachos sintieron que se
aflojaban las ligaduras, mientras la planta se retiraba a causa de la luz y el
calor. Retorciéndose y alejándose, se desprendió de sus cuerpos y pudieron
moverse.
Todos
suspiraron aliviados, la prueba de Sprout fuera.
—Me alegro de que
hayas aprendido bien Herbología, Hermione —dijo Harry, mientras se acercaba a
la pared, secándose el sudor de la cara. —Sí —dijo Ron—, y yo me alegro de que
Harry no pierda la cabeza en las crisis. Porque eso de «no tengo madera»...
francamente...
-sino fuera
por la situación seria gracioso- dijo Sirius- pero ahora estoy demasiado
preocupado por mi ahijado como para pensar en eso- dijo tan palido con Lily
—Por aquí —dijo
Harry, señalando un pasadizo de piedra que era el único camino. Lo único que
podían oír, además de sus pasos, era el goteo del agua en las paredes. El
pasadizo bajaba oblicuamente y Harry se acordó de Gringotts.
-buen
ejemplo- dijo Ted tonks
Con un
desagradable sobresalto, recordó a los dragones que decían que custodiaban las
cámaras, en el banco de los magos. Si encontraban un dragón, un dragón más
grande... Con Norberto ya habían tenido suficiente...
-si- dijo
Lily- ya tuviste suficientes dragones para el resto de tu vida- dijo enfadada
-pues…
-Harry James
Potter Evans ¿con cuantos dragones te has enfrentado?
-ya lo diran
los libros- dijo algo cohibido
—¿Oyes algo?
—susurró Ron. Harry escuchó. Un leve tintineo y un crujido, que parecían
proceder de delante. —¿Crees que será un fantasma? —No lo sé... a mí me parecen
alas.
-Creo que esa
será mi prueba- dijo Flitwick
Llegaron hasta el final del pasillo y vieron ante ellos
una habitación brillantemente iluminada, con el techo curvándose sobre ellos.
Estaba llena de pajaritos brillantes que volaban por toda la habitación. En el
lado opuesto, había una pesada puerta de madera. —¿Crees que nos atacarán si
cruzamos la habitación? —preguntó Ron. —Es probable —contestó Harry—. No
parecen muy malos, pero supongo que si se tiran todos juntos... Bueno, no hay
nada que hacer... voy a correr.
Varios
cruzaban los dedos sin querer interrumpir la lectura
Respiró
profundamente, se cubrió la cara con los brazos y cruzó corriendo la
habitación. Esperaba sentir picos agudos y garras desgarrando su cuerpo, pero
no sucedió nada. Alcanzó la puerta sin que lo tocaran. Movió la manija, pero
estaba cerrada con llave. Los otros dos lo imitaron. Tiraron y empujaron, pero
la puerta no se movía, ni siquiera cuando Hermione probó con su hechizo de
Alohomora.
-no seria tan
sensillo- dijo Marlene desilucionada
—¿Y ahora qué
hacemos? —preguntó Ron. —Esos pájaros... no pueden estar sólo por decoración
—dijo Hermione. Observaron los pájaros, que volaban sobre sus cabezas,
brillando... ¿Brillando?
-¡no deben
ser pajaros!- grito James
—¡No son pájaros!
—dijo de pronto Harry—. ¡Son llaves! Llaves aladas, mirad bien. Entonces eso
debe significar... —Miró alrededor de la habitación, mientras los otros
observaban la bandada de llaves—. Sí... mirad ahí. ¡Escobas! ¡Tenemos que
conseguir la llave de la puerta!
-una prueba
apropiada para un buscador- dijo James un poco mas aliviado
—¡Pero hay cientos de llaves! Ron examinó la cerradura de
la puerta. —Tenemos que buscar una llave grande, antigua, de plata,
probablemente, como la manija.
-increible
Ron- felicito Charlie
Cada uno cogió una escoba y de una patada estuvieron en
el aire, remontándose entre la nube de llaves. Trataban de atraparlas, pero las
llaves hechizadas se movían tan rápidamente que era casi imposible sujetarlas.
Pero no por nada Harry era el más joven buscador del siglo.
-Practicamente
esta prueba puede considerarse superada- dijo Sirius aliviado- entonces Sprout
y Flitwick fuera, quedan Minerva, Quirrel y Snape
Tenía un don
especial para detectar cosas que la otra gente no veía. Después de unos minutos
moviéndose entre el remolino de plumas de todos los colores, detectó una gran
llave de plata, con un ala torcida, como si ya la hubieran atrapado y la
hubieran introducido con brusquedad en la cerradura. —¡Es ésa! —gritó a los
otros—. Esa grande... allí... no, ahí... Con alas azul brillante... las plumas
están aplastadas por un lado. Ron se lanzó a toda velocidad en aquella
dirección, chocó contra el techo y casi se cae de la escoba.
-oh Ron mas
cuidado- dijo su madre que no soltaba respiro
—¡Tenemos que
encerrarla! —gritó Harry, sin quitar los ojos de la llave con el ala
estropeada—. Ron, ven desde arriba, Hermione, quédate abajo y no la dejes
descender. Yo trataré de atraparla. Bien: ¡AHORA!
-serias un
buen capitán del equipo- felicito Lily y varios la miraron sorprendidos- que no
me guste jugarlo no quiere decir que no me guste, aunque tampoco soy fanatica
como James-
Ron se lanzó en picado, Hermione subió en vertical, la
llave los esquivó a ambos, y Harry se lanzó tras ella. Iban a toda velocidad
hacia la pared, Harry se inclinó hacia delante y, con un ruido desagradable, la
aplastó contra la piedra con una sola mano.
-¡eso es!-
canturreo el comedor
Los vivas de Ron y Hermione retumbaron por la habitación.
Aterrizaron rápidamente y Harry corrió a la puerta, con la llave retorciéndose
en su mano. La metió en la cerradura y le dio la vuelta... Funcionaba. En el
momento en que se abrió la cerradura, la llave salió volando otra vez, con
aspecto de derrotada, pues ya la habían atrapado dos veces.
-que
humillante pobre llave- comento Marlene causando risas
—¿Listos?
—preguntó Harry a los otros dos, con la mano en la manija de la puerta. Asintieron.
Abrió la puerta. La habitación siguiente estaba tan oscura que no pudieron ver
nada. Pero cuando estuvieron dentro la luz súbitamente inundó el lugar, para
revelar un espectáculo asombroso. Estaban en el borde de un enorme tablero de
ajedrez, detrás de las piezas negras, que eran todas tan altas como ellos y
construidas en lo que parecía piedra.
-Mcgonagall-
dijo Remus temeroso
-yo nunca
pensaria que fueran tres alumnos los que realizarían mi prueba- se disculpo
ella
-tranquila
Minerva- dijo Arthur- nosotros lo sabemos
Frente a ellos, al
otro lado de la habitación, estaban las piezas blancas. Harry, Ron y Hermione
se estremecieron: las piezas blancas no tenían rostros. —¿Ahora qué hacemos?
—susurró Harry —Está claro, ¿no? —dijo Ron—. Tenemos que jugar para cruzar la
habitación. Detrás de las piezas blancas pudieron ver otra puerta.
Charlie suspiro aliviado y todos lo
miraron confundidos
-no he conocido a nadie en este mundo
que le haya ganado en el ajedrez a Ron
—¿Cómo? —dijo
Hermione con nerviosismo. —Creo —contestó Ron— que vamos a tener que ser
piezas. Se acercó a un caballero negro y levantó la mano para tocar el caballo.
De inmediato, la piedra cobró vida. El caballo dio una patada en el suelo y el
caballero se levantó la visera del casco, para mirar a Ron.
-estoy
esperando que no sea ajedrez mágico- dijo Charlie nervioso
—¿Tenemos que... unirnos a ustedes para poder cruzar? El
caballero negro asintió con la cabeza. Ron se volvió a los otros dos. —Esto hay
que pensarlo... —dijo—. Supongo que tenemos que ocupar el lugar de tres piezas
negras. Harry y Hermione esperaron en silencio, mientras Ron pensaba. Por fin
dijo: —Bueno, no os ofendáis, pero ninguno de vosotros es muy bueno en
ajedrez...
-no nos
ofendemos- dijeron Hermione y Harry
—No nos ofendemos
—dijo rápidamente Harry—. Simplemente dinos qué tenemos que hacer. —Bueno,
Harry, tú ocupa el lugar de ese alfil y tú, Hermione, ponte en lugar de esa
torre, al lado de Harry. —¿Y qué pasa contigo? —Yo seré un caballo.
Arthur
palidecio -¿Qué pasa cielo?- le pregunto Molly
-normalmente
para el final del juego el caballo ya ha caído- dijo nervioso, y Molly se
abrazo a su hijo
Las piezas
parecieron haber escuchado porque, ante esas palabras, un caballo, un alfil y
una torre dieron la espalda a las piezas blancas y salieron del tablero,
dejando libres tres cuadrados que Harry, Ron y Hermione ocuparon. —Las blancas
siempre juegan primero en el ajedrez —dijo Ron, mirando al otro lado del
tablero—. Sí... mirad. Un peón blanco se movió hacia delante. Ron comenzó a
dirigir a las piezas negras.
-oh dios- decía
preocupada Lily
Se movían
silenciosamente cuando los mandaba. A Harry le temblaban las rodillas. ¿Y si
perdían? —Harry... muévete en diagonal, cuatro casillas a la derecha. La
primera verdadera impresión llegó cuando el otro caballo fue capturado. La
reina blanca lo golpeó contra el tablero y lo arrastró hacia fuera, donde se
quedó inmóvil, bocabajo.
-Es Ajedrez mágico-
dijo Remus blanco como la cal
-hasta yo se
que eso es malo- dijo Tonks preocupada, aferrándose al brazo del licántropo
—Tuve que dejar que sucediera —dijo Ron, conmovido—. Te
deja libre para coger ese alfil. Vamos, Hermione. Cada vez que uno de sus
hombres perdía, las piezas blancas no mostraban compasión. Muy pronto, hubo un
grupo de piezas negras desplomadas a lo largo de la pared. Dos veces, Ron se
dio cuenta justo a tiempo para salvar a Harry y Hermione del peligro.
-Lily estiro
la mano y tomo la de su hijo, Ron tenia su brazo sobre los hombros de Herms, y
Molly tenia sus manos en los hombros de Ron
Él mismo jugó por todo el tablero, atrapando casi tantas
piezas blancas como las negras que habían perdido. —Ya casi estamos —murmuró de
pronto—. Dejadme pensar... dejadme pensar. La reina blanca volvió su cara sin
rostro hacia Ron. —Sí... —murmuró Ron—. Es la única forma... tengo que dejar
que me cojan.
-¡no!-
gritaron todos, pero nadie mas fuerte que Molly, Arthur, Charlie y los gemelos prewett
—¡NO! —gritaron Harry y Hermione. —¡Esto es ajedrez!
—dijo enfadado Ron—. ¡Hay que hacer algunos sacrificios! Yo daré un paso
adelante y ella me cogerá... Eso te dejará libre para hacer jaque mate al rey,
Harry.
-Ron eres tan
valiente- dijo Hermione dándole un beso y luego le sonrio- si no supiera lo que
va a pasar estaría muerta de nervios- dijo abrazandose a su pelirrojo
—Pero... —¿Quieres detener a Snape o no? —Ron... —¡Si no
os dais prisa va a conseguir la Piedra! No había nada que hacer. —¿Listo?
—preguntó Ron, con el rostro pálido pero decidido—
Molly
presionaba con fuerza la mano de Arthur
Allá voy, y no os
quedéis una vez que hayáis ganado. Se movió hacia delante y la reina blanca
saltó. Golpeó a Ron con fuerza en la cabeza con su brazo de piedra y el chico
se derrumbó en el suelo
-oh merlin
Ron- dijo Molly blanca como la leche abrazando a su hijo, luego lo abrazo
Arthur, Charlie y los gemelos prewett
-tranquilos
estoy aquí ¿no? – dijo intentando tranquilizar a todos
Hermione gritó,
pero se quedó en su casillero. La reina blanca arrastró a Ron a un lado.
Parecía desmayado. Muy conmovido, Harry se movió tres casilleros a la izquierda.
El rey blanco se quitó la corona y la arrojó a los pies de Harry.
-tendria que
haberse puesto a tus pies compañero- dijo el ojiverde palmeando la espalda de
Ron
Habían ganado. Las piezas saludaron y se fueron, dejando
libre la puerta. Con una última mirada de desesperación hacia Ron, Harry y
Hermione corrieron hacia la salida y subieron por el siguiente pasadizo.
-Sprout,
Flitwick y Mcgonagall fuera- dijo Sirius
-y uno de
ellos menos- dijo Gideon preocupado por su sobrino
- es
sorprendente como 3 niños de once años, dos de los cuales no han escuchado
nunca de la magia, logran superar nuestras pruebas y nuestra inteligencia- dijo
Minerva orgullosa de que todos ellos hayan estado en Gryffindor
—¿Y si él está...? —Él estará bien —dijo Harry, tratando
de convencerse a sí mismo—. ¿Qué crees que nos queda? —Tuvimos a Sprout en el
Lazo del Diablo, Flitwick debe de haber hechizado las llaves, y McGonagall
transformó a las piezas de ajedrez. Eso nos deja el hechizo de Quirrell y el de
Snape...
-La de
severus será fácil para ellos- dijo Lily aliviada
-¿Por qué lo
dices?- dijo Snape ofendido
-porque Sprout
eligio la naturaleza, Flitwick los reflejos, Minerva la inteligencia, Quirrel
como profesor de defensa elegirá la fuerza, y tu si en tantos años no
cambiaste, elegirás la lógica, y por lo visto Hermione y la lógica van bien
juntas- dijo la pelirroja y todos la miraron sorprendidos
-eres
impresionante mama- dijo Harry mirando con admiración a su madre que se sonrojo
Habían llegado a otra puerta. —¿Todo bien? —susurró
Harry. —Adelante. Harry empujó y abrió. Un tufo desagradable los invadió,
haciendo que se taparan la nariz con la túnica. Con ojos que lagrimeaban debido
al olor, vieron, aplastado en el suelo frente a ellos, un trol más grande que
el que habían derribado, inconsciente y con un bulto sangrante en la cabeza.
-¡quirrel
fuera!- grito Sirius
-solo queda Severus- dijo Lily
-¡pero entonces
Snape ya robara la piedra!- dijo James- seria idiota pensar que no sabría pasar
su propia prueba
-todavia no
sabemos si Severus es culpable- defendió Lily
-¿¡porque lo
defiendes?!- dijo celoso
-¡porque lo conozco
desde los 8 años James! ¡Y quiero ser
justa! No hay ninguna prueba segura de que el sea culpable- dijo intentado
permanecer calmada, pero James esta cruzado de brazos y con el ceño fruncido-
¿estas molesto?
-que te
importa si estoy molesto vete con quejicus si tanto lo quieres- dijo enfadado
- James cuantas
veces debo decirte que te amo a ti, a nadie mas, si quisiera estar con Severus
o con otro, no estaría aquí contigo- dijo exasperada
-ti…tienes razón-
dijo James avergonzado- lo siento…es que los celos me pueden
-no me
molestan tus celos- dijo Lily- solo no peleemos- dijo dándole un beso que
tranquilizo al castaño
—Me alegro de que
no tengamos que pelear con éste —susurró Harry
-yo también-
dijo Remus
mientras pasaban
con cuidado sobre una de las enormes piernas—. Vamos, no puedo respirar. Abrió
la próxima puerta, los dos casi sin atreverse a ver lo que seguía... Pero no
había nada terrorífico allí, Sólo una mesa con siete botellas de diferente
tamaño puestas en fila.
-Snape- dijo
James
—Snape —dijo Harry
James sonrio
y Lily negó con la cabeza “tal palo, Tal astilla”
—. ¿Qué tenemos que hacer? Pasaron el umbral y de
inmediato un fuego se encendió detrás de ellos. No era un fuego común, era
púrpura. Al mismo tiempo, llamas negras se encendieron delante. Estaban
atrapados. —¡Mira! —Hermione cogió un rollo de papel, que estaba cerca de las
botellas. Harry miró por encima de su hombro para leerlo:
-genial una
adivinanza- bufo Tonks causando la risa de varios
“El peligro yace ante ti,
mientras la seguridad está detrás,
dos queremos ayudarte,
cualquiera que encuentres,
una entre nosotras siete te dejará
adelantarte,
otra llevará al que lo beba para atrás,
dos contienen sólo vino de ortiga,
tres son mortales,
esperando escondidos en la fila.
Elige, a menos que quieras quedarte para
siempre,
para ayudarte en tu elección, te damos
cuatro claves:
Primera, por más astucia que tenga el
veneno para ocultarse siempre encontrarás alguno al lado izquierdo del vino de
ortiga;
Segunda, son diferentes las que están en
los extremos, pero si quieres moverte hacia delante, ninguna es tu amiga;
Tercera, como claramente ves, todas tenemos
tamaños diferentes: Ni el enano ni el gigante guardan la muerte en su interior;
Cuarta, la segunda a la izquierda y la
segunda a la derecha son gemelas una vez que las pruebes, aunque a primera
vista sean diferentes.”
Lily solto un
suspiro de alivio y todos la miraron
-lo dije, no
es magia es lógica, tres tienen veneno, dos vino, una lo devolverá hacia atrás y
uno los llevara a la piedra- resumio y todos la miraron admirados, incluyendo
los profesores
-mi novia es increíble,
que guay- dijo James sonriendo y causando risa
Hermione dejó escapar un gran suspiro y Harry, sorprendido,
vio que sonreía, lo último que había esperado que hiciera. —Muy bueno —dijo
Hermione—. Esto no es magia... es lógica... es un acertijo. Muchos de los más
grandes magos no han tenido una gota de lógica y se quedarían aquí para
siempre.
- Muy cierto
señorita Granger- felicito Minerva
—Pero nosotros también, ¿no?
-por supuesto
que no- dijo Lily
—Por supuesto que no —dijo Hermione
-son iguales-
dijo asustado Sirius- dime que en el futuro tu no me retas- dijo mmirando a la
castaña
-Sirius tiene
casi 20 años menos como va a regañarte- dijo Remus
-pues… - dijo
Harry- aunque es mas probable que G… mi esposa de mas miedo, pero a ella le
gustan las bromas y el quiddicht asique nunca te regañaba- Sirius sonrio- ni a mi-
agrego con una sonrisa
-¿yo regañare
mucho a James?- pregunto Lily
-según Sirius
siempre estaban “haciendo cosas que me subían el azúcar de solo verlos”- todos
rieron y Lily beso a James
—. Lo único que necesitamos está en este papel. Siete
botellas: tres con veneno, dos con vino, una nos llevará a salvo a través del
fuego negro y la otra hacia atrás, por el fuego púrpura. —Pero ¿cómo sabremos
cuál beber? —Dame un minuto.
-¿un minuto?-
dijo Snape ofendido
-es una expresión
prof…digo Sever…digo Snape
Hermione leyó el
papel varias veces. Luego paseó de un lado al otro de la fila de botellas,
murmurando y señalándolas. Al fin, se golpeó las manos. —Lo tengo —dijo—. La
más pequeña nos llevará por el fuego negro, hacia la Piedra. Harry miró a la
diminuta botella. —Aquí hay sólo para uno de nosotros —dijo—. No hay más que un
trago.
-solo uno
llegara- dijo Remus nervioso
-es obvio que
Harry se arriesgara el- dijo Lily nerviosa
Se miraron. —¿Cuál
nos hará volver por entre las llamas púrpura? Hermione señaló una botella
redonda del extremo derecho de la fila. —Tú bebe de ésa —dijo Harry—. No:
vuelve, busca a Ron y coge las escobas del cuarto de las llaves voladoras. Con
ellas podréis salir por la trampilla sin que os vea Fluffy. Id directamente a
la lechucería y enviad a Hedwig a Dumbledore, lo necesitamos. Puede ser que yo
detenga un poco a Snape, pero la verdad es que no puedo igualarlo.
-es obvio que
un niño de once no lograra vencer un mago tenebroso, sea el señor Snape o no-
dijo la profesora Sinestra con expresión preocupada
Mientras Albus
miraba intensamente al chico
—Pero Harry... ¿y
si Quien-tú-sabes está con él? —Bueno, ya tuve suerte una vez, ¿no? —dijo
Harry, señalando su cicatriz—. Puede ser que la tenga de nuevo.
-muy valiente
de tu parte Potter, me enorgullece- dijo Alastor, feliz del hombre que manejaba
su querida oficina de aurors
-mi pequeño-
dijo Lily- con once añitos tu tendrías que estar pensando en estudiar para un
examen o hacer una travesura, no es cuanto tardaras en morir
-cambiaremos
todo, te lo prometo como que me llamo James charlus Potter
Los labios de Hermione temblaron, y de pronto se lanzó
sobre Harry y lo abrazó. —¡Hermione! —Harry.. Eres un gran mago, ya lo sabes.
-no soy tan
bueno como tu- dijo Harry mirándola con cariño
—No soy tan bueno
como tú —contestó muy incómodo, mientras ella lo soltaba. —¡Yo! —exclamó
Hermione—. ¡Libros! ¡Inteligencia! Hay cosas mucho más importantes, amistad y
valentía y... ¡Oh, Harry, ten cuidado!
-Señorita
Granger, usted demostró ser mucho mas que alguien quien memorizo un par de
libros, a mostrado valentía y lealtad, al igual que el señor Weasley- dijo
Albus
—Bebe primero —dijo Harry—. Estás segura de cuál es cuál,
¿no? —Totalmente —dijo Hermione. Se tomó de un trago el contenido de la
botellita redondeada y se estremeció. —No es veneno, ¿verdad? —dijo Harry con
voz anhelante. —No... pero parece hielo.
-obviamente-
dijo Snape- es para atravesar el fuego
—Rápido, vete,
antes de que se termine el efecto. —Buena suerte... ten cuidado... —¡VETE!
Hermione giró en redondo y pasó directamente a través del fuego púrpura.
-ahora solo
queda Harry- dijo Alice mirando preocupada al ojiverde
Harry respiró profundamente y cogió la más pequeña de las
botellas. Se enfrentó a las llamas negras. —Allá voy —dijo, y se bebió el
contenido de un trago. Era realmente como si tragara hielo. Dejó la botella y
fue hacia delante. Se dio ánimo al ver que las llamas negras lamían su cuerpo
pero no lo quemaban.
-oh merlin oh
merlin- decía Sirius nervioso, igual que el resto del comedor
Durante un momento no pudo ver más que fuego oscuro.
Luego se encontró al otro lado, en la última habitación. Ya había alguien allí.
Pero no era Snape.
-¿¡que?!-
gritaron todos
-se los dije-
dijo Lily- todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario
Y tampoco era Voldemort.
-¿Quién era?-
grito Molly
-sigan
leyendo ¡ahora!- grito Remus
Lily tomo el
libro y comenzó a leer…
Holaaa..!! Sólo te tengo una pregunta, para cuándo es el siguiente capítulo..?? Me encanta.. La encontré por medio de tu historia en potterfics y quiero que la sigas..
ResponderEliminarPor cierto, soy angelrose en potterfics..
Besotes..
ya mismo lo estoy haciendo si no lo termino esta noche, para mañana por la mañana lo subo, y ya comienzo con el segundo libro (: besotes a vos tambien, y mil gracias por leer. :D
ResponderEliminarPobre gente para mi van a tener un infarto antes de terminar la saga
ResponderEliminarPara mi les da un infarto cuando el nombre de harry salga del caliz de fuego help!!! 😂😂😂😂😂😂😂😂
EliminarCuando entre a la camara van a morir infartados xdxd
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