Aclaración: Bueno todos los personajes y los libros que leen pertenecen
a Jo Rowling, yo solo lo traspaso a un blog para que puedan leerlo de una
manera diferente con las intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a
ella.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban
Capitulo XX: "El beso del dementor"
-Ya solo quedan dos capítulos- comentó Sirius
al tomar el libro.
-Bueno, ha sido complicado pero al menos
veremos como todos se enteran de la traición de Pettigrew- el ojigris apretó la
mandíbula, no tenía suficiente valor para decirle a Cornamenta lo que sucedería
después.
-Quiero leer este capítulo- James le tendió el
libro a Lily, frunció el ceño tan pronto
vio la página-se titula "El beso del dementor"...James ¿estarás bien
con esto? Peter será una mala persona pero tú sigues queriéndole.
-No te preocupes por eso- murmuró Harry con
seriedad.
Harry no había
formado nunca parte de un grupo tan extraño.
-Y eso es mucho decir, has andado con ellos toda tu vida- se
burló Fred, señalando a Ron y Hermione.
Crookshanks bajaba
las escaleras en cabeza de la comitiva. Lupin, Pettigrew y Ron lo seguían, como
si participaran en una carrera. Detrás iba el profesor Snape, flotando de manera
fantasmal, tocando cada peldaño con los dedos de los pies y sostenido en el
aire por su propia varita, con la que Sirius le apuntaba. Harry y Hermione
cerraban la marcha.
-Bonito desfile para un Carnaval.
Fue difícil volver a
entrar en el túnel. Lupin, Pettigrew y Ron tuvieron que ladearse para conseguirlo.
Lupin seguía apuntando a Pettigrew con su varita. Harry los veía avanzar de
lado, poco a poco, en hilera. Crookshanks seguía en cabeza. Harry iba
inmediatamente detrás de Sirius, que continuaba dirigiendo a Snape con la
varita. Éste, de vez en cuando, se golpeaba la cabeza en el techo, y Harry tuvo
la impresión de que Sirius no hacía nada por evitarlo.
James soltó una risita sin poder evitarlo. Sirius seguía
siendo Sirius a pesar de década y media en el peor lugar que pudiese imaginar.
-Perro viejo no aprende nuevos trucos, Canuto.
—¿Sabes lo que
significa entregar a Pettigrew? —le dijo Sirius a Harry bruscamente, mientras
avanzaban por el túnel.
—Que tú quedarás
libre —respondió Harry
—Sí... —dijo Sirius—.
No sé si te lo ha dicho alguien, pero yo también soy tu padrino.
-Sirius te quiero, pero eres de lo más imbécil para iniciar
una conversación- Marlene rodó los ojos- ¿Es qué tienes el tacto de un
ladrillo?
-Bueno...se lleva bien con Ron- suspiró Hermione.
—Sí, ya lo sabía
—respondió Harry
—Bueno, tus padres me
nombraron tutor tuyo —dijo Sirius solemnemente—, por si les sucedía algo a
ellos... —Harry esperó. ¿Quería decir Sirius lo que él se imaginaba?— Por
supuesto —prosiguió Black—, comprendo que prefieras seguir con tus tíos.
Pero... medítalo. Cuando mi nombre quede limpio... si quisieras cambiar de
casa...
Lily se detuvo. En ese momento comprendió el amor que James
le profesaba a Sirius, al sentirlo ella también, como un duro golpe de cariño y
respeto. Sirius tenía miles de defectos, pero la lealtad y el amor que era
capaz de brindad la dejo perpleja.
A Harry se le encogió
el estómago.
—¿Qué? ¿Vivir contigo?
—preguntó, golpeándose accidentalmente la cabeza contra una piedra que
sobresalía del techo.
-Eres peor que Nymphadora- bufó Andrómeda.
-¡Yo nunca me choco nada!- se defendió la pequeña, con el
ceño fruncido.
-Cariño, tienes la rodilla del pantalón rota porque te caíste
viniendo aquí.
Remus sonrió en dirección a la niña, Tonks siempre se
apenaba por su torpeza y se avergonzaba de los destrozos que podía causar, pero
a él siempre le había parecido algo de lo más tierno que ella se tropezara
hasta con su sombra.
—¿Abandonar a los
Dursley?
—Claro, ya me imaginaba
que no querrías —dijo inmediatamente Sirius—. Lo comprendo. Sólo pensaba que...
-Nunca creí que llegaría el día en que vería a Sirius Black
tartamudear- Canuto se encogió de hombros, podría parecer una conversación
tonta y espontánea, pero él había pasado doce años imaginando ese momento y
cuando estuvo frente a Harry su cerebro se había vuelto puré.
—Pero ¿qué dices? —exclamó
Harry; con voz tan chirriante como la de Sirius—. ¡Por supuesto que quiero
abandonar a los Dursley! ¿Tienes casa? ¿Cuándo me puedo mudar?
-Se que Sirius es de confiar y todo, pero no deberías
aceptar ir a la casa de un extraño, es peligroso- regañó Molly, mientras Lily
asentía.
Sirius se volvió
hacia él. La cabeza de Snape rascó el techo, pero a Sirius no le importó.
—¿Quieres? ¿Lo dices
en serio?
—¡Sí, muy en serio!
En el rostro
demacrado de Sirius se dibujó la primera sonrisa auténtica que Harry había
visto en él.
-¿Por qué no has dicho nada, sobre todo esto?- Remus miró al
joven Sirius que parecía absorto en la cubierta del libro, en silencio y con la
mirada sin brillo.
-Me pregunto si es una especie de castigo. Nací en una
familia de torturadores, logré salir, podría haber hecho la diferencia y solo
hice lo mismo que ellos, quizás por eso pasó lo que pasó.
-¿Estas demente?- padre e hijo hablaron a la vez, pero James
continuó. -Sirius nadie merece pagar las culpas de algo que no hizo, y menos ir
a Azkaban por un par de bromas inofensivas.
-James tú y yo sabemos que no todas fueron inofensivas. Estuve
a esto de matar a Quejicus- juntó los dedos indice y pulgar- nada, un par de
segundos y sería un asesino tal y como los estúpidos mortífagos.
-A veces se te sale la cordura por la oreja, pero eso no
signifique seas mala persona o merezcas Azkaban.
La diferencia era
asombrosa, como si una persona diez años más joven se perfilase bajo la máscara
del consumido. Durante un momento se pudo reconocer en él al hombre que sonreía
en la boda de los padres de Harry.
-El tiempo no viene solo.
-Pero te conservas muy bien- Harry alzó una ceja, mientras
Ginny hacía una mueca de desinterés- No significa que me guste Sirius, pero hay
que ser ciego para no ver que esta muy...Hmm...bien para su edad.
Harry prefirió no ahondar en el tema.
No volvieron a hablar
hasta que llegaron al final del túnel. Crookshanks salió el primero, disparado.
Evidentemente había apretado con la zarpa el nudo del tronco, porque Lupin,
Pettigrew y Ron salieron sin que se produjera ningún rumor de ramas
enfurecidas.
-Le debo mucho al gato, recuérdame darle algún pescado en
lugar del alimento asqueroso que le da la niña.
Sirius hizo salir a
Snape por el agujero y luego se detuvo para ceder el paso a Harry y a Hermione.
No quedó nadie dentro. Los terrenos estaban muy oscuros. La única luz venía de
las ventanas distantes del castillo. Sin decir una palabra, emprendieron el
camino. Pettigrew seguía jadeando y gimiendo de vez en cuando.
-Cabrón- Molly no intentó hacer que sus hijos no insultaran,
estaba tan molesta que ella misma podría haber soltado algún improperio.
A Harry le zumbaba la cabeza. Iba a dejar a
los Dursley, iría a vivir con Sirius Black, el mejor amigo de sus padres...
Estaba aturdido. ¡Cuando dijera a los Dursley que se iba a vivir con el
presidiario que habían visto en la tele...!
-Buena forma de empezar una reunión familiar- ironizó
Dorcas.
—Un paso en falso,
Peter; y... —dijo Lupin delante de ellos, amenazador; apuntando con la varita
al pecho de Pettigrew.
-Es muy extraño ver a Remus en versión policía malo, él
suele ser el tranquilo de ustedes.
Atravesaron los
terrenos del colegio en silencio, con pesadez. Las luces del castillo se
dilataban poco a poco. Snape seguía inconsciente, fantasmalmente transportado
por Sirius, la barbilla rebotándole en el pecho. Y entonces...
Una nube se desplazó.
De repente, aparecieron en el suelo unas sombras oscuras. La luz de la luna
caía sobre el grupo.
James se pasó las manos por la cara, intentando calmar el
dolor de cabeza que tantos datos le estaban dando. -Dime Canuto que no fuiste
tan distraído como para hacer lo que estoy pensando.
-Define distraer...
Snape tropezó con
Lupin, Pettigrew y Ron, que se habían detenido de repente. Sirius se quedó
inmóvil. Con un brazo indicó a Harry y a Hermione que no avanzaran.
Harry vio la silueta
de Lupin. Se puso rígido y empezó a temblar.
—¡Dios mío! —dijo
Hermione con voz entrecortada—. ¡No se ha tomado la poción esta noche! ¡Es
peligroso!
—Corred —gritó
Sirius—. ¡Corred! ¡Ya!
Remus bajó la cabeza avergonzado de su naturaleza. Era un monstruo. Hubiese matado a Harry si Sirius no hubiese estado allí, era un ser maldito que no merecía nada.
***
Actualiación 26/03/2017.
Remus bajó la cabeza avergonzado de su naturaleza. Era un monstruo. Hubiese matado a Harry si Sirius no hubiese estado allí, era un ser maldito que no merecía nada.
-Remus, no fue tu intención dañarnos, sabemos que es más fuerte
que tú- Hermione le brindó una sonrisa consoladora, sabiendo por dónde irían
los pensamientos de su profesor.
Pero Harry no podía
correr. Ron estaba encadenado a Pettigrew y a Lupin. Saltó hacia delante, pero
Sirius lo agarró por el pecho y lo echó hacia atrás.
—Dejádmelo a mí.
¡CORRED!
Oyeron un terrible
gruñido. La cabeza de Lupin se alargaba, igual que su cuerpo. Los hombros le
sobresalían. El pelo le brotaba en el rostro y las manos, que se retorcían hasta
convertirse en garras. A Crookshanks se le volvió a erizar el pelo. Retrocedió.
-Demonios, eso ha de ser doloroso- Remus se encogió de
hombros, estaba tan acostumbrado al dolor lacerante de sus músculos transformándose,
sentir todo su cuerpo desgarrándose para pasar de humano a monstruo.
Mientras el
licántropo retrocedía, abriendo y cerrando las fauces, Sirius desapareció del
lado de Harry. Se había transformado. El perro grande como un oso saltó hacia
delante. Cuando el licántropo se liberó de las esposas que lo sujetaban, el
perro lo atrapó por el cuello y lo arrastró hacia atrás, alejándolo de Ron y de
Pettigrew. Estaban enzarzados, mandíbula con mandíbula, rasgándose el uno al
otro con las zarpas.
Todos en el comedor miraban a los Merodeadores, aquello era surrealista,
eran mejores amigos, pero en ese momento no había consciencia, era puro instinto
y un instinto demasiado salvaje.
-¿Sabes que no te culpamos por eso, verdad?- Remus no le
respondió a la pelirroja.
Harry se quedó como
hipnotizado. Estaba demasiado atento a la batalla para darse cuenta de nada
más. Fue el grito de Hermione lo que lo alertó.
-Al fin alguien con sentido común- bufó Molly, con los
nervios de punta por el peligro que estaban corriendo aquellos niños.
Pettigrew había
saltado para coger la varita caída de Lupin. Ron, inestable a causa de la
pierna vendada, se desplomó en el suelo. Se oyó un estallido, se vio un
relámpago y Ron quedó inmóvil en tierra. Otro estallido: Crookshanks saltó por
el aire y volvió a caer al suelo.
—¡Expeliarmus! —exclamó
Harry, apuntando a Pettigrew con su varita. La varita de Lupin salió volando y
se perdió de vista—. ¡Quédate donde estás! —gritó Harry mientras corría.
-No me digas que pasó lo que creo que pasó- Lily apretó los
puños, como si estuviera dispuesta a darle a Pettigrew con la cabeza en el
libro hasta la muerte.
-¡Hubiesen comprado un maldito raticida! ¡Si supone que son
los inteligentes!
-No me mires a mí, yo estoy muerto- se defendió James- han
sido ellos.
Demasiado tarde.
Pettigrew también se había transformado. Harry vio su cola pelona azotar el
antebrazo de Ron a través de las esposas, y lo oyó huir a toda prisa por la
hierba. Oyeron un aullido y un gruñido sordo. Al volverse, Harry vio al hombre
lobo adentrándose en el bosque a la carrera.
—Sirius, ha escapado.
¡Pettigrew se ha transformado! —gritó Harry.
-Cariño se que vengar a tus padres era muy importante, pero
considerando que a tu padrino un hombre lobo lo usó como bolsa de boxeo ... No
era la mejor situación para decirle eso.
Sirius sangraba.
Tenía heridas en el hocico y en la espalda, pero al oír las palabras de Harry
volvió a salir velozmente y al cabo de un instante el rumor de sus patas se
perdió.
Muchos los miraron con preocupación, morir en manos de tu
amigo no era algo muy agradable de experimentar.
-Lo siento tanto Canuto- Remus estaba arrepentido hasta la
médula.
-Que va, si yo te hice tus buenos razguñones, no te salió
barato.
Harry y Hermione se
acercaron aprisa a Ron.
—¿Qué le ha hecho?
—preguntó Hermione.
Ron tenía los ojos
entornados, la boca abierta. Estaba vivo. Oían su respiración. Pero no parecía
reconocerlos.
—No sé.
Arthur apretó el brazo de su mujer sin poder evitarlo, su
hijo había decidido acompañar a Harry en sus aventuras y desventuras, y estaba
orgulloso del tipo de amigo que era, pero no podía evitar el nudo en el estómago
que se le generaba al pensar en su niño en peligro.
Harry miró
desesperado a su alrededor. Black y Lupin habían desaparecido... No había nadie
cerca salvo Snape, que seguía flotando en el aire, inconsciente.
—Será mejor que los
llevemos al castillo y se lo digamos a alguien —dijo Harry, apartándose el pelo
de los ojos y tratando de pensar—. Vamos...
Oyeron un aullido que
venía de la oscuridad: un perro dolorido.
-No...Tu...¿No morirás, verdad? Tu no mataste a Sirius
¿Verdad?- Remus sintió un pequeño alivio al negar, no era lo mismo herir que
matar, si él hubiese matado a alguien en sus transformaciones habría elegido
suicidarse, antes que matar personas inocentes.
—Sirius —murmuró
Harry, mirando hacia la negrura.
Tuvo un momento de
indecisión, pero no podían hacer nada por Ron en aquel momento, y a juzgar por
sus gemidos, Black se hallaba en apuros.
Harry echó a correr;
seguido por Hermione. El aullido parecía proceder de los alrededores del lago.
Corrieron en aquella dirección y Harry notó un frío intenso sin darse cuenta de
lo que podía suponer.
-Dementores- Gideon murmuró la palabra, como si el hecho de
no decirla en voz alta mejorara algo.
El aullido se detuvo.
Al llegar al lago vieron por qué: Sirius había vuelto a transformarse en
hombre. Estaba en cuclillas, con las manos en la cabeza.
—¡Noooo! —gemía—.
¡Noooooo, por favor!
Había quienes lloraban, quienes se estremecía y quienes
parecían ausentes...Era la crueldad y la injusticia reflejada en la piel de un
hombre al que le arrancarían el alma solo por confiar en la persona equivocada.
Era dolor, dolor por la impotencia.
Y entonces los vio Harry.
Eran los dementores. Al menos cien, y se acercaban a ellos como una masa negra.
Se dio la vuelta. Aquel frío ya conocido penetró en su interior y la niebla
empezó a oscurecerle la visión. Por cada lado surgían de la oscuridad más y
más dementores. Los estaban rodeando...
—¡Hermione, piensa en
algo alegre! —gritó Harry levantando la varita y parpadeando con rapidez para
aclararse la visión, sacudiendo la cabeza para alejar el débil grito que había
empezado a oír por dentro...
-Es imposible que le salga así, a la primera y sin ensayo
previo, sería un milagro.
«Voy a vivir con mi
padrino. Voy a dejar a los Dursley.»
Se obligó a no pensar
más que en Sirius y comenzó a repetir a gritos:
—¡Expecto patronum!
¡Expecto patronum!
-No es lo suficientemente fuerte- se lamentó Charlie.
Black se estremeció.
Rodó por el suelo y se quedó inmóvil, pálido como la muerte.
James estaba en silencio y quieto como una estatua, pero su
cerebro había entrado en crisis, donde se repetía que saldría bien pero también
que todo se iría al diablo.
«Todo saldrá bien. Me
iré a vivir con él.»
—¡Expecto patronum!
¡Ayúdame, Hermione! ¡Expecto patronum!
—¡Expecto...!
—susurró Hermione—. ¡Expecto... expecto!
Pero no era capaz.
Los dementores se aproximaban y ya estaban a tres metros escasos de ellos.
Formaban una sólida barrera en torno a Harry y Hermione, y seguían acercándose...
—¡EXPECTO PATRONUM!
—gritó Harry, intentando rechazar los gritos de sus oídos—. ¡EXPECTO PATRONUM!
Lily parecía estar a punto de arrancar un pedazo de mesa con
las uñas.
Sirius sentía una culpa que le ardía en el pecho, lo había
hecho de nuevo, había puesto a Harry en peligro por su sed de venganza...Si
Harry hubiese sufrido algún daño por él no hubiese podido vivir con eso en la
espalda.
Un delgado hilo de
plata salió de su varita y bailoteó delante de él, como si fuera niebla. En ese
instante, Harry notó que Hermione se desmayaba a su lado. Estaba solo, completamente
solo...
Minerva negó con la
cabeza.
-Demasiada presión para un niño Albus, demasiado peso para
un niño, demasiado dolor.
—¡Expecto...! ¡Expecto patronum!
Harry sintió que sus
rodillas golpeaban la hierba fría. La niebla le nublaba los ojos. Haciendo un
enorme esfuerzo, intentó recordar. Sirius era inocente, inocente... «Todo
saldrá bien. Voy a vivir con él.»
-Podrías vivir con Sirius o morir con él en ese momento. Te
arriesgas demasiado por todo.
-¡Sirius es mi única familia!- Lily se miró las rodillas con
tristeza- me refiero a que era en esa época lo más cercano a un padre que tuve.
Y para matarlo tendrán que pasar sobre mi cadáver.
—¡Expecto patronum!
—dijo entrecortadamente.
A la débil luz de su
informe patronus, vio detenerse un dementor muy cerca de él. No podía atravesar
la niebla plateada que Harry había hecho aparecer, pero sacaba por debajo de la
capa una mano viscosa y pútrida. Hizo un ademán como para apartar al patronus.
—¡No... no! —exclamó
Harry entrecortadamente—. Es inocente. ¡Expecto patronum!
***
Actualización: 03/03/2017
James se estremecía al pensar en ese momento, en su otra
mitad siendo desprendido de su alma, de su ser... Pero Canuto se mantenía
solemne. A pesar del terror que aquello le provocaba, se mantenía firme.
-¿No te asusta?- Canuto frunció el ceño.
-Estoy que me hago encima del miedo que tengo, pero al menos
seré el único que vaya al infierno habiendo sido indultado. Al menos por la
única persona que me importa- y solo hizo falta una mirada entre padrino y
ahijado para que Sirius sintiera que cada uno de sus tortuosos días había
valido la pena. Harry lo quería y lo idolatraba, incluso más que el propio James,
y aquello no tenía precio. Valía incluso más que su propia alma.
Sentía sus miradas y
oía su ruidosa respiración como un viento demoníaco. El dementor más cercano
parecía haberse fijado en él. Levantó sus dos manos putrefactas y se bajó la
capucha.
En el lugar de los
ojos había una membrana escamosa y gris que se extendía por las cuencas. Pero
tenía boca: un agujero informe que aspiraba el aire con un estertor de muerte.
Había personas que lloraban, otras temblaban de miedo,
algunos se estremecían fingiendo valentía y muchos más, especialmente los más
pequeños, parecían apunto de vomitar. Una visión repulsiva se había cernido
entre ellos. Casi podían sentir a Filch insultando mentalmente a todos los que
tenían arcadas, definitivamente a él lo único que le importaba era tener que
limpiar la potada de trescientos niños y adultos traumatizados.
El único que se mantenía quieto, estático y con la espalda
dura y recta cual estatua era el propio Sirius, cuyos ojos parecían a punto de
derramar sangre de los rojos que estaban, y sus manos estaban a punto de
arrancarle el cabello de la cabeza. Podía sentir aquel frío en sus huesos,
aquella hambre agobiante, aquella persecución, aquel dolor como si estuviese
grabado a fuego en su piel...Se mantenía firme porque sabía que si movía un
solo musculo se caería a pedazos como una torre de cartas.
Un terror de muerte
se apoderó de Harry, impidiéndole moverse y hablar. Su patronus tembló y
desapareció. La niebla blanca lo cegaba. Tenía que luchar... Expecto
patronum... No podía ver..., a lo lejos oyó un grito conocido..., expecto patronum...
Palpó en la niebla en busca de Sirius y encontró su brazo. No se lo
llevarían...
Ginny aguantó el quejido que se produjo en su garganta,
Harry estaba presionando con demasiada fuerza su brazo. Pero no iba a decir
nada, el ojiverde estaba demasiado conmocionado como para controlar su mente,
mucho menos sus extremidades.
Pero, de repente, un
par de manos fuertes y frías rodearon el cuello de Harry. Lo obligaron a
levantar el rostro. Sintió su aliento..., iban a eliminarlo primero a él...
Sintió su aliento corrupto..., su madre le gritaba en los oídos..., sería lo
último que oyera en la vida.
El llanto de Lily era desgarrador, James la apretaba contra
su pecho para controlar los sollozos, intentando no quebrarse por completo él
también. Marlene le quito el libro a
Lily, al ver que la pelirroja no estaba en condiciones de leer.
Snape apretó los puños bajo la mesa, si había algo que le
quemaba como hierro al rojo era el llanto de Lily, lo odiaba cuando era un
simple niño y lo seguía odiando, le rompía (si es que tenía uno) su maltrecho
corazón.
Y entonces, a través
de la niebla que lo ahogaba, le pareció ver una luz plateada que adquiría
brillo. Se sintió caer de bruces en la hierba. Boca abajo, demasiado débil para
moverse, sintiéndose mal y temblando, Harry abrió los ojos. Una luz cegadora
iluminaba la hierba... Habían cesado los gritos, el frío se iba...
-No es posible...para tal cantidad necesitarías un patronus
demasiado poderoso, casi imposible de lograr- Ojoloco escuchaba intrigado.
-Solo Dumbledore podría lograr eso, un mago extremadamente
poderoso- Harry se encogió en el asiento mientras Ron le daba una patadita en
el tobillo. El pelirrojo había contado la historia de los cien dementores más
de cincuenta veces en los últimos diez años.
Algo hacía retroceder
a los dementores... algo que daba vueltas en torno a él, a Sirius y a Hermione.
Los estertores dejaban de oírse. Se iban. Volvía a hacer calor.
Haciendo acopio de
todas sus fuerzas, Harry levantó la cabeza unos centímetros y vio entre la luz
a un animal que galopaba por el lago. Con la visión empañada por el sudor,
Harry trató de distinguir de qué se trataba. Era brillante como un unicornio.
Haciendo un esfuerzo por conservar el sentido, Harry lo vio detenerse al llegar
a la otra orilla. Durante un instante vio también, junto al brillo, a alguien
que daba la bienvenida al animal y levantaba la mano para acariciarlo. Alguien
que le resultaba familiar. Pero no podía ser...
-Es que no entiendo, si fue Dumbledore lo habrías reconocido
al instante ¿Quién más sabía que estaban ahí y confiaba lo suficiente en Sirius
como para alejar a los dementoreS?
Harry no lo entendía.
No podía pensar en nada. Sus últimas fuerzas lo abandonaron y al desmayarse
dio con la cabeza en el suelo.
Molly soltó el aire contenido y se secó las lagrimas de los
ojos, al igual que Lily que intentaba respirar más profundo y más lento para
normalizar su estado, por más que supiera que su niño estaría sano al terminar
el libro, sentía una impotencia tan dolorosa que apenas era soportable. E
-¿Por qué todo lo que haces tiene que ser complejo y
emocionalmente devastador? ¿Es que no podían escribir sobre ti besuqueándote
como lo hacía tu padre con tod...con tu madre?- corrigió en la marcha ante la
mirada de James. Harry arrugó la nariz.
-Prefiero los dementores y dragones, son menos letales que
una mujer enfadada.
-¡Ey! Que yo soy tu mujer- Harry le besó el hombro a Ginny
antes de murmurar:- Precisamente, cariño.
I❤U me encanta eres la mejor
ResponderEliminarJusto en el momento más sublime... Puedes ser más mala? No lo creo. *Llora desconsolada* Dejando esa nota feliz de lado, debo decir que me ha encantado. Ya quiero ver la reacción de todos cuando se enteren la huida de Pettigrew. Aún, cuando ha pasado tiempo, me molesta al leer eso. Es algo irónico. Pero con la suerte del trío me sorprendería que no hubiera terminado así.
ResponderEliminarEstaré esperando con demasiadas ansias la siguiente actualización. Espero con ansias que llegue el domingo (?) Bueno no, por que eso significaría que el siguiente fin de semana terminaría igual de rápido.
Jajajaja, ok basta de irme de las ramas.
Nos leemos.
CecyBlack
Oh dios, olvidaba lo tenso que era todo en este libro pero ya quiero ver la siguiente parte! Gracias en serio por escribir esta historia, no veo la hora de que llegue el domingo de nuevo.
ResponderEliminarEspero con ansia el domingo! Me encanta!
ResponderEliminarespero ansiosa el domingo, siiiii! <3
ResponderEliminarNOOOOO!!!! Es que acaso te gusta hacerme sufrir? Porqué debo decirte que eres experta en ello, no hay peor forma de matar a una lector tan ávida como yo... Ok no, bueno si, pero no te culpo (?) Al menos no mucho.
ResponderEliminarNo sabes cómo amo y odio este capítulo. Lo amo por el sentimiento tan cálido que, a leguas se ve, Sirius siente por la aceptación de Harry, y lo odio por el escape de esa rata y la imposibilidad del mayor sueño de mi Canuto y de Harry... I hate you Wormtail.
Me ha encantado, espero con ansias la siguiente parte, ya quiero ver el cóctel de emociones que, obviamente, se van a experimentar. Hay que admitir que este capítulo es muy emotivo y trae demasiadas cosas muy intensas. Espero con, demasiadas, ansías la siguiente parte.
Nos leemos.
CecyBlack
jajajajaja, En serio que vil, ( en mi mente esta la canción .... que vileza señor grinch ....la la la ) me rio sola con mi chiste ......bueno dejarnos en aquel momento de tortura sumamente estresante es tan ....lo acepto, me hace esperar con super ansias el siguiente capitulo, lo malo es que es una semana de espera, lo bueno es que ya leí el libro y por lo menos mi nivel de curiosidad disminuye XD.
ResponderEliminarahora, jajaja, james, pero que manera de liberarse de la culpa diciendo que ya estaba muerto (no lo negare, me mato de risa), pero de haber sido lily le metía golpe XD, y de ser remus, sirius y harry, estaría entre una risa y la tristeza XD.
como siempre, me encanto XD bye bye
cuando actualizaras? porfavorrrr!!!!!
ResponderEliminarSiempre espero tu actualización cada semana me encanta como va la historia y pensar que falta una semana para la prox actualización me vas a dejar sin uñas y dedos amoo a remus me da pena que siempre lo dejen de lado cuando hablan de los merodeadores siempre canuto y cornamenta no hagas eso por favor él es mi favorito lo amo es tan tierno y la pequeña tonks me encanta
ResponderEliminary pensar que falta una semana para la actualización:( ay dios jajajaja que llegue pronto la prox actualización. me encanta como escribes:)
ResponderEliminarEspero con ansias la siguiente actualizacion
ResponderEliminarEspero con ansias la actualizacion de hoy������ hay dios jajajajaja ya quiero leerlo☺ no te demores tanto porfitas☺☺☺
ResponderEliminarcuando actualizaras:(((((((((((((((( reviso diario tu blog jajajjaja no lo dejes asi porfis!!
ResponderEliminar������������
ResponderEliminarCuando actalizaras.?��������
ResponderEliminarNo lo dejes asi porfa!!!!
ResponderEliminarMe estas matando�� ya estoy leyendo otros de tus trabajos jajaja pero porfavor no drjes de actualizareste.��������
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