Aclaracion:
Bueno todos los personajes y los libros que leen pertenecen a la genialisima JK
Rowling ¿ok? yo solo lo traspaso a un blog para que puedan leerlo de una manera
diferente con las intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a ella.
Espero
Disfruten, son un poco largos, pero en cada actualizacion subo un capitulo
entero.
Harry
Potter y la piedra filosofal
Capitulo XV: "El bosque prohibido"
-¿hermanita quieres leer?- pregunto Fabian a Molly
-claro- dijo ella, tomo el libro- el capitulo se
llama…-palidecio
-Molls como se llama el capitulo?- pregunto Arthur
-e…el bosque prohibido- dijo ella nerviosa
-¿harry tu..?- pregunto James asustado
-es muy peligroso- dijo enfadado, para sorpresa de todos,
Sirius- ¿en que pensanban?
-te sorprendería las veces que hemos estado en el bosque
prohibido- dijo Hermione
-y siempre intenta asesinarnos algún tipo de criatura- dijo
Ron temeroso
-pero sobrevivimos- dijo Harry mirando a la mayoría en el
comedor, en especial a sus padres
-por poco- agrego el pelirrojo-igual esa vez nos obligaron a
ir- le explico a su madre
-¿Quién los obligo?- pregunto Lily enfadadísima
-lean el capitulo y lo sabran- dijo Hermione y Molly comenzó
a leer…
Las cosas no podían haber salido peor. Filch los llevó al
despacho de la profesora McGonagall, en el primer piso, donde se sentaron a
esperar; sin decir una palabra. Hermione temblaba. Excusas, disculpas y locas
historias cruzaban la mente de Harry, cada una más débil que la otra.
-tranquilo
cachorro- dijo Sirius- nosotros te enseñaremos
No podía imaginar
cómo se iban a librar del problema aquella vez. Estaban atrapados. ¿Cómo podían
haber sido tan estúpidos para olvidar la capa? No había razón en el mundo para
que la profesora McGonagall aceptara que habían estado vagando durante la
noche, para no mencionar la torre más alta de Astronomía, que estaba prohibida,
salvo para las clases.
-las cosas
que yo he hecho en la torre de astronomía- suspiro Sirius y todos rieron
Si añadía a todo eso Norberto y la capa invisible, ya
podían empezar a hacer las maletas.
-igual de trágico
que James- dijo Remus y Lily lo miro
interrogante
-¿James es
tragico? No lo creo- dijo la pelirroja
-si porque tu
no lo escuchabas luego de rechazarlo- dijo Sirius- “Lily no me quiere, me odia,
como no va odiarme, miren lo patético que soy, merlin el mundo es cruel”- cito
Sirius
-y no te
olvides cuando Lily dijo que saldría con el calamar gigante antes que con
James, se paso dos semanas diciendo “¿Qué tiene ese calamar que no tenga yo?”
-y.. el “ voy
a suicidarme, lo hare, no quiero vivir sin mi pelirroja, tal vez algún dia se
acuerde de mi y me lleve una flor”
James estaba
rojo como el cabello de un weasley, en cambio Lily lo miraba enternecido
-que dulce-
murmuro antes de darle mucho besos, James pensó…todo el dolor valio la pena,
mientras abrazaba a su pelirroja
¿Harry pensaba que
las cosas no podían estar peor? Estaba equivocado. Cuando la profesora
McGonagall apareció, llevaba a Neville. —¡Harry! —estalló Neville en cuanto los
vio—. Estaba tratando de encontrarte para prevenirte, oí que Malfoy decía que
iba a atraparte, dijo que tenías un drag... Harry negó violentamente con la
cabeza, para que Neville no hablara más, pero la profesora McGonagall lo vio.
Lo miró como si echara fuego igual que Norberto y se irguió, amenazadora, sobre
los tres.
-oh oh
Mcgonagall esta enojada- dijo Alice
-tendran
problemas- dijo Marlene
-¿Neville tu
saliste en medio de la noche solo para advertirles a tus amigos que querían
delatarlos?- dijo Frank y Neville asintió- me enorgulleces hijo- Neville sonrio
anchamente, toda su vida había sido basada en su ilusión de enorgullecer a sus
padres
—Nunca lo habría
creído5 de ninguno de vosotros. El señor Filch dice que estabais en la torre de
Astronomía. Es la una de la mañana. Quiero una explicación. Ésa fue la primera
vez que Hermione no pudo contestar a una pregunta de un profesor. Miraba
fijamente sus zapatillas, tan rígida como una estatua.
Hermione se
ruborizo
-tranquila
cielo- dijo Lily- me ha pasado
-¿te han
castigado?- pregunto sorprendido James
-una que otra
vez- dijo Lily encogiéndose de hombros
—Creo que tengo
idea de lo que sucedió —dijo la profesora McGonagall—. No hace falta ser un
genio para descubrirlo. Te inventaste una historia sobre un dragón para que
Draco Malfoy saliera de la cama y se metiera en líos. Te he atrapado. Supongo
que te habrá parecido divertido que Longbottom oyera la historia y también la
creyera, ¿no? Harry captó la mirada de Neville y trató de decirle, sin
palabras, que aquello no era verdad, porque Neville parecía asombrado y herido.
Pobre mete-patas Neville, Harry sabía lo que debía de haberle costado buscarlos
en la oscuridad, para prevenirlos
-bastante,
pero eres buen amigo- dijo Neville- porque si con todos esos problemas tuyos, todavía
te fijabas si algo de lo que decía la profesora me heria- Harry le sonrio y
Lily y Alcie se miraron sonrientes
—Estoy disgustada
—dijo la profesora McGonagall—. Cuatro alumnos fuera de la cama en una noche.
¡Nunca he oído una cosa así!
-¿y
nosotros?- dijeron indignados los merodeadores- ¿por cierto donde esta Peter?-
pregunto James mirando hacia todos lados, el trio gruño, pero nadie parecio
notarlo, excepto Sirius pero no dijo nada
-me dijo que
se hiria a lo de su madre porque estaba enferma- dijo Remus y James se encogio
de hombros- sigamos leyendo
Tu, Hermione
Granger, pensé que tenías más sentido común. Y tú, Harry Potter... Creía que
Gryffindor significaba más para ti.
-golpe bajo-
dijeron varios
Los tres sufriréis
castigos... Sí, tú también, Longbottom, nada te da derecho a dar vueltas por el
colegio durante la noche, en especial en estos días: es muy peligroso y se os
descontarán cincuenta puntos de Gryffindor. —¿Cincuenta? —resopló Harry. Iban a
perder el primer puesto, lo que había ganado en el último partido de quidditch.
—Cincuenta puntos cada uno —dijo la profesora McGonagall, resoplando a través
de su nariz puntiaguda.
-Profesora,
me parece que se le fue la mano- dijo Lily
-no me parece
tan grave- agrego James, ante la mirada de la profesora dijo- que le quitara 30
puntos o incluso 40, pero 150 puntos? – Minerva no dijo nada
—Profesora... por favor... —Usted, usted no... —No me
digas lo que puedo o no puedo hacer; Harry Potter. Ahora, volved a la cama,
todos. Nunca me he sentido tan avergonzada de alumnos de Gryffindor. Ciento
cincuenta puntos perdidos. Eso situaba a Gryffindor en el último lugar. En una
noche, habían acabado con cualquier posibilidad de que Gryffindor ganara la
copa de la casa. Harry sentía como si le retorcieran el estómago. ¿Cómo podrían
arreglarlo? Harry no durmió aquella noche. Podía oír el llanto de Neville, que
duró horas.
-pobrecito mi
niño- dijo Alice abrazando a Neville- fue muy injusta profesora
No se le ocurría
nada que decir para consolarlo. Sabía que Neville, como él mismo, tenía miedo
de que amaneciera. ¿Qué sucedería cuando el resto de los de Gryffindor
descubrieran lo que ellos habían hecho? Al principio, los Gryffindors que
pasaban por el gigantesco reloj de arena, que informaba de la puntuación de la
casa, pensaron que había un error. ¿Cómo iban a tener; súbitamente, ciento
cincuenta puntos menos que el día anterior? Y luego, se propagó la historia.
Harry Potter; el famoso Harry Potter, el héroe de dos partidos de quidditch,
les había hecho perder todos esos puntos, él y otros dos estúpidos de primer
año.
-nos
decepciona profesora- dijeron Sirius y Remus, y Minerva comenzaba a sentirse
mal
-Lo siento-
le dijo mirando a los chicos- en el futuro si eso ocurre, que espero no ocurra,
no les quitare mas de 50 puntos ¿de acuerdo?- dijo la profesora
-gracias-
dijeron Harry, Hermione y Neville
- ahora-
agrego Sirius- si quieres quitarle los otros 100 a Malfoy no nos oponemos
-no tiente a
la suerte señor Black
De ser una de las personas más populares y admiradas del
colegio, Harry súbitamente era el más detestado. Hasta los de Ravenclaw y
Hufflepuff le giraban la cara, porque todos habían deseado ver a Slytherin
perdiendo la copa. Por dondequiera que Harry pasara, lo señalaban con el dedo y
no se molestaban en bajar la voz para insultarlo. Los de Slytherin, por su
parte, lo aplaudían y lo vitoreaban, diciendo: «¡Gracias, Potter; te debemos
una!». Sólo Ron lo apoyaba.
-eso es
nuestro sobrino- dijeron Gideon y Fabian
-haces lo
correcto cielo, me enorgulleces- dijo Molly
—Se olvidarán en
unas semanas. Fred y George han perdido puntos muchas veces desde que están
aquí y la gente los sigue apreciando. —Pero nunca perdieron ciento cincuenta
puntos de una vez, ¿verdad? —dijo Harry tristemente. —Bueno... no —admitió Ron.
Era un poco tarde para reparar los daños, pero Harry se juró que, de ahí en
adelante, no se metería en cosas que no eran asunto suyo.
-¿realmente
crees que siendo hijo de este- dijo Lily señalando a James- ahijado de este
otro- señalando a sirius- y sobrino de aquel- señalando a Remus- dejaras de
meterte en problemas? Hijo lo llevas en la sangre, además yo estoy orgullosa de
que ayudaras a HAgrid, no importa cuantos castigos tengas si es para ayudar un
amigo- dijo la pelirroja sonriéndole y Harry se sintió muy bien
Todo había sido por andar averiguando y espiando. Se
sentía tan avergonzado que fue a ver a Wood y le ofreció su renuncia.
-¿Qué tu
que?- gritaron James y Sirius
—¿Renunciar?
—exclamó Wood—. ¿Qué ganaríamos con eso? ¿Cómo vamos a recuperar puntos si no
podemos jugar al quidditch? Pero hasta el quidditch había perdido su atractivo.
El resto del equipo no le hablaba durante el entrenamiento, y si tenían que
hablar de él lo llamaban «el buscador».
-¿tus
hermanos también?- pregunto Sirius, y Ron asintió- que pena, los consideraba
nuestros sucesores en bromas, pero nosotros no le daríamos la espalda a un
amigo
Hermione y Neville
también sufrían. No pasaban tantos malos ratos como Harry porque no eran tan
conocidos, pero nadie les hablaba. Hermione había dejado de llamar la atención
en clase, y se quedaba con la cabeza baja, trabajando en silencio. Harry casi
estaba contento de que se aproximaran los exámenes. Las lecciones que tenía que
repasar alejaban sus desgracias de su mente. Él, Ron y Hermione se quedaban
juntos, trabajando hasta altas horas de la noche, tratando de recordar los
ingredientes de complicadas pociones, aprendiendo de memoria hechizos y
encantamientos y repitiendo las fechas de descubrimientos mágicos y rebeliones
de los gnomos. Y entonces, una semana antes de que empezaran los exámenes, las
nuevas resoluciones de Harry de no interferir en nada que no le concerniera
sufrieron una prueba inesperada.
-tienes
instinto Potter, con eso se nace, y me
alegro que tu seas quien maneje a los Aurors y no un imbesil- dijo Alastor
Una tarde que salía solo de la biblioteca oyó que alguien
gemía en un aula que estaba delante de él. Mientras se acercaba, oyó la voz de
Quirrell. —No... no... otra vez no, por favor... Parecía que alguien lo estaba
amenazando. Harry se acerco. —Muy bien... muy bien. —Oyó que Quirrell
sollozaba.
-ese profesor
es extraño- dijo Lily
Al segundo
siguiente, Quirrell salió apresuradamente del aula, enderezándose el turbante.
Estaba pálido y parecía a punto de llorar. Desapareció de su vista y Harry
pensó que ni siquiera lo había visto. Esperó hasta que dejaron de oírse los
pasos de Quirrell y entonces inspeccionó el aula.
-¿Cómo era?
¿no investigarias?...-dijo Ron riendo
-no puedo
evitarlo- dijo el ojiverde
Parecía vacía, pero la puerta del otro extremo estaba
entreabierta. Harry estaba a mitad de camino, cuando recordó que se había
prometido no meterse en lo que no le correspondía. Al mismo tiempo, habría
apostado doce Piedras Filosofales a que Snape acababa de salir del aula y, por
lo que Harry había escuchado, Snape debería estar de mejor humor... Quirrell
parecía haberse rendido finalmente. Harry regresó a la biblioteca, en donde
Hermione estaba repasándole Astronomía a Ron. Harry les contó lo que había
oído. —¡Entonces Snape lo hizo! —dijo Ron—. Si Quirrell le dijo cómo romper su
encantamiento anti-Fuerzas Oscuras... —Pero todavía queda Fluffy —dijo
Hermione. —Tal vez Snape descubrió cómo pasar ante él sin preguntarle a Hagrid
—dijo Ron, mirando a los miles de libros que los rodeaban—. Seguro que por aquí
hay un libro que dice cómo burlar a un perro gigante de tres cabezas. ¿Qué
vamos a hacer, Harry?
-Ir con
Dumbledore- apunto Remus y Lily asintió
La luz de la aventura brillaba otra vez en los ojos de
Ron, pero Hermione respondió antes de que Harry lo hiciera. —Ir a ver a
Dumbledore. Eso es lo que debimos hacer hace tiempo. Si se nos ocurre algo a
nosotros solos, con seguridad vamos a perder. —¡Pero no tenemos pruebas!
—exclamó Harry—. Quirrell está demasiado atemorizado para respaldarnos. Snape
sólo tiene que decir que no sabía cómo entró el trol en Halloween y que él no
estaba cerca del tercer piso en ese momento. ¿A quién pensáis que van a creer,
a él o a nosotros?
-Harry…-dijo
Albus
-si lo se, si
me hubiese escuchado, pero en ese entonces yo lo había visto solo una o dos
veces y no lo conocía- dijo Harry
No es exactamente un secreto que lo detestamos.
Dumbledore creerá que nos lo hemos inventado para hacer que lo echen. Filch no
nos ayudaría aunque su vida dependiera de ello, es demasiado amigo de Snape y,
mientras más alumnos pueda echar, mejor para él. Y no olvidéis que se supone
que no sabemos nada sobre la Piedra o Fluffy. Serían muchas explicaciones.
Hermione pareció convencida, pero Ron no. —Si investigamos sólo un poco... —No —dijo
Harry en tono terminante—: ya hemos investigado demasiado. Acercó un mapa de
Júpiter a su mesa y comenzó a aprender los nombres de sus lunas. A la mañana
siguiente, llegaron notas para Harry, Hermione y Neville, en la mesa del
desayuno. Eran todas iguales.
“ Vuestro castigo tendrá lugar a las once de la noche. El
señor Filch os espera en el vestíbulo de entrada. Prof M. McGonagall”
-que no sea
lo que pienso- rugio Molly
-porque
tendremos selador muerto- concluyo Lily mirando con furia a Filch que trago
saliva, nadie en su sano juicio hubiera querido estar en los zapatos del
selador
En medio del furor
que sentía por los puntos perdidos, Harry había olvidado que todavía les
quedaban los castigos. De alguna manera esperaba que Hermione se quejara por
tener que perder una noche de estudio, pero la muchacha no dijo una palabra.
Como Harry, sentía que se merecían lo que les tocara. A las once de aquella
noche, se despidieron de Ron en la sala común y bajaron al vestíbulo de entrada
con Neville. Filch ya estaba allí y también Malfoy. Harry también había
olvidado que a Malfoy lo habían condenado a un castigo. —Seguidme —dijo Filch,
encendiendo un farol y conduciéndolos hacia fuera—. Seguro que os lo pensaréis
dos veces antes de faltar a otra regla de la escuela, ¿verdad? —dijo,
mirándolos con aire burlón—. Oh, sí... trabajo duro y dolor son los mejores
maestros, si queréis mi opinión... es una lástima que hayan abandonado los
viejos castigos... colgaros de las muñecas, del techo, unos pocos días. Yo
todavía tengo las cadenas en mi oficina, las mantengo engrasadas por si alguna
vez se necesitan... Bien, allá vamos, y no penséis en escapar, porque será peor
para vosotros si lo hacéis. Marcharon cruzando el oscuro parque. Neville
comenzó a respirar con dificultad. Harry se preguntó cuál sería el castigo que
les esperaba. Debía de ser algo verdaderamente horrible, o Filch no estaría tan
contento. La luna brillaba, pero las nubes la tapaban, dejándolos en la
oscuridad. Delante, Harry pudo ver las ventanas iluminadas de la cabaña de
Hagrid. Entonces oyeron un grito lejano.
-tranquila mi
amor- dijo James- si están con Hagrid estarán bien
-pero como
demonios a ese rematado idiota sin cerebro se le ocurre llevar a cuatro niños,
entre ellos mi hijo al jodido bosque?!- grito enfadada, todos dejaron caer la
mandibula, de la santa y educada boca de Lilian Evans habían salido groserías,
eso era un hecho histórico
-Señortia Evans-
dijo enfadada Minerva
-no me
reprenda porque si usted tuviera un hijo de solo once años y lo abandonan a su
suerte en medio de un bosque lleno de bestias y mosntruos también estaría furiosa-
dijo la pelirroja, y Mcgongall no dijo nada, porque Evans tenia razón
—¿Eres tú, Filch?
Date prisa, quiero empezar de una vez. El corazón de Harry se animó: si iban a
estar con Hagrid, no podía ser tan malo. Su alivio debió aparecer en su cara,
porque Filch dijo: —Supongo que crees que vas a divertirte con ese papanatas,
¿no? Bueno, piénsalo mejor, muchacho... es al bosque adonde iréis y mucho me
habré equivocado si volvéis todos enteros. Al oír aquello, Neville dejó escapar
un gemido y Malfoy se detuvo de golpe. —¿El bosque? —repitió, y no parecía tan
indiferente como de costumbre—. Hay toda clase de cosas allí... dicen que hay
hombres lobo.
Una mirada
complice cruzo los rostros de James, Sirius y Remus, claro que había habido un hombre lobo en el bosque prohibido,
acompañado de un ciervo, un perro y una rata, y por eso estaban tan
preocupados, porque ellos habían visto algunas de las vestían que habitaban el
bosque
Neville se aferró
de la manga de la túnica de Harry y dejó escapar un ruido ahogado. —Eso es
problema vuestro, ¿no? —dijo Filch, con voz radiante—. Tendríais que haber
pensado en los hombres lobo antes de meteros en líos. Hagrid se acercó hacia
ellos, con Fang pegado a los talones. Llevaba una gran ballesta y un carcaj con
flechas en la espalda. —Menos mal —dijo—. Estoy esperando hace media hora.
¿Todo bien, Harry, Hermione? —Yo no sería tan amistoso con ellos, Hagrid —dijo
con frialdad Filch—. Después de todo, están aquí por un castigo. —Por eso
llegáis tarde, ¿no? —dijo Hagrid, mirando con rostro ceñudo a Filch—. ¿Has
estado dándoles sermones? Eso no es lo que tienes que hacer. A partir de ahora,
me hago cargo yo. —Volveré al amanecer —dijo Filch— para recoger lo que quede
de ellos —añadió con malignidad.
-hijo de
perra- bufo Lily pero solo James y Sirius la oyeron
Se dio la vuelta y se encaminó hacia el castillo,
agitando el farol en la oscuridad. Entonces Malfoy se volvió hacia Hagrid. —No
iré a ese bosque —dijo, y Harry tuvo el gusto de notar miedo en su voz. —Lo
harás, si quieres quedarte en Hogwarts —dijo Hagrid con severidad—. Hicisteis
algo mal y ahora lo vais a pagar. —Pero eso es para los empleados, no para los
alumnos. Yo pensé que nos harían escribir unas líneas, o algo así. Si mi padre
supiera que hago esto, él... —Te dirá que es así como se hace en Hogwarts
—gruñó Hagrid—. ¡Escribir unas líneas! ¿Y a quién le serviría eso? Haréis algo
que sea útil, o si no os iréis. Si crees que tu padre prefiere que te expulsen,
entonces vuelve al castillo y coge tus cosas. ¡Vete!
-bien Hagrid-
dijeron los gemelos Prewwet
Malfoy no se movió. Miró con ira a Hagrid, pero luego
bajó la mirada. —Bien, entonces —dijo Hagrid—. Escuchad con cuidado, porque lo
que vamos a hacer esta noche es peligroso y no quiero que ninguno se arriesgue.
Seguidme por aquí, un momento. Los condujo hasta el límite del bosque.
Levantando su farol, señaló hacia un estrecho sendero de tierra, que
desaparecía entre los espesos árboles negros. Una suave brisa les levantó el
cabello, mientras miraban en dirección al bosque. —Mirad allí —dijo Hagrid—.
¿Veis eso que brilla en la tierra? ¿Eso plateado? Es sangre de unicornio.
-¿sangre de
unicornio?- pregunto Tonks haciendo pucheros- ¿Quién mataria un unicornio?-
dijo soltando lagrimas y tenia el cabello gris, para sorpresa de todo el
comedor, Sirius la acuno y le acaricio el cabello con cariño
-tranquila
preciosa, shh ya paso – dijo mientras la abrazaba y la mesia suavemente, los
profesores lo miraban atonitos- al tio no le gusta verte llorar- le seco las
lagrimas con el pulgar, y Tonks lo abrazo
-te quiero
tio- dijo besándole en la mejilla
-tambien te
quiero nymphi, ahora cambia ese color de pelo que pareces una ancianita- Tonks
rio y su pelo se puso rosa y Charlie rio y varios lo miraron
-Sirius no
cambia, Harry y Tonks son sus debilidades- dijo divertido y varios rieron, y
Lily miro con ternura a Sirius
-¿Cuántos años
tiene Tonks en su tiempo?- pregunto James
-29, y
nosotros- dijo Ron señalando a neville, Harry, Hermione y el mismo- tenemos 23
Hay por aquí un unicornio que ha sido malherido por
alguien. Es la segunda vez en una semana. Encontré uno muerto el último
miércoles. Vamos a tratar de encontrar a ese pobrecito herido. Tal vez tengamos
que evitar que siga sufriendo. —¿Y qué sucede si el que hirió al unicornio nos
encuentra a nosotros primero? —dijo Malfoy, incapaz de ocultar el miedo de su
voz. —No hay ningún ser en el bosque que os pueda herir si estáis conmigo o con
Fang —dijo Hagrid—. Y seguid el sendero. Ahora vamos a dividirnos en dos equipos
y seguiremos la huella en distintas direcciones. Hay sangre por todo el lugar,
debieron herirlo ayer por la noche, por lo menos. —Yo quiero ir con Fang —dijo
rápidamente Malfoy, mirando los largos colmillos del perro. —Muy bien, pero te
informo de que es un cobarde —dijo Hagrid—. Entonces yo, Harry y Hermione
iremos por un lado y Draco, Neville y Fang, por el otro.
-¿lo dejaste
solo con un perro?- grito fuera de si Mafoy, cosa rara porque el era frio y
indiferente
-nadie mato a
Draco si es lo que te preocupa, pero el Voldemort que tu idolatras, fue el que
mando a morir a tu hijo, yo que tu rebiso las lealtades, porque los mortifagos
nunca ganaran nada- dijo Harry
-¡mentira!-
grito Bellatrix- el señor tenebroso…
-por mas que
Voldemort hubiese ganado la guerra, los mortifagos perderían, el le tiene tanto
cariño a sus amigos como a sus enemigos- dijo firmemente, y varios mortifagos
se pusieron a pensar…
-Señor Filch-
dijo Albus- escolte a Slytheryn fuera del comedor
-disculpe
profesor- interrumpio Hermione- hay algunas personas que deben quedarse, Lucius
Malfoy, Narcissa Black y Severus Snape
-de acuerdo
señorita Granger- Lucius, Narcissa y Severus quédense, los demás vayan a su
sala común- con varios reproches y groserías, especialmente de Bellatrix, las
serpientes fueron sacadas del comedor
Si alguno encuentra al unicornio, debe enviar chispas
verdes, ¿de acuerdo? Sacad vuestras varitas y practicad ahora... está bien... Y
si alguno tiene problemas, las chispas serán rojas y nos reuniremos todos...
así que tened cuidado... en marcha. El bosque estaba oscuro y silencioso.
Después de andar un poco, vieron que el sendero se bifurcaba. Harry, Hermione y
Hagrid fueron hacia la izquierda y Malfoy, Neville y Fang se dirigieron a la
derecha. Anduvieron en silencio, con la vista clavada en el suelo. De vez en
cuando, un rayo de luna a través de las ramas iluminaba una mancha de sangre
azul plateada entre las hojas caídas. Harry vio que Hagrid parecía muy
preocupado. —¿Podría ser un hombre lobo el que mata los unicornios? —preguntó
Harry
-Harry- dijo
Remus sorprendido por lo bajo
-lo siento,
no lo sabia todavía, yo me los imaganaba como en las películas muggles- explico
y Remus le sonrio
—No son bastante rápidos —dijo Hagrid—. No es tan fácil
cazar un unicornio, son criaturas poderosamente mágicas. Nunca había oído que
hubieran hecho daño a ninguno. Pasaron por un tocón con musgo. Harry podía oír
el agua que corría: debía de haber un arroyo cerca. Todavía había manchas de
sangre de unicornio en el serpenteante sendero. —¿Estás bien, Hermione?
—susurró Hagrid—. No te preocupes, no puede estar muy lejos si está tan
malherido, y entonces podremos... ¡PONEOS DETRÁS DE ESE ÁRBOL!
El comedor
contuvo el aliento
Hagrid cogió a Harry y Hermione y los arrastró fuera del
sendero, detrás de un grueso roble. Sacó una flecha, la puso en su ballesta y
la levantó, lista para disparar. Los tres escucharon. Alguien se deslizaba
sobre las hojas secas. Parecía como una capa que se arrastrara por el suelo.
Hagrid miraba hacia el sendero oscuro pero, después de unos pocos segundos, el
sonido se alejó. —Lo sabía —murmuró—. Aquí hay alguien que no debería estar.
—¿Un hombre lobo? —sugirió Harry.
-y dale con
los hombre lobo- dijo Marlene y todos rieron, alivianando la tensión
—Eso no era un
hombre lobo, ni tampoco un unicornio —dijo Hagrid con gesto sombrío—. Bien,
seguidme, pero tened cuidado. Anduvieron más lentamente, atentos a cualquier
ruido. De pronto, en un claro un poco más adelante, algo se movió visiblemente.
—¿Quién está ahí? —gritó Hagrid—. ¡Déjese ver... estoy armado! Y apareció en el
claro... ¿era un hombre o un caballo? De la cintura para arriba, un hombre, con
pelo y barba rojizos, pero por debajo, el cuerpo de pelaje zaino de un caballo,
con una cola larga y rojiza.
-un centauro-
dijo Lily
Harry y Hermione se quedaron boquiabiertos. —Oh, eres tú,
Ronan —dijo aliviado Hagrid—. ¿Cómo estás? Se acercó y estrechó la mano del
centauro. —Que tengas buenas noches, Hagrid —dijo Ronan. Tenía una voz profunda
y acongojada—. ¿Ibas a dispararme? —Nunca se es demasiado cuidadoso —dijo
Hagrid, tocando su ballesta—. Hay alguien muy malvado, perdido en este bosque.
Ah, éste es Harry Potter y ella es Hermione Granger. Ambos son alumnos del
colegio. Y él es Ronan. Es un centauro. —Nos hemos dado cuenta —dijo débilmente
Hermione. —Buenas noches —los saludó Ronan—. ¿Estudiantes, no? ¿Y aprendéis
mucho en el colegio? —Eh... —Un poquito —dijo con timidez Hermione.
Todos rieron
divertidos, incluendo Harry y Ron
-no puedo
creer que dijeras eso- dijo divertido Charlie
—Un poquito.
Bueno, eso es algo. —Ronan suspiró. Torció la cabeza y miró hacia el cielo—.
Esta noche, Marte está brillante.
-oh por dios-
dijo Lily llevándose las manos al pecho
-¿Qué pasa
cielo?
-marte
brilla- dijo palida
-¿sabes
hablar centauro?- comento Sirius y James lo cayo
-si..significa
guerra, y sangre, y perdidas, Martes es guerra y si brilla es porque se
avecina- dijo la pelirroja
-increible-comentaron
mucho, entre sorprendidos porque Lily “hablara centauro” y temerosos por la
nueva guerra
—Ajá —dijo Hagrid,
lanzándole una mirada—. Escucha, me alegro de haberte encontrado, Ronan, porque
hay un unicornio herido. ¿Has visto algo? Ronan no respondió de inmediato. Se
quedó con la mirada clavada en el cielo, sin pestañear, y suspiró otra vez.
—Siempre los inocentes son las primeras víctimas —dijo—. Ha sido así durante
los siglos pasados y lo es ahora. —Sí —dijo Hagrid—. Pero ¿has visto algo,
Ronan? ¿Algo desacostumbrado? —Marte brilla mucho esta noche —repitió Ronan,
mientras Hagrid lo miraba con impaciencia—. Está inusualmente brillante. —Sí,
claro, pero yo me refería a algo inusual que esté un poco más cerca de nosotros
—dijo Hagrid
Varios
esbozaron pequeñas sonrisas
—. Entonces ¿no has visto nada extraño? Otra vez, Ronan
se tomó su tiempo para contestar. Hasta que, finalmente, dijo: —El bosque
esconde muchos secretos. Un movimiento en los árboles detrás de Ronan hizo que
Hagrid levantara de nuevo su ballesta, pero era sólo un segundo centauro, de
cabello y cuerpo negro y con aspecto más salvaje que Ronan. —Hola, Bane —saludó
Hagrid—. ¿Qué tal? —Buenas noches, Hagrid, espero que estés bien. —Sí, gracias.
Mira, le estaba preguntando a Ronan si había visto algo extraño últimamente.
Han herido a un unicornio. ¿Sabes algo sobre eso? Bane se acercó a Ronan. Miró
hacia el cielo. —Esta noche Marte brilla mucho —dijo simplemente. —Eso dicen
—dijo Hagrid de malhumor
Varios rieron
y eso desestreso un poco el ambiente
—. Bueno, si alguno ve algo, me avisáis, ¿de acuerdo?
Bueno, nosotros nos vamos. Harry y Hermione lo siguieron, saliendo del claro y
mirando por encima del hombro a Ronan y Bane, hasta que los árboles los
taparon. —Nunca —dijo irritado Hagrid— tratéis de obtener una respuesta directa
de un centauro. Son unos malditos astrólogos. No se interesan por nada más cercano
que la luna. —¿Y hay muchos de ellos aquí? —preguntó Hermione. —Oh, unos pocos
más... Se mantienen apartados la mayor parte del tiempo, pero siempre aparecen
si quiero hablar con ellos. Los centauros tienen una mente profunda... saben
cosas... pero no dicen mucho. —¿Crees que era un centauro el que oímos antes?
—dijo Harry. —¿Te pareció que era ruido de cascos? No, en mi opinión, eso era
lo que está matando a los unicornios... Nunca he oído algo así. Pasaron a
través de los árboles oscuros y tupidos. Harry seguía mirando por encima de su
hombro, con nerviosismo. Tenía la desagradable sensación de que los vigilaban.
Estaba muy contento de que Hagrid y su ballesta fueran con ellos. Acababan de
pasar una curva en el sendero cuando Hermione se aferró al brazo de Hagrid.
—¡Hagrid! ¡Mira! ¡Chispas rojas, los otros tienen problemas!
-oh!- dijo
Narcissa (aclaración: ella sabe que se casara con Lucius, por lo cual sabe que
Draco es su hijo) –le harán daño a Draco- dijo temblando y para sorpresa de
todos malfoy la abrazo
-¡neville
esta con el!- dijo Alice nerviosa
-¡y Fang!-
agrego Sirius, y todos lo miraron confundidos- ¿Qué? ¡alguien tiene que
preocuparse por el perro!
—¡Vosotros esperad aquí! —gritó Hagrid—. ¡Quedaos en el
sendero, volveré a buscaros! Lo oyeron alejarse y se miraron uno al otro, muy
asustados, hasta que ya no oyeron más que las hojas que se movían alrededor.
—¿Crees que les habrá pasado algo? —susurró Hermione. —No me importará si le ha
pasado algo a Malfoy, pero si le sucede algo a Neville... está aquí por nuestra
culpa. Los minutos pasaban lentamente. Les parecía que sus oídos eran más
agudos que nunca. Harry detectaba cada ráfaga de viento, cada ramita que se
rompía. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Dónde estaban los otros? Por fin, un ruido de
pisadas crujientes les anunció el regreso de Hagrid. Malfoy, Neville y Fang
estaban con él. Hagrid estaba furioso. Malfoy se había escondido detrás de
Neville y, en broma, lo había cogido. Neville se aterró y envió las chispas.
Todos
soltaron suspiros de alivio
—Vamos a necesitar mucha suerte para encontrar algo,
después del alboroto que habéis hecho. Bueno, ahora voy a cambiar los grupos...
Neville, tú te quedas conmigo y Hermione. Harry, tú vas con Fang y este idiota.
Lo siento —añadió en un susurro dirigiéndose a Harry— pero a él le va a costar
mucho asustarte y tenemos que terminar con esto. Así que Harry se internó en el
corazón del bosque, con Malfoy y Fang. Anduvieron cerca de media hora,
internándose cada vez más profundamente, hasta que el sendero se volvió casi
imposible de seguir, porque los árboles eran muy gruesos. Harry pensó que la
sangre también parecía más espesa. Había manchas en las raíces de los árboles,
como si la pobre criatura se hubiera arrastrado en su dolor.
-oh
pobrecito- dijo una niña de Hufflepuff
Harry pudo ver un
claro, más adelante, a través de las enmarañadas ramas de un viejo roble.
—Mira... —murmuró, levantando un brazo para detener a Malfoy Algo de un blanco
brillante relucía en la tierra. Se acercaron más. Sí, era el unicornio y estaba
muerto. Harry nunca había visto nada tan hermoso y tan triste. Sus largas patas
delgadas estaban dobladas en ángulos extraños por su caída y su melena color
blanco perla se desparramaba sobre las hojas oscuras.
Algunas niñas
lloraron entre ellas Dorcas y Tonks, que volvió a ser acurrucada por Sirius
Harry había dado un paso hacia el unicornio, cuando un
sonido de algo que se deslizaba lo hizo congelarse en donde estaba. Un arbusto
que estaba en el borde del claro se agitó... Entonces, de entre las sombras,
una figura encapuchada se acercó gateando, como una bestia al acecho. Harry,
Malfoy y Fang permanecieron paralizados. La figura encapuchada llegó hasta el
unicornio, bajó la cabeza sobre la herida del animal y comenzó a beber su
sangre. —¡AAAAAAAAAAAAAH! Malfoy dejó escapar un terrible grito y huyó... lo
mismo que Fang. La figura encapuchada levantó la cabeza y miró directamente a
Harry. La sangre del unicornio le chorreaba por el pecho.
-oh
por merlin! Que no le pase nada- decía Lily desesperada, James quería consolarla
pero estaba igual de nervioso que ella, tanto como Sirius, Remus, Molly,
Minerva y Albus, este ultimo con mas temor porque suponía lo que estaba pasando
Se puso de pie y se acercó rápidamente hacia él... Harry
estaba paralizado de miedo. Entonces, un dolor le perforó la cabeza, algo que
nunca había sentido, como si la cicatriz estuviera incendiándose. Casi sin
poder ver, retrocedió. Oyó cascos galopando a sus espaldas, y algo saltó
limpiamente y atacó a la figura. El dolor de cabeza era tan fuerte que Harry
cayó de rodillas. Pasaron unos minutos antes de que se calmara. Cuando levantó
la vista, la figura se había ido. Un centauro estaba ante él. No era ni Ronan
ni Bane: éste parecía más joven, tenía cabello rubio muy claro, cuerpo pardo y
cola blanca. —¿Estás bien? —dijo el centauro, ayudándolo a ponerse de pie.
—Sí... gracias... ¿qué ha sido eso? El centauro no contestó. Tenía ojos
asombrosamente azules, como pálidos zafiros. Observó a Harry con cuidado,
fijando la mirada en la cicatriz que se veía amoratada en la frente de Harry.
—Tú eres el chico Potter —dijo—. Es mejor que regreses con Hagrid. El bosque no
es seguro en esta época en especial para ti. ¿Puedes cabalgar?
-¿tu
cabalgaste un centauro?- dijo sorprendido
Sirius
-eso es un
hecho hsitorico- dijo Hagrid- los centauros no se dejan montar por humanos,
nunca conoci a nadie que hubiese montado un centauro
Así será más rápido... Mi nombre es Firenze —añadió,
mientras bajaba sus patas delanteras, para que Harry pudiera montar en su lomo.
Del otro lado del claro llegó un súbito ruido de cascos al galope. Ronan y Bane
aparecieron velozmente entre los árboles, resoplando y con los flancos sudados.
—¡Firenze! —rugió Bane—. ¿Qué estás haciendo? Tienes un humano sobre el lomo!
¿No te da vergüenza? ¿Es que eres una mula ordinaria? —¿Te das cuenta de quién
es? —dijo Firenze—. Es el chico Potter. Mientras más rápido se vaya del bosque,
mejor. —¿Qué le has estado diciendo? —gruñó Bane—. Recuerda, Firenze, juramos
no oponernos a los cielos. ¿No has leído en el movimiento de los planetas lo
que sucederá? Ronan dio una patada en el suelo con nerviosismo. —Estoy seguro
de que Firenze pensó que estaba obrando lo mejor posible —dijo, con voz
sombría. También Bane dio una patada, enfadado. —¡Lo mejor posible! ¿Qué tiene
eso que ver con nosotros? ¡Los centauros debemos ocuparnos de lo que está
vaticinado! ¡No es asunto nuestro el andar como burros buscando humanos
extraviados en nuestro bosque! De pronto, Firenze levantó las patas con furia y
Harry tuvo que aferrarse para no caer. —¿No has visto ese unicornio? —preguntó
Firenze a Bane—. ¿No comprendes por qué lo mataron? ¿O los planetas no te han
dejado saber ese secreto? Yo me lanzaré contra el que está al acecho en este
bosque, con humanos sobre mi lomo si tengo que hacerlo.
-¡eso es
Firenze!- gritaron todos en el comedor
Y Firenze partió rápidamente, con Harry sujetándose lo
mejor que podía, y dejó atrás a Ronan y Bane, que se internaron entre los
árboles. Harry no entendía lo sucedido. —¿Por qué Bane está tan enfadado?
—preguntó—. Y a propósito, ¿qué era esa cosa de la que me salvaste? Firenze
redujo el paso y previno a Harry que tuviera la cabeza agachada, a causa de las
ramas, pero no contestó. Siguieron andando entre los árboles y en silencio,
durante tanto tiempo que Harry creyó que Firenze no volvería a hablarle. Sin
embargo, cuando llegaron a un lugar particularmente tupido, Firenze se detuvo.
—Harry Potter, ¿sabes para qué se utiliza la sangre de unicornio? —No —dijo
Harry, asombrado por la extraña pregunta—. En la clase de Pociones solamente
utilizamos los cuernos y el pelo de la cola de unicornio. —Eso es porque matar
un unicornio es algo monstruoso —dijo Firenze—. Sólo alguien que no tenga nada
que perder y todo para ganar puede cometer semejante crimen. La sangre de
unicornio te mantiene con vida, incluso si estás al borde de la muerte, pero a
un precio terrible. Si uno mata algo puro e indefenso para salvarse a sí mismo,
conseguirá media vida, una vida maldita, desde el momento en que la sangre
toque sus labios.
-¡que
horror!- dijo Marlene
Harry clavó la mirada en la nuca de Firenze, que parecía
de plata a la luz de la luna. —Pero ¿quién estaría tan desesperado? —se
preguntó en voz alta—. Si te van a maldecir para siempre, la muerte es mejor,
¿no? —Es así —dijo Firenze— a menos que lo único que necesites sea mantenerte
vivo el tiempo suficiente para beber algo más, algo que te devuelva toda tu
fuerza y poder, algo que haga que nunca mueras. ¿Harry Potter, sabes qué está
escondido en el colegio en este preciso momento? —¡La Piedra Filosofal! ¡Por
supuesto... el Elixir de Vida!
-excelente,
agil, inteligente, astuto y valiente, será uno de los mejores aurores
conocidos- pensaba Alastor
Pero no entiendo quién... —¿No puedes pensar en nadie que
haya esperado muchos años para regresar al poder, que esté aferrado a la vida,
esperando su oportunidad? Fue como si un puño de hierro cayera súbitamente
sobre la cabeza de Harry. Por encima del ruido del follaje, le pareció oír una
vez más lo que Hagrid le había dicho la noche en que se conocieron: «Algunos
dicen que murió. En mi opinión, son tonterías. No creo que le quede lo
suficiente de humano como para morir». —¿Quieres decir —dijo con voz ronca
Harry— que era Vol...? —¡Harry! Harry, ¿estás bien? Hermione corría hacia ellos
por el sendero, con Hagrid resoplando detrás. —Estoy bien —dijo Harry, casi sin
saber lo que contestaba—. El unicornio está muerto, Hagrid, está en ese claro
de atrás. —Aquí es donde te dejo —murmuró Firenze, mientras Hagrid corría a
examinar al unicornio—. Ya estás a salvo. Harry se deslizó de su lomo. —Buena
suerte, Harry Potter —dijo Firenze—. Los planetas ya se han leído antes
equivocadamente, hasta por centauros. Espero que ésta sea una de esas veces. Se
volvió y se internó en lo más profundo del bosque, dejando a Harry temblando.
Ron se había quedado dormido en la oscuridad de la sala común, esperando a que
volvieran.
-es lo que
hace un buen amigo- dijo Sirius mirando con cariño a Remus, cuantas veces el
castaño se había quedado horas esperándolos, cuando eran castigados
Cuando Harry lo sacudió para despertarlo, gritó algo
sobre una falta en quidditch. Sin embargo, en unos segundos estaba con los ojos
muy abiertos, mientras Harry les contaba, a él y a Hermione, lo que había
sucedido en el bosque. Harry no podía sentarse. Se paseaba de un lado al otro,
ante la chimenea. Todavía temblaba. —Snape quiere la piedra para Voldemort... y
Voldemort está esperando en el bosque... ¡Y todo el tiempo pensábamos que Snape
sólo quería ser rico!
-y dale
conmigo- bufo Snape
—¡Deja de decir el nombre! —dijo Ron, en un aterrorizado
susurro, como si pensara que Voldemort pudiera oírlos. Harry no lo escuchó.
—Firenze me salvó, pero no debía haberlo hecho... Bane estaba furioso...
Hablaba de interferir en lo que los planetas dicen que sucederá... Deben decir
que Voldemort ha vuelto... Bane piensa que Firenze debió dejar que Voldemort me
matara. Supongo que eso también está escrito en las estrellas.
-Señor Potter
me sorprende- dijo Minerva- con solo 11 años habla con mas madurez de la muerte
que muchos adultos
—¿Quieres dejar de
repetir el nombre? —dijo Ron. —Así que lo único que tengo que hacer es esperar
que Snape robe la Piedra —continuó febrilmente Harry—.. Entonces Voldemort
podrá venir y terminar conmigo... Bueno, supongo que Bane estará contento.
Hermione parecía muy asustada, pero tuvo una palabra de consuelo. —Harry, todos
dicen que Dumbledore es al único al que Quien-tú-sabes siempre ha temido. Con
Dumbledore por aquí, Quien-tú-sabes no te tocará. De todos modos, ¿quién puede
decir que los centauros tienen razón? A mí me parecen adivinos y la profesora
McGonagall dice que ésa es una rama de la magia muy inexacta. El cielo ya
estaba claro cuando terminaron de hablar. Se fueron a la cama agotados, con las
gargantas secas. Pero las sorpresas de aquella noche no habían terminado.
Cuando Harry abrió la cama encontró su capa invisible, cuidadosamente doblada.
Tenía sujeta una nota: Por las dudas.
-fin del capitulo- anuncio Molly
-según tengo entendido ya estaríamos terminando el primer
libro verdad?- pregunto Minerva
-si, deben quedar dos o tres capítulos- dijo Harry
-terminaremos el libro y luego cenarenos, antes que el señor
Black, los señores Potter y el señor Weasley mueran de lo que ellos consideran
inanición- varios soltaron risitas pero estaban ansiosos por leer mas…
hola, he leído todos los capítulos el día de hoy, me encanta!!! Estuve leyendo tu fic de potterfics y de ahí leí la nota de que tenías este otro, inmediatamente lo abrí y wow, realmente me encanta, ojalá y hagas lo mismo con todos los libros, realmente no me importaría volver a leerlos desde este nuevo enfoque, sigue así me agrada mucho ^.^ por cierto soy Heremonie en potterfics
ResponderEliminarclaro voy a hacer todos los libros de la saga :D que suerte que te gusten mis historias :) besotes, y mañana supo otro capii a esta historia.
ResponderEliminarMerodeadoraSB
hola yo ya habia comentado 1 o 2 capitulos antes y se me habia olvidado decirte que soy potterjyj en potterfics y a ti te debo que haya conocido el mundo de los fics ya que un dia yo estaba aburrida y busque '' simplemente amo a sirius blak'' y me aparecio tu historia
ResponderEliminarbesos
me encantan las historias en las que se leen los libros pero no todas son buenas y he de decir que esta me encanta<3 sigue por favor
ResponderEliminarDios, todavía me sigue acelerando el corazón este capitulo, no importa cuantas veces lo lea
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