martes, 14 de agosto de 2012

Leyendo Harry Potter y la piedra filosofal- cap 15


Aclaracion: Bueno todos los personajes y los libros que leen pertenecen a la genialisima JK Rowling ¿ok? yo solo lo traspaso a un blog para que puedan leerlo de una manera diferente con las intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a ella.
Espero Disfruten, son un poco largos, pero en cada actualizacion subo un capitulo entero.

Harry Potter y la piedra filosofal

Capitulo XV: "El bosque prohibido"

-¿hermanita quieres leer?- pregunto Fabian a Molly
-claro- dijo ella, tomo el libro- el capitulo se llama…-palidecio
-Molls como se llama el capitulo?- pregunto Arthur
-e…el bosque prohibido- dijo ella nerviosa
-¿harry tu..?- pregunto James asustado
-es muy peligroso- dijo enfadado, para sorpresa de todos, Sirius- ¿en que pensanban?
-te sorprendería las veces que hemos estado en el bosque prohibido- dijo Hermione
-y siempre intenta asesinarnos algún tipo de criatura- dijo Ron temeroso
-pero sobrevivimos- dijo Harry mirando a la mayoría en el comedor, en especial a sus padres
-por poco- agrego el pelirrojo-igual esa vez nos obligaron a ir- le explico a su madre
-¿Quién los obligo?- pregunto Lily enfadadísima
-lean el capitulo y lo sabran- dijo Hermione y Molly comenzó a leer…
Las cosas no podían haber salido peor. Filch los llevó al despacho de la profesora McGonagall, en el primer piso, donde se sentaron a esperar; sin decir una palabra. Hermione temblaba. Excusas, disculpas y locas historias cruzaban la mente de Harry, cada una más débil que la otra.
-tranquilo cachorro- dijo Sirius- nosotros te enseñaremos
 No podía imaginar cómo se iban a librar del problema aquella vez. Estaban atrapados. ¿Cómo podían haber sido tan estúpidos para olvidar la capa? No había razón en el mundo para que la profesora McGonagall aceptara que habían estado vagando durante la noche, para no mencionar la torre más alta de Astronomía, que estaba prohibida, salvo para las clases.
-las cosas que yo he hecho en la torre de astronomía- suspiro Sirius y todos rieron
Si añadía a todo eso Norberto y la capa invisible, ya podían empezar a hacer las maletas.
-igual de trágico  que James- dijo Remus y Lily lo miro interrogante
-¿James es tragico? No lo creo- dijo la pelirroja
-si porque tu no lo escuchabas luego de rechazarlo- dijo Sirius- “Lily no me quiere, me odia, como no va odiarme, miren lo patético que soy, merlin el mundo es cruel”- cito Sirius
-y no te olvides cuando Lily dijo que saldría con el calamar gigante antes que con James, se paso dos semanas diciendo “¿Qué tiene ese calamar que no tenga yo?”
-y.. el “ voy a suicidarme, lo hare, no quiero vivir sin mi pelirroja, tal vez algún dia se acuerde de mi y me lleve una flor”
James estaba rojo como el cabello de un weasley, en cambio Lily lo miraba enternecido
-que dulce- murmuro antes de darle mucho besos, James pensó…todo el dolor valio la pena, mientras abrazaba a su pelirroja
 ¿Harry pensaba que las cosas no podían estar peor? Estaba equivocado. Cuando la profesora McGonagall apareció, llevaba a Neville. —¡Harry! —estalló Neville en cuanto los vio—. Estaba tratando de encontrarte para prevenirte, oí que Malfoy decía que iba a atraparte, dijo que tenías un drag... Harry negó violentamente con la cabeza, para que Neville no hablara más, pero la profesora McGonagall lo vio. Lo miró como si echara fuego igual que Norberto y se irguió, amenazadora, sobre los tres.
-oh oh Mcgonagall esta enojada- dijo Alice
-tendran problemas- dijo Marlene
-¿Neville tu saliste en medio de la noche solo para advertirles a tus amigos que querían delatarlos?- dijo Frank y Neville asintió- me enorgulleces hijo- Neville sonrio anchamente, toda su vida había sido basada en su ilusión de enorgullecer a sus padres
 —Nunca lo habría creído5 de ninguno de vosotros. El señor Filch dice que estabais en la torre de Astronomía. Es la una de la mañana. Quiero una explicación. Ésa fue la primera vez que Hermione no pudo contestar a una pregunta de un profesor. Miraba fijamente sus zapatillas, tan rígida como una estatua.
Hermione se ruborizo
-tranquila cielo- dijo Lily- me ha pasado
-¿te han castigado?- pregunto sorprendido James
-una que otra vez- dijo Lily encogiéndose de hombros
 —Creo que tengo idea de lo que sucedió —dijo la profesora McGonagall—. No hace falta ser un genio para descubrirlo. Te inventaste una historia sobre un dragón para que Draco Malfoy saliera de la cama y se metiera en líos. Te he atrapado. Supongo que te habrá parecido divertido que Longbottom oyera la historia y también la creyera, ¿no? Harry captó la mirada de Neville y trató de decirle, sin palabras, que aquello no era verdad, porque Neville parecía asombrado y herido. Pobre mete-patas Neville, Harry sabía lo que debía de haberle costado buscarlos en la oscuridad, para prevenirlos
-bastante, pero eres buen amigo- dijo Neville- porque si con todos esos problemas tuyos, todavía te fijabas si algo de lo que decía la profesora me heria- Harry le sonrio y Lily y Alcie se miraron sonrientes
 —Estoy disgustada —dijo la profesora McGonagall—. Cuatro alumnos fuera de la cama en una noche. ¡Nunca he oído una cosa así!
-¿y nosotros?- dijeron indignados los merodeadores- ¿por cierto donde esta Peter?- pregunto James mirando hacia todos lados, el trio gruño, pero nadie parecio notarlo, excepto Sirius pero no dijo nada
-me dijo que se hiria a lo de su madre porque estaba enferma- dijo Remus y James se encogio de hombros- sigamos leyendo
 Tu, Hermione Granger, pensé que tenías más sentido común. Y tú, Harry Potter... Creía que Gryffindor significaba más para ti.
-golpe bajo- dijeron varios
 Los tres sufriréis castigos... Sí, tú también, Longbottom, nada te da derecho a dar vueltas por el colegio durante la noche, en especial en estos días: es muy peligroso y se os descontarán cincuenta puntos de Gryffindor. —¿Cincuenta? —resopló Harry. Iban a perder el primer puesto, lo que había ganado en el último partido de quidditch. —Cincuenta puntos cada uno —dijo la profesora McGonagall, resoplando a través de su nariz puntiaguda.
-Profesora, me parece que se le fue la mano- dijo Lily
-no me parece tan grave- agrego James, ante la mirada de la profesora dijo- que le quitara 30 puntos o incluso 40, pero 150 puntos? – Minerva no dijo nada
—Profesora... por favor... —Usted, usted no... —No me digas lo que puedo o no puedo hacer; Harry Potter. Ahora, volved a la cama, todos. Nunca me he sentido tan avergonzada de alumnos de Gryffindor. Ciento cincuenta puntos perdidos. Eso situaba a Gryffindor en el último lugar. En una noche, habían acabado con cualquier posibilidad de que Gryffindor ganara la copa de la casa. Harry sentía como si le retorcieran el estómago. ¿Cómo podrían arreglarlo? Harry no durmió aquella noche. Podía oír el llanto de Neville, que duró horas.
-pobrecito mi niño- dijo Alice abrazando a Neville- fue muy injusta profesora
 No se le ocurría nada que decir para consolarlo. Sabía que Neville, como él mismo, tenía miedo de que amaneciera. ¿Qué sucedería cuando el resto de los de Gryffindor descubrieran lo que ellos habían hecho? Al principio, los Gryffindors que pasaban por el gigantesco reloj de arena, que informaba de la puntuación de la casa, pensaron que había un error. ¿Cómo iban a tener; súbitamente, ciento cincuenta puntos menos que el día anterior? Y luego, se propagó la historia. Harry Potter; el famoso Harry Potter, el héroe de dos partidos de quidditch, les había hecho perder todos esos puntos, él y otros dos estúpidos de primer año.
-nos decepciona profesora- dijeron Sirius y Remus, y Minerva comenzaba a sentirse mal
-Lo siento- le dijo mirando a los chicos- en el futuro si eso ocurre, que espero no ocurra, no les quitare mas de 50 puntos ¿de acuerdo?- dijo la profesora
-gracias- dijeron Harry, Hermione y Neville
- ahora- agrego Sirius- si quieres quitarle los otros 100 a Malfoy no nos oponemos
-no tiente a la suerte señor Black
De ser una de las personas más populares y admiradas del colegio, Harry súbitamente era el más detestado. Hasta los de Ravenclaw y Hufflepuff le giraban la cara, porque todos habían deseado ver a Slytherin perdiendo la copa. Por dondequiera que Harry pasara, lo señalaban con el dedo y no se molestaban en bajar la voz para insultarlo. Los de Slytherin, por su parte, lo aplaudían y lo vitoreaban, diciendo: «¡Gracias, Potter; te debemos una!». Sólo Ron lo apoyaba.
-eso es nuestro sobrino-  dijeron Gideon y Fabian
-haces lo correcto cielo, me enorgulleces- dijo Molly
 —Se olvidarán en unas semanas. Fred y George han perdido puntos muchas veces desde que están aquí y la gente los sigue apreciando. —Pero nunca perdieron ciento cincuenta puntos de una vez, ¿verdad? —dijo Harry tristemente. —Bueno... no —admitió Ron. Era un poco tarde para reparar los daños, pero Harry se juró que, de ahí en adelante, no se metería en cosas que no eran asunto suyo.
-¿realmente crees que siendo hijo de este- dijo Lily señalando a James- ahijado de este otro- señalando a sirius- y sobrino de aquel- señalando a Remus- dejaras de meterte en problemas? Hijo lo llevas en la sangre, además yo estoy orgullosa de que ayudaras a HAgrid, no importa cuantos castigos tengas si es para ayudar un amigo- dijo la pelirroja sonriéndole y Harry se sintió muy bien
Todo había sido por andar averiguando y espiando. Se sentía tan avergonzado que fue a ver a Wood y le ofreció su renuncia.
-¿Qué tu que?- gritaron James y Sirius
 —¿Renunciar? —exclamó Wood—. ¿Qué ganaríamos con eso? ¿Cómo vamos a recuperar puntos si no podemos jugar al quidditch? Pero hasta el quidditch había perdido su atractivo. El resto del equipo no le hablaba durante el entrenamiento, y si tenían que hablar de él lo llamaban «el buscador».
-¿tus hermanos también?- pregunto Sirius, y Ron asintió- que pena, los consideraba nuestros sucesores en bromas, pero nosotros no le daríamos la espalda a un amigo
 Hermione y Neville también sufrían. No pasaban tantos malos ratos como Harry porque no eran tan conocidos, pero nadie les hablaba. Hermione había dejado de llamar la atención en clase, y se quedaba con la cabeza baja, trabajando en silencio. Harry casi estaba contento de que se aproximaran los exámenes. Las lecciones que tenía que repasar alejaban sus desgracias de su mente. Él, Ron y Hermione se quedaban juntos, trabajando hasta altas horas de la noche, tratando de recordar los ingredientes de complicadas pociones, aprendiendo de memoria hechizos y encantamientos y repitiendo las fechas de descubrimientos mágicos y rebeliones de los gnomos. Y entonces, una semana antes de que empezaran los exámenes, las nuevas resoluciones de Harry de no interferir en nada que no le concerniera sufrieron una prueba inesperada.
-tienes instinto Potter, con eso se nace,  y me alegro que tu seas quien maneje a los Aurors y no un imbesil- dijo Alastor
Una tarde que salía solo de la biblioteca oyó que alguien gemía en un aula que estaba delante de él. Mientras se acercaba, oyó la voz de Quirrell. —No... no... otra vez no, por favor... Parecía que alguien lo estaba amenazando. Harry se acerco. —Muy bien... muy bien. —Oyó que Quirrell sollozaba.
-ese profesor es extraño- dijo Lily
 Al segundo siguiente, Quirrell salió apresuradamente del aula, enderezándose el turbante. Estaba pálido y parecía a punto de llorar. Desapareció de su vista y Harry pensó que ni siquiera lo había visto. Esperó hasta que dejaron de oírse los pasos de Quirrell y entonces inspeccionó el aula.
-¿Cómo era? ¿no investigarias?...-dijo Ron riendo
-no puedo evitarlo- dijo el ojiverde
Parecía vacía, pero la puerta del otro extremo estaba entreabierta. Harry estaba a mitad de camino, cuando recordó que se había prometido no meterse en lo que no le correspondía. Al mismo tiempo, habría apostado doce Piedras Filosofales a que Snape acababa de salir del aula y, por lo que Harry había escuchado, Snape debería estar de mejor humor... Quirrell parecía haberse rendido finalmente. Harry regresó a la biblioteca, en donde Hermione estaba repasándole Astronomía a Ron. Harry les contó lo que había oído. —¡Entonces Snape lo hizo! —dijo Ron—. Si Quirrell le dijo cómo romper su encantamiento anti-Fuerzas Oscuras... —Pero todavía queda Fluffy —dijo Hermione. —Tal vez Snape descubrió cómo pasar ante él sin preguntarle a Hagrid —dijo Ron, mirando a los miles de libros que los rodeaban—. Seguro que por aquí hay un libro que dice cómo burlar a un perro gigante de tres cabezas. ¿Qué vamos a hacer, Harry?
-Ir con Dumbledore- apunto Remus y Lily asintió
La luz de la aventura brillaba otra vez en los ojos de Ron, pero Hermione respondió antes de que Harry lo hiciera. —Ir a ver a Dumbledore. Eso es lo que debimos hacer hace tiempo. Si se nos ocurre algo a nosotros solos, con seguridad vamos a perder. —¡Pero no tenemos pruebas! —exclamó Harry—. Quirrell está demasiado atemorizado para respaldarnos. Snape sólo tiene que decir que no sabía cómo entró el trol en Halloween y que él no estaba cerca del tercer piso en ese momento. ¿A quién pensáis que van a creer, a él o a nosotros?
-Harry…-dijo Albus
-si lo se, si me hubiese escuchado, pero en ese entonces yo lo había visto solo una o dos veces y no lo conocía- dijo Harry
No es exactamente un secreto que lo detestamos. Dumbledore creerá que nos lo hemos inventado para hacer que lo echen. Filch no nos ayudaría aunque su vida dependiera de ello, es demasiado amigo de Snape y, mientras más alumnos pueda echar, mejor para él. Y no olvidéis que se supone que no sabemos nada sobre la Piedra o Fluffy. Serían muchas explicaciones. Hermione pareció convencida, pero Ron no. —Si investigamos sólo un poco... —No —dijo Harry en tono terminante—: ya hemos investigado demasiado. Acercó un mapa de Júpiter a su mesa y comenzó a aprender los nombres de sus lunas. A la mañana siguiente, llegaron notas para Harry, Hermione y Neville, en la mesa del desayuno. Eran todas iguales.
“ Vuestro castigo tendrá lugar a las once de la noche. El señor Filch os espera en el vestíbulo de entrada. Prof M. McGonagall”
-que no sea lo que pienso- rugio Molly
-porque tendremos selador muerto- concluyo Lily mirando con furia a Filch que trago saliva, nadie en su sano juicio hubiera querido estar en los zapatos del selador
 En medio del furor que sentía por los puntos perdidos, Harry había olvidado que todavía les quedaban los castigos. De alguna manera esperaba que Hermione se quejara por tener que perder una noche de estudio, pero la muchacha no dijo una palabra. Como Harry, sentía que se merecían lo que les tocara. A las once de aquella noche, se despidieron de Ron en la sala común y bajaron al vestíbulo de entrada con Neville. Filch ya estaba allí y también Malfoy. Harry también había olvidado que a Malfoy lo habían condenado a un castigo. —Seguidme —dijo Filch, encendiendo un farol y conduciéndolos hacia fuera—. Seguro que os lo pensaréis dos veces antes de faltar a otra regla de la escuela, ¿verdad? —dijo, mirándolos con aire burlón—. Oh, sí... trabajo duro y dolor son los mejores maestros, si queréis mi opinión... es una lástima que hayan abandonado los viejos castigos... colgaros de las muñecas, del techo, unos pocos días. Yo todavía tengo las cadenas en mi oficina, las mantengo engrasadas por si alguna vez se necesitan... Bien, allá vamos, y no penséis en escapar, porque será peor para vosotros si lo hacéis. Marcharon cruzando el oscuro parque. Neville comenzó a respirar con dificultad. Harry se preguntó cuál sería el castigo que les esperaba. Debía de ser algo verdaderamente horrible, o Filch no estaría tan contento. La luna brillaba, pero las nubes la tapaban, dejándolos en la oscuridad. Delante, Harry pudo ver las ventanas iluminadas de la cabaña de Hagrid. Entonces oyeron un grito lejano.
-tranquila mi amor- dijo James- si están con Hagrid estarán bien
-pero como demonios a ese rematado idiota sin cerebro se le ocurre llevar a cuatro niños, entre ellos mi hijo al jodido bosque?!- grito enfadada, todos dejaron caer la mandibula, de la santa y educada boca de Lilian Evans habían salido groserías, eso era un hecho histórico
-Señortia Evans- dijo enfadada Minerva
-no me reprenda porque si usted tuviera un hijo de solo once años y lo abandonan a su suerte en medio de un bosque lleno de bestias y mosntruos también estaría furiosa- dijo la pelirroja, y Mcgongall no dijo nada, porque Evans tenia razón
 —¿Eres tú, Filch? Date prisa, quiero empezar de una vez. El corazón de Harry se animó: si iban a estar con Hagrid, no podía ser tan malo. Su alivio debió aparecer en su cara, porque Filch dijo: —Supongo que crees que vas a divertirte con ese papanatas, ¿no? Bueno, piénsalo mejor, muchacho... es al bosque adonde iréis y mucho me habré equivocado si volvéis todos enteros. Al oír aquello, Neville dejó escapar un gemido y Malfoy se detuvo de golpe. —¿El bosque? —repitió, y no parecía tan indiferente como de costumbre—. Hay toda clase de cosas allí... dicen que hay hombres lobo.
Una mirada complice cruzo los rostros de James, Sirius y Remus, claro que había habido  un hombre lobo en el bosque prohibido, acompañado de un ciervo, un perro y una rata, y por eso estaban tan preocupados, porque ellos habían visto algunas de las vestían que habitaban el bosque
 Neville se aferró de la manga de la túnica de Harry y dejó escapar un ruido ahogado. —Eso es problema vuestro, ¿no? —dijo Filch, con voz radiante—. Tendríais que haber pensado en los hombres lobo antes de meteros en líos. Hagrid se acercó hacia ellos, con Fang pegado a los talones. Llevaba una gran ballesta y un carcaj con flechas en la espalda. —Menos mal —dijo—. Estoy esperando hace media hora. ¿Todo bien, Harry, Hermione? —Yo no sería tan amistoso con ellos, Hagrid —dijo con frialdad Filch—. Después de todo, están aquí por un castigo. —Por eso llegáis tarde, ¿no? —dijo Hagrid, mirando con rostro ceñudo a Filch—. ¿Has estado dándoles sermones? Eso no es lo que tienes que hacer. A partir de ahora, me hago cargo yo. —Volveré al amanecer —dijo Filch— para recoger lo que quede de ellos —añadió con malignidad.
-hijo de perra- bufo Lily pero solo James y Sirius la oyeron
Se dio la vuelta y se encaminó hacia el castillo, agitando el farol en la oscuridad. Entonces Malfoy se volvió hacia Hagrid. —No iré a ese bosque —dijo, y Harry tuvo el gusto de notar miedo en su voz. —Lo harás, si quieres quedarte en Hogwarts —dijo Hagrid con severidad—. Hicisteis algo mal y ahora lo vais a pagar. —Pero eso es para los empleados, no para los alumnos. Yo pensé que nos harían escribir unas líneas, o algo así. Si mi padre supiera que hago esto, él... —Te dirá que es así como se hace en Hogwarts —gruñó Hagrid—. ¡Escribir unas líneas! ¿Y a quién le serviría eso? Haréis algo que sea útil, o si no os iréis. Si crees que tu padre prefiere que te expulsen, entonces vuelve al castillo y coge tus cosas. ¡Vete!
-bien Hagrid- dijeron los gemelos Prewwet
Malfoy no se movió. Miró con ira a Hagrid, pero luego bajó la mirada. —Bien, entonces —dijo Hagrid—. Escuchad con cuidado, porque lo que vamos a hacer esta noche es peligroso y no quiero que ninguno se arriesgue. Seguidme por aquí, un momento. Los condujo hasta el límite del bosque. Levantando su farol, señaló hacia un estrecho sendero de tierra, que desaparecía entre los espesos árboles negros. Una suave brisa les levantó el cabello, mientras miraban en dirección al bosque. —Mirad allí —dijo Hagrid—. ¿Veis eso que brilla en la tierra? ¿Eso plateado? Es sangre de unicornio.
-¿sangre de unicornio?- pregunto Tonks haciendo pucheros- ¿Quién mataria un unicornio?- dijo soltando lagrimas y tenia el cabello gris, para sorpresa de todo el comedor, Sirius la acuno y le acaricio el cabello con cariño
-tranquila preciosa, shh ya paso – dijo mientras la abrazaba y la mesia suavemente, los profesores lo miraban atonitos- al tio no le gusta verte llorar- le seco las lagrimas con el pulgar, y Tonks lo abrazo
-te quiero tio- dijo besándole en la mejilla
-tambien te quiero nymphi, ahora cambia ese color de pelo que pareces una ancianita- Tonks rio y su pelo se puso rosa y Charlie rio y varios lo miraron
-Sirius no cambia, Harry y Tonks son sus debilidades- dijo divertido y varios rieron, y Lily miro con ternura a Sirius
-¿Cuántos años tiene Tonks en su tiempo?- pregunto James
-29, y nosotros- dijo Ron señalando a neville, Harry, Hermione y el mismo- tenemos 23
Hay por aquí un unicornio que ha sido malherido por alguien. Es la segunda vez en una semana. Encontré uno muerto el último miércoles. Vamos a tratar de encontrar a ese pobrecito herido. Tal vez tengamos que evitar que siga sufriendo. —¿Y qué sucede si el que hirió al unicornio nos encuentra a nosotros primero? —dijo Malfoy, incapaz de ocultar el miedo de su voz. —No hay ningún ser en el bosque que os pueda herir si estáis conmigo o con Fang —dijo Hagrid—. Y seguid el sendero. Ahora vamos a dividirnos en dos equipos y seguiremos la huella en distintas direcciones. Hay sangre por todo el lugar, debieron herirlo ayer por la noche, por lo menos. —Yo quiero ir con Fang —dijo rápidamente Malfoy, mirando los largos colmillos del perro. —Muy bien, pero te informo de que es un cobarde —dijo Hagrid—. Entonces yo, Harry y Hermione iremos por un lado y Draco, Neville y Fang, por el otro.
-¿lo dejaste solo con un perro?- grito fuera de si Mafoy, cosa rara porque el era frio y indiferente
-nadie mato a Draco si es lo que te preocupa, pero el Voldemort que tu idolatras, fue el que mando a morir a tu hijo, yo que tu rebiso las lealtades, porque los mortifagos nunca ganaran nada- dijo Harry
-¡mentira!- grito Bellatrix- el señor tenebroso…
-por mas que Voldemort hubiese ganado la guerra, los mortifagos perderían, el le tiene tanto cariño a sus amigos como a sus enemigos- dijo firmemente, y varios mortifagos se pusieron a pensar…
-Señor Filch- dijo Albus- escolte a Slytheryn fuera del comedor
-disculpe profesor- interrumpio Hermione- hay algunas personas que deben quedarse, Lucius Malfoy, Narcissa Black y Severus Snape
-de acuerdo señorita Granger- Lucius, Narcissa y Severus quédense, los demás vayan a su sala común- con varios reproches y groserías, especialmente de Bellatrix, las serpientes fueron sacadas del comedor
Si alguno encuentra al unicornio, debe enviar chispas verdes, ¿de acuerdo? Sacad vuestras varitas y practicad ahora... está bien... Y si alguno tiene problemas, las chispas serán rojas y nos reuniremos todos... así que tened cuidado... en marcha. El bosque estaba oscuro y silencioso. Después de andar un poco, vieron que el sendero se bifurcaba. Harry, Hermione y Hagrid fueron hacia la izquierda y Malfoy, Neville y Fang se dirigieron a la derecha. Anduvieron en silencio, con la vista clavada en el suelo. De vez en cuando, un rayo de luna a través de las ramas iluminaba una mancha de sangre azul plateada entre las hojas caídas. Harry vio que Hagrid parecía muy preocupado. —¿Podría ser un hombre lobo el que mata los unicornios? —preguntó Harry
-Harry- dijo Remus sorprendido por lo bajo
-lo siento, no lo sabia todavía, yo me los imaganaba como en las películas muggles- explico y Remus le sonrio
—No son bastante rápidos —dijo Hagrid—. No es tan fácil cazar un unicornio, son criaturas poderosamente mágicas. Nunca había oído que hubieran hecho daño a ninguno. Pasaron por un tocón con musgo. Harry podía oír el agua que corría: debía de haber un arroyo cerca. Todavía había manchas de sangre de unicornio en el serpenteante sendero. —¿Estás bien, Hermione? —susurró Hagrid—. No te preocupes, no puede estar muy lejos si está tan malherido, y entonces podremos... ¡PONEOS DETRÁS DE ESE ÁRBOL!
El comedor contuvo el aliento
Hagrid cogió a Harry y Hermione y los arrastró fuera del sendero, detrás de un grueso roble. Sacó una flecha, la puso en su ballesta y la levantó, lista para disparar. Los tres escucharon. Alguien se deslizaba sobre las hojas secas. Parecía como una capa que se arrastrara por el suelo. Hagrid miraba hacia el sendero oscuro pero, después de unos pocos segundos, el sonido se alejó. —Lo sabía —murmuró—. Aquí hay alguien que no debería estar. —¿Un hombre lobo? —sugirió Harry.
-y dale con los hombre lobo- dijo Marlene y todos rieron, alivianando la tensión
 —Eso no era un hombre lobo, ni tampoco un unicornio —dijo Hagrid con gesto sombrío—. Bien, seguidme, pero tened cuidado. Anduvieron más lentamente, atentos a cualquier ruido. De pronto, en un claro un poco más adelante, algo se movió visiblemente. —¿Quién está ahí? —gritó Hagrid—. ¡Déjese ver... estoy armado! Y apareció en el claro... ¿era un hombre o un caballo? De la cintura para arriba, un hombre, con pelo y barba rojizos, pero por debajo, el cuerpo de pelaje zaino de un caballo, con una cola larga y rojiza.
-un centauro- dijo Lily
Harry y Hermione se quedaron boquiabiertos. —Oh, eres tú, Ronan —dijo aliviado Hagrid—. ¿Cómo estás? Se acercó y estrechó la mano del centauro. —Que tengas buenas noches, Hagrid —dijo Ronan. Tenía una voz profunda y acongojada—. ¿Ibas a dispararme? —Nunca se es demasiado cuidadoso —dijo Hagrid, tocando su ballesta—. Hay alguien muy malvado, perdido en este bosque. Ah, éste es Harry Potter y ella es Hermione Granger. Ambos son alumnos del colegio. Y él es Ronan. Es un centauro. —Nos hemos dado cuenta —dijo débilmente Hermione. —Buenas noches —los saludó Ronan—. ¿Estudiantes, no? ¿Y aprendéis mucho en el colegio? —Eh... —Un poquito —dijo con timidez Hermione.
Todos rieron divertidos, incluendo Harry y Ron
-no puedo creer que dijeras eso- dijo divertido Charlie
 —Un poquito. Bueno, eso es algo. —Ronan suspiró. Torció la cabeza y miró hacia el cielo—. Esta noche, Marte está brillante.
-oh por dios- dijo Lily llevándose las manos al pecho
-¿Qué pasa cielo?
-marte brilla- dijo palida
-¿sabes hablar centauro?- comento Sirius y James lo cayo
-si..significa guerra, y sangre, y perdidas, Martes es guerra y si brilla es porque se avecina- dijo la pelirroja
-increible-comentaron mucho, entre sorprendidos porque Lily “hablara centauro” y temerosos por la nueva guerra
 —Ajá —dijo Hagrid, lanzándole una mirada—. Escucha, me alegro de haberte encontrado, Ronan, porque hay un unicornio herido. ¿Has visto algo? Ronan no respondió de inmediato. Se quedó con la mirada clavada en el cielo, sin pestañear, y suspiró otra vez. —Siempre los inocentes son las primeras víctimas —dijo—. Ha sido así durante los siglos pasados y lo es ahora. —Sí —dijo Hagrid—. Pero ¿has visto algo, Ronan? ¿Algo desacostumbrado? —Marte brilla mucho esta noche —repitió Ronan, mientras Hagrid lo miraba con impaciencia—. Está inusualmente brillante. —Sí, claro, pero yo me refería a algo inusual que esté un poco más cerca de nosotros —dijo Hagrid
Varios esbozaron pequeñas sonrisas
—. Entonces ¿no has visto nada extraño? Otra vez, Ronan se tomó su tiempo para contestar. Hasta que, finalmente, dijo: —El bosque esconde muchos secretos. Un movimiento en los árboles detrás de Ronan hizo que Hagrid levantara de nuevo su ballesta, pero era sólo un segundo centauro, de cabello y cuerpo negro y con aspecto más salvaje que Ronan. —Hola, Bane —saludó Hagrid—. ¿Qué tal? —Buenas noches, Hagrid, espero que estés bien. —Sí, gracias. Mira, le estaba preguntando a Ronan si había visto algo extraño últimamente. Han herido a un unicornio. ¿Sabes algo sobre eso? Bane se acercó a Ronan. Miró hacia el cielo. —Esta noche Marte brilla mucho —dijo simplemente. —Eso dicen —dijo Hagrid de malhumor
Varios rieron y eso desestreso un poco el ambiente
—. Bueno, si alguno ve algo, me avisáis, ¿de acuerdo? Bueno, nosotros nos vamos. Harry y Hermione lo siguieron, saliendo del claro y mirando por encima del hombro a Ronan y Bane, hasta que los árboles los taparon. —Nunca —dijo irritado Hagrid— tratéis de obtener una respuesta directa de un centauro. Son unos malditos astrólogos. No se interesan por nada más cercano que la luna. —¿Y hay muchos de ellos aquí? —preguntó Hermione. —Oh, unos pocos más... Se mantienen apartados la mayor parte del tiempo, pero siempre aparecen si quiero hablar con ellos. Los centauros tienen una mente profunda... saben cosas... pero no dicen mucho. —¿Crees que era un centauro el que oímos antes? —dijo Harry. —¿Te pareció que era ruido de cascos? No, en mi opinión, eso era lo que está matando a los unicornios... Nunca he oído algo así. Pasaron a través de los árboles oscuros y tupidos. Harry seguía mirando por encima de su hombro, con nerviosismo. Tenía la desagradable sensación de que los vigilaban. Estaba muy contento de que Hagrid y su ballesta fueran con ellos. Acababan de pasar una curva en el sendero cuando Hermione se aferró al brazo de Hagrid. —¡Hagrid! ¡Mira! ¡Chispas rojas, los otros tienen problemas!
-oh!- dijo Narcissa (aclaración: ella sabe que se casara con Lucius, por lo cual sabe que Draco es su hijo) –le harán daño a Draco- dijo temblando y para sorpresa de todos malfoy la abrazo
-¡neville esta con el!- dijo Alice nerviosa
-¡y Fang!- agrego Sirius, y todos lo miraron confundidos- ¿Qué? ¡alguien tiene que preocuparse por el perro!
—¡Vosotros esperad aquí! —gritó Hagrid—. ¡Quedaos en el sendero, volveré a buscaros! Lo oyeron alejarse y se miraron uno al otro, muy asustados, hasta que ya no oyeron más que las hojas que se movían alrededor. —¿Crees que les habrá pasado algo? —susurró Hermione. —No me importará si le ha pasado algo a Malfoy, pero si le sucede algo a Neville... está aquí por nuestra culpa. Los minutos pasaban lentamente. Les parecía que sus oídos eran más agudos que nunca. Harry detectaba cada ráfaga de viento, cada ramita que se rompía. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Dónde estaban los otros? Por fin, un ruido de pisadas crujientes les anunció el regreso de Hagrid. Malfoy, Neville y Fang estaban con él. Hagrid estaba furioso. Malfoy se había escondido detrás de Neville y, en broma, lo había cogido. Neville se aterró y envió las chispas.
Todos soltaron suspiros de alivio
—Vamos a necesitar mucha suerte para encontrar algo, después del alboroto que habéis hecho. Bueno, ahora voy a cambiar los grupos... Neville, tú te quedas conmigo y Hermione. Harry, tú vas con Fang y este idiota. Lo siento —añadió en un susurro dirigiéndose a Harry— pero a él le va a costar mucho asustarte y tenemos que terminar con esto. Así que Harry se internó en el corazón del bosque, con Malfoy y Fang. Anduvieron cerca de media hora, internándose cada vez más profundamente, hasta que el sendero se volvió casi imposible de seguir, porque los árboles eran muy gruesos. Harry pensó que la sangre también parecía más espesa. Había manchas en las raíces de los árboles, como si la pobre criatura se hubiera arrastrado en su dolor.
-oh pobrecito- dijo una niña de Hufflepuff
 Harry pudo ver un claro, más adelante, a través de las enmarañadas ramas de un viejo roble. —Mira... —murmuró, levantando un brazo para detener a Malfoy Algo de un blanco brillante relucía en la tierra. Se acercaron más. Sí, era el unicornio y estaba muerto. Harry nunca había visto nada tan hermoso y tan triste. Sus largas patas delgadas estaban dobladas en ángulos extraños por su caída y su melena color blanco perla se desparramaba sobre las hojas oscuras.
Algunas niñas lloraron entre ellas Dorcas y Tonks, que volvió a ser acurrucada por Sirius
Harry había dado un paso hacia el unicornio, cuando un sonido de algo que se deslizaba lo hizo congelarse en donde estaba. Un arbusto que estaba en el borde del claro se agitó... Entonces, de entre las sombras, una figura encapuchada se acercó gateando, como una bestia al acecho. Harry, Malfoy y Fang permanecieron paralizados. La figura encapuchada llegó hasta el unicornio, bajó la cabeza sobre la herida del animal y comenzó a beber su sangre. —¡AAAAAAAAAAAAAH! Malfoy dejó escapar un terrible grito y huyó... lo mismo que Fang. La figura encapuchada levantó la cabeza y miró directamente a Harry. La sangre del unicornio le chorreaba por el pecho.
-oh por merlin! Que no le pase nada- decía Lily desesperada, James quería consolarla pero estaba igual de nervioso que ella, tanto como Sirius, Remus, Molly, Minerva y Albus, este ultimo con mas temor porque suponía lo que estaba pasando
Se puso de pie y se acercó rápidamente hacia él... Harry estaba paralizado de miedo. Entonces, un dolor le perforó la cabeza, algo que nunca había sentido, como si la cicatriz estuviera incendiándose. Casi sin poder ver, retrocedió. Oyó cascos galopando a sus espaldas, y algo saltó limpiamente y atacó a la figura. El dolor de cabeza era tan fuerte que Harry cayó de rodillas. Pasaron unos minutos antes de que se calmara. Cuando levantó la vista, la figura se había ido. Un centauro estaba ante él. No era ni Ronan ni Bane: éste parecía más joven, tenía cabello rubio muy claro, cuerpo pardo y cola blanca. —¿Estás bien? —dijo el centauro, ayudándolo a ponerse de pie. —Sí... gracias... ¿qué ha sido eso? El centauro no contestó. Tenía ojos asombrosamente azules, como pálidos zafiros. Observó a Harry con cuidado, fijando la mirada en la cicatriz que se veía amoratada en la frente de Harry. —Tú eres el chico Potter —dijo—. Es mejor que regreses con Hagrid. El bosque no es seguro en esta época en especial para ti. ¿Puedes cabalgar?
-¿tu cabalgaste un centauro?- dijo sorprendido  Sirius
-eso es un hecho hsitorico- dijo Hagrid- los centauros no se dejan montar por humanos, nunca conoci a nadie que hubiese montado un centauro
Así será más rápido... Mi nombre es Firenze —añadió, mientras bajaba sus patas delanteras, para que Harry pudiera montar en su lomo. Del otro lado del claro llegó un súbito ruido de cascos al galope. Ronan y Bane aparecieron velozmente entre los árboles, resoplando y con los flancos sudados. —¡Firenze! —rugió Bane—. ¿Qué estás haciendo? Tienes un humano sobre el lomo! ¿No te da vergüenza? ¿Es que eres una mula ordinaria? —¿Te das cuenta de quién es? —dijo Firenze—. Es el chico Potter. Mientras más rápido se vaya del bosque, mejor. —¿Qué le has estado diciendo? —gruñó Bane—. Recuerda, Firenze, juramos no oponernos a los cielos. ¿No has leído en el movimiento de los planetas lo que sucederá? Ronan dio una patada en el suelo con nerviosismo. —Estoy seguro de que Firenze pensó que estaba obrando lo mejor posible —dijo, con voz sombría. También Bane dio una patada, enfadado. —¡Lo mejor posible! ¿Qué tiene eso que ver con nosotros? ¡Los centauros debemos ocuparnos de lo que está vaticinado! ¡No es asunto nuestro el andar como burros buscando humanos extraviados en nuestro bosque! De pronto, Firenze levantó las patas con furia y Harry tuvo que aferrarse para no caer. —¿No has visto ese unicornio? —preguntó Firenze a Bane—. ¿No comprendes por qué lo mataron? ¿O los planetas no te han dejado saber ese secreto? Yo me lanzaré contra el que está al acecho en este bosque, con humanos sobre mi lomo si tengo que hacerlo.
-¡eso es Firenze!- gritaron todos en el comedor
Y Firenze partió rápidamente, con Harry sujetándose lo mejor que podía, y dejó atrás a Ronan y Bane, que se internaron entre los árboles. Harry no entendía lo sucedido. —¿Por qué Bane está tan enfadado? —preguntó—. Y a propósito, ¿qué era esa cosa de la que me salvaste? Firenze redujo el paso y previno a Harry que tuviera la cabeza agachada, a causa de las ramas, pero no contestó. Siguieron andando entre los árboles y en silencio, durante tanto tiempo que Harry creyó que Firenze no volvería a hablarle. Sin embargo, cuando llegaron a un lugar particularmente tupido, Firenze se detuvo. —Harry Potter, ¿sabes para qué se utiliza la sangre de unicornio? —No —dijo Harry, asombrado por la extraña pregunta—. En la clase de Pociones solamente utilizamos los cuernos y el pelo de la cola de unicornio. —Eso es porque matar un unicornio es algo monstruoso —dijo Firenze—. Sólo alguien que no tenga nada que perder y todo para ganar puede cometer semejante crimen. La sangre de unicornio te mantiene con vida, incluso si estás al borde de la muerte, pero a un precio terrible. Si uno mata algo puro e indefenso para salvarse a sí mismo, conseguirá media vida, una vida maldita, desde el momento en que la sangre toque sus labios.
-¡que horror!- dijo Marlene
Harry clavó la mirada en la nuca de Firenze, que parecía de plata a la luz de la luna. —Pero ¿quién estaría tan desesperado? —se preguntó en voz alta—. Si te van a maldecir para siempre, la muerte es mejor, ¿no? —Es así —dijo Firenze— a menos que lo único que necesites sea mantenerte vivo el tiempo suficiente para beber algo más, algo que te devuelva toda tu fuerza y poder, algo que haga que nunca mueras. ¿Harry Potter, sabes qué está escondido en el colegio en este preciso momento? —¡La Piedra Filosofal! ¡Por supuesto... el Elixir de Vida!
-excelente, agil, inteligente, astuto y valiente, será uno de los mejores aurores conocidos- pensaba Alastor
Pero no entiendo quién... —¿No puedes pensar en nadie que haya esperado muchos años para regresar al poder, que esté aferrado a la vida, esperando su oportunidad? Fue como si un puño de hierro cayera súbitamente sobre la cabeza de Harry. Por encima del ruido del follaje, le pareció oír una vez más lo que Hagrid le había dicho la noche en que se conocieron: «Algunos dicen que murió. En mi opinión, son tonterías. No creo que le quede lo suficiente de humano como para morir». —¿Quieres decir —dijo con voz ronca Harry— que era Vol...? —¡Harry! Harry, ¿estás bien? Hermione corría hacia ellos por el sendero, con Hagrid resoplando detrás. —Estoy bien —dijo Harry, casi sin saber lo que contestaba—. El unicornio está muerto, Hagrid, está en ese claro de atrás. —Aquí es donde te dejo —murmuró Firenze, mientras Hagrid corría a examinar al unicornio—. Ya estás a salvo. Harry se deslizó de su lomo. —Buena suerte, Harry Potter —dijo Firenze—. Los planetas ya se han leído antes equivocadamente, hasta por centauros. Espero que ésta sea una de esas veces. Se volvió y se internó en lo más profundo del bosque, dejando a Harry temblando. Ron se había quedado dormido en la oscuridad de la sala común, esperando a que volvieran.
-es lo que hace un buen amigo- dijo Sirius mirando con cariño a Remus, cuantas veces el castaño se había quedado horas esperándolos, cuando eran castigados
Cuando Harry lo sacudió para despertarlo, gritó algo sobre una falta en quidditch. Sin embargo, en unos segundos estaba con los ojos muy abiertos, mientras Harry les contaba, a él y a Hermione, lo que había sucedido en el bosque. Harry no podía sentarse. Se paseaba de un lado al otro, ante la chimenea. Todavía temblaba. —Snape quiere la piedra para Voldemort... y Voldemort está esperando en el bosque... ¡Y todo el tiempo pensábamos que Snape sólo quería ser rico!
-y dale conmigo- bufo Snape
—¡Deja de decir el nombre! —dijo Ron, en un aterrorizado susurro, como si pensara que Voldemort pudiera oírlos. Harry no lo escuchó. —Firenze me salvó, pero no debía haberlo hecho... Bane estaba furioso... Hablaba de interferir en lo que los planetas dicen que sucederá... Deben decir que Voldemort ha vuelto... Bane piensa que Firenze debió dejar que Voldemort me matara. Supongo que eso también está escrito en las estrellas.
-Señor Potter me sorprende- dijo Minerva- con solo 11 años habla con mas madurez de la muerte que muchos adultos
 —¿Quieres dejar de repetir el nombre? —dijo Ron. —Así que lo único que tengo que hacer es esperar que Snape robe la Piedra —continuó febrilmente Harry—.. Entonces Voldemort podrá venir y terminar conmigo... Bueno, supongo que Bane estará contento. Hermione parecía muy asustada, pero tuvo una palabra de consuelo. —Harry, todos dicen que Dumbledore es al único al que Quien-tú-sabes siempre ha temido. Con Dumbledore por aquí, Quien-tú-sabes no te tocará. De todos modos, ¿quién puede decir que los centauros tienen razón? A mí me parecen adivinos y la profesora McGonagall dice que ésa es una rama de la magia muy inexacta. El cielo ya estaba claro cuando terminaron de hablar. Se fueron a la cama agotados, con las gargantas secas. Pero las sorpresas de aquella noche no habían terminado. Cuando Harry abrió la cama encontró su capa invisible, cuidadosamente doblada. Tenía sujeta una nota: Por las dudas.
-fin del capitulo- anuncio Molly
-según tengo entendido ya estaríamos terminando el primer libro verdad?- pregunto Minerva
-si, deben quedar dos o tres capítulos- dijo Harry
-terminaremos el libro y luego cenarenos, antes que el señor Black, los señores Potter y el señor Weasley mueran de lo que ellos consideran inanición- varios soltaron risitas pero estaban ansiosos por leer mas…

5 comentarios:

  1. hola, he leído todos los capítulos el día de hoy, me encanta!!! Estuve leyendo tu fic de potterfics y de ahí leí la nota de que tenías este otro, inmediatamente lo abrí y wow, realmente me encanta, ojalá y hagas lo mismo con todos los libros, realmente no me importaría volver a leerlos desde este nuevo enfoque, sigue así me agrada mucho ^.^ por cierto soy Heremonie en potterfics

    ResponderEliminar
  2. claro voy a hacer todos los libros de la saga :D que suerte que te gusten mis historias :) besotes, y mañana supo otro capii a esta historia.
    MerodeadoraSB

    ResponderEliminar
  3. hola yo ya habia comentado 1 o 2 capitulos antes y se me habia olvidado decirte que soy potterjyj en potterfics y a ti te debo que haya conocido el mundo de los fics ya que un dia yo estaba aburrida y busque '' simplemente amo a sirius blak'' y me aparecio tu historia
    besos

    ResponderEliminar
  4. me encantan las historias en las que se leen los libros pero no todas son buenas y he de decir que esta me encanta<3 sigue por favor

    ResponderEliminar
  5. Dios, todavía me sigue acelerando el corazón este capitulo, no importa cuantas veces lo lea

    ResponderEliminar