domingo, 19 de agosto de 2012

Leyendo Harry Potter y la piedra filosofal- cap 17


Aclaracion: Bueno todos los personajes y los libros que leen pertenecen a la genialisima JK Rowling ¿ok? yo solo lo traspaso a un blog para que puedan leerlo de una manera diferente con las intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a ella.
Espero Disfruten, son un poco largos, pero en cada actualizacion subo un capitulo entero.

Harry Potter y la piedra filosofal

Capitulo XVII: "El hombre de dos caras"

Lily comenzó a leer, y nadie quería interrumpir
Era Quirrell.
-¿Qué?- gritaron todos menos Lily, Snape, Albus y los del trio dorado
 —¡Usted! —exclamó Harry. Quirrell sonrió. Su rostro no tenía ni sombra del tic.
-idiota mentiroso- bufo James- que se atreva a tocarle un pelo a mi hijo y lo asesino
-yo te ayudo- secundaron Remus y Sirius
 —Yo —dijo con calma— me preguntaba si me iba a encontrar contigo aquí, Potter. —Pero yo pensé... Snape...
-se los dije- dijo Lily
-gracias por creer en mi Lily- le dijo Severus desde la mesa de Slytheryn
-no te ilusiones, mientras tu sigas obsecionado con las artes oscuras yo no volveré a creer en ti, pero lo justo es justo- dijo decidida
—¿Severus? —Quirrell rió, y no fue con su habitual sonido tembloroso y entrecortado, sino con una risa fría y aguda
-tengo ganas de golpearlo ¿tu no?- comento Ron y Harry asintió- aunque sabemos que los mejores puñetazos los da Hermione- la castaña rio
-¿lo recuerdas?
-¿a quien le dio un puñetazo?- pregunto Sirius
-a un sangre pura- dijo ella y Sirius sonrio anchamente y el ambiente se aliviano
—. Sí, Severus parecía ser el indicado, ¿no? Fue muy útil tenerlo dando vueltas como un murciélago enorme.
-ya se que es el malo, pero lo del murciélago da risa- dijo James
Al lado de él ¿quién iba a sospechar del po-pobre tar-tamudo p-profesor Quirrell?
-hijo de perra- bufo Dorcas y Sirius la miro mal
 Harry no podía aceptarlo. Aquello no podía ser verdad, no podía ser. —¡Pero Snape trató de matarme!
-¡exacto!- gritaron Sirius y James
—No, no, no. Yo traté de matarte. Tu amiga, la señorita Granger, accidentalmente me atropelló cuando corría a prenderle fuego a Snape, en ese partido de quidditch. Y rompió el contacto visual que yo tenía contigo.
-pero Snape…-dijo Sirius y James, para sorpresa de su novia, lo cayo con la mirada
Unos segundos más y te habría hecho caer de esa escoba. Y ya lo habría conseguido, si Snape no hubiera estado murmurando un contramaleficio, tratando de salvarte.
-¿Qué el que?- gritaron varios, Lily abrazo a Snape y James se acerco a el
-no me agradas y es obvio, pero salvaras a mi hijo y por eso te debo la vida, no te molestaremos mas- dijo James-y…-fruncio el ceño era obvio que aquello le costaba- lo lamento, y te lo agradesco- Lily lo miraba orgullosa y Snape sorprendido
-yo me sumo a los agradecimientos y también lo lamento- dijo, para sorpresa de Harry, Sirius- nunca podre agradecerte que salvaras a mi ahijado Quejic…Snape-  ambos volvieron a sus asientos, Severus estaba sorprendido, Lily sonriente y el comedor como si fueran sacados del el cuadro el grito
 —¿Snape trataba de salvarme a mí? —Por supuesto —dijo fríamente Quirrell—. ¿Por qué crees que quiso ser árbitro en el siguiente partido? Estaba tratando de asegurarse de que yo no pudiera hacerlo otra vez.
Nadie dijo nada
 Gracioso, en realidad... no necesitaba molestarse. No podía hacer nada con Dumbledore mirando. Todos los otros profesores creyeron que Snape trataba de impedir que Gryffindor ganase, se ha hecho muy impopular...
Sirius tuvo que morderse la lengua, para no hacer algún comentario
 Y qué pérdida de tiempo cuando, después de todo eso, voy a matarte esta noche. Quirrell chasqueó los dedos. Unas sogas cayeron del aire y se enroscaron en el cuerpo de Harry, sujetándolo con fuerza.
-oh Merlin- dijo asustada Molly
—Eres demasiado molesto para vivir, Potter. Deslizándote por el colegio, como en Halloween, porque me descubriste cuando iba a ver qué era lo que vigilaba la Piedra.
-porque mi hijo es como su madre, listo y valiente- dijo James orgulloso , Lily y Harry lo miraron sonrientes
 —¿Usted fue el que dejó entrar al trol?
-obviamente- dijo Lucius con burla
-el por lo menos es valiente, tu toda la vida seras un tapete de como Voldemort- bufo Hermione con ira
-¿Cómo te atreves sangre sucia imunda?- grito el platinado
-ven aquí a pelear si tienes lo que hace falta, a no ser que le tengas miedo a una sangre sucia- respondio segura y Malfoy titubeo, pero se levanto
-sientese señor Malfoy- dijo Dumbledore- y 50 puntos menos para slytheryn
-eres increíble-dijo Ron abrazándola
—Claro. Yo tengo un don especial con esos monstruos. ¿No viste lo que le hice al que estaba en la otra habitación? Desgraciadamente, cuando todos andaban corriendo por ahí para buscarte, Snape, que ya sospechaba de mí, fue directamente al tercer piso para ganarme de mano, y no sólo hizo que mi monstruo no pudiera matarte, sino que ese perro de tres cabezas no mordió la pierna de Snape de la manera en que debería haberlo hecho...
-Pero si casi le arranco la pierna- dijo la pelirroja horrorizada
-la falla esta en el casi- dijo Snape un poco mas palido que de costumbre
Hizo una pausa: —Ahora, espera tranquilo, Potter. Necesito examinar este interesante espejo. De pronto, Harry vio lo que estaba detrás de Quirrell. Era el espejo de Oesed.
-mierda- murmuro Tonks
-Nymphadora!- regaño su madre
-es que si descubre como funciona el espejo, deseara encontrar la piedra, se vera encontrándola y asi sabra donde esta- dijo la pequeña y todos la miraron sorprendidos
-esa es mi sobrinita- dijo Sirius abrazándola
-eres muy lista Dora- felicito Remus y la pelirosa se sonrojo terriblemente
 —Este espejo es la llave para poder encontrar la Piedra —murmuró Quirrell, dando golpecitos alrededor del marco—. Era de esperar que Dumbledore hiciera algo así... pero él está en Londres... Cuando pueda volver, yo ya estaré muy lejos. Lo único que se le ocurrió a Harry fue tratar de que Quirrell siguiera hablando y dejara de concentrarse en el espejo.
-buena idea- felicito Frank
 —Lo vi a usted y a Snape en el bosque... —dijo de golpe.
-y dale con que fui yo, creo que es bastante obvio que el culpable es el- se quejo enfadado
-lo lamentamos- dijo el trio a coro
—Sí —dijo Quirrell, sin darle importancia, paseando alrededor del espejo para ver la parte posterior—. Me estaba siguiendo, tratando de averiguar hasta dónde había llegado. Siempre había sospechado de mí. Trató de asustarme... Como si pudiera, cuando yo tengo a lord Voldemort de mi lado...
Varios se estremeccieron al escuchar el nombre
-es solo un nombre- dijo enfadado Harry
-no es un mortifago- razono Sirius- los mortifagos no lo llaman por su nombre, le dicen Lord Oscuro, señor de las tinieblas y esas pedorradas pero no dicen su nombre
-tienes razón, no lo había notado- dijo Lily
Quirrell salió de detrás del espejo y se miró en él con enfado. —Veo la Piedra... se la presento a mi maestro... pero ¿dónde está?
- ¿no es muy inteligente el profe verdad?- dijo Tonks y todos rieron
Harry luchó con las sogas qué lo ataban, pero no se aflojaron. Tenía que evitar que Quirrell centrara toda su atención en el espejo.
-muy astuto- felicito Alastor
-muy inteligente Harry- felicito Albus
—Pero Snape siempre pareció odiarme mucho. —Oh, sí—dijo Quirrell, con aire casual— claro que sí. Estaba en Hogwarts con tu padre, ¿no lo sabías? Se detestaban.
-lamento que alguien te maltrate por mi culpa- dijo James triste- si yo hubiese sabido…
-esta bien papa no te preocupes- dijo Harry sonriendo y James sonrio
Pero nunca quiso que estuvieras muerto. —Pero hace unos días yo lo oí a usted, llorando... Pensé que Snape lo estaba amenazando... Por primera vez, un espasmo de miedo cruzó el rostro de Quirrell.
-esto se esta poniendo raro- dijo Remus
—Algunas veces —dijo— me resulta difícil seguir las instrucciones de mi maestro... Él es un gran mago y yo soy débil... —¿Quiere decir que él estaba en el aula con usted? —preguntó Harry —Él está conmigo dondequiera que vaya —dijo con calma Quirrell
-¿entonces Voldemort estaba ahí? – pregunto Neville sorprendido
-sigan leyendo y lo sabran- dijo Hermione
-¿por cierto que decían los rumores sobre lo que paso esa noche?
-nose, a mi me dijeron algo de hombres lobo y después sobre un explocion y también sobre artes oscuras, me contaron varias versiones- dijo confundido Neville- incluso Lavender y Parvati decían que tu y el habían peleado con trols y un trol lo mato- el trio rio
—. Lo conocí cuando viajaba por el mundo. Yo era un joven tonto, lleno de ridículas ideas sobre el mal y el bien. Lord Voldemort me demostró lo equivocado que estaba. No hay ni mal ni bien, sólo hay poder y personas demasiado débiles para buscarlo...
-un idiota que busca colgarse del poder- dijo Narcissa con desprecio
-no mucho mas que ustedes- agrego Sirius por lo “bajo”
- Desde entonces le he servido fielmente, aunque muchas veces le he fallado. Tuvo que ser muy severo conmigo. —Quirrell se estremeció súbitamente—. No perdona fácilmente los errores.
-Lord Voldemort trata con tanto afecto a sus aliados como a sus enemigos- comento Dumbledore
Cuando fracasé en robar esa Piedra de Gringotts, se disgustó mucho. Me castigó... decidió que tenía que vigilarme muy de cerca... La voz de Quirrell se apagó. Harry recordó su viaje al callejón Diagon... ¿Cómo había podido ser tan estúpido?
-tranquilo, uno no puede andar desconfiando de cada persona que lo saluda- dijo Arhtur
Había visto a Quirrell aquel mismo día y se habían estrechado las manos en el Caldero Chorreante. Quirrell maldijo entre dientes. —No comprendo... ¿La Piedra está dentro del espejo? ¿Tengo que romperlo?
-¿es un poquito idiota o me parece a mi?- dijo Tonks bajito y solo Remus la oyo
-es bastante idiota- dijo el licántropo y la niña rio
La mente de Harry funcionaba a toda máquina. «Lo que más deseo en el mundo en este momento —pensó— es encontrar la Piedra antes de que lo haga Quirrell. Entonces, si miro en el espejo, podría verme encontrándola... ¡Lo que quiere decir que veré dónde está escondida!
 -¡yo tenia razón!- dijo la niña sonriendo
-eres brillante- dijo Ted a su niña, que estaba siendo abrazada por Sirius
Pero ¿cómo puedo mirar sin que Quirrell se dé cuenta de lo que quiero hacer? Trató de torcerse hacia la izquierda, para ponerse frente al espejo sin que Quirrell lo notara, pero las sogas que tenía alrededor de los tobillos estaban tan tensas que lo hicieron caer. Quirrell no le prestó atención. Seguía hablando para sí mismo. —¿Qué hace este espejo? ¿Cómo funciona? ¡Ayúdame, Maestro!
Todos palidecieron de repente
Y para el horror de Harry, una voz le respondió, una voz que parecía salir del mismo Quirrell.
-esto es tétrico- dijo Marlene
 —Utiliza al muchacho... Utiliza al muchacho... Quirrell se volvió hacia Harry. —Sí... Potter... ven aquí. Hizo sonar las manos una vez y las sogas cayeron. Harry se puso lentamente de pie.
-oh Merlin- dijo Lily preocupada
—Ven aquí —repitió Quirrell—. Mira en el espejo y dime lo que ves. Harry se aproximó. «Tengo que mentir —pensó, desesperado—, tengo que mirar y mentir sobre lo que veo, eso es todo.»
-tengo la sensación de que no funcionara- dijo Sirius nervioso
-estimo que Voldemort sabe Legeremancia, son artes oscuras- respondio Remus
Quirrell se le acercó por detrás. Harry respiró el extraño olor que parecía salir del turbante de Quirrell. Cerró los ojos, se detuvo frente al espejo y los volvió a abrir. Se vio reflejado, muy pálido y con cara de asustado. Pero un momento más tarde, su reflejo le sonrió. Puso la mano en el bolsillo y sacó una piedra de color sangre. Le guiñó un ojo y volvió a guardar la Piedra en el bolsillo y, cuando lo hacía, Harry sintió que algo pesado caía en su bolsillo real. De alguna manera (era algo increíble) había conseguido la Piedra.
-eso no es posible- murmuraron varios
—¿Bien? —dijo Quirrell con impaciencia—. ¿Qué es lo que ves? Harry, haciendo de tripas corazón, contestó: —Me veo con Dumbledore, estrechándonos las manos —inventó—. Yo... he ganado la copa de la casa para Gryffindor.
-no eres muy convicente- dijo Ron
Quirrell maldijo otra vez. —Quítate de ahí —dijo. Cuando Harry se hizo a un lado, sintió la Piedra Filosofal contra su pierna. ¿Se atrevería a escapar?
-el tema será si puedes escapar- dijo Andromeda atenta
Pero no había dado cinco pasos cuando una voz aguda habló, aunque Quirrell no movía los labios. —Él miente... él miente... —¡Potter, vuelve aquí! —gritó Quirrell—. ¡Dime la verdad! ¿Qué es lo que has visto? La voz aguda se oyó otra vez. —Déjame hablar con él... cara a cara...
¿Cómo es posible? Y ¿Dónde esta el? Eran las dos preguntas que surcaban el comedor
 —¡Maestro, no está lo bastante fuerte todavía! —Tengo fuerza suficiente... para esto. Harry sintió como si el Lazo del Diablo lo hubiera clavado en el suelo. No podía mover ni un músculo. Petrificado, observó a Quirrell, que empezaba a desenvolver su turbante. ¿Qué iba a suceder?
Eso se preguntaban todos
 El turbante cayó. La cabeza de Quirrell parecía extrañamente pequeña sin él. Entonces, Quirrell se dio la vuelta lentamente. Harry hubiera querido gritar, pero no podía dejar salir ningún sonido. Donde tendría que haber estado la nuca de Quirrell, había un rostro, la cara más terrible que Harry hubiera visto en su vida. Era de color blanco tiza, con brillantes ojos rojos y ranuras en vez de fosas nasales, como las serpientes
-no es posible- murmuraron todos aterrorizados
 —Harry Potter... —susurró. Harry trató de retroceder, pero sus piernas no le respondían. —¿Ves en lo que me he convertido? —dijo la cara—. No más que en sombra y quimera... Tengo forma sólo cuando puedo compartir el cuerpo de otro... Pero siempre ha habido seres deseosos de dejarme entrar en sus corazones y en sus mentes... La sangre de unicornio me ha dado fuerza en estas semanas pasadas...
-era el- dijo Hagrid palido bajo la mata de pelo
 tú viste al leal Quirrell bebiéndola para mí en el bosque... y una vez que tenga el Elixir de la Vida seré capaz de crear un cuerpo para mí... Ahora... ¿por qué no me entregas la Piedra que tienes en el bolsillo? Entonces él lo sabía.
-oh dios!- la mano de James estaba siendo apretada por la de Lily
La idea hizo que de pronto las piernas de Harry se tambalearan. —No seas tonto —se burló el rostro—. Mejor que salves tu propia vida y te unas a mí... o tendrás el mismo final que tus padres... Murieron pidiéndome misericordia...
-¡MENTIRA!- gritaron Sirius,  Remus  y Harry (este ultimo por impulso)
—¡MENTIRA! —gritó de pronto Harry. Quirrell andaba hacia atrás, para que Voldemort pudiera mirarlo. La cara maligna sonreía. —Qué conmovedor —dijo—. Siempre consideré la valentía... Sí, muchacho, tus padres eran valientes... Maté primero a tu padre y luchó con valor
-no mi amor- dijo Lily llorando a lagrima suelta y besando a James entre lagrimas- no dejare que te haga daño, mi amor, te amo- decía entre lagrimas- no me dejes nunca- James la abrazo fuerte sin saber que decir, luego de un rato logro calmarse un poco y continuo
... Pero tu madre no tenía que morir... ella trataba de protegerte... Ahora, dame esa Piedra, a menos que quieras que tu madre haya muerto en vano.
El comedor estaba en un silencio triste, varios lloraban en silencio
-que desgraciado!- grito Sirius entre lagrimas- mira que usar la soledad de un niño de once años que a perdido todo, maldito bastardo
 —¡NUNCA! Harry se movió hacia la puerta en llamas, pero Voldemort gritó: ¡ATRÁPALO! y, al momento siguiente, Harry sintió la mano de Quirrell sujetando su muñeca. De inmediato, un dolor agudo atravesó su cicatriz y sintió como si la cabeza fuera a partírsele en dos.
El comedor estaba atento, remus, Sirius, James, Lily, Molly y Minerva estaban palidos y aterrorizados, mientras que Albus miraba con su vista de rayos X a Harry
Gritó, luchando con todas sus fuerzas y, para su sorpresa, Quirrell lo soltó. El dolor en la cabeza amainó... Miró alrededor para ver dónde estaba Quirrell y lo vio doblado de dolor, mirándose los dedos, que se ampollaban ante sus ojos.
-¿Qué..que ocurrio?- pregunto Remus mientras abrazaba a Tonks que lloraba preocupada, Harry solo le hizo una seña a su madre que siguiera leyendo
—¡ATRÁPALO! ¡Atrápalo! —rugía otra vez Voldemort, y Quirrell arremetió contra Harry, haciéndolo caer al suelo y apretándole el cuello con las dos manos... La cicatriz de Harry casi lo enceguecía de dolor y, sin embargo, pudo ver a Quirrell chillando desesperado.
-la conexión- dijo por lo bajo James- tiene que ver con tu cicatriz ¿verdad?- Harry solo asintió
—Maestro, no puedo sujetarlo... ¡Mis manos... mis manos! Y Quirrell, aunque mantenía sujeto a Harry aplastándolo con las rodillas, le soltó el cuello y contempló, aterrorizado, sus manos. Harry vio que estaban quemadas, en carne viva, con ampollas rojas y brillantes. —¡Entonces mátalo, idiota, y termina de una vez!
-¡no te atrevas a tocarle un cabello maldito hijo de p*ta!- rugio Lily
—exclamó Voldemort. Quirrell levantó la mano para lanzar un maleficio mortal, pero Harry, instintivamente, se incorporó y se aferró a la cara de Quirrell. —¡AAAAAAH! Quirrell se apartó, con el rostro también quemado, y entonces Harry se dio cuenta: Quirrell no podía tocar su piel sin sufrir un dolor terrible.
-usalo a tu favor muchacho- dijo Alastor prestando atención
 Su única oportunidad era sujetar a Quirrell, que sintiera tanto dolor como para impedir que hiciera el maleficio... Harry se puso de pie de un salto, cogió a Quirrell de un brazo y lo apretó con fuerza. Quirrell gritó y trató de empujar a Harry. El dolor de cabeza de éste aumentaba y el muchacho no podía ver, solamente podía oír los terribles gemidos de Quirrell y los aullidos de Voldemort: ¡MÁTALO! ¡MÁTALO!, y otras voces, tal vez sólo en su cabeza, gritando: «¡Harry! ¡Harry!». Sintió que el brazo de Quirrell se iba soltando, supo que estaba perdido, sintió que todo se oscurecía y que caía... caía... caía...
-te desmayaste- dijo Lily preocupada
Algo dorado brillaba justo encima de él. ¡La snitch!
-¿acabas de enfretar a Voldemort  y piensas en Quiddicht? –dijo Lily aliviada de que su bebe estuviera bien, Harry se encogio de hombros- eres tan igual a James- dijo con un pequeña sonrisa besando a su novio
 Trató de atraparla, pero sus brazos eran muy pesados. Pestañeé. No era la snitch. Eran un par de gafas. Qué raro. Pestañeó otra vez. El rostro sonriente de Albus Dumbledore se agitaba ante él.
Todos se aliviaron, si Albus Dumbledore estaba ahí, todo estaría bien.
 —Buenas tardes, Harry —dijo Dumbledore. Harry lo miró asombrado. Entonces recordó. —¡Señor! ¡La Piedra! ¡Era Quirrell! ¡Él tiene la Piedra! Señor, rápido... —Cálmate, qúerido muchacho, estás un poco atrasado —dijo Dumbledore—. Quirrell no tiene la Piedra. —¿Entonces quién la tiene? Señor, yo... —Harry, por favor, cálmate, o la señora Pomfrey me echará de aquí.
-Poppy es muy estricta- dijo Remus mirando con cariño a la enfermera, le debía bastante.
Harry tragó y miró alrededor. Se dio cuenta de que debía de estar en la enfermería. Estaba acostado en una cama, con sábanas blancas de hilo, y cerca había una mesa, con una enorme cantidad de paquetes, que parecían la mitad de la tienda de golosinas —Regalos de tus amigos y admiradores —dijo Dumbledore, radiante
-es lindo despertar en la enfermería rodeado de golosinas- dijo Sirius
-¿Remus me das chocolate?- pidió Tonks
-claro que si- corto un trozo y le dio
-¿Por qué a ella le das y a nosotros no?- protesto James
-no puedo decirle que no a Dorita- dijo encogiéndose de hombro, los del futuro (Harry, Herms, etc) sonrieron
—. Lo que sucedió en las mazmorras entre tú y el profesor Quirrell es completamente secreto, así que, naturalmente, todo el colegio lo sabe.
Varios rieron
Creo que tus amigos, los señores Fred y George Weasley, son responsables de tratar de enviarte un inodoro.
-esos niños son geniales- dijo Sirius riendo igual que todos
No dudo que pensaron que eso te divertiría. Sin embargo, la señora Pomfrey consideró que no era muy higiénico y lo confiscó.
Todos rieron
 —¿Cuánto tiempo hace que estoy aquí? —Tres días. El señor Ronald Weasley y la señorita Granger estarán muy aliviados al saber que has recuperado el conocimiento. Han estado sumamente preocupados.
-¿preocupados? ¿solo preocupados?- dijo indignada Hermione- estábamos histéricos
 —Pero señor, la Piedra... —Veo que no quieres que te distraiga. Muy bien, la Piedra. El profesor Quirrell no te la pudo quitar. Yo llegué a tiempo para evitarlo, aunque debo decir que lo estabas haciendo muy bien. —¿Usted llegó? ¿Recibió la lechuza que envió Hermione? —Nos debimos cruzar en el aire. En cuanto llegué a Londres, me di cuenta de que el lugar en donde debía estar era el que había dejado. Llegué justo a tiempo para quitarte a Quirrell de encima..
-Gracias al cielo- dijeron Lily y Molly
 —Fue usted. —Tuve miedo de haber llegado demasiado tarde. —Casi fue así, no habría podido aguantar mucho más sin que me quitara la Piedra...
-no creo que sea por eso que se preocupa pequeño- dijo James y Harry sonrio
—No por la Piedra, muchacho, por ti... El esfuerzo casi te mata. Durante un terrible momento tuve miedo de que fuera así. En lo que se refiere a la Piedra, fue destruida.
-¿destruida?- dijo Alice- que pena que cosas tan increíbles tengan que destruirse ¿verdad?
-la ambicion hace cosas raras con la gente, señorita White- dijo Albus- aunque si es un pena
 —¿Destruida? —dijo Harry sin entender—. Pero su amigo... Nicolás Flamel... —¡Oh, sabes lo de Nicolás! —dijo contento Dumbledore—. Hiciste bien los deberes, ¿no es cierto? Bien, Nicolás y yo tuvimos una pequeña charla y estuvimos de acuerdo en que era lo mejor.
-Pero eso significa que el y su mujer van a morir ¿no?- dijo Lily
 —Pero eso significa que él y su mujer van a morir, ¿no?
Lily y Harry sonriendo
 —Tienen suficiente Elixir guardado para poner sus asuntos en orden y luego, sí, van a morir. Dumbledore sonrió ante la expresión de desconcierto que se veía en el rostro de Harry. —Para alguien tan joven como tú, estoy seguro de que parecerá increíble, pero para Nicolás y Perenela será realmente como irse a la cama, después de un día muy, muy largo.
-oh si, un dia de seiscientos años- dijo sarcásticamente sirius y varios rieron
 Después de todo, para una mente bien organizada, la muerte no es más que la siguiente gran aventura. Sabes, la Piedra no era realmente algo tan maravilloso. ¡Todo el dinero y la vida que uno pueda desear! Las dos cosas que la mayor parte de los seres humanos elegirían... El problema es que los humanos tienen el don de elegir precisamente las cosas que son peores para ellos.
-¿eso califica como un don?- pregunto Hermione confundida, pero el director no respondio
Harry yacía allí, sin saber qué decir. Dumbledore canturreó durante un minuto y después sonrió hacia el techo. —¿Señor? —dijo Harry—. Estuve pensando... Señor, aunque la Piedra ya no esté, Vol... quiero decir Quién-usted-sabe... —Llámalo Voldemort, Harry. Utiliza siempre el nombre correcto de las cosas. El miedo a un nombre aumenta el miedo a la cosa que se nombra.
Varios de los que no se atrevían a decir su nombre se avergonzaron de si mismos
 —Sí, señor. Bien, Voldemort intentará volver de nuevo, ¿no? Quiero decir... No se ha ido, ¿verdad? —No, Harry, no se ha ido. Está por ahí, en algún lugar, tal vez buscando otro cuerpo para compartir... Como no está realmente vivo, no se le puede matar.
-¿Por qué Voldemort no puede morir?-  pregunto confundido Remus
-creo yo señor Lupin que eso lo descubriremos mas adelante en los libros, porque tengo muchas hipótesis y ninguna certeza
Él dejó morir a Quirrell, muestra tan poca misericordia con sus seguidores como con sus enemigos.
Lucius, Severus y Narcissa se estremecieron
De todos modos, Harry, tú tal vez has retrasado su regreso al poder. La próxima vez hará falta algún otro preparado para luchar y, si lo detienen otra vez y otra vez, bueno, puede ser que nunca vuelva al poder. Harry asintió, pero se detuvo rápidamente, porque eso hacía que le doliera más la cabeza. Luego dijo: —Señor, hay algunas cosas más que me gustaría saber, si me las puede decir... cosas sobre las que quiero saber la verdad...
-me da la impresión de que hay cosas que todavía no va a decirte- dijo Lily
 —La verdad —Dumbledore suspiró—. Es una cosa terrible y hermosa, y por lo tanto debe ser tratada con gran cuidado. Sin embargo, contestaré tus preguntas a menos que tenga una muy buena razón para no hacerlo. Y en ese caso te pido que me perdones. Por supuesto, no voy a mentirte.
-Se dieron cuenta que el profesor no miente?- dijo James- omite la verdad pero no miente
 —Bien... Voldemort dijo que sólo mató a mi madre porque ella trató de evitar que me matara. Pero ¿por qué iba a querer matarme a mí en primer lugar? Aquella vez, Dumbledore suspiró profundamente.
-no va a responderte- dijo Lily resignada porque ella también sentía curiosidad por  esa respuesta
—Vaya, la primera cosa que me preguntas y no puedo contestarte. No hoy. No ahora. Lo sabrás, un día... Quítatelo de la cabeza por ahora, Harry. Cuando seas mayor... ya sé que eso es odioso... bueno, cuando estés listo, lo sabrás. Y Harry supo que no sería bueno discutir. —¿Y por qué Quirrell no podía tocarme? —Tu madre murió para salvarte.
-eres increíble mi princesa- dijo James abrazándola
Si hay algo que Voldemort no puede entender es el amor. No se dio cuenta de que un amor tan poderoso como el de tu madre hacia ti deja marcas poderosas. No una cicatriz, no un signo visible... Haber sido amado tan profundamente, aunque esa persona que nos amó no esté, nos deja para siempre una protección. Eso está en tu piel.
James dejo caer unas lagrimas y Lily lo miro confundida- yo debería poder haberte salvado, perdoname – dijo con los ojos húmedos- tu también Harry, yo debería haberlos protegido- Harry se levanto y abrazo por primera vez a su padre, Lily los miraba sonriente
 Quirrell, lleno de odio, codicia y ambición, compartiendo su alma con Voldemort, no podía tocarte por esa razón. Era una agonía el tocar a una persona marcada por algo tan bueno.
James beso a Lily
Entonces Dumbledore se mostró muy interesado en un pájaro que estaba cerca de la cortina, lo que le dio tiempo a Harry para secarse los ojos con la sábana.
-mi pequeño- susurro Lily tomándole la mano a Harry, era extraño, porque Harry en ese entonces era mayor que ellos, casado, con dos niños y otro en camino, pero Lily veía a su hijo pequeño que lloraba por su muerte
Cuando pudo hablar de nuevo, Harry dijo: —¿Y la capa invisible... sabe quién me la mandó? —Ah... Resulta que tu padre me la había dejado y pensé que te gustaría tenerla. —Los ojos de Dumbledore brillaron—. Cosas útiles... Tu padre la utilizaba sobre todo para robar comida en la cocina, cuando estaba aquí.
-¿robar comida en las cocinas?- dijo indignado James, pero bajo la mirada de Mcgonagall continuo- si solo la uso para eso.
-¿señores Potter no era que ustedes no sabían nada de la capa cuando estuvo en pertenencia de  James?- dijo Minerva
-¿de verdad cree que yo lo delataría?- dijeron a coro, y Lily rio
-no tienen cura- dijo divertida
—Y hay algo más... —Dispara. —Quirrell dijo que Snape... —El profesor Snape, Harry —Sí, él...
Sirius se contuvo de decir algo, pero sonrio anchamente
Quirrell dijo que me odia, porque odiaba a mi padre. ¿Es verdad? —Bueno, ellos se detestaban uno al otro. Como tú y el señor Malfoy.
-bastante mas- dijeron los dos a coro
 Y entonces, tu padre hizo algo que Snape nunca pudo perdonarle. —¿Qué? —Le salvó la vida.
-¿Qué?- dijeron Sirius, James y Sanpe [supongamos que el incidente de Lupin fue en séptimo]
 —¿Qué? —Sí... —dijo Dumbledore, con aire soñador—. Es curiosa la forma en que funciona la mente de la gente, ¿no es cierto? El profesor Snape no podía soportar estar en deuda con tu padre... Creo que se esforzó tanto para protegerte este año porque sentía que así estaría en paz con él. Así podría seguir odiando la memoria de tu padre, en paz...
-creame que no tendre ningún remordimiento en odiar su memoria- dijo Severus aun confundido por el hecho de que Potter le salvaría la vida ¿en que circunstancias?
 Harry trató de entenderlo, pero le hacía doler la cabeza, así que lo dejó. —Y señor, hay una cosa más... —¿Sólo una? —¿Cómo pude hacer que la Piedra saliera del espejo? —Ah, bueno, me alegro de que me preguntes eso. Fue una de mis más brillantes ideas y, entre tú y yo, eso es decir mucho.
-modestia aparte claro- dijo divertida Dorcas y el director sonrio
 Sabes, sólo alguien que quisiera encontrar la Piedra, encontrarla, pero no utilizarla, sería capaz de conseguirla.
-brillante- dijeron varios por lo bajo
De otra forma, se verían haciendo oro o bebiendo el Elixir de la Vida. Mi mente me sorprende hasta a mí mismo...
-y eso es sorprendente- agrego Tonks causando la risa de todos
 Bueno, suficientes preguntas. Te sugiero que comiences a comer esas golosinas. Ah, las grageas de todos los sabores. En mi juventud tuve la mala suerte de encontrar una con gusto a vómito y, desde entonces, me temo que dejaron de gustarme. Pero creo que no tendré problema con esta bonita gragea, ¿no te parece? Sonrió y se metió en la boca una gragea de color dorado.
-uhh- dijo Remus- las de colores raros son las peores
 Luego se atragantó y dijo: —¡Ay de mí! ¡Cera del oído!
Las chicas arrugaron la nariz con asco y los chicos rieron
La señora Pomfrey era una mujer buena, pero muy estricta. —Sólo cinco minutos —suplicó Harry —Ni hablar. —Usted dejó entrar al profesor Dumbledore... —Bueno, por supuesto, es el director, es muy diferente. Necesitas descansar. —Estoy descansando, mire, acostado y todo lo demás.
Todos rieron, incluyendo los visitantes
 Oh, vamos, señora Pomfrey.. —Oh, está bien —dijo—. Pero sólo cinco minutos. Y dejó entrar a Ron y Hermione. —¡Harry! Hermione parecía lista para lanzarse en sus brazos, pero Harry se alegró de que se contuviera, porque le dolía la cabeza. —Oh, Harry; estábamos seguros de que te... Dumbledore estaba tan preocupado... —Todo el colegio habla de ello —dijo Ron—. ¿Qué es lo que realmente pasó?
-y ahora Harry se los contara todo- dijo Neville cansinamente, como si hubiera oído esa historia miles de veces, y el trio rio
 Fue una de esas raras ocasiones en que la verdadera historia era aún más extraña y apasionante que los más extraños rumores. Harry les contó todo:
Neville “tosio” y todos rieron
 Quirrell, el espejo, la Piedra y Voldemort. Ron y Hermione eran muy buen público, jadeaban en los momentos apropiados y, cuando Harry les dijo lo que había debajo del turbante de Quirrell, Hermione gritó muy fuerte. —¿Entonces la Piedra no existe? —dijo por ultimo Ron—. ¿Flamel morirá? —Eso es lo que yo dije, pero Dumbledore piensa que... ¿cómo era? Ah, sí: «Para las mentes bien organizadas, la muerte es la siguiente gran aventura».
Sirius solto un suspiro y todos lo miraron confundidos- Dumby es el chiflado mas brillante que he conocido- todos rieron, incluido el director
—Siempre dije que era un chiflado —dijo Ron, muy impresionado por lo loco que estaba su héroe. —¿Y qué os pasó a vosotros dos? —preguntó Harry. —Bueno, yo volví —dijo Hermione—, desperté a Ron (tardé un rato largo)
-que novedad- dijeron Harry, Neville y Charlie, las orejas de Ron se colorearon
 y, cuando íbamos a la lechucería para comunicarnos con Dumbledore, lo encontramos en el vestíbulo de entrada, y él ya lo sabía, porque nos dijo: «Harry se fue a buscarlo, ¿no?», y subió al tercer piso.
-¡usted sabia!- dijo indignada y furiosa Lily- ¿es que acaso esta demente?- en el comedor no volaba una mosca, todos sabían de la furia Evans, pero eso era demasiado- ¿mando a mi hijo a las manos de un sicótico asesino? ¿con solo once años? ¿Qué pasa por su cabeza de genio? Ilústreme porque no lo entiendo- dijo furiosa, y el director bajo la cabeza ¿avergonzado?, y James abrazo a su chica por detrás y la beso en el hombro, ella se fue a sentar con James pero no dijo nada, tomo el libro y siguió leyendo
  —¿Crees que él quería que lo hicieras? —dijo Ron—. ¿Enviándote la capa de tu padre y todo eso? —Bueno —estalló Hermione—. Si lo hizo... eso es terrible... te podían haber matado. —No, no fue así —dijo Harry con aire pensativo—. Dumbledore es un hombre muy especial.
-dimelo a mi- murmuro Lily
 Yo creo que quería darme una oportunidad. Creo que él sabe, más o menos, todo lo que sucede aquí. Acepto que debía de saber lo que íbamos a intentar y, en lugar de detenernos, nos enseñó lo suficiente para ayudarnos. No creo que fuera por accidente que me dejó encontrar el espejo y ver cómo funcionaba. Es casi como si él pensara que yo tenía derecho a enfrentarme a Voldemort, si podía...
-Director…lo lamento- dijo avergonzada la pelirroja- yo no debi…yo me exedi…yo…castígueme pero no le quite puntos a Gryffindor
-creo, señora Potter, que usted tiene razón, no se las circunstancias, hay muchas cosas en la historia del joven Potter, que no logro comprender en este momento, y cuando hayamos leído los siete libros, vere que puedo hacer, pero no será castigada, en su situación, yo hubiese reaccionado igual, ahora prosiga con la lectura
 —Bueno, sí, está bien —dijo Ron—. Escucha, debes estar levantado para mañana, es la fiesta de fin de curso. Ya están todos los puntos y Slytherin ganó, por supuesto. Te perdiste el último partido de quidditch. Sin ti, nos ganó Ravenclaw, pero la comida será buena.
-Ron y la comida- suspiraron Hermione y Harry causando risa
En aquel momento, entró la señora Pomfrey —Ya habéis estado quince minutos, ahora FUERA—dijo con severidad. Después de una buena noche de sueño, Harry se sintió casi bien. —Quiero ir a la fiesta —dijo a la señora Pomfrey, mientras ella le ordenaba todas las cajas de golosinas—. Podré ir, ¿verdad? —El profesor Dumbledore dice que tienes permiso para ir —dijo con desdén, como si considerara que el profesor Dumbledore no se daba cuenta de lo peligrosas que eran las fiestas
-y lo son- dijo severa y el director incosientemente se alejo de ella
—. Y tienes otra visita. —Oh, bien —dijo Harry—. ¿Quién es? Mientras hablaba, entró Hagrid. Como siempre que estaba dentro de un lugar, Hagrid parecía demasiado grande. Se sentó cerca de Harry, lo miró y se puso a llorar.
-oh pobre Hagrid, se siente culpable- dijo Lily mirando con cariño al semigigante
 —¡Todo... fue... por mi maldita culpa! —gimió, con la cara entre las manos—. Yo le dije al malvado cómo pasar ante Fluffy. ¡Se lo dije! ¡Podías haber muerto! ¡Todo por un huevo de dragón! ¡Nunca volveré a beber! ¡Deberían echarme y obligarme a vivir como un muggle! —¡Hagrid! —dijo Harry, impresionado al ver la pena y el remordimiento de Hagrid, y las lágrimas que mojaban su barba
-no hay nadie mas bueno que Hagrid- dijo James divertido
—. Hagrid, lo habría descubierto igual, estamos hablando de Voldemort, lo habría sabido igual aunque no le dijeras nada. —¡Podrías haber muerto! —sollozó Hagrid—. ¡Y no digas ese nombre! —¡VOLDEMORT! —gritó Harry, y Hagrid se impresionó tanto que dejó de llorar
-buena esa- felicito Sirius a su ahijado
—. Me encontré con él y lo llamo por su nombre. Por favor, alégrate, Hagrid, salvamos la Piedra, ya no está, no la podrá usar. Toma una rana de chocolate, tengo muchísimas... Hagrid se secó la nariz con el dorso de la mano y dijo: —Eso me hace recordar... Te he traído un regalo.
-gracias, por todo lo que haces por Harry- dijo Lily
-a..aun no lo hago- dijo el semigigante ruborizado
-pero lo harias, y aunque no tengas que hacerlo en el futuro, te estare eternamente agradecida- dijo la pelirroja con una sonrisa
 —No será un bocadillo de comadreja, ¿verdad? —dijo preocupado Harry, y finalmente Hagrid se rió. —No. Dumbledore me dio libre el día de ayer para hacerlo. Por supuesto tendría que haberme echado... Bueno, aquí tienes... Parecía un libro con una hermosa cubierta de cuero. –
-creo que se lo que es- dijo James con una pequeña sonrisa
Harry lo abrió con curiosidad... Estaba lleno de fotos mágicas. Sonriéndole y saludándolo desde cada página, estaban su madre y su padre...
-oh Hagrid! Gracias!- dijo Lily emocionada
—Envié lechuzas a todos los compañeros de colegio de tus padres, pidiéndoles fotos... Sabía que tú no tenías...
-hablando de compañeros del colegio ¿Dónde estamos yo, Lunatico y colagusano?- Harry se mordio la lengua para no contestar con la verdad
-lo sabran en el tercer libro
 ¿Te gusta? Harry no podía hablar, pero Hagrid entendió. Harry bajó solo a la fiesta de fin de curso de aquella noche. Lo había ayudado a levantarse la señora Pomfrey, insistiendo en examinarlo una vez más, así que, cuando llegó, el Gran Comedor ya estaba lleno. Estaba decorado con los colores de Slytherin, verde y plata, para celebrar el triunfo de aquella casa al ganar la copa durante siete años seguidos.
Las tres casas restantes hicieron una mueca de asco
Un gran estandarte, que cubría la pared detrás de la Mesa Alta, mostraba la serpiente de Slytherin. Cuando Harry entró se produjo un súbito murmullo y todos comenzaron a hablar al mismo tiempo. Se deslizó en una silla, entre Ron y Hermione, en la mesa de Gryffindor, y trató de hacer caso omiso del hecho de que todos se ponían de pie para mirarlo.
Harry solto un suspiro- nunca me acostubro a eso- dijo con media sonrisa
Por suerte, Dumbledore llegó unos momentos después. Las conversaciones cesaron. —¡Otro año se va! —dijo alegremente Dumbledore—. Y voy a fastidiaros con la charla de un viejo, antes de que podáis empezar con los deliciosos manjares. ¡Qué año hemos tenido!
-bastante movidito si- dijo el trio, causando la risa de todos
Esperamos que vuestras cabezas estén un poquito más llenas que cuando llegasteis... Ahora tenéis todo el verano para dejarlas bonitas y vacías antes de que comience el próximo año...
-¡ja! Como si no nos dejaran deberes- dijeron Sirius y James indignados, secundados por todo el comedor, los profesores veian divertidos a sus alumnos
 Bien, tengo entendido que hay que entregar la copa de la casa y los puntos ganados son: en cuarto lugar, Gryffindor, con trescientos doce puntos
Los leones  aplaudieron sin muchas ganas
 en tercer lugar, Hufflepuff, con trescientos cincuenta y dos;
Los tejones le pusieron un poco mas de animo
Ravenclaw tiene cuatrocientos veintiséis,
Las águilas victorearon
y Slytherin, cuatrocientos setenta y dos.
Los tres Slytheryn presentes apludieron con ganas
Una tormenta de vivas y aplausos estalló en la mesa de Slytherin. Harry pudo ver a Draco Malfoy golpeando la mesa con su copa. Era una visión repugnante. —Sí, sí, bien hecho, Slytherin —dijo Dumbledore—. Sin embargo, los acontecimientos recientes deben ser tenidos en cuenta. Todos se quedaron inmóviles. Las sonrisas de los Slytherin se apagaron un poco.
-espero que sea lo que estoy pensando- dijo James y miro a su hijo que le guiño el ojo, esto se pondría bueno
—Así que —dijo Dumbledore— tengo algunos puntos de última hora para agregar. Dejadme ver. Sí... Primero, para el señor Ronald Weasley... Ron se puso tan colorado que parecía un rábano con insolación.
Todos rieron, y Ron se sonrojo
 —... por ser el mejor jugador de ajedrez que Hogwarts haya visto en muchos años, premio a la casa Gryffindor con cincuenta puntos.
Los leones escuchaban expectantes la lectura
 decía a los otros prefectos: «Es mi hermano, ¿sabéis? ¡Mi hermano menor! ¡Consiguió pasar en el juego de ajedrez gigante de McGonagall!». Por fin se hizo el silencio otra vez. —Segundo... a la señorita Hermione Granger... por el uso de la fría lógica al enfrentarse con el fuego, premio a la casa Gryffindor con cincuenta puntos. Hermione enterró la cara entre los brazos. Harry tuvo la casi seguridad de que estaba llorando.
-claro que lo hacia tonto! Estaba emocionada- dijo sonrojada la castaña
Los cambios en la tabla de puntuaciones pasaban ante ellos: Gryffindor estaba cien puntos más arriba. —Tercero... al señor Harry Potter... —continuó Dumbledore. La sala estaba mortalmente silenciosa—... por todo su temple y sobresaliente valor, premio a la casa Gryffindor con sesenta puntos. El estrépito fue total. Los que pudieron sumar, además de gritar y aplaudir, se dieron cuenta de que Gryffindor tenía los mismos puntos que Slytherin, cuatrocientos setenta y dos.
-oh solo un punto mas- rogaron Gideon y Fabian
Si Dumbledore le hubiera dado un punto más a Harry... Pero así no llegaban a ganar. Dumbledore levantó el brazo. La sala fue recuperando la calma. —Hay muchos tipos de valentía —dijo sonriendo Dumbledore—. Hay que tener un gran coraje para oponerse a nuestros enemigos, pero hace falta el mismo valor para hacerlo con los amigos. Por lo tanto, premio con diez puntos al señor Neville Longbottom.
-¡¡¡¡¡¡SI!!!- gritaron los leones aplaudiendo, como si fueran los de su generación los que ganaban, festejaban y victoreaban, y Hufflepuff y Ravenclaw también festejaban que Slytheryn hubiese perdido
Alguien que hubiera estado en la puerta del Gran Comedor habría creído que se había producido una explosión, tan fuertes eran los gritos que salieron de la mesa de Gryffindor. Harry, Ron y Hermione se pusieron de pie y vitorearon a Neville, que, blanco de la impresión, desapareció bajo la gente que lo abrazaba.
-estamos orgullosos Nev- dijeron sus padres, abrazandolo
 Nunca había ganado más de un punto para Gryffindor. Harry, sin dejar de vitorear, dio un codazo a Ron y señaló a Malfoy, que no podía haber estado más atónito y horrorizado si le hubieran echado el maleficio de la Inmovilidad Total.
-¡eso es!- grito Sirius- ¡en tu cara Malfoy!- decía señalando a Lucius como si hablaran del mismo Malfoy
 —Lo que significa —gritó Dumbledore sobre la salva de aplausos, porque Ravenclaw y Hufflepuff estaban celebrando la derrota de Slytherin—, que hay que hacer un cambio en la decoración. Dio una palmada. En un instante, los adornos verdes se volvieron escarlata; los de plata, dorados, y la gran serpiente se desvaneció para dar paso al león de Gryffindor. Snape estrechaba la mano de la profesora McGonagall, con una horrible sonrisa forzada en su cara.
Sirius solto un suspiro de alegría, pero no dijo nada
 Captó la mirada de Harry y el muchacho supo de inmediato que los sentimientos de Snape hacia él no habían cambiado en absoluto. Aquello no lo preocupaba. Parecía que la vida iba a volver a la normalidad en el año próximo, o a la normalidad típica de Hogwarts. Aquélla fue la mejor noche de la vida de Harry, mejor que ganar un partido de quidditch, o que la Navidad, o que hacer que se desmayara el monstruo gigante... Nunca, jamás, olvidaría aquella noche
-ni yo- dijeron Ron, Hermione y Neville
Harry casi no recordaba ya que tenían que recibir los resultados de los exámenes, pero éstos llegaron. Para su gran sorpresa, tanto él como Ron pasaron con buenas notas. Hermione, por supuesto, fue la mejor del año. Hasta Neville pasó a duras penas, pues sus buenas notas en Herbología compensaron los desastres en Pociones.
-genial, ninguno desaprobó- dijo Lily sonriendo
Ellos confiaban en que suspendieran a Goyle, que era casi tan estúpido como malo, pero él también aprobó. Era una lástima, pero como dijo Ron, no se puede tener todo en la vida.
Y de pronto, sus Todos rieron
armarios se vaciaron, sus equipajes estuvieron listos, el sapo de Neville apareció en un rincón del cuarto de baño... Todos los alumnos recibieron notas en las que los prevenían para que no utilizaran la magia durante las vacaciones («Siempre espero que se olviden de darnos esas notas», dijo con tristeza Fred Weasley).
-y yo- dijeron con resignación James, Sirius y para sorpresa de todos Lily, los merodeadores y su hijo la miraron sorprendidos
-Según tengo entendido señora Potter, usted sabe como manejar esa regla ¿verdad?- dijo albus divertido y Lily “tosio”
-amor confiesa- dijo James mirándola curioso
-no cuenta como amgia si no usas varita, si haces magia de manos para el ministerio clasifica como magia accidental
-¿y tu lo sabes porque?...- dijo Sirius
-llene el cuarto de mi hermana de ratas- dijo ella sonriendo- pense que me castigarían pero valio la pena ver la cara de pánico de tuney
-esa es mi chica- felicito James besándola, Sirius estaba en shock.
 Hagrid estaba allí para llevarlos en los botes que cruzaban el lago. Subieron al expreso de Hogwarts, charlando y riendo, mientras el paisaje campestre se volvía más verde y menos agreste. Comieron las grageas de todos los sabores, pasaron a toda velocidad por las ciudades de los muggles, se quitaron la ropa de magos y se pusieron camisas y abrigos... Y bajaron en el andén nueve y tres cuartos de la estación King Cross. Tardaron un poco en salir del andén. Un viejo y enjuto guarda estaba al otro lado de la taquilla, dejándolos pasar de dos en dos o de tres en tres, para que no llamaran la atención saliendo de golpe de una pared sólida, pues alarmarían a los muggles.
-Seria raro- dijo Marlene divertida
 —Tenéis que venir y pasar el verano conmigo —dijo Ron—, los dos. Os enviaré una lechuza. —Gracias —dijo Harry—. Voy a necesitar alguna perspectiva agradable. La gente los empujaba mientras se movían hacia la estación, volviendo al mundo muggle. Algunos le decían. —¡Adiós, Harry! —¡Nos vemos, Potter! —Sigues siendo famoso —dijo Ron, con sonrisa burlona. —No allí adonde voy, eso te lo aseguro —respondió Harry.
Todos bufaron
Él, Ron y Hermione pasaron juntos a la estación. —¡Allí está él, mamá, allí está, míralo! Era Ginny Weasley, la hermanita de Ron, pero no señalaba a su hermano. —¡Harry Potter! —chilló—. ¡Mira, mamá! Puedo ver...
-eso no lo sabia- dijo Harry riendo igual que Ron
—Tranquila, Ginny. Es de mala educación señalar con el dedo. La señora Weasley les sonrió. —¿Un año movido? —les preguntó. —Mucho —dijo Harry—. Muchas gracias por el jersey y el pastel, señora Weasley —Oh, no fue nada.
-gracias molly- dijo Lily
-no hay porque- respndio ella
—¿Ya estás listo? Era tío Vernon, todavía con el rostro púrpura, todavía con bigotes y todavía con aire furioso ante la audacia de Harry, llevando una lechuza en una jaula, en una estación llena de gente común. Detrás, estaban tía Petunia y Dudley, con aire aterrorizado ante la sola presencia de Harry —¡Usted debe de ser de la familia de Harry! —dijo la señora Weasley —Por decirlo así —dijo tío Vernon—. Date prisa, muchacho, no tenemos todo el día. —Dio la vuelta para ir hacia la puerta.
-que amable- ironizo Tonks
 Harry esperó para despedirse de Ron y Hermione. —Nos veremos durante el verano, entonces. —Espero que... que tengas unas buenas vacaciones —dijo Hermione, mirando insegura a tío Vernon, impresionada de que alguien pudiera ser tan desagradable. —Oh, lo serán —dijo Harry, y sus amigos vieron, con sorpresa, la sonrisa burlona que se extendía por su cara—. Ellos no saben que no nos permiten utilizar magia en casa. Voy a divertirme mucho este verano con Dudley…
-Asi termina el primer libro- anuncio Lily
-¿seguimso con el segundo?- pregunto Sirius
-claro- dijo Minerva, tomo el libro y palidecio- s..se llama Harry Potter y la Camara de Los secretos


3 comentarios:

  1. Hola, soy yo otra vez (angelrose).. Recién lo terminé y ya quiero empezar con el siguiente.. Si fuera por mi podrías actualizar todos los días.. jaja.. Pero no te presiono porque se que tienes una vida del otro lado de la computadora.. =D Por cierto, cuántos años tienes..?? Vas al secundario o ya lo terminaste..??

    Besotes con sabor a merodeador...

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    1. Hola Avril..
      Lamento lo de tus problemas de salud y espero que no sea nada demasiado grave.. Mi nombre es Lisette y te lo digo para que sepas quien soy y me aceptes la solicitud del facebook cuando te la envíe. Tengo 19 años y estoy estudiando medicina y creo que ya te lo comenté en tu otra historia pero sólo quiero que sepas que tenes apoyo desde Misiones Argentina y que espero que te mejores pronto..

      Besos con sabor merodeador..

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