Aclaracion: Bueno todos los personajes y
los libros que leen pertenecen a la genialisima JK Rowling ¿ok? yo solo lo
traspaso a un blog para que puedan leerlo de una manera diferente con las
intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a ella.
Espero Disfruten, son un poco largos,
pero en cada actualizacion subo un capitulo entero.
Harry Potter y la cámara de los
secretos.
Capitulo IV: "En Flourish y Blotts"
La puerta volvió a abrirse y por ella
entro un chico de unos 23 años, rubio de ojos grises, con un traje negro
-hola-dijo con voz seria- soy Draco
Malfoy, tengo 23, fui Slytheryn, y…-la puerta volvió a abrirse y entro una
chica muy bonita de pelo negro y ojso verdes- ¿tory?- pregunto confundido, su
rostro se volvió mucho mas alegre cuando ella apareció, ella se acerco y le dio
un beso
-Astoria Greengrass, tengo 21,
slytheryn, y estoy casada con Draco y
tenemos un niño presioso de 3 años, llamado Scorpius
-¿leera usted señor Malfoy?- Draco
palidecio al ver a Albus
-leere yo- dijo Astoria, mientras se
sentaban en la mesa de Sly, Tory se sento en el regazo de Draco para leer,
mientras Lucius y Narcissa los miraban
La vida en La Madriguera no se parecía en nada a la de
Privet Drive. Los Dursley lo querían todo limpio y ordenado; la casa de los Weasley
estaba llena de sorpresas y cosas asombrosas.
-bueno eso ninguno puede contradecirlo-
dijo Charlie y los weasley rieron
Harry se llevó un buen susto la primera vez que se
miró en el espejo que había sobre la chimenea de la cocina, y el espejo le gritó:
«¡Vaya pinta! ¡Métete bien la camisa!»
Todos rieron
El espíritu del
ático aullaba y golpeaba las tuberías cada vez que le parecía que reinaba
demasiada tranquilidad en la casa.
-Lily- rogo Sirius
-no Sirius, no tendremos un espíritu en
el atico, ni siquiera tendremos atico hasta comprar una casa
-mi princesita- dijo James haciendo un
pucherito, Lily se mordio el labio
-no me hagas eso- rogo ella, con una
carita que derritió a James
-de acuerdo- dijo el besándola y Sirius
lo miro ofendido
Y las explosiones en el cuarto de Fred y George se
consideraban completamente normales.
Sirius y James volvieron a mirar a Lily
-siempre y cuando no sea peligroso y no
derrumben la casa- acepto ella y ellos sonrieron anchamente
Lo que Harry encontraba más raro en casa de Ron, sin
embargo, no era el espejo parlante ni el espíritu que hacía ruidos, sino el
hecho de que allí, al parecer, todos le querían.
Todos miraron con tristeza al chico, y
los Weasley con sorpresa
-Claro que todos te queríamos- dijo Ron-
te queremos, sabes que la madriguera sigue siendo nuestro lugar de familia, y
tu eres un Weasley mas
-siempre lo has sido- dijo Fred
-y Hermione también- agrego George
-pero no lo suficiente como para que se
considere incesto- dijo Ginny y todos rieron
La señora Weasley se preocupaba por el estado de sus
calcetines e intentaba hacerle comer cuatro raciones en cada comida.
-gracias Molly- dijo Lily
-no hay porque, sabes que lo considero
un hijo mas
Al señor Weasley le gustaba que Harry se sentara a su
lado en la mesa para someterlo a un interrogatorio sobre la vida con los
muggles, y le preguntaba cómo funcionaban cosas tales como los enchufes o el
servicio de correos.
Varios rieron y el pelirrojo miro con
cariño a su futuro yerno
—¡Fascinante!
—decía, cuando Harry le explicaba cómo se usaba el teléfono—Son ingeniosas de
verdad, las cosas que inventan los muggles para apañárselas sin magia.
Ron y Harry rieron al recordar el
incidente del teléfono
Una mañana soleada, cuando llevaba más o menos una
semana en La Madriguera, Harry les oyó hablar sobre Hogwarts. Cuando Ron y él
bajaron a desayunar, encontraron al señor y la señora Weasley sentados con
Ginny a la mesa de la cocina.
-espero que no sea demasiado
vergonzoso-dijo Ginny, varios rieron y Harry le beso detrás de la oreja con
cariño
Al ver a Harry
Ginny dio sin querer un golpe al cuenco de las gachas y éste se cayó al suelo
con gran estrépito.
-oh por merlin- exclamo Ginny sonrojada
Ginny solía tirar las cosas cada vez que Harry entraba
en la habitación donde ella estaba. Se metió debajo de la mesa para recoger el
cuenco y se levantó con la cara tan colorada y brillante como un tomate.
Todos rieron y Ginny hizo un puchero
-eras tierna- dijo Harry- además era muy
dulce
Haciendo como que no lo había visto,
-bien hecho- dijo Lily
Harry se sentó
y cogió la tostada que le pasaba la señora Weasley.
—Han llegado cartas del colegio —dijo el señor Weasley
entregando a Harry y a Ron dos sobres idénticos de pergamino amarillento, con
la dirección escrita en tinta verde
-¿Por qué tienen que ser verdes?- dijo
Sirius mirando feo a la muy vacia mesa de Slytheryn, pero todos lo ignoraron
— Dumbledore ya sabe que estás aquí, Harry; a ése no
se le escapa una.
Dumbledore sonrio
También han llegado cartas para vosotros dos —añadió,
al ver entrar tranquilamente a Fred y George, todavía en pijama.
-somos geniales- dijeron con un suspiro
y todos rieron
Hubo unos
minutos de silencio mientras leían las cartas. A Harry le indicaban que cogiera
el tren a Hogwarts el 1 de septiembre, como de costumbre, en la estación de
Kings Cross.
-¿alguna vez se toma en otro lugar?
–pregunto James
-¿u otro dia?- pregunto Remus
-¿y otro horario?- pregunto Sirius
-no que yo sepa- dijeron al mismo tiempo
Harry y Lily
Se adjuntaba
una lista de los libros de texto que necesitaría para el curso siguiente: Los
estudiantes de segundo curso necesitarán:
—El libro
reglamentario de hechizos (clase 2), Miranda Goshawk.
—Recreo con
la «banshee», Gilderoy Lockhart.
—Una vuelta
con los espíritus malignos, Gilderoy Lockhart.
—Vacaciones
con las brujas, Gilderoy Lockhart.
—Recorridos
con los trols, Gilderoy Lockhart.
—Viajes con
los vampiros, Gilderoy Lockhart.
—Paseos con
los hombres lobo, Gilderoy Lockhart.
—Un año con
el Yeti, Gilderoy Lockhart.
-Odio a Lockhart- dijeron James y Harry,
para sonreírse luego
-¿Por qué lo odian?- pregunto confundida
Lily
-ese idiota tuvo el atrevimiento de
acercarse a ti a menos de 4 metros, ¿entiendes?- pregunto James como si la
pelirroja no entendiera la gravedad del asunto
-eres muy celoso, para ser alguien que
se revolcó con medio Hogwarts
-uhhh golpe bajo- dijeron Remus, Sirius
y Ron
-no me hubiese revolcado con medio
Hogwarts por despecho si cierta pelirroja no me hubiese rechazado durante 3
años
Todos miraban a la pelirroja y al
castaño como si fuera un partido de tenis, ella soolto un suspiro y se abrazo a
James
-lo siento amor, y no quiero que tengas
celos, soy tuya de nadie mas- dijo besándolo
-te quiero, no peliemos- dijo sentándose
con ella en su regazo y todos los miraban atonitos
Después de leer su lista, Fred echó un vistazo a la de
Harry
—¡También a ti te han mandado todos los libros de
Lockhart! —exclamó
-El nuevo profesor de Defensa Contra
Artes Oscuras debe ser un fan suyo- dijo Gideon
-Apuesto a que es una bruja- comento
Fabian
—. El nuevo profesor de Defensa Contra las Artes
Oscuras debe de ser un fan suyo; apuesto a que es una bruja.
-somos geniales!- dijeron los gemelos
Prewett y Fred
En ese instante, Fred vio que su madre lo miraba
severamente, y trató de disimular untándose mermelada en el pan.
—Todos estos
libros no resultarán baratos —observó George,
Todos los Weasley presentes bajaron la
cabeza, si bien ahora todos llevaban una buena vida, de chicos sus padres
siempre se habían esforzado por darles todo lo que podían y nunca les había
sobrado el dinero
mirando de
reojo a sus padres—. De hecho, los libros de Lockhart son muy caros...
-valoro mucho que con esa edad se
preocupen por los problemas que tengamos nosotros- dijo Molly abrazando a los
gemelos
—Bueno, ya nos apañaremos —repuso la señora Weasley
aunque parecía preocupada — Espero que a Ginny le puedan servir muchas de
vuestras cosas.
-se les complicara- dijo Astoria y
varios la miraron- oh no me malinterpreten, es que siendo Ginny una niña se les
hara mas difícil que compartir cosas entre niños- Molly le sonrio
-Astoria es muy buena- dijo Ginny por lo
bajo para los gryffindor
-no entiendo como se caso con Malfoy-
dijo Ron
-Malfoy no es tan malo como antes-
agrego Hermione
—¿Es que ya vas a empezar en Hogwarts este curso?
—preguntó Harry a Ginny Ella asintió con la cabeza, enrojeciendo hasta la raíz
del pelo, que era de color rojo encendido, y metió el codo en el plato de la
mantequilla.
-lo lamento Gin- dijo besándole el
cabello pelirrojo que tanto le gustaba
Afortunadamente, el único que se dio cuenta
fue Harry, porque Percy el hermano mayor de Ron, entraba en aquel preciso
instante. Ya se había vestido y lucía la insignia de prefecto de Hogwarts en el
chaleco de punto.
-prefecto perfecto- bufaron Fred,
George, James y Sirius
—Buenos días a todos —saludó Percy con voz segura—.
Hace un hermoso día. Se sentó en la única silla que quedaba, pero
inmediatamente se levantó dando un brinco, y quitó del asiento un plumero gris
medio desplumado.
Todos rieron
O al menos eso es lo que Harry pensó que era, hasta
que vio que respiraba.
Mas risas inundaron el comedor
—¡Errol! —exclamó Ron, cogiendo a la maltratada
lechuza y sacándole una carta que llevaba debajo del ala — ¡Por fin! Aquí está
la respuesta de Hermione.
-siempre tan ansioso por saber de hermy-
se burlaron los gemelos y Ron se sonrojo
Le escribí
contándole que te íbamos a rescatar de los Dursley Ron llevó a Errol hasta una
percha que había junto a la puerta de atrás e intentó que se sostuviera en ella,
pero Errol volvió a caerse, así que Ron lo dejó en el escurridero, exclamando
en voz baja «¡Pobre!».
-Pobre Errol- dijo Ginny
Luego rasgó el
sobre y leyó la carta de Hermione en voz alta.
-ya no haces eso en estos días, ¿verdad
hermanito?- dijo Charlie y todos rieron
Querido
Ron, y Harry, si estás ahí:
Espero que todo saliera bien y que Harry esté
estupendamente, y que no hayas tenido que saltarte las normas para sacarlo,
Ron, porque eso traería problemas también a Harry.
Todos rieron
He estado muy preocupada y, si Harry está
bien, te ruego que me escribas lo antes posible para contármelo, aunque quizá
sería mejor que usaras otra lechuza, porque creo que ésta no aguantará un viaje
más. Por supuesto, estoy muy atareada con los deberes escolares
-¡pero si esta de vacaciones!-dijo
Sirius horrorizado
(«¿Cómo
puede ser?», se preguntó Ron horrorizado. «¡Si estamos en vacaciones!»)
Varios
estuvieron de acuerdo con Ron
, y el
próximo miércoles nos vamos a Londres a comprar los nuevos libros. ¿Por qué no
quedamos en el callejón Diagon? Contadme qué ha pasado en cuanto podáis. Un
beso de Hermione
—Bueno, no estaría mal, podríamos ir también a comprar
vuestro material —dijo la señora Weasley, comenzando a quitar las cosas de la
mesa
-imaginence cuando Ron y Hermione puedan
quedarse en lo de James y Lily- dijo Dorcas y los Potter sonrieron
-y podamos jugar quiddicht con los
chicos- dijeron a coro james y Sirius
-y pueda ayudar a Herms con las tareas-
agrego Lily sonriendo
—. ¿Qué vais a hacer hoy? Harry, Ron, Fred y George
planeaban subir la colina hasta un pequeño prado que tenían los Weasley. Como
estaba rodeado de árboles que lo protegían de las miradas indiscretas del
pueblo que había abajo, allí podían practicar el quidditch, con tal de que
tuvieran cuidado de no volar muy alto.
Todos los fanáticos del quiddicht
suspiraron deseando tener un lugar asi donde practicar
Aunque no podían usar verdaderas pelotas de quidditch,
porque si se les escaparan y llegaran a sobrevolar el pueblo, la gente lo vería
como un fenómeno de difícil explicación; en su lugar, se arrojaban manzanas. Se
turnaban para montar en la Nimbus 2.000 de Harry,
-¿Cuándo la cambiaste?- pregunto Sirius
-en tercero se rompió- dijo Harry con
nostalgia
que era con mucho la mejor escoba; a la vieja Estrella
Fugaz de Ron incluso la adelantaban las mariposas.
Ron se sonrojo y varios rieron
Cinco minutos después se encontraban subiendo la
colina, con las escobas al hombro.
Ron, Harry y los gemelos suspiraron con
nostalgia
Habían
preguntado a Percy si quería ir con ellos, pero les había dicho qué estaba
ocupado.
-me huele a novia- dijo Alice
Harry sólo había visto a Percy a las horas de comer;
el resto del tiempo lo pasaba encerrado en su cuarto.
-me gustaría saber que se lleva entre
manos- dijo Fabian
—Me gustaría saber qué se lleva entre manos —dijo
Fred, frunciendo el entrecejo
Fabian y Fred sonriendo
—. No parece el mismo. Recibió los resultados de sus
exámenes el día antes de que llegaras tú; tuvo doce M.H.B.
Molly sonrio orgullosa
y apenas se alegró.
-¿le estará pasando algo?- pregunto
Molly preocupada
-traquila mama- dijo Ginny con una
sonrisa
—Matriculas de Honor en Brujería —explicó George,
viendo la cara de incomprensión de Harry— Bill también sacó doce.
-pense que dirían algo como “que verguena”
o algo asi- dijo Lily mirando a los merodeadores
-no, nosotros tenemos las mejores
calificaciones, junto contigo- dijo James
-si, ademas Lunatico y cornamenta han sido premios anuales, ser
bromistas requiere ser inteligente
-si, y mi james es muy inteligente- dijo
Lily, y dejándose besar por James
-son un asco- dijo Remus
-como si tu no lo fueras con…-Ron casi
metio la pata pero Hermione le tapo la boca
-¿con?- dijo atonito
Si no nos andamos con cuidado, tendremos otro Premio
Anual en la familia. Creo que no podría soportar la vergüenza.
Todos rieron
Bill era el mayor de los hermanos Weasley. Él y el
segundo, Charlie,
Charlie sonrio
-¿Cuándo vendrá Bill?- pregunto Arthur,
y todos se encogieron de hombros
habían terminado ya en Hogwarts. Harry no había visto
nunca a ninguno de los dos, pero sabía que Charlie estaba en Rumania estudiando
a los dragones, y Bill en Egipto, trabajando para Gringotts, el banco de los
magos.
-Bill en Gringotts, Charlie con
dragones, Percy en el ministerio, ustedes- dijo mirando a los gemelos- comenzó
Gideon
-dueños de una tienda de bromas
-genial- dijeron los bromistas
-Ron es auror, y Ginny jugadora de
quiddicht hasta tener a sus hijos- siguió Fabian
-y ahora trabajo en el profeta- termino
Ginny
—No sé cómo se las van a arreglar papá y mamá para
comprarnos todo lo que necesitamos este curso —dijo George después de una pausa
-¿se han dado cuenta que los gemelos se
preocupan mucho por como se las arreglaran sus padres?- dijo Marlene, y Molly
abrazaba a sus hijos, igual que Arthur
—. ¡Cinco lotes de los libros de Lockhart! Y Ginny
necesitará una túnica y una varita mágica, entre otras cosas. Harry no decía
nada. Se sentía un poco incómodo.
-Eres un idiota- dijeron a coro los
gemelos
-un tonto- siguió Ron
-y un cabeza hueca- termino Ginny
cruzada de brazos, Harry la miro ofendido- oh no me mires asi- dijo antes de
besarlo- pero eres un tonto como puede pensar eso
-¿en que piensa?- pregunto Amelia
confundida
-si es igual a James, se sentirá
culpable por tener mas dinero que los Weasley- Lily miro con ternura a su
marido y su hijo
En una cámara
acorazada subterránea de Gringotts, en Londres, tenía guardada una pequeña
fortuna que le habían dejado sus padres.
-¿tienes una fortuna?- pregunto Lily-
mira eres un niñito mimado- dijo abrazandole por el cuello
-cada potter va agregando su parte y
heredándola a su hijos, y la parte de mimado…
-yo voy a mimarte mucho mi amor- dijo
besándolo, James siempre había deseado ser una parejita cariñosa con Lily.
Naturalmente, ese dinero sólo servía en el mundo
mágico; no se podían utilizar galeones, sickles ni knuts en las tiendas
muggles.
-si sirven- dijeron varios hijos de
muggles- en Gringotts puedes cambiar los galeones por dinero muggle
A los Dursley nunca les había dicho una palabra sobre
su cuenta bancaria en Gringotts. Y la verdad es que no creía que su aversión a
todo lo relacionado con el mundo de la magia se hiciera extensiva a un buen
montón de oro.
-claro que no- dijo Lily asqueada por su
cuñado y su hermana
Al domingo siguiente, la señora Weasley los despertó a
todos temprano. Después de tomarse rápidamente media docena de emparedados de
beicon cada uno,
-me dio hambre- dijeron los weasley, los
potter y Black
se pusieron las chaquetas y la señora Weasley,
cogiendo una maceta de la repisa de la chimenea de la cocina, echó un vistazo
dentro.
-nunca me gustaron los polvos flu- dijo
Lily
—Ya casi no nos
queda, Arthur —dijo con un suspiro—. Tenemos que comprar un poco más... ¡bueno,
los huéspedes primero! ¡Después de ti, Harry, cielo! Y le ofreció la maceta.
-no creo que sepa hacerlo- comento Remus
Harry vio que todos lo miraban.
—¿Qué... qué es lo que tengo que hacer? —tartamudeó.
—Él nunca ha viajado con polvos flu —dijo Ron de
pronto—. Lo siento, Harry, no me acordaba.
—¿Nunca? —le preguntó
el señor Weasley— Pero ¿cómo llegaste al callejón Diagon el año pasado para
comprar las cosas que necesitabas?
—En metro...
-¿de verdad?- dijo interesado Arthur
—¿De verdad? —inquirió interesado el señor Weasley
-bueno parece que estas de acuerdo
contigo mismo- dijo Gideon y todos rieron
—. ¿Había escaleras mecánicas? ¿Cómo son
exactamente...?
-no creo que molly crea que es el
momento- dijo Lily divertida
—Ahora no, Arthur —le interrumpió la señora Weasley
Varios soltaron risitas
—. Los polvos flu son mucho más rápidos, pero la
verdad es que si no los has usado nunca...
—Lo hará bien, mamá —dijo Fred—. Harry, primero
míranos a nosotros. Cogió de la maceta un pellizco de aquellos polvos
brillantes, se acercó al fuego y los arrojó a las llamas.
Produciendo un
estruendo atronador, las llamas se volvieron de color verde esmeralda y se
hicieron más altas que Fred. Éste se metió en la chimenea, gritando: «¡Al
callejón Diagon!», y desapareció.
- ¿te salio bien?- le pregunto Lily por
lo bajo y Harry negó con la cabeza
—Tienes que pronunciarlo claramente, cielo —dijo a
Harry la señora Weasley, mientras George introducía la mano en la maceta—, y
ten cuidado de salir por la chimenea correcta.
-mientras mas consejos te dan mas
nervioso te pones, porque intentas recordar todo y no recuerdas nada- dijo
Frank y todos asintieron dándole la razón
—¿Qué?
—preguntó Harry nervioso, al tiempo que la hoguera volvía a tronar y se tragaba
a George.
—Bueno, ya sabes, hay una cantidad tremenda de
chimeneas de magos entre las que escoger, pero con tal de que pronuncies
claro...
-dimelo a mi, yo una vez termine en
Rusia- comento Sirius y todos se rieron
—Lo hará bien, Molly, no te apures —le dijo el señor
Weasley, sirviéndose también polvos flu.
—Pero, querido, si Harry se perdiera, ¿cómo se lo
íbamos a explicar a sus tíos?
-creo que se lamentarían si saben que no
se perdió- dijo Remus molesto
-Harry- dijo Nymphadora solemnemente
palmeándole la espalda al ojiverde que la miro divertido- a mi me caes bien, y
con eso puedes vivir feliz
—A ellos les daría igual —la tranquilizó Harry—. Si yo
me perdiera aspirado por una chimenea, a Dudley le parecería una broma
estupenda, así que no se preocupe por eso.
—Bueno, está bien..., ve después de Arthur —dijo la
señora Weasley—. Y cuando entres en el fuego, di adónde vas.
—Y mantén los codos pegados al cuerpo —le aconsejó
Ron.
—Y los ojos cerrados —le dijo la señora Weasley—. El
hollín...
—Y no te muevas —añadió Ron—. O podrías salir en una
chimenea equivocada...
—Pero no te asustes y vayas a salir demasiado pronto.
Espera a ver a Fred y George.
-¡Dios! Es obvio que se confundirá- dijo
George
Haciendo un considerable esfuerzo para acordarse de
todas estas cosas, Harry cogió un pellizco de polvos flu y se acercó al fuego.
Respiró hondo, arrojó los polvos a las llamas y dio unos pasos hacia delante.
-suerte- murmuro Marlene
El fuego se percibía como una brisa cálida. Abrió la
boca y un montón de ceniza caliente se le metió en la boca.
—Ca-ca-llejón Diagon —dijo tosiendo.
-¿me pregunto que pasara con los polvos
flu si tartamudeas?- dijo James
-no tartamudeo, tosio- corrigio Lily
-ohhh- dijeron Sirius seccandose una
lagrima falsa y James abrazándola- sigues siendo nuestra prefecta perfecta-
termino Sirius
-MI prefecta perfecta- corrigio James
-no me traten como una cosa y no me
digan prefecta perfecta- dijo Lily molesta, James le puso cara de ciervito
atropellado- si soy tuya James, pero soy tu novia, no tu juguete nuevo- James
la beso
Le pareció que lo succionaban por el agujero de un
enchufe gigante y que estaba girando a gran velocidad... El bramido era
ensordecedor... Harry intentaba mantener los ojos abiertos, pero el remolino de
llamas verdes lo mareaba... Algo duro lo golpeó en el codo, así que él se lo
sujetó contra el cuerpo, sin dejar de dar vueltas y vueltas... Luego fue como
si unas manos frías le pegaran bofetadas en la cara. A través de las gafas, con
los ojos entornados, vio una borrosa sucesión de chimeneas y vislumbró imágenes
de las salas que había al otro lado...
-odio que todos los transportes mágicos
son horribles las primeras veces que los usas- comento Andromeda
-dicen que en las apariciones te sientes
muy mal- dijo Lily haciendo una mueca y James la abrazo protectoramente
-no, porque yo te abrazare muy muy
fuerte- Lily rio igual que muchos de los presentes, especialmente Harry que los
miraba con mucho cariño
Los emparedados
de beicon se le revolvían en el estómago. Cerró los ojos de nuevo deseando que
aquello cesara, y entonces... cayó de bruces sobre una fría piedra y las gafas
se le rompieron.
-ahora entiendo- dijo Hermione y Harry
rio
Mareado, magullado y cubierto de hollín, se puso de
pie con cuidado y se quitó las gafas rotas.
-oh mi pobrecito bebe- dijo Lily
-Lily tiene 12-corrigio Remus divertido
-siempre será mi bebe, ¿Cuántas veces
debo aclararlo? –dijo molesta
Estaba completamente solo, pero no tenía ni idea de
dónde.
-¡oh por merlin! No gano para disgustos-
gimio Lily abrazandose a James que intentanba controlar su genio por Lily
Lo único que
sabía es que estaba en la chimenea de piedra de lo que parecía ser la tienda de
un mago, apenas iluminada, pero no era probable que lo que vendían en ella se
encontrara en la lista de Hogwarts. En un estante de cristal cercano había una
mano cortada puesta sobre un cojín, una baraja de cartas manchada de sangre y
un ojo de cristal que miraba fijamente. Unas máscaras de aspecto diabólico
lanzaban miradas malévolas desde lo alto.
-¡mierda! –bramo Sirius entre furioso y
preocupado- ya se donde esta, mi madre me obligo a ir cuando era pequeño, el
negocio se llama Borgin y Burkes, está en el callejón Knorktung- James trago
saliva, mientras remus maldecia y Lily los miro interrogante- ese callejón es
casi paralelo al callejón Diagon- explico Sirius a la preocupada pelirroja-
pero solo van locos y magos tenebrosos- Lily y Molly estaban palidas
Sobre el mostrador había una gran variedad de huesos
humanos y del techo colgaban unos instrumentos herrumbrosos, llenos de pinchos.
Y; lo que era peor, el oscuro callejón que Harry podía ver a través de la
polvorienta luna del escaparate no podía ser el callejón Diagon.
-ohh dios, que desesperante- dijo Alice
Cuanto antes saliera de allí, mejor.
-buena idea señor Potter- dijo Minerva,
y Albus estaba alegre de que Harry no sintiera curiosidad por esas cosas
Con la nariz aún dolorida por el topetazo, Harry se
fue rápida y sigilosamente hacia la puerta, pero antes de que hubiera salvado
la mitad de la distancia, aparecieron al otro lado del escaparate dos personas,
y una de ellas era la última a la que Harry habría querido encontrarse en su
situación: perdido, cubierto de hollín y con las gafas rotas. Era Draco Malfoy.
Astoria paro de leer, y vio que en los
ojos de Draco había una sombra oscura y se acurruco en su pecho, Draco le esbozo
una dulce sonrisa que tenia reservadas para Scorpius y especialmente para su
Astoria, ella lo beso y siguió leyendo
Harry repasó apresuradamente con los ojos lo que había
en la tienda y encontró a su izquierda un gran armario negro, se metió en él y
cerró las puertas, dejando una pequeña rendija para echar un vistazo. Unos
segundos más tarde sonó un timbre y Malfoy entró en la tienda. El hombre que
iba detrás de él no podía ser sino su padre.
Narcissa le pego un fuerte zape en el
hombro a Lucius
-¿eres un imbesil? ¿Cómo te atreves a
llevar a mi hijo de doce años a un lugar asi?
-como si tu nunca hubieses ido de chica
-pero era horrible, era tétrico, y…
-mi padre me llevo- dijo Lucius sombrio
-y no pareces feliz por eso ¿verdad
Lucius?- espeto con furia
-golpe bajo- dijo por lo bajo Sirius
Tenía la misma cara pálida y puntiaguda, y los mismos
ojos de un frío color gris. El señor Malfoy cruzó la tienda, mirando vagamente
los artículos expuestos, y pulsó un timbre que había en el mostrador antes de
volverse a su hijo y decirle:
—No toques nada, Draco.
-que dulce manera de tratar a tu hijo
pequeño Malfoy- ironizo James
Malfoy, que estaba mirando el ojo de cristal, le dijo:
—Creía que me ibas a comprar un regalo.
—Te dije que te compraría una escoba de carreras —le
dijo su padre, tamborileando con los dedos en el mostrador.
—¿Y para qué la quiero si no estoy en el equipo de la
casa? —preguntó Malfoy, enfurruñado
-ohh que tierno- suspiro Astoria, todos
la miraron confundidos y Draco alzo una ceja- ya sabes tu de pequeño y ensima
cuando te enojabas se te ponían las mejillas sonrojadas- Draco negó con la
cabeza divertido y la abrazo, ella le dio un beso en la mejilla, todos miraban
sorprendidos lo diferente que era Draco con la chica a con el resto de la gente
—. Harry Potter tenía el año pasado una Nimbus 2.000.
Y obtuvo un permiso especial de Dumbledore para poder jugar en el equipo de
Gryffindor.
-cof cof envidia- “tosia” Sirius, pero
Lily lo callo con la mirada
Ni siquiera es muy bueno, sólo porque es famoso...
Famoso por tener esa ridícula cicatriz en la frente... Malfoy se inclinó para
examinar un estante lleno de calaveras. —A todos les parece que Potter es muy
inteligente sólo porque tiene esa maravillosa cicatriz en la frente y una
escoba mágica...
Narcissa tenia una expresión de dulzura
en el rostro que Lucius miraba entre confundido y embelezado
—Me lo has dicho ya una docena de veces por lo
menos —repuso su padre dirigiéndole una mirada fulminante
-¿Cómo te atreves a tratar asi a tu
hijo?- dijo Arthur como si no llegara a comprender como una persona podía ser
asi con su hijo
-no te metas Weasley, no eres quien para
opinar sobre mi hijo
-pero yo si- salto Narcissa furiosa-
respóndeme a mi la misma pregunta
-yo…este…es…- balbuceaba el rubio,
escondiéndose detrás de Severus
—, y te quiero recordar que sería mucho más...
prudente dar la impresión de que tú también lo admiras, porque en la clase
todos lo ven como el héroe que hizo desaparecer al Señor Tenebroso... ¡Ah,
señor Borgin! Tras el mostrador había aparecido un hombre encorvado, alisándose
el grasiento cabello.
-esto será interesante- dijo Alastor
—¡Señor Malfoy, qué placer verle de nuevo! —respondió
el señor Borgin con una voz tan pegajosa como su cabello — ¡Qué honor...! Y ha
venido también el señor Malfoy hijo. Encantado. ¿En qué puedo servirles?
Precisamente hoy puedo enseñarles, y a un precio muy razonable...
—Hoy no vengo a comprar, señor Borgin, sino a vender
—dijo el padre de Malfoy.
-¿algo que decir?- dijo Alastor y Lucius trago grueso
—¿A vender? —La sonrisa desapareció gradualmente de la
cara del señor Borgin.
—Usted habrá oído, por supuesto, que el ministro está
preparando más redadas —empezó el padre de Malfoy, sacando un pergamino del
bolsillo interior de la chaqueta y desenrollándolo para que el señor Borgin lo
leyera—. Tengo en casa algunos... artículos que podrían ponerme en un aprieto,
si el Ministerio fuera a llamar a...
-Moody- llamo Sirius como si lo
conociera de toda la vida- en la casa de los black hay muchas cosas que podrían
interesarle a todos ustedes y si quieres llevarse a mi madre también se las doy
-Sirius- dijo Lily- tenle mas respeto,
es el mejor cazador de magos tenebrosos
-gracias Evans- dijo “menos tosco” lo
que Lily interpreto por amable- me agrada tu aborrecion por las artes oscuras
muchacho
El señor Borgin se caló unas gafas y examinó la lista.
—Pero me imagino que el Ministerio no se atreverá a
molestarle, señor. El padre de Malfoy frunció los labios.
—Aún no me han
visitado. El apellido Malfoy todavía inspira un poco de respeto, pero el
Ministerio cada vez se entromete más. Incluso corren rumores sobre una nueva
Ley de defensa de los muggles... Sin duda ese rastrero Arthur Weasley,
-No te atrevas a llamar a Arthur asi-
grito Molly furiosa sacando su varita
-dejalo Molly no vale la pena- dijo el
pelirrojo mirando con ternura a su mujer, y Malfoy no dijo nada, mirando a la
mitad del comer le dirigía miradas furiosas
ese defensor a ultranza de los muggles, anda detrás de
todo esto... Harry sintió que lo invadía la ira.
Todos los Weasley le dirigieron miradas
de cariño
—Y, como ve,
algunas de estas cosas podrían hacer que saliera a la luz...
—¿Puedo quedarme con esto? —interrumpió Draco,
señalando la mano cortada que estaba sobre el cojín.
Astoria miro curiosa a Draco pero el se
encogio de hombros
—¡Ah, la Mano de la Gloria! —dijo el señor Borgin,
olvidando la lista del padre de Malfoy y encaminándose hacia donde estaba
Draco—. ¡Si se introduce una vela entre los dedos, alumbrará las cosas sólo
para el que la sostiene!
-bastante útil- dijo Sirius, Lily,
Hermione y Molly lo miraron mal
-muy pocas cosas son malas por si solas-
dijo Albus- depende de para que las utilicemos
¡El mejor aliado de los ladrones y saqueadores! Su
hijo tiene un gusto exquisito, señor.
-espero que mi hijo llegue a ser algo
mas que un ladron o un saqueador- dijo Lucius enfadado
—Espero que mi hijo llegue a ser algo más que un
ladrón o un saqueador, Borgin —repuso fríamente el padre de Malfoy.
Narcissa rio por lo bajo
Y el señor Borgin se apresuró a decir:
—No he
pretendido ofenderle, señor, en absoluto...
—Aunque si no mejoran sus notas en el colegio —añadió
el padre de Malfoy, aún más fríamente—, puede, claro está, que sólo sirva para
eso.
-un paso para adelante y diez para atrás
malfoy- espeto Narcissa con furia
-¿Malfoy?- dijo entristecido, su novia
nunca lo llamaba asi
-me saca de quicio ¿a caso quieres que
Draco te odie?- pregunto
-no…es mi hijo, claro que no…¿me odias?-
le pregunto a Draco
-no…eso creo
—No es culpa mía — replicó Draco—. Todos los
profesores tienen alumnos enchufados. Esa Hermione Granger mismo...
-¡oye!- dijo Hermione molesta y Draco se
encogio de hombros
—Vergüenza
debería darte que una chica que no viene de una familia de magos te supere en
todos los exámenes —dijo el señor Malfoy bruscamente.
-¡Ja!- festejaron los merodeadores
—¡Ja! —se le escapó a Harry por lo bajo, encantado de
ver a Draco tan avergonzado y furioso.
Draco miro mal a Harry que hizo una
mueca de ‘lo siento’
—En todas
partes pasa lo mismo —dijo el señor Borgin, con su voz almibarada—. Cada vez
tiene menos importancia pertenecer a una estirpe de magos.
—No para mí —repuso el señor Malfoy, resoplando de
enfado.
—No, señor, ni para mí, señor —convino el señor
Borgin, con una inclinación.
-Lamesuelas- bufaron al mismo tiempo
James, Lily y Harry los tres se miraron y rieron
—En ese caso, quizá podamos volver a fijarnos en mi
lista —dijo el señor Malfoy, lacónicamente—. Tengo un poco de prisa, Borgin, me
esperan importantes asuntos que atender en otro lugar.
Alastor escuchaba atento
Se pusieron a regatear. Harry espiaba poniéndose cada
vez más nervioso conforme Draco se acercaba a su escondite, curioseando los
objetos que estaban a la venta. Se detuvo a examinar un rollo grande de cuerda
de ahorcado y luego leyó, sonriendo, la tarjeta que estaba apoyada contra un
magnífico collar de ópalos:
<<Cuidado: no tocar Collar embrujado. Hasta la
fecha se ha cobrado las vidas de diecinueve muggles que lo poseyeron. >>
-ohh- dijeron los hijos de muggle tocándose
el cuello, los merodeadores instintivamente se acercaron mas a Lily, y Harry y
Ron a Hermione
Draco se volvió y reparó en el armario. Se dirigió
hacia él, alargó la mano para coger la manilla...
—De acuerdo —dijo el señor Malfoy en el mostrador—. ¡Vamos,
Draco! Cuando Draco se volvió, Harry se secó el sudor de la frente con la
manga. —Que tenga un buen día, señor Borgin. Le espero en mi mansión mañana
para recoger las cosas. En cuanto se cerró la puerta, el señor Borgin abandonó
sus modales afectados.
—Quédese los
buenos días, señor Malfoy, y si es cierto lo que cuentan, usted no me ha
vendido ni la mitad de lo que tiene oculto en su mansión.
-¡maldito hijo de perra! ¡como si
estuviera a la altura de insultarme!
-¡señor malfoy!- gruño Albus con inusual
enfado- esta en un colegio, comportese como es debido- dijo con voz fría
Y se metió en
la trastienda mascullando. Harry aguardó un minuto por si volvía, y luego, con
el máximo sigilo, salió del armario y, pasando por delante de las estanterías
de cristal, se fue de la tienda por la puerta delantera.
-muy bien bebe, ahora sal de ese lugar
feo- dijo Lily, algunos estuvieron a punto de decirle que Harry ya no era un
bebe, pero Harry la miraba con cariño y James le abrazaba la cintura
Sujetándose
delante de la cara las gafas rotas, miró en torno. Había salido a un lúgubre
callejón que parecía estar lleno de tiendas dedicadas a las artes oscuras. La
que acababa de abandonar, Borgin y Burkes, parecía la más grande, pero enfrente
había un horroroso escaparate con cabezas reducidas
Lily trago grueso
y, dos puertas
más abajo, tenían expuesta en la calle una jaula plagada de arañas negras
gigantes.
-¿arañas Harry?- Ron se estremecio y
Hermione ahogo una risita
Dos brujos de
aspecto miserable lo miraban desde el umbral y murmuraban algo entre ellos.
Harry se apartó asustado, procurando sujetarse bien las gafas y salir de allí
lo antes posible.
-sal de ahí cachorro- decia Sirius
preocupado, algunos lo miraban atonitos- es mi cachorrito, no quiero que nada
le pase ¿Cuántas veces debo decirles que Harry me preocupa?- dijo molesto, y al
momento sintió unos brazos rodearle el cuello, Lily lo abrazaba fuertemente,
despues de la sorpresa le devolvió el abrazo
Un letrero
viejo de madera que colgaba en la calle sobre una tienda en la que vendían
velas envenenadas, le indicó que estaba en el callejón Knockturn. Esto no le
podía servir de gran ayuda, dado que Harry no había oído nunca el nombre de
aquel callejón. Con la boca llena de cenizas, no debía de haber pronunciado claramente
las palabras al salir de la chimenea de los Weasley.
-eso es bastante obvio ciertamente- dijo
Gideon y se callo al ver la mirada fulminante de Molly y Lily
Intentó tranquilizarse y pensar qué debía hacer.
—¿No estarás perdido, cariño? —le dijo una voz al
oído, haciéndole dar un salto.
-mierda- dijo Ginny por lo bajo
-¿celosa?- preguntaron los gemelos con
tono burlon
-estoy preocupada por Harry maldita sea-
dijo furiosa
-Ginevra el lenguaje- corrigio su padre
Tenía ante él a
una bruja decrépita que sostenía una bandeja de algo que se parecía
horriblemente a uñas humanas enteras.
-que asco- dijo Tonks, y todos centraron
su vista en ella estaba palida
-¿te pasa algo dorita?- le pregunto
Remus preocupado
-yo nunca ire ahí ¿verdad?- pregunto
asustada
-claro que no bonita- le dijo con
cariño, Hermione y Ginny notaron que la metamorfaga se sonrojaba y sonrieron-
ten chocolate, te hara bien- ella sonrio débilmente y comenzó a comer la barra
de chocolate
Lo miraba de forma malévola, enseñando sus dientes
sarrosos. Harry se echó atrás.
—Estoy bien, gracias —respondió—. Yo sólo...
—¡HARRY!
Todos suspiraron con alivio, alguien lo
había encontrado
¿Qué demonios estás haciendo aquí? El corazón de Harry
dio un brinco, y la bruja también, con lo que se le cayeron al suelo casi todas
las uñas que llevaba en la bandeja, y le echó una maldición mientras la mole de
Hagrid, el guardián de Hogwarts, se acercaba con paso decidido y sus ojos de un
negro azabache destellaban sobre la hirsuta barba.
-¡hagrid!- dijeron muchos, algunos con
alegría otros con alivio
—¡Hagrid! —dijo Harry, con la voz ronca por la
emoción—. Me perdí..., y los polvos flu... Hagrid cogió a Harry por el pescuezo
y le separó de la bruja, con lo que consiguió que a ésta le cayera la bandeja
definitivamente al suelo. Los gritos de la bruja les siguieron a lo largo del
retorcido callejón hasta que llegaron a un lugar iluminado por la luz del sol.
-llegaran al callejón diagon- dijo
Sirius alegre y tranquilo
Harry vio en la distancia un edificio que le resultaba
conocido, de mármol blanco como la nieve: era el banco de Gringotts. Hagrid lo
había conducido hasta el callejón Diagon.
—¡No tienes remedio! —le dijo Hagrid de mala uva,
sacudiéndole el hollín con tanto ímpetu que casi lo tira contra un barril de
excrementos de dragón que había a la entrada de una farmacia—. Merodeando por
el callejón Knockturn...
-yo se que lo de el callejon knockturn y
eso fue malo, pero Harry y merodeando en la misma oración me hace sentir
orgulloso- dijo James
-lo se- dijeron Remus y Sirius
No sé, Harry, es un mal sitio... Será mejor que nadie
te vea por allí.
—Ya me di cuenta —dijo Harry, agachándose cuando
Hagrid hizo ademán de volver a sacudirle
el hollín—. Ya te he dicho que me había perdido. ¿Y tú, qué hacías?
—Buscaba un repelente contra las babosas carnívoras
—gruñó Hagrid—. Están echando a perder las berzas. ¿Estás solo?
-esta con los Weasley- respondio James automáticamente
—He venido con los Weasley, pero nos hemos separado
—explicó Harry—. Tengo que buscarlos... Bajaron juntos por la calle.
-bueno- dijo Marlene aliviada- pero ya
esta fuera de peligro-Lily le sonrio a su amiga
—¿Por qué no
has respondido a ninguna de mis cartas? —preguntó a Harry, que se veía obligado
a trotar a su lado (tenía que dar tres pasos por cada zancada que Hagrid daba
con sus grandes botas).
El semi-gigante se sonrojo
Harry se lo explicó todo sobre Dobby y los Dursley.
»¡Condenados muggles! —gruñó Hagrid
-Hagrid no digas esas palabras delante
de un niño- regaño Lily suavemente, aun agradecida porque Hagrid salvara a su
bebe
-Lo lamento Lily- se disculpo
avergonzado
— Si hubiera sabido...
—¡Harry! ¡Harry! ¡Aquí!
Hermione sonrio
Harry vio a Hermione Granger en lo alto de las
escaleras de Gringotts. Ella bajó corriendo a su encuentro, con su espesa
cabellera castaña al viento.
—¿Qué les ha pasado a tus gafas? Hola, Hagrid. ¡Cuánto
me alegro de volver a veros! ¿Vienes a Gringotts, Harry?
-Hablabas mucho de pequeña- le dijeron
Ron y Harry con ternura haciendo que Hermione riera
—Tan pronto como encuentre a los Weasley —respondió
Harry.
—No tendréis
que esperar mucho —dijo Hagrid con una sonrisa. Harry y Hermione miraron
alrededor. Corriendo por la abarrotada calle llegaban Ron, Fred, George, Percy
y el señor Weasley.
Molly y Lily soltaron un suspiro
aliviado y se dedicaron una sonrisa
—Harry —dijo el
señor Weasley jadeando—. Esperábamos que sólo te hubieras pasado una chimenea.
—Se frotó su calva brillante—. Molly está desesperada..., ahora viene.
-Gracias por preocuparte Arthur- dijo
James agradecido
-Harry siempre será bienvenido en
nuestra familia- respondio el pelirrojo sonriendo
—¿Dónde has salido? —preguntó Ron.
—En el callejón Knockturn —respondió Harry con voz
triste.
—¡Fenomenal! —exclamaron Fred y George a la vez.
Molly los miro mal
-no sabíamos lo que era, nos daba
curiosidad- dijo George antes de que su madre dijera algo —A nosotros nunca nos han dejado entrar —añadió Ron, con envidia.
—Y han hecho bien —gruñó Hagrid. La señora Weasley
apareció en aquel momento a todo correr, agitando el bolso con una mano y
sujetando a Ginny con la otra.
Ginny rio y Molly se sonrojo
—¡Ay, Harry... Ay, cielo... Podías haber salido en
cualquier parte! Respirando aún con dificultad, sacó del bolso un cepillo
grande para la ropa y se puso a quitarle a Harry el hollín con el que no había
podido Hagrid.
Harry le dirigio una mirada de cariño a
Molly, y Lily sintió algo en su interior que se movia ¿celos talvez? No, era
pena, dolor por perderse esos momentos de su hijo, James la miro con dulzura
-lo se princesa, también me duele no
estar ahí- ella le sonrio, ya cambiaria todoEl señor Weasley le cogió las gafas, les dio un golpecito con la varita
mágica y se las devolvió como nuevas.
—Bueno, tengo que irme —dijo Hagrid, a quien la señora
Weasley estaba estrujando la mano en ese instante («¡El callejón Knockturn!
¡Menos mal que usted lo ha encontrado, Hagrid!», le decía)
-no ha sido nada Molly- dijo Hagrid
sonrojado
— ¡Os veré en Hogwarts! —dijo, y se alejó a zancadas,
con su cabeza y sus hombros sobresaliendo en la concurrida calle.
—¿A que no
adivináis a quién he visto en Borgin y Burkes? —preguntó Harry a Ron y Hermione
-¿alguna vez desde que los conoces,
dejan de contarse todos los que les pasa?- pregunto Neville y el trio dorado
negó con la cabeza
mientras subían las escaleras de Gringotts— A Malfoy y
a su padre.
—¿Y compró algo Lucius Malfoy? —preguntó el señor
Weasley, con acritud.
-imbesil- dijo por lo bajo Lucius, pero
nadie lo escucho aparte de Lucius y Severus
—No, quería
vender.
—Así que está preocupado —comentó el señor Weasley con
satisfacción, a pesar de todo—. ¡Cómo me gustaría atrapar a Lucius Malfoy!
-te acompaño en el sentimiento- dijeron
los merodeadores “por lo bajo”
—Ten cuidado, Arthur —le dijo severamente la señora
Weasley mientras entraban en el banco y un duende les hacía reverencias en la
puerta—. Esa familia es peligrosa, no vayas a dar un paso en falso.
-hazle caso a tu esposa Weasley- dijo
Lucius con soberbia
—¿Así que no crees que un servidor esté a la altura de
Lucius Malfoy? —preguntó indignado el señor Weasley, pero en aquel momento se
distrajo al ver a los padres de Hermione, que estaban ante el mostrador que se
extendía a lo largo de todo el gran salón de mármol, esperando nerviosos a que
su hija los presentara.
-me acuerdo cuando conoci a la mama de
James- dijo Lily divertida
-¿conoces a mami/ mama dorea/ dorea? –
dijeron a coro James, Sirius y Remus
-aja, me la choque en el callejón diagon
y me invito a tomar una cerveza de mantequilla y yo no sabia que era tu madre
hasta que empezó a contarme cosas vergonzosas de ti…
Sirius solto una carcajada por el
sonrojo de James
-y despues comenzó a contar cosas de su
otro pequeñin- Sirius abrió la boca horrorizado
-¿Qué te conto?- dijeron a coro los dos
- cosas, pero fue hace mucho, a veces
hablamos es muy amable, nunca te dije porque comenzarías a decir “oh mi
pelirroja habla con su suegra, se que te casaras conmigo Evans”- dijo Lily y
todos rieron, James bajo la mirada avergonzado y Lily se mordio el labio
-te amo tanto- dijo ante de besarlo con
ternura y James la miro con devoción- me vuelves loca…en todos los sentidos-
agrego divertida y James sonrio enternecido
»¡Pero ustedes son muggles! —observó encantado el
señor Weasley—. ¡Esto tenemos que celebrarlo con una copa! ¿Qué tienen ahí?
¡Ah, están cambiando dinero muggle! ¡Mira, Molly!
Todos rieron divertidos
—dijo, señalando emocionado el billete de diez libras
esterlinas que el señor Granger tenía en la mano.
—Nos veremos aquí luego —dijo Ron a Hermione, cuando
otro duende de Gringotts se disponía a conducir a los Weasley y a Harry a las
cámaras acorazadas donde se guardaba el dinero.
Los Weasley bajaron la cabeza
avergonzados
Para llegar a las cámaras tenían que subir en unos
carros pequeños, conducidos por duendes, que circulaban velozmente sobre unos
raíles en miniatura por los túneles que había debajo del banco.
-Lo sabemos- dijeron los gemelos Prewett
Harry disfrutó
del vertiginoso descenso hasta la cámara acorazada de los Weasley, pero cuando
la abrieron se sintió mal, mucho peor que en el callejón Knockturn. Dentro no
había más que un montoncito de sickles de plata y un galeón de oro.
Las orejas de los Weasley se tornaron roja
-no debes sentirte mal por eso cariño-
dijo Molly
-es que yo tengo dinero, y no es justo
que ustedes me mantengan todos el verano y me gustaría ayudarlos
-Harry en nuestra casa lo que sobra es
hospitalidad y comida, y mientras haya esas dos cosas seras bienvenido- dijo
Arthur decidido
La señora Weasley repasó los rincones de la cámara antes
de echar todas las monedas en su bolso. Harry aún se sintió peor cuando
llegaron a la suya.
Remus golpeo a James en el hombro
-es tu culpa, tu le pasaste los genes
-ohh a mi me gusta asi, es perfecto-
dijo mirando a su novio que sonrio sorprendido y feliz
Intentó impedir
que vieran el contenido metiendo a toda prisa en una bolsa de cuero unos
puñados de monedas. Cuando salieron a las escaleras de mármol, el grupo se
separó. Percy musitó vagamente que necesitaba otra pluma.
-Percy esta raro- reconocio Arthur
Fred y George habían visto a su amigo de Hogwarts, Lee
Jordan. La señora Weasley y Ginny fueron a una tienda de túnicas de segunda
mano.
Molly miro con disculpa a Ginny que le
sonrio anchamente
Y el señor Weasley insistía en invitar a los Granger a
tomar algo en el Caldero Chorreante.
-es impresionante- dijo Lily con cariño-
son unas de las mejores personas que he conocido
-tu hubieras hecho lo mismo- dijo Molly
sonrojada
—Nos veremos dentro de una hora en Flourish y Blotts
para compraros los libros de texto —dijo la señora Weasley, yéndose con Ginny—.
¡Y no os acerquéis al callejón Knockturn! —gritó a los gemelos, que ya se
alejaban.
Todos negaron con la cabeza divertidos
Harry, Ron y
Hermione pasearon por la tortuosa calle adoquinada.
-nunca uses tacones en esa calle-
dijeron Lily, Marlene y Andromeda al mismo tiempo-
Las monedas de
oro, plata y bronce que tintineaban alegremente en la bolsa dentro del bolsillo
de Harry estaban pidiendo a gritos que se les diera uso, así que compró tres
grandes helados de fresa y mantequilla de cacahuete, que devoraron con avidez
mientras subían por el callejón, contemplando los fascinantes escaparates.
-tengo ganas de comer un helado- dijeron
Sirius, Ron, Harry y James
Ron se quedó mirando un conjunto completo de túnicas
de los jugadores del Chudley Cannon en el escaparate de Artículos de calidad
para el juego de quidditch, hasta que Hermione se los llevó a rastras a la
puerta de al lado,
Todos rieron especialmente Ron y
Hermione
donde debían
comprar tinta y pergamino. En la tienda de artículos de broma Gambol y Japes
encontraron a Fred, George y Lee Jordan,
-¿Lee también hace buenas bromas
verdad?- pregunto Sirius
-si, además es nuestro mejor amigo
respondio Fred
que se estaban abasteciendo de las «Fabulosas bengalas
del doctor Filibuster, que no necesitan fuego porque se prenden con la
humedad»,
-ohhhhh- dijeron Sirius y James mirando
con suplica a Lily
-si chicos, pueden comprar las fabulosas
bengalas del doctor filibustes, dentro de 20 años cuando salgan, pero no las
usaran adentro ¿de acuerdo?- ellos asintieron como niños pequeños
y en una tienda
muy pequeña de trastos usados, repleta de varitas rotas, balanzas de bronce
torcidas y capas viejas llenas de manchas de pociones, encontraron a Percy,
completamente absorto en la lectura de un libro aburridísimo que se titulaba
Prefectos que conquistaron el poder.
Algunos miraron a Lily
-no lo lei, no me interesa conquistar el
poder, y ni siquiera entre nunca a esa tienda- dijo molesta
—«Estudio sobre
los prefectos de Hogwarts y sus trayectorias profesionales» —leyó Ron en voz
alta de la contracubierta—. Suena fascinante...
—Marchaos —les dijo Percy de mal humor.
—Desde luego,
Percy es muy ambicioso, lo tiene todo planeado; quiere llegar a ministro de
Magia... —dijo Ron a Harry y Hermione en voz baja,
-¿Qué les gustaría ser al dejar
Hogwarts?- dijo Sirius con curiosidad
-Auror- dijeron a coro James, Alice,
Frank y Marlene
-no lo he pensado- dijo Lily
-Lils no quiero que te enojes ni que
pienses que creo que no eres una mujer increíble, pero yo siempre soñé con
trabajar y llegar a casa y que estes tu esperándome y mis bebes y eso, ya
sabes- dijo James sonrojado y Lily sonrio
-mama y esposa tiempo completo, suena
increíble- dijo sonriendo
cuando salieron dejando allí a Percy Una hora después,
se encaminaban a Flourish y Blotts. No eran, ni mucho menos, los únicos que
iban a la librería. Al acercarse, vieron para su sorpresa a una multitud que se
apretujaba en la puerta, tratando de entrar.
-eso es raro- dijo Ted
El motivo de
tal aglomeración lo proclamaba una gran pancarta colgada de las ventanas del
primer piso: GILDEROY LOCKHART
-mierda- dijeron los dos Potter por lo
bajo
firmará hoy ejemplares de su autobiografía EL
ENCANTADOR de 12.30 a 16.30 horas
-¿realmente alguien compraría la
biografia del estupido ese?- pregunto Lily
-cada dia te queremos mas- dijeron Harry
y James, la pelirroja rodeo los ojos divertida
—¡Podremos conocerle en persona! —chilló Hermione—.
¡Es el que ha escrito casi todos los libros de la lista!
-oh dios- dijeron Lily y Ginny a la vez
rodando los ojos, mientras Herms se sonrojaba
-esto es extraño- murmuraron James y
Harry
-realmente lo es- corroboro Remus
La multitud
estaba formada principalmente por brujas de la edad de la señora Weasley. En la
puerta había un mago con aspecto abrumado, que decía:
—Por favor, señoras, tengan calma..., no empujen...,
cuidado con los libros... Harry, Ron y Hermione consiguieron al fin entrar. En
el interior de la librería, una larga cola serpenteaba hasta el fondo, donde
Gilderoy Lockhart estaba firmando libros.
- imbesil- bufo Ron
Cada uno cogió
un ejemplar de Recreo con la «banshee» y se unieron con disimulo al grupo de
los Weasley, que estaban en la cola junto con los padres de Hermione.
—¡Qué bien, ya estáis aquí! —dijo la señora Weasley.
Parecía que le faltaba el aliento, y se retocaba el cabello con las manos—.
Enseguida nos tocará.
Molly se sonrojo y Arthur fruncio el
ceño
A medida que la
cola avanzaba, podían ver mejor a Gilderoy Lockhart. Estaba sentado a una mesa,
rodeado de grandes fotografías con su rostro, fotografías en las que guiñaba un
ojo y exhibía su deslumbrante dentadura. El Lockhart de carne y hueso vestía
una túnica de color añil, que combinaba perfectamente con sus ojos; llevaba su
sombrero puntiagudo de mago desenfadadamente ladeado sobre el pelo ondulado.
-¿estan seguros que no es gay?- pregunto
Sirius de pronto y algunos rieron (entiéndase, no tengo nada encontra de los
gays, es mas tengo amigos gay, pero hay una diferencia entre gay y afeminado
ok? Defiendo a los gay)
Un hombre pequeño e irritable merodeaba por allí
sacando fotos con una gran cámara negra que echaba humaredas de color púrpura a
cada destello cegador del flash.
—Fuera de aquí —gruñó a Ron, retrocediendo para lograr
una toma mejor—. Es para el diario El Profeta.
-no trate asi a nuestro hermano- bufo
George
-somos los únicos que podemos tratarlo
asi- agrego Fred
-gracias…¡eh!- varios rieron dela
indignación de Ron
—¡Vaya cosa!
—exclamó Ron, frotándose el pie en el sitio en que el fotógrafo lo había
pisado. Gilderoy Lockhart lo oyó y levantó la vista. Vio a Ron y luego a Harry,
y se fijó en él.
-¡que no se acerque a mi hijo!- grito
James
Entonces se
levantó de un salto y gritó con rotundidad:
—¿No será ése Harry Potter? La multitud
se hizo a un lado, cuchicheando emocionada. Lockhart se dirigió hacia Harry y
cogiéndolo del brazo lo llevó hacia delante.
-suelta a mi ahijado Lockhart!- dijo
Sirius apretándose los puños
La multitud
aplaudió. Harry se notaba la cara encendida cuando Lockhart le estrechó la mano
ante el fotógrafo, que no paraba un segundo de sacar fotos, ahumando a los
Weasley. —Y ahora sonríe, Harry —le pidió Lockhart con su sonrisa
deslumbrante—. Tú y yo juntos nos merecemos la primera página.
-¿es o se hace?- pregunto Remus
-es- dijeron Harry y Hermione
-o era- dijo por lo bajo Ron, causando
la risa de los del futuro
Cuando le soltó la mano, Harry tenía los dedos
entumecidos.
-oh los deditos de mi bebe- dijo Lily
con un puchero, Harry sonrio divertido igual que James
Quiso volver con los Weasley, pero Lockhart le pasó el
brazo por los hombros y lo retuvo a su lado.
—Señoras y
caballeros —dijo en voz alta, pidiendo silencio con un gesto de la mano—. ¡Éste
es un gran momento! ¡El momento ideal para que les anuncie algo que he
mantenido hasta ahora en secreto!
-nunca pense que existiría alguien mas
arrogante que Potter o Black- dijo Severus asombrado
Cuando el joven Harry entró hoy en Flourish y Blotts,
sólo pensaba comprar mi autobiografía, que estaré muy contento de regalarle.
-no entre para eso- dijo Harry indignado
—La multitud aplaudió de nuevo—. Él no sabía —continuó
Lockhart, zarandeando a Harry de tal forma que las gafas le resbalaron hasta la
punta de la nariz
-suelta a mi bebe- dijo Lily furiosa-
James amor tienes pergamino y una pluma- James asintió y confundido vio como su
novia escribia algo, al rato le mostro un pergamino que decia Vernon Dursley,
Petunia Evans, Severus Snape, Gilderoy Lockhart- son las personas a las que les
harán un buena broma, te lo doy al final de los libros asi sigo agregando
gente- James la beso entusiasmado
— que en breve iba a recibir de mí mucho más que mi
libro El encantador. Harry y sus
compañeros de colegio contarán con mi presencia. ¡Sí, señoras y caballeros,
tengo el gran placer y el orgullo de anunciarles que este mes de septiembre
seré el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras en el Colegio Hogwarts de
Magia!
-¿Usted lo contrato?- dijeron Xenofilius
y Amelia a la vez a Dumbledore, y se dirigieron una discreta sonrisa
-no había otro para el puesto- explico
Harry
La multitud aplaudió y vitoreó al mago, y Harry fue
obsequiado con las obras completas de Gilderoy Lockhart. Tambaleándose un poco
bajo el peso de los libros, logró abrirse camino desde la mesa de Gilderoy, en
que se centraba la atención del público, hasta el fondo de la tienda, donde
Ginny aguardaba junto a su caldero nuevo.
Harry abrazo a Ginny con fuerza contra
su pecho, ahí comenzaba todo el sufrimiento de la pelirroja
—Tenlos tú —le
farfulló Harry, metiendo los libros en el caldero—. Yo compraré los míos...
-fue
dulce dárselos a ella- dijo Lily sonriéndole a su hijo
—¿A que te
gusta, eh, Potter? —dijo una voz que Harry no tuvo ninguna dificultad en
reconocer. Se puso derecho y se encontró cara a cara con Draco Malfoy,
Todos miraron a la mesa de Slytheryn, el
rubio solo miraba a su chica que siguió leyendo
que exhibía su habitual aire despectivo—El famoso
Harry Potter. Ni siquiera en una librería puedes dejar de ser el protagonista.
—¡Déjale en paz, él no lo ha buscado! —replicó Ginny
-esa es mi Ginny- dijeron todos los
Weasley y Harry haciendo que la pelirroja se sonrojara
-carácter pelirrojo- dijo Sirius
sonriente
Era la primera vez que hablaba delante de Harry.
Estaba fulminando a Malfoy con la mirada. —¡Vaya, Potter, tienes novia! —dijo
Malfoy arrastrando las palabras.
-esposa- corrigio Harry sonriendo
Ginny se puso roja mientras Ron y Hermione se
acercaban, con sendos montones de los libros de Lockhart.
-¿lo nombraran todo el libro?- pregunto
Dorcas cansinamente
—¡Ah, eres tú! —dijo Ron, mirando a Malfoy como se
mira un chicle que se le ha pegado a uno en la suela del zapato— ¿A que te
sorprende ver aquí a Harry, eh?
-me parece que no te llevas bien con
Malfoy junior sobrino- dijo Gideon divertido
—No me sorprende tanto como verte a ti en una tienda,
Weasley —replicó Malfoy—Supongo que tus padres pasarán hambre durante un mes
para pagarte esos libros.
-eso fue cruel- dijo Marlene mirando mal
al rubio en la mesa de Slytheryn
Ron se puso tan rojo como Ginny. Dejó los libros en el
caldero y se fue hacia Malfoy, pero Harry y Hermione lo agarraron de la
chaqueta.
—¡Ron! —dijo el señor Weasley, abriéndose camino a
duras penas con Fred y George
-¿nunca se separan?- le pregunto Lily a
los gemelos
-nunca- respondieron a coro
—. ¿Qué haces? Vamos afuera, que aquí no se puede
estar
. —Vaya, vaya..., ¡si es el mismísimo Arthur Weasley!
Era el padre de Draco.
-problemas- dijo Molly preocupada
El señor Malfoy había cogido a su hijo por el hombro y
miraba con la misma expresión de desprecio que él.
—Lucius —dijo el señor Weasley, saludándolo fríamente.
—Mucho trabajo en el Ministerio, me han dicho —comentó el señor Malfoy—. Todas
esas redadas... Supongo que al menos te pagarán las horas extras, ¿no?
Arthur apretó la mandibula y cerro los
puños con fuerza
—Se acercó al caldero de Ginny y sacó de entre los
libros nuevos de Lockhart un ejemplar muy viejo y estropeado de la Guía de
transformación para principiantes—. Es evidente que no —rectificó—. Querido
amigo, ¿de qué sirve deshonrar el nombre de mago si ni siquiera te pagan bien
por ello?
Los weasley estaban enfurecidos
El señor Weasley se puso aún más rojo que Ron y Ginny.
—Tenemos una idea diferente de qué es lo que deshonra
el nombre de mago, Malfoy
-¡eso es Arthur!- gritaron muchos
haciendo que el aludido se le sonrojen las orejas
—contestó. —Es evidente —dijo Malfoy, mirando de reojo
a los padres de Hermione, que lo miraban con aprensión—, por las compañías que
frecuentas, Weasley... Creía que ya no podías caer más bajo.
-¡golpealo cuñado!- gritaron los gemelos
Prewett
Entonces el caldero de Ginny saltó por los aires con
un estruendo metálico; el señor Weasley se había lanzado sobre el señor Malfoy,
y éste fue a dar de espaldas contra un estante.
-¡dale Arthur! ¡golpealo! ¡partele la
nariz!- gritaban los hombres a los largo del comedor
Docenas de
pesados libros de conjuros les cayeron sobre la cabeza. Fred y George gritaban:
«¡Dale, papá!», y la señora Weasley exclamaba: «¡No, Arthur, no!»
Lo mismo pasaba en el comedor
La multitud retrocedió en desbandada, derribando a su
vez otros estantes.
—¡Caballeros, por favor, por favor! —gritó un
empleado. Y luego, más alto que las otras voces, se oyó:
—¡Basta ya, caballeros, basta ya!
-ohhh hagrid- dijo Sirius decepcionado
porque terminara la pelea
Hagrid vadeaba
el río de libros para acercarse a ellos. En un instante, separó a Weasley y
Malfoy. El primero tenía un labio partido, y al segundo, una Enciclopedia de
setas no comestibles le había dado en un ojo.
-¡le dejaste el ojo negro a Malfoy!- dijo
James alegre, Lily lo miro reprobatoriamente pero luego le sonrio
Malfoy todavía sujetaba en la mano el viejo libro
sobre transformación. Se lo entregó a Ginny, con la maldad brillándole en los
ojos.
—Toma, niña, ten tu libro, que tu padre no tiene nada
mejor que darte.
-eres un cruel y un estúpido- dijo
Astoria sorprendiendo a todos
-¿y quien te cres tu para decirme eso?-
respondio Lucius atonito
-tu nuera- dijo con simplicidad- que
bueno que en el futuro cambiaras sino yo misma te golpearía
Librándose de Hagrid, que lo agarraba del brazo, hizo
una seña a Draco y salieron de la librería.
—No debería hacerle caso, Arthur —dijo Hagrid,
ayudándolo a levantarse del suelo y a ponerse bien la túnica—. En esa familia
están podridos hasta las entrañas,
-bien dicho- dijo Sirius orgulloso de
Hagrid
lo sabe todo el mundo. Son una mala raza.
-no es asi- dijo Astoria furiosa- Draco
es una buena persona que seguía lo que le han enseñado toda su vida- Draco la
abrazo con fuerza
-no importa Tory, esta bien- dijo
hablando por primera vez desde que llego Draco
-eres mi chico, no dejare que nadie hable
mal de ti en mi presencia amor- dijo con dulzura
-pero de verdad esta bien- dijo con una
sonrisa pequeña dedicada a Astoria
Vamos, salgamos
de aquí. Dio la impresión de que el empleado quería impedirles la salida, pero
a Hagrid apenas le llegaba a la cintura, y se lo pensó mejor.
-Hagrid es menos peligroso de lo que
parece- dijo Fred divertido
Se apresuraron
a salir a la calle. Los padres de Hermione todavía temblaban del susto y la
señora Weasley, que iba a su lado, estaba furiosa.
—¡Qué buen ejemplo para tus hijos..., peleando en
público!
-eso mismo te digo ahora, luego no
quieres que Ron pelee- dijo enojada
-ehh molls, yo…bueno… - hizo una seña a
Astoria que siguiera leyendo
¿Que habrá pensado Gilderoy Lockhart?
—Estaba encantado —repuso Fred—. ¿No le oísteis cuando
salíamos de la librería? Le preguntaba al tío ese de El Profeta si podría
incluir la pelea en el reportaje. Decía que todo era publicidad.
-que idiota- dijeron James y Lily al
mismo tiempo y se miraron sorprendidos
-¿desde cuando sabes lo que pienso?-
dijo Lily sorprendida
-¿desde cuando pensamos lo mismo?-
corrigio James aun mas sorprendido
- a mi no me molesta...-dijo Lily
jugando con su cabello nerviosa
-ni a mi- dijo sonriendo
-¿siempre son asi?- pregunto Harry
-desde que saben que se casaran si-
respondio Remus
Los ánimos ya
se habían calmado cuando el grupo llegó a la chimenea del Caldero Chorreante,
donde Harry, los Weasley y todo lo que habían comprado volvieron a La
Madriguera utilizando los polvos flu.
-no creo que a Harry le gusten los
polvos flu- dijo Alice
Antes se despidieron de los Granger, que abandonaron
el bar por la otra puerta, hacia la calle muggle que había al otro lado. El
señor Weasley iba a preguntarles cómo funcionaban las paradas de autobús, pero
se detuvo en cuanto vio la cara que ponía su mujer.
Todos rieron divertidos
Harry se quitó las gafas y se las guardó en el
bolsillo antes de utilizar los polvos flu. Decididamente, aquél no era su medio
de transporte favorito.
Todos rieron
-ahora comeremos y luego seguimos
leyendo si es que no viene alguna visita ¿de acuerdo?- anuncio Mcgonagall,
todos asintieron y apareció la comida.
Draco Lucius Malfoy
Astoria Greengrass de Malfoy
Me encantaa tu fic!!!
ResponderEliminarcontinualo
biennnnn por fin de nuevo te podemos leer!!!! grax!!! me encanta!!!
ResponderEliminarme llamo vero y te sigo desde potterfics (usuario alathea) =))
me encantaaa, sigue asi, escribe pronto
ResponderEliminarNueva lectora... me encanta tu fic y aunque no he leido tus historias de potterfics de seguro que me paso a verlas... continua pronto que me encanta te está quedando la historia.
ResponderEliminarPor Favor actualiza!! esta quedando muuy buena la historia!! aunque, sirius y remus tienen razon, lily y james son miel por donde los veas :/...
ResponderEliminarme encanta la historia :D
besos!!
Me encanto son tan dulces Lily y James
ResponderEliminarLeyendo varios fics como los tuyos me dejaron con más ganas de que Rowling le hubiera dado lineas en los libros a Astoria Greggans y que aparezca más en las peliculas, no solo en el epílogo ( es más si no averiguaba ni sabia que era ella). También me hubiera gustado que le den participación a su hermana Dapne
ResponderEliminar