Aclaración: Bueno todos los personajes y los libros que leen pertenecen a Jo Rowling, yo solo lo traspaso a un blog para que puedan leerlo de una manera diferente con las intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a ella.
Espero disfruten, recuerden que voy subiendo las partes del capítulo en la misma entrada.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban
Capitulo II: "El error de tía Marge"
-Yo leeré- anunció Marlene, tomando el libro- El capitulo se
llama “El error de tía Marge”
-¿Tía Marge?- repitió Lily confundida
-La hermana de Tío Vernon- aclaró Harry. Ron soltó una
risotada.
-Ronald, sigue sin ser gracioso- cortó Hermione, pero para
entonces Ginny y Harry también estaban riendo.
-¿Es la tía globo?- preguntó Fred divertido, mientras
Hermione asentía poniendo los ojos en blanco.
–Esto será divertido.
Cuando Harry bajó a
desayunar a la mañana siguiente, se encontró a los tres Dursley ya sentados a
la mesa de la cocina. Veían la televisión en un aparato nuevo, un regalo que le
habían hecho a Dudley al volver a casa después de terminar el curso,
-Seguro que fue por sacar excelentes calificaciones- ironizó
Hermione.
porque se había
quejado a gritos del largo camino que tenía que recorrer desde el frigorífico a
la tele de la salita.
-Ahí tienes la razón- corrigió Ginny divertida.
Dudley se había pasado la mayor parte del
verano en la cocina, con los ojos de cerdito fijos en la pantalla y sus cinco
papadas temblando mientras engullía sin parar.
-No quiere caminar de la sala a la cocina, tendría que
agradecer que puede bajar las escaleras caminando y no rodando.
Harry se sentó entre
Dudley y tío Vernon,
-Me imagino a Harry pequeño y delgaducho entre semejantes
montañas- se burló Fabian.
-No era tan pequeño- se defendió Harry.
-Lo eras cachorro, cuando te conocí no eras mas que una
pulguita- Sirius se seco una lagrima imaginaria.
-¿Cuándo lo conociste?- preguntó Remus- ¿Dónde estuvimos tú
y yo todo ese tiempo?- Sirius carraspeó roncamente, sin saber que responder.
-Deben leer para comprender- cortó Harry.
un hombre corpulento,
robusto, que tenía el cuello corto y un enorme bigote.
-Me sigo asombrando de su sensualidad- suspiró Dorcas,
robando varias risas.
Lejos de desearle a
Harry un feliz cumpleaños, ninguno de los Dursley dio muestra alguna de haberse
percatado de que Harry acababa de entrar en la cocina, pero él estaba demasiado
acostumbrado para ofenderse.
-Eso es triste para un niño- Alice lo miró con pena.
Se sirvió una tostada
y miró al presentador de televisión, que informaba sobre un recluso fugado.
Sirius se frotó los ojos, ahora venía el problema.
«Tenemos que advertir
a los telespectadores de que Black va armado y es muy peligroso.
-¿Black?- repitió James.
-Podría ser Regulus- aventuró Canuto, sabiendo que algo iba
mal en todo eso.
Se ha puesto a
disposición del público un teléfono con línea directa para que cualquiera que
lo vea pueda denunciarlo.»
-¿Qué podría haber hecho Regulus tan malo como para que los
muggles lo sepan? Ser mortífago no hace que los muggles te busquen- todos
estaban bastante confundidos.
—No hace falta que
nos digan que no es un buen tipo —resopló tío Vernon echando un vistazo al
fugitivo por encima del periódico—. ¡Fijaos qué pinta, vago asqueroso! ¡Fijaos
qué pelo!
Lanzó una mirada de
asco hacia donde estaba Harry, cuyo pelo desordenado había sido motivo de
muchos enfados de tío Vernon.
-¡Eh! ¡Que lo saco de mi!- se quejó James ofendido.
Sin embargo,
comparado con el hombre de la televisión, cuya cara demacrada aparecía
circundada por una revuelta cabellera que le llegaba hasta los codos, Harry
parecía muy bien arreglado.
Tonks arrugo la nariz.
Volvió a aparecer el
presentador.
«El ministro de
Agricultura y Pesca anunciará hoy…
-¿Eso es todo? Quiero saber que hizo Regulus- exigió canuto
con molestia.
—¡Un momento! —ladró
tío Vernon, mirando furioso al presentador—. ¡No nos has dicho de dónde se ha
escapado ese enfermo! ¿Qué podemos hacer? ¡Ese lunático podría estar
acercándose ahora mismo por la calle!
-Canuto, el libro se llama El prisionero de Azkaban, ¿crees
que Regulus…?
-¿Haya escapado de Azkaban?- concluyó el ojigris- Eso es
imposible, ¡Nadie escapa de azkaban!
Los visitantes se miraban incómodos, pero nadie más que
Harry y Sirius.
Tía Petunia, que era
huesuda y tenía cara de caballo, se dio la vuelta y escudriñó atentamente por
la ventana de la cocina. Harry sabía que a tía Petunia le habría encantado
llamar a aquel teléfono directo.
-Seguramente- Lily suspiró cansinamente.
Era la mujer más
entrometida del mundo, y pasaba la mayor parte del tiempo espiando a sus
vecinos, que eran aburridísimos y muy respetuosos con las normas.
Gideon hizo una mueca, menudo aburrimiento.
—¡Cuándo aprenderán
—dijo tío Vernon, golpeando la mesa con su puño grande y amoratado— que la
horca es la única manera de tratar a esa gente!
-¡No puedes castigar una crueldad con otra crueldad! ¿Qué clase
de humanidad sería esa?- Pandora abría sus grandes ojos celestes con enojo,
Ginny se sorprendió de lo parecida que era a su hija Luna.
—Muy cierto —dijo tía
Petunia, que seguía espiando las judías verdes del vecino.
Tío Vernon apuró la
taza de té, miró el reloj y añadió:
—Tengo que marcharme.
El tren de Marge llega a las diez.
-¿Qué tal es ella?- preguntó Mary.
-Es hermana de tío Vernon, ¿Qué mas hay que decir?
Harry, cuya cabeza
seguía en la habitación con el equipo de mantenimiento de escobas voladoras,
volvió de golpe a la realidad.
—¿Tía Marge?
—barbotó—. No... no vendrá aquí, ¿verdad?
-Me da la leve sensación de que no te agrada- comentó
Seamus.
Tía Marge era la
hermana de tío Vernon. Aunque no era pariente consanguíneo de Harry (cuya madre
era hermana de tía Petunia), desde siempre lo habían obligado a llamarla «tía».
-No puedes imponerles esas cosas a los niños- criticó Molly.
Tía Marge vivía en el
campo, en una casa con un gran jardín donde criaba bulldogs. No iba con
frecuencia a Privet Drive porque no soportaba estar lejos de sus queridos perros,
pero sus visitas habían quedado vívidamente grabadas en la mente de Harry.
-No creo que esto me guste- suspiró James.
En la fiesta que
celebró Dudley al cumplir cinco años, tía Marge golpeó a Harry en las
espinillas con el bastón para impedir que ganara a Dudley en el juego de las
estatuas musicales.
-¡Eso es maltrato! ¡Pudo hacerte verdadero daño siendo tan
pequeño!- Hermione parecía consternada, sabía que los Dursley habían sido
crueles con Harry, pero nunca imagino a que punto.
Unos años después, por Navidad, apareció con
un robot automático para Dudley y una caja de galletas de perro para Harry.
Lily bajo la mirada con tristeza.
En su última visita,
el año anterior a su ingreso en Hogwarts, Harry le había pisado una pata sin
querer a su perro favorito.
-¡Esos son accidentes, no puede hacerte nada por eso!- bufó
Remus.
Ripper persiguió a
Harry, obligándole a salir al jardín y a subirse a un árbol, y tía Marge no
había querido llamar al perro hasta pasada la medianoche. El recuerdo de aquel
incidente todavía hacía llorar a Dudley de la risa.
Sirius tenía la mandibula apretada, él había conocido a
Harry a los trece y aun así era un niño pequeño, delgado y con amables y
tristes ojos verdes, no quería imaginarlo siendo maltratado a los cinco o diez
años, cuando realmente debía ser una pequeña pulguita.
—Marge pasará aquí
una semana —gruñó tío Vernon—. Y ya que hablamos de esto —y señaló a Harry con
un dedo amenazador—, quiero dejar claras algunas cosas antes de ir a recogerla.
Sirius se tronó el cuello, controlar su molestia nunca le
era algo fácil.
Dudley sonrió y
apartó la vista de la tele. Su entretenimiento favorito era contemplar a Harry
cuando tío Vernon lo reprendía.
-Idiota.
—Primero —gruñó tío
Vernon—, usarás un lenguaje educado cuando te dirijas a tía Marge.
—De acuerdo —contestó
Harry con resentimiento—, si ella lo usa también conmigo.
-¡Eso es!- felicitó James, realmente estaba esperando el
momento en que su hijo pudiese defenderse de ellos.
—Segundo —prosiguió
el tío Vernon, como si no hubiera oído la puntualización de Harry—: como Marge
no sabe nada de tu anormalidad, no quiero ninguna exhibición extraña mientras
esté aquí. Compórtate, ¿entendido?
—Me comportaré si
ella se comporta —contestó Harry apretando los dientes.
-Carácter de la pelirroja a la vista- festejó Canuto.
—Y tercero —siguió
tío Vernon, casi cerrando los ojos pequeños y mezquinos, en medio de su rostro
colorado—: le hemos dicho a Marge que acudes al Centro de Seguridad San Bruto
para Delincuentes Juveniles Incurables.
-¿Qué él qué?- Sirius golpeó la mesa con fuerza, en un último
intento por no comenzar a patear personas. La paciencia no era su jodido
fuerte.
—¿Qué? —gritó Harry.
—Y eso es lo que
dirás tú también, si no quieres tener problemas —soltó tío Vernon.
-Voy a golpearlo, muy duro- suspiró Lily.
-O podrías clavarle agujas a su foto, dicen que eso
funciona- sugirió Marlenne.
Harry permaneció
sentado en su sitio, con la cara blanca de ira, mirando a tío Vernon, casi
incapaz de creer lo que oía. Que tía Marge se presentase para pasar toda una
semana era el peor regalo de cumpleaños que los Dursley le habían hecho nunca,
incluido el par de calcetines viejos de tío Vernon.
Todos miraban con lastima al ojiverde.
—Bueno, Petunia —dijo
tío Vernon, levantándose con dificultad—, me marcho a la estación. ¿Quieres
venir; Dudders?
—No —respondió
Dudley, que había vuelto a fijarse en la tele en cuanto tío Vernon acabó de reprender
a Harry.
-No creo tener suficientes agujas, Marlenne- murmuró Lily.
—Duddy tiene que
ponerse elegante para recibir a su tía —dijo tía Petunia alisando el espeso
pelo rubio de Dudley—. Mamá le ha comprado una preciosa pajarita nueva.
Fred y George rieron.
Tío Vernon dio a
Dudley una palmadita en su hombro porcino.
—Vuelvo enseguida
—dijo, y salió de la cocina. Harry, que había quedado en una especie de trance
causado por el terror; tuvo de repente una idea. Dejó la tostada, se puso de
pie rápidamente y siguió a tío Vernon hasta la puerta.
-Creo que esto será interesante- Sirius le sonrió a Harry.
Tío Vernon se ponía
la chaqueta que usaba para conducir:
—No te voy a llevar
—gruñó, volviéndose hacia Harry; que lo estaba mirando.
—Como si yo quisiera
ir —repuso Harry.
Varios rieron sin poder evitarlo.
—Quiero pedirte algo. —Tío Vernon lo miró con
suspicacia—. A los de tercero, en Hog... en mi colegio, a veces los dejan ir al
pueblo.
—¿Y qué? —le soltó
tío Vernon, cogiendo las llaves de un gancho que había junto a la puerta.
—Necesito que me
firmes la autorización —dijo Harry apresuradamente.
-No creo que sea un buen momento- comentó Neville confuso.
—¿Y por qué habría de
hacerlo? —preguntó tío Vernon con desdén.
—Bueno —repuso Harry,
eligiendo cuidadosamente las palabras—, será difícil simular ante tía Marge que
voy a ese Centro... ¿cómo se llamaba?
James aplaudió divertido, secundado por canuto.
-Ese es mi pequeño merodeadorito.
-Realmente brillante- felicitó Bill con una sonrisa.
—¡Centro de Seguridad
San Bruto para Delincuentes Juveniles Incurables!—bramó tío Vernon.
Y a Harry le encantó
percibir una nota de terror en la voz de tío Vernon.
-A todos nos encanta- Ginny sonreía.
—Ajá —dijo Harry
mirando a tío Vernon a la cara, tranquilo—. Es demasiado largo para recordarlo.
Tendré que decirlo de manera convincente, ¿no? ¿Qué pasaría si me equivocara?
-Eres igual a tu padre- Lily lo dijo con satisfacción.
—Te lo haría recordar
a golpes —rugió tío Vernon, abalanzándose contra Harry con el puño en alto.
Pero Harry no retrocedió.
-Le toca un solo cabello y le haré comerse sus ojos-amenazó
James, tendrían que pasar sobre su cadáver para golpear a su hijo. “En el libro estas muerto” le recordó
una vocecita sarcástica en su cabeza.
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—Eso no le hará
olvidar a tía Marge lo que yo le haya dicho —dijo Harry en tono serio.
Harry sonrió, bastante orgulloso de si mismo, aunque no
hubiese funcionado, había sido la primera vez que había plantado cara a Vernon
Dursley.
Tío Vernon se detuvo
con el puño aún levantado y el rostro desagradablemente amoratado.
Ginny hizo una mueca, aquel hombre era de lo mas
desagradable.
—Pero si firmas la
autorización, te juro que recordaré el colegio al que se supone que voy, y que
actuaré como un mug... como una persona normal, y todo eso.
-Muy listo de tu parte- felicitó Neville.
Harry vio que tío
Vernon meditaba lo que le acababa de decir; aunque enseñaba los dientes, y le
palpitaba la vena de la sien.
—De acuerdo —atajó de
manera brusca—, te vigilaré muy atentamente durante la estancia de Marge. Si al
final te has sabido comportar y no has desmentido la historia, firmaré esa
cochina autorización. Dio media vuelta, abrió la puerta de la casa y la cerró
con un golpe tan fuerte que se cayó uno de los cristales de arriba.
Minerva, al igual que el resto de los profesores, fruncía el
ceño severamente ¿Qué clase de educación le brindaba al pequeño?
Desprestigiando el colegio, comportándose con vulgaridad y violencia, era un
milagro que Harry hubiese salido bien portado; con semejante infancia podría
haber, como mínimo, torcido el camino.
Harry no volvió a la
cocina. Regresó por las escaleras a su habitación. Si tenía que obrar como un
auténtico muggle, mejor empezar en aquel momento. Muy despacio y con tristeza,
fue recogiendo todos los regalos y tarjetas de cumpleaños y los escondió debajo
de la tabla suelta, junto con sus deberes.
-Esta bien, pronto iras a Hogwarts y no tendrás que esconder
nada- consoló Hermione, como si estuviera frente al Harry de trece años.
Se dirigió a la jaula
de Hedwig. Parecía que Errol se había recuperado. Hedwig y él estaban dormidos,
con la cabeza bajo el ala. Suspiró. Los despertó con un golpecito.
—Hedwig —dijo un poco
triste—, tendrás que desaparecer una semana. Vete con Errol. Ron cuidará de ti.
Voy a escribirle una nota para darle una explicación. Y no me mires así.
-Claro que fue una gran nota- ironizó Ron- “Mi tía muggle
está de visita” gracias por contarme lo que sucedía.
-¿Qué habrías hecho tú?
-Estás hablando con él que voló tres horas en un auto para
sacarte de ahí, podríamos –se señaló a sí mismo y también a Fred y George-
ideado algo para rescatarte.
-¡No podía enviar notas de auxilio cada verano!- contradijo.
-Oh por Merlín, no van a pelear por eso ahora- cortó Percy.
Hedwig lo miraba con
sus grandes ojos ambarinos, con reproche.
—No es culpa mía. No
hay otra manera de que me permitan visitar Hogsmeade con Ron y Hermione.
Los tres se sonrieron, acompañados por Sirius.
Diez minutos más
tarde, Errol y Hedwig (ésta con una nota para Ron atada a la pata) salieron por
la ventana y volaron hasta perderse de vista. Harry, muy triste, cogió la jaula
y la escondió en el armario.
-Solo será una semana- consoló Alice, mirando a Lily que
estaba muy caída.
Pero no tuvo mucho
tiempo para entristecerse. Enseguida tía Petunia le empezó a gritar para que
bajara y se preparase para recibir a la invitada.
—¡Péinate bien! —le
dijo imperiosamente tía Petunia en cuanto llegó al vestíbulo.
Harry no entendía por
qué tenía que aplastarse el pelo contra el cuero cabelludo.
James frunció el ceño, ¿Qué maldito complejo tenían los
Dursley con su pelo?
-Siempre tienen el cabello como si recién bajaran de la
escoba- comentó Lily, mirando a su novio
y su futuro hijo.
-Seguro que todo el asunto de odiar la magia es una máscara
para encubrir lo que realmente molesta a Vernon Dursley- algunos miraron con
curiosidad a James- ¡Tiene envidia de mi cabello!
-Ahora todo tiene sentido- ironizó Marlenne, poniendo los
ojos en blanco.
A tía Marge le
encantaba criticarle, así que cuanto menos se arreglara, más contenta estaría
ella.
Molly frunció los labios, no conocía a aquella mujer y ya le
desagradaba de sobremanera.
Oyó crujir la
gravilla bajo las ruedas del coche de tío Vernon. Luego, los golpes de las
puertas del coche y pasos por el camino del jardín.
—¡Abre la puerta!
—susurró tía Petunia a Harry
-Es mi ahijado, no un sirviente- defendió Sirius con
molestia.
Harry abrió la puerta
con un sentimiento de pesadumbre. En el umbral de la puerta estaba tía Marge.
Se parecía mucho a tío Vernon: era grande, robusta y tenía la cara colorada.
Incluso tenía bigote, aunque no tan poblado como el de tío Vernon.
Varios hombres a lo largo del comedor hicieron muecas de
asco.
En una mano llevaba
una maleta enorme; y debajo de la otra se hallaba un perro viejo y con malas
pulgas.
Canuto hizo una mueca, no se le hacía que el perro fuera
demasiado feliz con aquella mujer.
—¿Dónde está mi
Dudders? —rugió tía Marge—. ¿Dónde está mi sobrinito querido?
Dudley se acercó
andando como un pato, con el pelo rubio totalmente pegado al gordo cráneo y una
pajarita que apenas se veía debajo de las múltiples papadas.
-Siempre dicen que a las personas hay que juzgarlas por el
interior, pero en esa familia nose si es peor el interior o el exterior-
comentó Andromeda.
Tía Marge tiró la maleta contra el estómago de
Harry (y le cortó la respiración),
Muchos ceños fruncidos plagaron las mesas, incluso Astoria
miraba con desagrado, esas cosas no se le hacían a un niño.
estrechó a Dudley fuertemente con un solo
brazo, y le plantó en la mejilla un beso sonoro. Harry sabía bien que Dudley
soportaba los abrazos de tía Marge sólo porque le pagaba muy bien por ello, y
con toda seguridad, al separarse después del abrazo, Dudley encontraría un
billete de veinte libras en el interior de su manaza.
-Mientras más escucho, más incomprensible se me hace que
haya una familia así- criticó Arthur con una mueca, era como pensar que sus
hijos le cobraran por un abrazo, una idea tan fría y repugnante.
—¡Petunia! —gritó tía
Marge pasando junto a Harry sin mirarlo, como si fuera un perchero. Tía Marge y
tía Petunia se dieron un beso, o más bien tía Marge golpeó con su prominente
mandíbula el huesudo pómulo de tía Petunia.
-Auch. Eso debió dolerle.
Entró tío Vernon
sonriendo jovialmente mientras cerraba la puerta.
—¿Un té, Marge?
—preguntó—. ¿Y qué tomará Ripper?
—Ripper sorberá el té
que se me derrame en el plato —dijo tía Marge
Todas las niñas de primero y segundo hicieron muecas de asco
al igual que Tonks.
mientras entraban todos en tropel en la
cocina, dejando a Harry solo en el vestíbulo con la maleta. Pero Harry no lo
lamentó; cualquier cosa era mejor que estar con tía Marge. Subió la maleta por
las escaleras hasta la habitación de invitados lo más despacio que pudo.
-Déjame entender esto un segundo, tenían dos cuartos libres
y tu dormías en un armario- Sirius fruncía el ceño enfadado.
-Alacena.
-No le encuentro la diferencia al punto- bufó.
Cuando regresó a la
cocina, a tía Marge le habían servido té y pastel de frutas, y Ripper lamía té
en un rincón, haciendo mucho ruido. Harry notó que tía Petunia se estremecía al
ver a Ripper manchando el suelo de té y babas. Tía Petunia odiaba a los
animales.
Lily sonrió, los odiaba desde que ella había convertido todo
su juego de té en ratas.
—¿Has dejado a
alguien al cuidado de los otros perros, Marge? —inquirió tío Vernon.
—El coronel Fubster
los cuida —dijo tía Marge con voz de trueno—. Está jubilado. Le viene bien
tener algo que hacer. Pero no podría dejar al viejo y pobre Ripper. ¡Sufre
tanto si no está conmigo...!
-Claro, ¿Quién no sufriría sin ella?- dijo con evidente
sarcasmo Fabian.
Ripper volvió a
gruñir cuando se sentó Harry. Tía Marge se fijó en él por primera vez.
—Conque todavía estás
por aquí, ¿eh? —bramó.
—Sí —respondió Harry
—No digas sí en ese
tono maleducado —gruñó tía Marge.
-¿Cómo se puede decir un monosílabo maleducadamente?-
cuestionó Hermione.
—Demasiado bien te
tratan Vernon y Petunia teniéndote aquí con ellos. Yo en su lugar no lo hubiera
hecho. Si te hubieran abandonado a la puerta de mi casa te habría enviado
directamente al orfanato.
Lily se mordió el labio para no maldecir o largarse a
llorar, solo de imaginarse a su pequeño en un horrible orfanato.
Harry estuvo a punto
de decir que hubiera preferido un orfanato a vivir con los Dursley, pero se
contuvo al recordar la autorización para ir a Hogsmeade. Se le dibujó en la
cara una triste sonrisa.
Lagrimas silenciosas corrieron por las mejillas pecosas de
Lily, incluso James, Remus y ambos Sirius tenían los ojos brillosos por el agua
que se negaban a dejar salir. Había pocos niños que tuvieran una vida tan mala
al punto de desear vivir en un orfanato.
—¡No pongas esa cara!
—rugió tía Marge—. Ya veo que no has mejorado desde la última vez que te vi.
Esperaba que el colegio te hubiera enseñado modales. —Tomó un largo sorbo de
té, se limpió el bigote
-Después dice que es el niño el que necesita modales-
criticó Narcissa con una mueca de desprecio.
y preguntó—: ¿Adónde
me has dicho que lo enviáis, Vernon?
—Al colegio San Bruto
—dijo con prontitud tío Vernon—. Es una institución de primera categoría para
casos desesperados.
Sirius gruño con molestia.
—Bien —dijo tía Marge—.
¿Utilizan la vara en San Bruto, chico? —dijo, orientando la boca hacia el otro
lado de la mesa.
-¿La vara?- repitió Minerva anonadada- ¿En que clase de
colegio se usa algo como una vara para disciplinar a los niños? Que ineptitud y
crueldad.
—Bueeenooo...
Tío Vernon asentía
detrás de tía Marge.
—Sí —dijo Harry, y
luego, pensando que era mejor hacer las cosas bien, añadió—: sin parar.
—Excelente —dijo tía
Marge—. No comprendo esas ñoñerías de no pegar a los que se lo merecen. Una
buena paliza es lo que haría falta en el noventa y nueve por ciento de los
casos. ¿Te han sacudido con frecuencia?
—Ya lo creo
—respondió Harry—, muchísimas veces.
Lily se frotó la cara con impaciencia, no podía seguir
escuchando aquello. Ginny, Andromeda, Molly y Hermione estaban en la misma
situación, pensaban en sus propios hijos siendo golpeados de semejante forma
solo por hacer una travesura y les entraban ganas de llorar.
Tía Marge arrugó el
entrecejo.
—Sigue sin gustarme tu
tono, muchacho. Si puedes hablar tan tranquilamente de los azotes que te dan,
es que no te sacuden bastante fuerte. Petunia, yo en tu lugar escribiría.
Explica con claridad que con este chico admites la utilización de los métodos
más enérgicos.
-Estoy pensando en la triste infancia que deben haber tenido
para que Dursley y su hermana sean tan resentidos y crueles- suspiró Molly.
Tal vez a tío Vernon
le preocupara que Harry pudiera olvidar el trato que acababan de hacer; de
cualquier forma, cambió abruptamente de tema:
—¿Has oído las
noticias esta mañana, Marge? ¿Qué te parece lo de ese preso que ha escapado?
Sirius se tensó.
Con tía Marge en
casa, Harry empezaba a echar de menos la vida en el número 4 de Privet Drive
tal como era antes de su aparición.
El ojigris se relajó al saber que todavía no le tocaba
aparecer directamente.
Tío Vernon y tía Petunia
solían preferir que Harry se perdiera de vista, cosa que ponía a Harry la mar
de contento. Tía Marge, por el contrario, quería tener a Harry continuamente
vigilado, para poder lanzar sugerencias encaminadas a mejorar su
comportamiento.
-¿SU comportamiento? Porque no se fija en su propio
comportamiento que deja bastante que desear- exigió Percy con enfado.
A ella le encantaba
comparar a Harry con Dudley, y le producía un placer especial entregarle a éste
regalos caros mientras fulminaba a Harry con la mirada, como si quisiera que
Harry se atreviera a preguntar por qué no le daba nada a él. No dejaba de
lanzar indirectas sobre los defectos de Harry.
-Harry no tiene defectos- corrigió Ginny, acariciándole la
nuca.
—No debes culparte
por cómo ha salido el chico, Vernon —dijo el tercer día, a la hora de la
comida—. Si está podrido por dentro, no hay nada que hacer.
James carraspeó con evidente enfado.
Harry intentaba
pensar en la comida, pero le temblaban las manos y el rostro le ardía de ira. «Tengo
que recordar la autorización, tengo que pensar en Hogsmeade, no debo decir
nada, no debo levantarme.»
Albus miraba con tristeza al chico.
Tía Marge alargó el
brazo para coger la copa de vino.
—Es una de las normas
básicas de la crianza, se ve claramente en los perros: de tal palo, tal
astilla.
-¿Perdón?- Lily había enrojecido de la molestia- ¡Que venga
a decirme en la cara esa maldita imbécil que es lo que tenemos de malo James y
yo!
Todos estaban igual de enfurecidos por ese comentario, ¿Quién
se creía ella para criticar de esa forma a dos personas que eran muy queridas
por todos los que los conocían? Incluso Snape, a pesar de el odio que sentía
por James, estaba enfadado por semejante comentario hacía Lily.
En aquel momento
estalló la copa de vino que tía Marge tenía en la mano. En todas direcciones
salieron volando fragmentos de cristal, y tía Marge parpadeó y farfulló algo.
Albus alzó una ceja con extremo interés, aquello era increíblemente
inusual.
De su cara grande y
encarnada caían gotas de vino.
¡Marge! —chilló tía
Petunia—. ¡Marge!, ¿te encuentras bien?
—No te preocupes
—gruñó tía Marge secándose la cara con la servilleta—. Debo de haber apretado
la copa demasiado fuerte. Me pasó lo mismo el otro día, en casa del coronel
Fubster. No tiene importancia, Petunia, es que cojo las cosas con demasiada
fuerza...
Todos miraban a Harry, sabiendo que era demasiado improbable
que fuera solo por la “demasiada fuerza” de Marge.
Pero tanto tía
Petunia como tío Vernon miraban a Harry suspicazmente, de forma que éste
decidió quedarse sin tomar el pudín y levantarse de la mesa lo antes posible. Se
apoyó en la pared del vestíbulo, respirando hondo.
-Si fue él- murmuró Lucius, sorprendido.
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-Impresionante-Ojoloco miró a Harry sorprendido. –Eso no es
magia accidental, son hechizos no verbales.
-Creo que Harry demuestra porqué es el Elegido.
Hacía mucho tiempo que no perdía el control de
aquella manera, haciendo estallar algo. No podía permitirse que aquello se
repitiera. La autorización para ir a Hogsmeade no era lo único que estaba en
juego... Si continuaba así, tendría problemas con el Ministerio de Magia.
Sirius frunció el ceño. Maldito ministerio, tantas cosas
había para solucionarse mas importantes que un pequeño caso de magia en
menores.
Harry era todavía un
brujo menor de edad y tenía prohibido por la legislación del mundo mágico hacer
magia fuera del colegio. Su expediente no estaba completamente limpio.
Molly frunció el ceño, igual que Lily, mientras que James y
Sirius sonreían anchamente.
El verano anterior le habían enviado una
amonestación oficial en la que se decía claramente que si el Ministerio volvía
a tener constancia de que se empleaba la magia en Privet Drive, expulsarían a
Harry del colegio.
-Cuando no fue culpa de él- acotó Dorcas con una mueca.
Mientras Dobby movía nerviosamente los largos dedos.
Oyó a los Dursley
levantarse de la mesa y se apresuró a desaparecer escaleras arriba.
-Tal vez no sea tan difícil- suspiró Andromeda.
Harry soportó los tres días siguientes
obligándose a pensar en el Manual de mantenimiento de la escoba voladora cada
vez que tía Marge se metía con él.
-Me alegro que le dieras varios usos- dijo Hermione
sonriendo.
El truco funcionó
bastante bien, aunque debía de darle aspecto de atontado y tía Marge había
empezado a decir que era subnormal.
-Subnormales son ellos- refutó Seamus.
Por fin llegó la
última noche que había de pasar tía Marge en la casa. Tía Petunia preparó una
cena por todo lo alto y tío Vernon descorchó varias botellas de vino. Tomaron
la sopa y el salmón sin hacer ninguna referencia a los defectos de Harry;
-Milagro- ironizó Remus con el ceño fruncido.
durante el pastel de
merengue de limón, tío Vernon aburrió a todos con un largo discurso sobre Grunnings,
la empresa de taladros para la que trabajaba; luego tía Petunia preparó café y
tío Vernon sacó una botella de brandy.
-Bien, ya casi termina la cena- Lily trato de sentirse
aliviada.
—¿Puedo tentarte,
Marge?
Tía Marge había
bebido ya bastante vino. Su rostro grande estaba muy colorado.
Ginny arrugó la nariz.
—Sólo un poquito
—dijo con una sonrisita—. Bueno, un poquito más... un poco mas... ya vale.
Dudley se comía su cuarta
ración de pastel. Tía Petunia sorbía el café con el dedo meñique estirado.
Narcissa fruncía el ceño, alguien debería enseñarles verdadera
educación a esos estúpidos muggles.
Harry habría querido
subir a su habitación, pero tropezó con los ojos pequeños e iracundos de tío
Vernon y supo que debía quedarse allí.
—¡Aaah! —dijo tía
Marge lamiéndose los labios y dejando la copa vacía en la mesa—. Una comilona
estupenda, Petunia. Por las noches me contento con cualquier frito. Con doce perros
que cuidar... —Eructó a sus anchas y se dio una palmada en la voluminosa
barriga—. Perdón.
-Que asco- se quejó Nymphadora, mientras el resto asentía,
especialmente las mujeres.
Pero me gusta ver a un buen mozo —prosiguió
guiñándole el ojo a Dudley—. Serás un hombre de buen tamaño, Dudders, como tu
padre. Sí, tomaré una gota más de brandy, Vernon...
-¿Buen mozo?- se mofó Marlene, riéndose.
En cuanto a éste… Señaló
a Harry con la cabeza. El muchacho sintió que se le encogía el estómago.
-Éste es muy atractivo- cortó Ginny, con un mohín.
-Me alegra saberlo, Gin.
«El manual», pensó
con rapidez.
—Éste no tiene buena
planta, ha salido pequeñajo. Pasa también con los perros. El año pasado tuve
que pedirle al coronel Fubster que asfixiara a uno, porque era raquítico. Débil.
De mala raza.
-¿Esta sugiriendo que se deshagan de los niños que no son
perfectos según ella? Eso es inhumano, cruel, una aberración-Molly vociferaba.
-Tal vez no se refería exactamente a eso, solo se dio a
entender- intentó tranquilizar Arthur.
Harry intentó
recordar la página 12 de su libro: «Encantamiento para los que van al revés.»
—Como decía el otro
día, todo se hereda. La mala sangre prevalece.
-¿Perdón?- Lily estaba enrojeciendo por el enojo.
No digo nada contra
tu familia, Petunia. —Con su mano de pala dio una palmadita sobre la mano
huesuda de tía Petunia—. Pero tu hermana era la oveja negra.
Severus apretó la mandíbula con fuerza.
-Maldita idiota- insultó James- ¡Que no se meta con Lily
porque va a enterarse quien es James Potter!
Siempre hay alguna,
hasta en las mejores familias. Y se escapó con un gandul. Aquí tenemos el
resultado.
Ambos Sirius fulminaban el libro con la mirada.
Harry miraba su
plato, sintiendo un extraño zumbido en los oídos. «Sujétese la escoba por el
palo.» No podía recordar cómo seguía. La voz de tía Marge parecía perforar su
cabeza como un taladro de tío Vernon.
-Que mal que va a terminar eso- suspiró Minerva.
—Ese Potter —dijo tía
Marge en voz alta, cogiendo la botella de brandy y vertiendo más en su copa y
en el mantel—, nunca me dijisteis a qué se dedicaba.
-¡auror! ¡Como todos los Potter!- cortó Sirius.
Tío Vernon y tía Petunia
estaban completamente tensos. Incluso Dudley había retirado los ojos del pastel
y miraba a sus padres boquiabierto.
—No... no trabajaba
—dijo tío Vernon, mirando a Harry de reojo—. Estaba parado.
-La carrera de auror lleva años y se supone que moriré joven,
es obvio que no trabajara- reprochó James, como si eso fuera obvio.
—¡Lo que me
imaginaba! —comentó tía Marge echándose un buen trago de brandy y limpiándose
la barbilla con la manga—. Un inútil, un vago y un gorrón que...
Unas cuantos objetos de vidrio explotaron a lo largo del
comedor. Remus miró a James.
-No fui yo.
Entonces Hermione dirigió su vista a Lily que miraba a su
alrededor sorprendida pero seguía furiosa.
-¿Quién se cree para hablar así de mi James? Ella que es una
muggle ridícula y maleducada, no podría mirarse en el espejo sin insultarse…esa…esa…-
James abrazó a Lily para tranquilizarla, mientras ella seguía soltando
insultos.
—No era nada de eso
—interrumpió Harry de repente. Todos se callaron. Harry temblaba de arriba
abajo. Nunca había estado tan enfadado.
-¡ESO ES CACHORRO!- alentó canuto.
Hermione frunció el ceño. Sirius nunca cambiaría, alentando
a Harry a hacer las cosas como él las haría, sensatas o no.
—¡MÁS BRANDY! —gritó
tío Vernon, que se había puesto pálido. Vació la botella en la copa de tía
Marge—. Tú, chico —gruñó a Harry—, vete a la cama.
—No, Vernon —dijo
entre hipidos tía Marge, levantando una mano. Fijó en los de Harry sus ojos
pequeños y enrojecidos.
Astoria hizo una mueca de desagrado.
— Sigue, muchacho,
sigue. Conque estás orgulloso de tus padres, ¿eh? Van y se matan en un
accidente de coche... borrachos, me imagino...
-Creo que la borracha es otra- bufó Ginny con enojo.
—No murieron en
ningún accidente de coche —repuso Harry, que sin darse cuenta se había
levantado.
—¡Murieron en un
accidente de coche, sucio embustero, y te dejaron para que fueras una carga
para tus decentes y trabajadores tíos! —gritó tía Marge, inflándose de ira—.
Eres un niño insolente, desagradecido y...
-¡QUE NO SE META CON MI HIJO!- Pocas veces James se enojaba
de tal manera. Había dos cosas con las que no debían meterse nunca: los
merodeadores y su familia.
Pero tía Marge se
cortó en seco. Por un momento fue como si le faltasen las palabras. Se hinchaba
con una ira indescriptible... Pero la hinchazón no se detenía. Su gran cara
encarnada comenzó a aumentar de tamaño.
Ron, Fred, George, Ginny (y disimuladamente Hermione)
sonrieron ante lo que venía.
Se le agrandaron los pequeños ojos y la boca
se le estiró tanto que no podía hablar. Al cabo de un instante, saltaron varios
botones de su chaqueta de mezclilla y golpearon en las paredes... Se inflaba
como un globo monstruoso. El estómago se expandió y reventó la cintura de la
falda de mezclilla. Los dedos se le pusieron como morcillas...
-Esto es demasiado bizarro-Marlene estaba al borde de reírse
a carcajadas, como ya estaban haciendo muchos en el comedor.
—¡MARGE! —gritaron a
la vez tío Vernon y tía Petunia, cuando el cuerpo de tía Marge comenzó a
elevarse de la silla hacia el techo. Estaba completamente redonda, como un inmenso
globo con ojos de cerdito. Ascendía emitiendo leves ruidos como de estallidos.
Ripper entró en la habitación ladrando sin parar.
-De todas las cosas que podrías haberle hecho, esto es lo
mas divertido- felicitó Fabian.
-Eso es Harrycin, nos enorgulleces- Fred y George sonreían
anchamente.
—¡NOOOOOOO!
Tío Vernon cogió a
Marge por un pie y trató de bajarla, pero faltó poco para que se elevara
también con ella. Un instante después, Ripper dio un salto y hundió los
colmillos en la pierna de tío Vernon.
-Esto se pone cada vez mejor- Canuto sonrió.
Harry salió corriendo
del comedor, antes de que nadie lo pudiera detener; y se dirigió al armario que
había debajo de las escaleras. Por arte de magia, la puerta del armario se
abrió de golpe cuando llegó ante ella.
-Sorprendente.
En unos segúndos
arrastró el baúl hasta la puerta de la casa. Subió las escaleras rápidamente,
se echó bajo la cama, levantó la tabla suelta y sacó la funda de almohada llena
de libros y regalos de cumpleaños. Salió de debajo de la cama, cogió la jaula
vacía de Hedwig, bajó las escaleras corriendo y llegó al baúl en el instante en
que tío Vernon salía del comedor con la pernera del pantalón hecha jirones.
-Hasta aquí la diversión- se lamentó Bill.
—¡VEN AQUÍ! —bramó—.
¡REGRESA Y ARREGLA LO QUE HAS HECHO!
Pero una rabia imprudente
se había apoderado de Harry. Abrió el baúl de una patada, sacó la varita y
apuntó con ella a tío Vernon.
-Oh, oh.
—Tía Marge se lo
merecía —dijo Harry jadeando—. Se merecía lo que le ha pasado. No te acerques.
Tentó a sus espaldas
buscando el tirador de la puerta.
—Me voy —añadió—. Ya
he tenido bastante.
-¿Irte? ¿A dónde?- preguntó Lily preocupada.
Momentos después
arrastraba el pesado baúl, con la jaula de Hedwig debajo del brazo, por la
oscura y silenciosa calle.
-Mi pequeño de trece años esta solo en la calle, a Merlín sabrá
que hora de la noche, ¡SIGAN LEYENDO!
Te amo jaja ;)
ResponderEliminarYo tambien (?)
EliminarEspero con ansias el siguiente capítulo, ya estoy lista para saber más hahah... Amo tu blog
ResponderEliminarJajaja, ya esta el siguiente cap (: Gracias.
EliminarHoliwis, me alegra ver que vas a seguir con la historia....bye y ya sabes no le hagas caso a los comentarios negativos ;)
ResponderEliminarHola, por supuesto que voy a seguirla, nunca abandono mis fics. Gracias por el apoyo^^
EliminarMe encanta tu historia es la mejor
ResponderEliminarGracias^^
EliminarHola! soy una nueva lectora y quiero decirte que me encantan tus historias, en especial esta ya que eres una de las muy pocas que ha llegado tan legos escribiendo un fanfic de "leyendo los libros" y claro esta, porque me gusta mucho como escribes. Lei los comentarios y tu nota sobre los comentarios que no tienen nada mejor que hacer que ponerse a criticar. Por favor no abandones este fic! No tienes idea con cuantas ansias espero el prox cap!!!
ResponderEliminarHola, bienvenida al blog. Gracias, en realidad esa es la razón por la que empece el fic, estaba harta de encontrar gente que empezaba y nunca actualizaba o se quedaba en el primer libro, queria que los lectores pudieran tener un lugar donde leer todos los libros.
EliminarNo voy a abandonar, hay gente por la que vale la pena seguir escribiendo.
Holaaaa ya edtoy aqui de nuevo , porque soy viciada en tus historias,y es lor eso
ResponderEliminarque necesito tu ayuda , no estoy conseguindo entra en potterfics para leer 19años despues, es todo o site , es solo yo? Tu ainda esta edcribiendo y entrando?
Porfa no me dejes sin repuesta .
Gracias
Ps: ame lo ultimo cap, principalmiente la parte "te amo papi"
¡hola! Jajaja, soy adictiva (?)
EliminarPotterfics se cayó dos días para todo el mundo, todos tuvimos crisis esas horas.
Gracias a vos por comentar:3
me encanta leerte tambien en p otterfics!!
ResponderEliminarbesos!!
Jime!!
Gracias, abrazos^^
EliminarWuuuuuuuuu lo ame ya quiero que sea domingo otra vez!
ResponderEliminarSaludos!
Jajaja, paciencia, un domingo por semana :3
EliminarSiiii ya puedo entra en potterfic y ley 19 años y aqui tambien , amooo tus historias
ResponderEliminarMaasssssss
Besos
Jajaja, gracias por leerme^^
EliminarAmo como escribis ^-^ ni se te ocurra abandonarlo e,sos una exelente escritora! >.<
ResponderEliminarEstoy super enganchada con tus historias *-*
Gracias, no voy a dejarlo. Abrazos:3
EliminarWow me encanta todo esta genial
ResponderEliminarSaludos
¡Gracias!^^
EliminarViste cuando uno quiere leer y leer y no parar de leer ese fic, bueno así... :D
ResponderEliminarJajaja, me pasa con unos cuantos fics.
EliminarNo abandones nunca <3
ResponderEliminarNunca<3
Eliminarsiiiiiiiiii me encanto odio a esa hipopótama de tia ya me muero por leer la reaccion del gran comedor al saber que Sirius escapo de Azcaban :)
ResponderEliminarSaludos!
Siii dale harry , quiero saber que va hacer james cuando descubra lo de sirius, graciassss
ResponderEliminarBsos
ahhhh me encanto espero con ansias leer lo demas y la cara de todos cuando harry infle a su tia o cuando canuto sepa que el es el preso que escapo
ResponderEliminarEstuve todo el domingo pendiente :( todo bien? Cuando vas a actualizar? Creo qe ya me estoy desesperando jajajaj (un poco dramatica) bueno a seguir esperandote saludos
ResponderEliminarCuando actualizaras?? Estoy deseando leer la continuación. Besos
ResponderEliminar¿Cuando actualizas? ¡Necesito este blog con toda mi ánima, por Hades!
ResponderEliminarCuando actualizas??
ResponderEliminarLlevo odias esperándome a ver como termina el capitulo!!!!!!
Holaa,cuando vas a actualizar??? pliiis necesito leer que sigue! :)
ResponderEliminarNo has actualizadooo :(
ResponderEliminarPor que no actualizas?? Vas a dejarlo??????
ResponderEliminarno lo va a dejar chicas, simplemente mero comunico por face que va a estar de descanso hasta octubre aproximadamente, por favor sean comprensivas.
EliminarTe obligo a que actualices. Espero que no lo hayas dejado, esta demasiado bueno y hay muy pocas historias como esta.
ResponderEliminarPor favor, nadie puede obligar a nadie a actualizar, trata de ponerte en su lugar. El fic no es lo unico de su vida, tiene otras obligaciones y tambien se estresa, no seas egoista.
EliminarMe encanto mero, te digo que no se me habia ocurrido que la magia que ocurrio en ese entonces eran hechizos no verbales, si que fue algo inesperado, esta genial y espero que pongas el proximo capitulo cuando puedas :D
ResponderEliminarJajajaj el carácter Evans entra en acción jajja Exelente cap
ResponderEliminarMe encanto la parte en que la tia se inflaba ¡¡¡¡jajajajja!!!!!!;lo va a tener que pensar 100.000.000 veces antes de volver a insultar a Harry,James y Lily.CARACTER EVANS Y POTTER A LA VISTA!!! Jajajajajajaja!!!!
ResponderEliminarJajajajajaja!!!! Caracter Evans y Potter a la vista!!!!,ese dirigible monstruoso de Marge lo va a tener que pensar como 10.000.000.000 de veces más antes de volver a insultar a Harry y su familia
ResponderEliminarAmo esto... es increíble... te juro que tenes un don para escribir empeze hace 2 años a leer esto, llegue acá por potterfics y es como la milésima vez que leo esta historia, y las demás me encantan!!! Espero que ahira estes mejor con todo lo que te ah estado pasando en el año y que sepas que te apoyo desde Urguay, sos lo más y te re admiro, espero que te mejores y puedas continuar está historia, pq creo q sería un desperdicio de talento no hacerlo... y q sepas q te apoyo pq eso q estas pasando te juro q yo también lo pase y lo sigo pasando, yo se q la anorexia es difícil, sobre todo en las recaídas, a mi me encantaría superarla algún día... para mi ss una idola y espero q nunca bajes los brazos...!!!
ResponderEliminar“LA FELICIDAD SE PUEDE HALLAR HASTA EN LOS MÁS OCUROS MOMENTOS, SI SOMOS CAPACES DE USAR BIEN LA LUZ”!!!!