Aclaracion: Bueno todos los
personajes y los libros que leen pertenecen a la genialisima JK Rowling ¿ok? yo
solo lo traspaso a un blog para que puedan leerlo de una manera diferente con
las intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a ella.
Espero Disfruten, son un poco largos,
pero en cada actualizacion subo un capitulo entero.
Harry Potter y la cámara de los
secretos.
Capitulo XV:“Aragog "
Todos entraron al comedor, varios con sueño todavía, era
algo mas temprano que lo usual pero todos estaban ansiosos por seguir leyendo
-Buenos días, veo que todos están ansiosos por descubrir
mas- hablo Dumbledore con cierta gracia en su voz- ¿Quién quiere leer?- todos
querían saber, pero nadie tenia la suficiente energía como para leer- Creo, que
leere yo- suspiro antes de comenzar a leer
El verano estaba a
punto de llegar a los campos que rodeaban el castillo. El cielo y el lago se
volvieron del mismo azul claro y en los invernaderos brotaron flores como
repollos. Pero sin poder ver a Hagrid desde las ventanas del castillo, cruzando
el campo a grandes zancadas con Fang detrás, a Harry aquel paisaje no le
gustaba; y lo mismo podía decirse del interior del castillo, donde las cosas
iban de mal en peor.
-comenzamos mal- bufo Sirius
Harry y Ron habían
intentado visitar a Hermione, pero incluso las visitas a la enfermería estaban prohibidas.
—No podemos correr
más riesgos —les dijo severamente la señora Pomfrey a través de la puerta
entreabierta—. No, lo siento, hay demasiado peligro de que pueda volver el agresor
para acabar con esta gente.
-Eso es ser desalmado- gimio James, el se volveria loco si
no lo dejaran ver a Remus mientra se recuperaba de la luna llena.
Ahora que Dumbledore
no estaba, el miedo se había extendido más aún, y el sol que calentaba los
muros del castillo parecía detenerse en las ventanas con parteluz. Apenas se veía en el colegio un rostro que no
expresara tensión y preocupación, y si sonaba alguna risa en los corredores,
parecía estridente y antinatural, y enseguida era reprimida.
-Era deprimente- recordó Seamus- ademas, nadie quería
sentirse de buen humor porque era un egoísmo
-Era realmente triste- corroboro Hermione
Harry se repetía constantemente las últimas
palabras de Dumbledore: «Sólo abandonaré
de verdad el colegio cuando no me quede nadie fiel. Y Hogwarts siempre ayudará
al que lo pida.» Pero ¿con qué finalidad había dicho aquellas palabras? ¿A quién iban a pedir ayuda, cuando todo el
mundo estaba tan confundido y asustado como ellos?
Dumbledore sonrio levemente, sabia que Harry lograría
solucionar las cosas.
La indicación de
Hagrid sobre las arañas era bastante más fácil de comprender. El problema era
que no parecía haber quedado en el castillo ni una sola araña a la que seguir.
Harry las buscaba adondequiera que iba, y Ron lo ayudaba a regañadientes.
Los hermanos Weasley soltaron una risita por lo bajo
-Basta ustedes, no se rian de su hermano-riño Molly
Además se añadía la
dificultad de que no les dejaban ir solos a ningún lado, sino que tenían que desplazarse siempre en grupo con
los alumnos de Gryffindor.
-Nada peor para alguien que quiere merodear- bufo Sirius con
aires resignados
La mayoría de los
estudiantes parecían agradecer que los profesores los acompañaran siempre de
clase en clase, pero a Harry le resultaba muy fastidioso.
-Como se nota que eres hijo de James- suspiro Lily con
cierta ternura
Había una persona,
sin embargo, que parecía disfrutar plenamente de aquella atmósfera de terror y
recelo. Draco Malfoy se pavoneaba por el colegio como si acabaran de darle el
Premio Anual.
-Idiota- insulto Alice por lo bajo
Harry no comprendió por qué Malfoy se sentía
tan a gusto hasta que, unos quince días después de que se hubieran ido
Dumbledore y Hagrid, estando sentado
detrás de él en clase de Pociones, le oyó regodearse de la situación ante
Crabbe y Goyle:
- Creo que luego de esto sentiré aun mas ganas de golpearlo-
dijo Charlie con enojo
—Siempre pensé que mi
padre sería el que echara a Dumbledore —dijo, sin preocuparse de hablar en voz
baja— Ya os dije que él opina que Dumbledore ha sido el peor director que ha tenido nunca el colegio.
Los gritos de protesta se escucharon por todo el comedor
-¡Silencio! ¡Se que ha todos nos molesta ese tipo de
cometarios, pero no podemos hacer nada! Silencio o les quitare cien punto hasta
cada casa- todos se quedaron en silencio pero seguían mirando feo a Malfoy
Quizá ahora tengamos
un director decente, alguien que no quiera que se cierre la Cámara de los
Secretos. McGonagall no durará mucho, sólo está de forma provisional...
Las caras de enfado se intensificaron entre los alumnos y en
la mesa de profesores
Snape pasó al lado de
Harry sin hacer ningún comentario sobre el asiento y el caldero solitarios de
Hermione.
Hermione frunció el ceño.
—Señor —dijo Malfoy
en voz alta—, señor, ¿por qué no solicita usted el puesto de director?
Sirius fingió estar vomitando
—Venga, venga, Malfoy
—dijo Snape, aunque no pudo evitar sonreír con sus finos labios—. El profesor Dumbledore sólo ha sido
suspendido de sus funciones por el consejo escolar. Me atrevería a decir que
volverá a estar con nosotros muy pronto.
Albus y Lily asintieron conformes con la respuesta
—Ya —dijo Malfoy, con
una sonrisa de complicidad—. Espero que mi padre le vote a usted, señor, si
solicita el puesto. Le diré que usted es el mejor profesor del colegio, señor.
-Oh merlin- bufo James con cara de asco
Snape paseaba
sonriente por la mazmorra, afortunadamente sin ver a Seamus Finnigan, que hacía
como que vomitaba sobre el caldero.
Los merodeadores y los gemelos sonrieron a Seamus
—Me sorprende que los
sangre sucia no hayan hecho ya todos el equipaje —prosiguió Malfoy— Apuesto cinco galeones a que el próximo
muere. Qué pena que no sea Granger...
-¡Maldito hijo de perra!- Charlie y Bill sostuvieron a Ron-
¡No pude partirte la cara en esa ocacion pero lo hare ahora- Draco se levanto
de su asiento y Astoria se coloco delante de el
-Ron tranquilízate- ordeno Harry, Hermione se acerco al
pelirrojo y lo tomo del brazo
-ya paso Ron, no es nada- se tranquilizo un poco ante de la
voz de Hermione, se dejo llevar a su asiento sumamente tenso.
La campana sonó en
aquel momento, y fue una suerte, porque al oír las últimas palabras, Ron había
saltado del asiento para abalanzarse sobre Malfoy, aunque con el barullo de
recoger libros y bolsas, su intento pasó inadvertido.
—Dejadme —protestó
Ron cuando lo sujetaron entre Harry y Dean—. No me preocupa, no necesito mi
varita mágica, lo voy a matar con las manos...
Hermione lo abrazo
-Gracias por defenderme Ron- susurro con ternura haciéndolo
estremecer, aun se sorprendia con la capacidad de Hermione de alterarlo después
de varios años.
—Daos prisa, he de
llevaros a Herbología —les gritó Snape
-Siempre tan simpatico- bufo Alice
y salieron en doble
hilera, con Harry, Ron y Dean en la cola, el segundo intentando todavía
liberarse.
Los Weasley sonrieron orgullosos por Ron
Sólo lo soltaron
cuando Snape se quedó en la puerta del castillo y ellos continuaron por la
huerta hacia los invernaderos. La clase de Herbología resultó triste, porque
había dos alumnos menos: Justin y Hermione.
Todos miraron con pena a la castaña.
La profesora Sprout
los puso a todos a podar las higueras de Abisinia, que daban higos secos. Harry
fue a tirar un brazado de tallos secos al montón del abono y se encontró de
frente con Ernie Mcmillan.
-Si hace alguna estupidez en el futuro lo golpeare- advirtió
Sirius
Ernie respiró hondo y
dijo, muy formalmente:
—Sólo quiero que
sepas, Harry, que lamento haber sospechado de ti.
-Como si fuera tan fácil- se burlo Marlenne- “Te acuso de
asesino, oh si, no eres tu”
Sé que nunca
atacarías a Hermione Granger y te quiero pedir disculpas por todo lo que dije.
-Al menos que me atacaran sirvió de algo- ironizo Hermione
Ahora estamos en el
mismo barco y..., bueno...
Avanzó una mano
regordeta y Harry la estrechó.
-Eres demasiado bueno con la gente Harry- susurró Ginny
Ernie y su amiga
Hannah se pusieron a trabajar en la misma higuera que Ron y Harry.
—Ese tal Draco Malfoy
—dijo Ernie, mientras cortaba las ramas secas— parece que se ha puesto muy
contento con todo esto, ¿verdad? ¿Sabéis?, creo que él podría ser el heredero
de Slytherin.
Draco rodó los ojos.
—Esto demuestra que
eres inteligente, Ernie —dijo Ron, que no parecía haber perdonado a Ernie tan
fácilmente como Harry.
Fred y George soltaron una risita.
—¿Crees que es
Malfoy, Harry? —preguntó Ernie.
—No —respondió Harry
con tal firmeza que Ernie y Hannah se lo quedaron mirando.
-No debes dejar tan al descubierto que sabes mas que ellos-
aconsejo James
-¿Entonces tu siempre sabes mas de lo que dices?- pregunto
Lily alzando una ceja
-No tengo secretos contigo amor- respondió rápidamente
haciendo que Remus riera por lo bajo y Sirius soltara una carcajada perruna.
Un instante después,
Harry vio algo y lo señaló dándole a Ron en la mano con sus tijeras de podar.
—¡Ah! ¿Qué estás...?
Harry señaló al
suelo, a un metro de distancia. Varias arañas grandes correteaban por la
tierra.
-No me gustan las arañas- gimio Tonks
—¡Anda! —dijo Ron,
intentando, sin éxito, hacer como que se alegraba—Pero no podemos seguirlas
ahora...
-¿Ron siguiendo arañas? Eso tenemos que verlo- se burlo
George, aunque miro en otra dirección cuando Bill lo fulmino con la mirada.
Ernie y Hannah
escuchaban llenos de curiosidad. Harry
contempló a las arañas que se alejaban.
—Parece que se
dirigen al bosque prohibido...
Y a Ron aquello aún
le hizo menos gracia.
-A nadie le hace gracia- suspiro preocupada Molly
Al acabar la clase,
el profesor Snape acompañó a los alumnos al aula de Defensa Contra las Artes Oscuras. Harry y Ron se
rezagaron un poco para hablar sin que los oyeran.
-No creo que a Snape le importara demasiado si atacaban a
Ron o a Harry- bufo Fabian con molestia
—Tenemos que recurrir
otra vez a la capa para hacernos invisibles —dijo Harry a Ron—Podemos llevar
con nosotros a Fang. Hagrid lo lleva con él al bosque, así que podría sernos de ayuda.
Hagrid movio la cabeza, Fang era un buen rastreador, pero en
lo a defensa refería…
—De acuerdo —dijo
Ron, que movía su varita mágica nerviosamente entre los dedos—. Pero... ¿no
hay..., no hay hombres lobo en el bosque? —añadió, mientras ocupaban sus puestos habituales al final del
aula de Lockhart.
Lupin rodo los ojos.
Prefiriendo no
responder a aquella pregunta, Harry dijo: —También hay allí cosas buenas. Los
centauros son buenos, y los unicornios también.
-Exacto- felicito James, cosa que enfado a Lily.
Ron no había estado
nunca en el bosque prohibido. Harry había penetrado en él en una ocasión, y
deseaba no tener que volver a hacerlo.
-Exacto, no volver-
remarco Lily mirando mal a James.
Lockhart entró en el
aula dando un salto, y la clase se lo quedó mirando. Todos los demás profesores del colegio parecían más serios de
lo habitual, pero Lockhart estaba tan
alegre como siempre.
—¡Venga ya! —exclamó,
sonriéndoles a todos—, ¿por qué ponéis esas caras tan largas?
-Idiota- bufo Marlenne.
Los alumnos
intercambiaron miradas de exasperación, pero no contestó nadie.
—¿Es que no
comprendéis —les decía Lockhart, hablándoles muy despacio, como si fueran
tontos— que el peligro ya ha pasado? Se han llevado al culpable.
—¿A quién dice?
—preguntó Dean Thomas en voz alta.
-Ese Dean me cae bien- felicito James, Harry lo fulmino con
la mirada- ¿Dean no nos cae bien?
-Dean es el ex novio de tu nuera- Lily rodo los ojos con exasperación
al igual que Ginny
-Dean no nos cae bien- afirmo James.
—Mi querido muchacho,
el ministro de Magia no se habría llevado a Hagrid si no hubiera estado completamente
seguro de que era el culpable —dijo Lockhart, en el tono que emplearía
cualquiera para explicar que uno y uno son dos.
Minerva se froto los ojos cansinamente.
—Ya lo creo que se lo
llevaría —dijo Ron, alzando la voz más que Dean.
—Me atrevería a
suponer que sé más sobre el arresto de Hagrid que usted, señor Weasley —dijo
Lockhart empleando un tono de satisfacción.
Ron comenzó a decir
que él no era de la misma opinión, pero se paró en mitad de la frase cuando
Harry le arreó una patada por debajo del pupitre.
-No seas impulsivo Ron- corrigio Hermione al libro sin poder
evitarlo.
—Nosotros no estábamos
allí, ¿recuerdas? —le susurró Harry. Pero la desagradable alegría de Lockhart,
las sospechas que siempre había tenido de que Hagrid no era bueno, su confianza
en que todo el asunto ya había tocado a su fin, irritaron tanto a Harry, que
sintió deseos de tirarle Una vuelta con los espíritus malignos a su cara de
idiota.
-Buena idea- felicito Sirius, Lily lo miro mal- mala idea, ¿respeta
a tus mayores? ...mm… ¿No rompas las reglas del colegio? Nose que es lo que está
haciendo mal en esta situación pelirroja- concluyo exasperado el ojigris. Lily
suspiro casi divertida.
-Al menos intentaste sonar responsable. Pero fallaste
obviamente- Sirius frunció el ceño ante la risa que se le escapo a Remus.
Pero en lugar de eso,
se conformó con garabatearle a Ron una nota: «Lo haremos esta noche.»
Molly y Lily palidecieron.
Ron leyó el mensaje,
tragó saliva con esfuerzo y miró a su lado, al asiento habitualmente ocupado
por Hermione. Entonces parecieron disiparse sus dudas, y asintió con la cabeza.
Hermione beso a Ron con ternura. Habia pequeños gestos del
pelirrojo que lo hacían mucho mas romántico que el hecho de regalar flores o
prender velas.
Aquellos días, la
sala común de Gryffindor estaba siempre abarrotada, porque a partir de las
seis, los de Gryffindor no tenían otro lugar adonde ir. También tenían mucho de
que hablar, así que la sala no se vaciaba hasta pasada la medianoche.
-Exasperante- murmuro Alice.
Después de cenar,
Harry sacó del baúl su capa para hacerse invisible y pasó la noche sentado
encima de ella, esperando que la sala se despejara. Fred y George los retaron a
jugar al snap explosivo y Ginny se sentó a contemplarlos, muy retraída y ocupando
el asiento habitual de Hermione.
Harry abrazo protectoramente a la pelirroja
Harry y Ron perdieron
a propósito, intentando acabar pronto, pero incluso así, era bien pasada la
medianoche cuando Fred, George y Ginny se marcharon por fin a la cama.
-Lamentamos la molestia- ironizo Fred.
Harry y Ron esperaron
a oír cerrarse las puertas de los dos dormitorios antes de coger la capa,
echársela encima y salir por el agujero del retrato.
-Esto será interesante- comento por lo bajo Alastor.
Este recorrido por el
castillo también fue difícil, porque tenían que ir esquivando a los profesores.
Minerva frunció el ceño.
Al fin llegaron al
vestíbulo, descorrieron el pasador de la puerta principal y se colaron por
ella, intentando evitar que hiciera ruido, y salieron a los campos iluminados
por la luz de la luna.
Remus sintio un pequeño estremecimiento, la luz de la luna
no era algo que le trajera buenos recuerdos.
—Naturalmente —dijo
Ron de pronto, mientras cruzaban a grandes zancadas el negro césped— cuando lleguemos al bosque
podría ser que no tuviéramos nada que seguir. A lo mejor las arañas no iban en
aquella dirección. Parecía que sí, pero...
Hermione le acaricio la mano con el pulgar, Ron tenia muchos
miedos, pero siempre había tenido la valentía suficiente para superarlos.
Su voz se fue
apagando, pero conservaba un aire de esperanza.
Molly miro con pena a su hijo.
Llegaron a la cabaña
de Hagrid, que parecía muy triste con sus ventanas tapadas. Cuando Harry abrió
la puerta, Fang enloqueció de alegría al verlos. Temiendo que despertara a todo
el castillo con sus potentes ladridos, se apresuraron a darle de comer caramelos
de café con leche que había en una lata sobre la chimenea, de tal manera que consiguieron
pegarle los dientes de arriba a los de abajo.
Hagrid sonrio al saber que Fang estaba bien.
Harry dejó la capa
sobre la mesa de Hagrid. No la necesitarían en el bosque completamente oscuro.
-Eso no es un consuelo-gimió Molly
—Venga, Fang, vamos a
dar una vuelta —le dijo Harry, dándole unas palmaditas en la pata, y Fang salió
de la cabaña detrás de ellos, muy contento, fue corriendo hasta el bosque y
levantó la pata al pie de un gran árbol.
Fred y George soltaron una risita
Harry sacó la varita,
murmuró:
«¡Lumos!», y en su
extremo apareció una lucecita diminuta, suficiente para permitirles buscar indicios de las arañas por el camino.
—Bien pensado —dijo
Ron—. Yo haría lo mismo con la mía, pero ya sabes..., seguramente estallaría o
algo parecido...
-Explosion nuclear- se burlo Gideon intentando aligerar el
ambiente antes de que su hermana colapse, sabiendo que las cosas se pondrían peor.
Harry le puso una
mano en el hombro y le señaló la hierba. Dos arañas solitarias huían de la luz de la varita para protegerse
en la sombra de los árboles.
—Vale —suspiró Ron,
como resignándose a lo peor—. Estoy dispuesto. Vamos.
-Eres valiente Ron- felicito Charlie.
De esta forma penetraron
en el bosque, con Fang correteando a su lado, olfateando las hojas y las raíces
de los árboles. A la luz de la varita mágica de Harry, siguieron la hilera ininterrumpida de arañas que circulaban
por el camino.
-Eso es demasiado anormal- comento Marlenne.
Caminaron unos veinte
minutos, sin hablar, con el oído atento a otros ruidos que no fueran los de
ramas al romperse o el susurro de las hojas. Más adelante, cuando el bosque se
volvió tan espeso que ya no se veían las estrellas del cielo y la única luz
provenía de la varita de Harry, vieron que las arañas se salían del camino.
-Eso es malo- murmuro Remus, solo ellos y gracias a sus
instintos animales podían ubicarse en el bosque, pero un humano por mas sentido
de la ubicación que tuviera se perdería sin pensarlo.
Harry se detuvo y
miró hacia donde se dirigían las arañas, pero, fuera del pequeño círculo de luz de la varita, todo era
oscuridad impenetrable. Nunca se había internado tanto en el bosque.
-Y no tendrías porque internarte- susurro Lily entre la
molestia y la preocupación.
Podía recordar
vívidamente que Hagrid, una vez que había entrado con él, le advirtió que no se
saliera del camino. Pero ahora Hagrid se hallaba a kilómetros de distancia,
probablemente en una celda en Azkaban, y les había indicado que siguieran a las
arañas.
-Eso fue muy irresponsable Rubeus Hagrid- regaño Minerva
molesta.
-Yo…ejem…es que confiaba en que Aragog…- la profesora lo
miro con curiosidad- no debí decir eso…- Albus suspiro conociendo de memoria
los deslices verbales del semi gigante.
Harry notó en la mano
el contacto de algo húmedo, dio un salto hacia atrás y pisó a Ron en el pie,
pero sólo había sido el hocico de Fang.
Muchos suspiraron con alivio.
—¿Qué te parece?
—preguntó Harry a Ron, de quien sólo veía los ojos, que reflejaban la luz de la
varita mágica.
—Ya que hemos llegado
hasta aquí... —dijo Ron.
Ginny y Hermione miraban preocupadas a sus respectivos
novios.
De forma que
siguieron a las arañas que se internaban en la espesura. No podían avanzar muy
rápido, porque había tocones y raíces de árboles en su ruta, apenas visibles en
la oscuridad. Harry notaba en la mano el cálido aliento de Fang. Tuvieron que detenerse
más de una vez para que, en cuclillas, a la luz de la varita, Harry pudiera volver
a encontrar el rastro de las arañas.
-No me esta gustando esto- murmuro Dorcas.
-Sera peligroso- corroboro Sirius consiguiendo una mueca de preocupación
en el rostro de Lily
Caminaron durante una
media hora por lo menos. Las túnicas se les enganchaban en las ramas bajas y en las zarzas. Al cabo de
un rato notaron que el terreno descendía, aunque el bosque seguía igual de espeso. De repente, Fang dejó escapar un ladrido
potente, resonante, dándoles un susto tremendo.
-¿Qué paso?- preguntaron Bill, Neville y Gideon al mismo
tiempo.
—¿Qué pasa? —preguntó
Ron en voz alta, mirando en la oscuridad y agarrándose con fuerza al hombro de
Harry.
—Algo se mueve por
ahí —musitó Harry—. Escucha... Parece de gran tamaño.
-Demonios- murmuro Percy nervioso.
Escucharon. A cierta
distancia, a su derecha, aquella cosa de gran tamaño se abría camino entre los
árboles quebrando las ramas a su paso.
—¡Ah no! —exclamó
Ron—, ¡ah no, no, no...!
—Calla —dijo Harry,
desesperado—. Te oirá.
—¿Oírme? —dijo Ron en
un tono elevado y poco natural—. Yo sí lo he oído. ¡Fang!
-¿Qué demonios es eso?- pregunto James preocupado a nadie en
particular
La oscuridad parecía
presionarles los ojos mientras aguardaban aterrorizados. Oyeron un extraño ruido sordo, y luego,
silencio.
Todos estaban con expresiones de preocupación, como si Harry
y Ron no estuvieran sentados entre ellos, sanos y salvos.
—¿Qué crees que está
haciendo? —preguntó Harry
—Seguramente, se está
preparando para saltar —contestó Ron. Aguardaron, temblando, sin atreverse
apenas a moverse.
—¿Crees que se ha
ido? —susurró Harry.
—No sé...
-¿Qué es?- pregunto James entre la curiosidad y la
preocupación
Entonces vieron a su
derecha un resplandor que brilló tanto en la oscuridad que los dos tuvieron que
protegerse los ojos con las manos.
-¿Luz?- Mary se mostro desconcertada
Fang soltó un aullido
y echó a correr, pero se enredó en unos espinos y volvió a aullar aún más
fuerte.
—¡Harry! —gritó Ron,
-¿Qué paso?- Sirius estaba notoriamente tenso
tan aliviado que la voz apenas le salía—.
¡Harry, es nuestro coche!
-¿Qué?- la pregunta se escucho por todos los rincones del comedor
—¿Qué?
—¡Vamos!
Harry siguió a Ron en
dirección a la luz, dando tumbos y traspiés, y al cabo de un instante salieron
a un claro.
-¿Un claro?- pregunto Lily sorprendida, James asintió
creyendo saber a que claro se referían.
-Es un lugar bonito…y seguro- agrego ante la mirada escéptica
de Lily- podríamos…tener un cita ahí si quieres
-Oh Corni has perdido todo lo que te enseñe sobre chicas,
llevarlas a un bosque y hacerla caminar sobre ramas y barro, no es buen…-Sirius
fue cortado por Lily
-Si es seguro, suena perfecto- James sonrió anchamente
-Creo que no se nada- comento Sirius con extrañeza
-Hasta que lo aceptas- murmuro Remus.
El coche del padre de
Ron estaba abandonado en medio de un círculo de gruesos árboles y bajo un espeso tejido de ramas, con
los faros encendidos.
-¿enserio?- rio Charlie
Ron caminó hacia él,
boquiabierto, y el coche se le acercó despacio, como si fuera un perro que
saludase a su amo. Un perro de color turquesa.
Nadie pudo evitar reír ante la comparación.
—¡Ha estado aquí todo
el tiempo! —dijo Ron emocionado, contemplando el coche— Míralo: el bosque lo ha
vuelto salvaje...
-¿Albus es posible…?- Minerva parecía desconcertada.
-Puede Minerva, que al embrujarlo el coche absorbiera un
poco de la magia que se le deposito- Minerva asintió conforme- eso o esta
poseído por algún ancestro Weasley, con esa familia nunca se sabe cuántos
parientes puedes encontrar- comento con diversión haciendo fruncir el seño de
la profesora.
Los guardabarros del
coche estaban arañados y embadurnados de barro. Daba la impresión de que el
coche había conseguido llegar hasta allí él solo. A Fang no parecía hacerle
ninguna gracia, y se mantenía pegado a Harry, temblando.
-Pobre perrito- suspiro Tonks ganándose una mirada de
aprobación de Sirius.
Mientras su
respiración se acompasaba, guardó la varita bajo la túnica.
-No bajes la guardia Potter- regaño Alastor
-Dice que guarde la varita no que la arroje, puedo volver a
sacarla- contradijo sorprendido de si mismo, no es que no apreciara los consejos
de Alastor, le habían salvado el pellejo varias veces, pero siendo adulto, jefe
y además el elegido, hacia demasiado que nadie lo corregía como si fuese un niño
pequeño. Pero por el contrario de lo esperado, Moody sonrió conforme, un buen
carácter es esencial para un auror.
—¡Y creíamos que era
un monstruo que nos iba a atacar! —dijo Ron, inclinándose sobre el coche y
dándole unas palmadas—. ¡Me preguntaba adónde habría ido!
-Ron es un auto, no un golden retriever- bufo Ginny
Harry aguzó la vista
en busca de arañas en el suelo iluminado, pero todas habían huido de la luz de
los faros.
-Estoy en una situación confusa en la que no se si que no
haya arañas me alivia o me frustra- comento George
—Hemos perdido el
rastro —dijo—Tendremos que buscarlo de nuevo.
Ron no habló ni se
movió. Tenía los ojos clavados en un punto que se hallaba a unos tres metros
del suelo, justo detrás de Harry. Estaba pálido de terror.
-Prefería el alivio- gimió Fred por lo bajo.
Harry ni siquiera
tuvo tiempo de volverse. Se oyó un fuerte chasquido, y de repente sintió que
algo largo y peludo lo agarraba por la cintura y lo levantaba en el aire, de
cara al suelo.
-Demonios- maldijo James
Mientras forcejeaba, aterrorizado, oyó más
chasquidos, y vio que las piernas de Ron se despegaban del suelo, y oyó a Fang
aullar y gimotear... y sintió que lo arrastraban por entre los negros árboles.
-Maldita sea Rubeus Hagrid, llega a pasarle algo a los niños
por seguir las estúpidas arañas y te las veras conmigo- grito encolerizada
Molly- ¡habrase visto! ¡Dos niños! ¡A un profesor tendría que haberle dicho!-
Hagrid se escondió en el asiento lo más que su estatura le permitió.
Levantando como pudo
la cabeza, Harry vio que la bestia que lo sujetaba caminaba sobre seis patas
inmensamente largas y peludas, y que encima de las dos delanteras que lo
aferraban, tenía unas pinzas también negras.
-Podría ser…-Remus se tenso, si era lo que él creía, las
cosas se pondrían feas.
Tras él podía oír a otro animal similar, que sin duda era el que había cogido a Ron. Se
encaminaban hacia el corazón del bosque. Harry pudo ver a Fang que forcejeaba
intentando liberarse de un tercer monstruo, aullando con fuerza
-P..profesor, ¿en el bosque prohibido hay… acromantulas?-
pregunto Marlenne pálida, Albus la miro significativamente pero no respondió
nada.
pero Harry no habría podido gritar aunque
hubiera querido: parecía como si la voz se le hubiese quedado junto al coche,
en el claro.
-no hubiese servido de mucho gritar, la verdad- murmuro
Fabian preocupado por su sobrino y Harry
Nunca supo cuánto
tiempo pasó en las garras del animal, sólo que de repente hubo la suficiente
claridad para ver que el suelo, antes cubierto de hojas, estaba infestado de
arañas.
-Esto me esta asustando-gimio Ginny y miro a Hermione que
estaba igual de palida, una cosa es escuchar un simple relato y otra es saber
con detalle lo que sufrieron los chicos.
Estaban en el borde
de una vasta hondonada en la que los árboles habían sido talados y las
estrellas brillaban iluminando el paisaje más terrorífico que se pueda
imaginar.
-Bichos desgraciados - Sirius estaba con los nudillos
apretados y el ceño fruncido.
Arañas. No arañas
diminutas como aquellas a las que habían seguido por el camino de hojarasca,
sino arañas del tamaño de caballos, con ocho ojos y ocho patas negras, peludas
y gigantescas.
Las cara de asco y terror se expandieron por todo el
comedor, ya de por si las arañas tamaño normal asustaban a muchos, pero las
arañas de tamaño caballo definitivamente aterrorizaban a todos.
El ejemplar que
transportaba a Harry se abría camino, bajando por la brusca pendiente, hacia
una telaraña nebulosa en forma de cúpula que había en el centro de la
hondonada, mientras sus compañeras se acercaban por todas partes chasqueando
sus pinzas, emocionadas a la vista de su presa.
-¿Presa?- pregunto Lily casi en estado de histeria- ¡Que
venga ese maldito bicho y veremos quién es la presa de quien! ¡Llegan a hacerle
algo a mi bebé y se enteraran quien es Lilian Evans!- James y las demás
personas que estaban cerca de la pelirroja se alejaron asustados por la furia
Evans.
La araña soltó a
Harry, y éste cayó al suelo de cuatro patas. A su lado, con un ruido sordo, cayeron Ron y Fang.
Molly soltó un gemido, el resto de los Weasley miraron a Ron
preocupados, ninguno de ellos habían siquiera imaginado las cosas que Ron había
pasado.
El perro ya no aullaba; se quedó encogido y en
silencio en el mismo punto en que había caído. Ron parecía encontrarse tan mal
como Harry había supuesto. Su boca se había alargado en una especie de grito
mudo y los ojos se le salían de las órbitas.
Bill apretó el antebrazo de Charlie, ambos se miraron
pensando lo mismo, ¿Dónde habían estado ellos cuando su hermano arriesgaba la
vida?
De pronto Harry se
dio cuenta de que la araña que lo había dejado caer estaba hablando.
-¿Qué?- Tonks se veía traumatizada- ¿Las arañas hablan?
-No, quiero decir si, esas si lo hacen Nymphadora- la
pequeña miro mal a su padre por usar su nombre.
-¡No me llames Nymphadora!
No era fácil darse cuenta de ello, porque
chascaba sus pinzas a cada palabra que decía.
—¡Aragog! —llamaba—, ¡Aragog!
-Demonios- susurro Charlie- esto
es malo.
-¿Malo? ¡ESTO ES TERRIBLE!- grito
Molly desesperada- mi pobre bebito.
-Mamá estoy aquí- murmuro Ron
-¡Por poco!
Y del medio de la
gran tela de araña salió, muy despacio, una araña del tamaño de un elefante
pequeño. El negro de su cuerpo y sus piernas estaba manchado de gris, y los ocho
ojos que tenía en su cabeza horrenda y llena de pinzas eran de un blanco
lechoso. Era ciega.
-Espeluznante- se estremeció Dorcas.
Hagrid iba a comentar que Aragog era muy amable cuando se lo
conoce, pero bueno…no era el mejor momento.
—¿Qué hay? —dijo,
chascando muy deprisa sus pinzas.
—Hombres —dijo la
araña que había llevado a Harry.
-Niños- corrigió Alice.
—¿Es Hagrid? —Aragog
se acercó, moviendo vagamente sus múltiples ojos lechosos.
—Desconocidos
—respondió la araña que había llevado a Ron.
—Matadlos —ordenó
Aragog con fastidio—. Estaba durmiendo...
-Joder, maldito bicho, esperen que consiga un insecticida-
bufo Gideon molesto y preocupado
—Somos amigos de
Hagrid —gritó Harry. Sentía como si el corazón se le hubiera escapado del pecho
y estuviera retumbando en su garganta.
-No creo que
decir eso sirva de algo- susurro palido Remus
—Clic, clic, clic
—hicieron las pinzas de todas las arañas en la hondonada. Aragog se detuvo.
-Oh dios, espero que si sirva- rogo Molly.
—Hagrid nunca ha
enviado hombres a nuestra hondonada —dijo despacio.
—Hagrid está metido
en un grave problema —dijo Harry, respirando muy deprisa— Por eso hemos venido
nosotros.
-Por tu bien espero que funcione- dijo Lily iracunda mirando
al semigigante.
—¿En un grave
problema? —dijo la vieja araña, en un tono que a Harry se le antojó de
preocupación— Pero ¿por qué os ha enviado?
Harry quiso
levantarse, pero decidió no hacerlo; no creía que las piernas lo pudieran sostener. Así que habló desde el
suelo, lo más tranquilamente que pudo.
Ginny apretó la mano de Harry nerviosa.
—En el colegio
piensan que Hagrid se ha metido en... en... algo con los estudiantes. Se lo han
llevado a Azkaban.
-Pobre Aragog, se preocupara mucho- suspiro Hagrid.
-¿Enserio Hagrid? ¿Enserio?- exclamo exasperado James.
Aragog chascó sus pinzas enojado, y el resto
de las arañas de la hondonada hizo lo mismo: era como si aplaudiesen, sólo que
los aplausos no solían aterrorizar a Harry.
-Eso lo decías antes de las conferencias de prensa- se mofo
Hermione.
—Pero aquello fue
hace años —dijo Aragog con fastidio— Hace un montón de años. Lo recuerdo bien.
Por eso lo echaron del colegio. Creyeron que yo era el monstruo que vivía en lo
que ellos llaman la Cámara de los Secretos. Creyeron que Hagrid había abierto
la cámara y me había liberado.
-¿Entonces no fue él?- pregunto Emmeline desde la mesa de
Hufflepuff.
-Claro que no fui yo- se defendió Hagrid- ¿Por qué dañaría
de esa forma a los hijos de muggles? ¿Y porque querría perjudicar al profesor
Dumbledore?
—Y tú... ¿tú no
saliste de la Cámara de los Secretos? —dijo Harry, notando un sudor frío en la
frente.
—¡Yo! —dijo Aragog,
chascando de enfado— Yo no nací en el castillo. Vine de una tierra lejana. Un
viajero me regaló a Hagrid cuando yo estaba en el huevo. Hagrid sólo era un
niño, pero me cuidó, me escondió en un armario del castillo, me alimentó con
sobras de la mesa.
-En su defensa, suena a algo que Hagrid haría- suspiro Alice.
Hagrid es un gran
amigo mío, y un gran hombre. Cuando me descubrieron y me culparon de la muerte
de una muchacha, él me protegió. Desde entonces, he vivido siempre en el
bosque, donde Hagrid aún viene a verme. Hasta me encontró una esposa, Mosag, y
ya veis cómo ha crecido mi familia, gracias a la bondad de Hagrid...
-No se si es bueno que haya crecido tanto su familia- vacilo
Bill, mirando a su hermano con preocupación.
Harry reunió todo el
valor que le quedaba.
—¿Así que tú nunca...
nunca atacaste a nadie?
—Nunca —dijo la vieja
araña con voz ronca— Mi instinto me habría empujado a ello, pero, por
consideración a Hagrid, nunca hice daño a un ser humano.
-Asombroso, domesticar a una acromantula- exclamo Charlie
maravillado.
El cuerpo de la
muchacha asesinada fue descubierto en los aseos.
En los aseos…
Severus abrió los ojos con sorpresa al entender quien era la niña.
Yo nunca vi nada del
castillo salvo el armario en que crecí. A nuestra especie le gusta la oscuridad
y el silencio.
—Pero entonces...
¿sabes qué es lo que mató a la chica? —preguntó Harry—Porque, sea lo que sea,
ha vuelto a atacar a la gente...
Los chasquidos y el
ruido de muchas patas que se movían de enojo ahogaron sus palabras.
-Demonios- bufo Sirius.
Al mismo tiempo,
grandes figuras negras parecían crecer a su alrededor.
-Arthur has algo- Molly sacudió a Arthur, histérica.
-¿Qué puedo hacer yo?- respondió desesperado por zafarse de
su esposa.
—Lo que habita en el
castillo —dijo Aragog— es una antigua criatura a la que las arañas tememos más
que a ninguna otra cosa. Recuerdo bien que le rogué a Hagrid que me dejara
marchar cuando me di cuenta de que la bestia rondaba por el castillo.
-¿Algo a lo que las arañas temen?- reflexiono Ojoloco.
—¿Qué es? —dijo Harry
enseguida.
Las pinzas chascaron
más fuerte. Parecía que las arañas se acercaban.
—¡No hablamos de eso!
—dijo con furia Aragog— ¡No lo nombramos! Ni siquiera a Hagrid le dije nunca el
nombre de esa horrible criatura, aunque me preguntó varias veces.
-Bueno, ahora váyanse de ahí- ordeno Gideon.
Harry no quiso
insistir, y menos con las arañas que se acercaban cada vez más por todos lados.
Hermione y Ginny
palidecieron.
Aragog parecía
cansada de hablar. Iba retrocediendo despacio hacia su tela, pero las demás
arañas seguían acercándose, poco a poco, a Harry y Ron.
-Joder, váyanse- grito James palido.
—En ese caso, ya nos
vamos —dijo Harry desesperadamente a Aragog, al oír los crujidos muy cerca.
-No creo que sea tan fácil- susurro Percy.
—¿Iros? —dijo Aragog
despacio—. Creo que no...
—Pero, pero...
—Mis hijos e hijas no
hacen daño a Hagrid, ésa es mi orden. Pero no puedo negarles un poco de carne
fresca cuando se nos pone delante voluntariamente. Adiós, amigo de Hagrid.
-Menudo idiota eres Charlie, menos mal que había domesticado
al jodido bicho- bufo Fred.
Harry miró a todos
lados. A muy poca distancia, mucho más alto que él, había un frente de arañas,
como un muro macizo, chascando sus pinzas y con sus múltiples ojos brillando en
las horribles cabezas negras.
Ron palideció, esa habia sido sin duda una de las peores
experiencias de su vida.
Al coger su varita,
Harry sabía que no le iba a servir, que había demasiadas arañas, pero estaba
decidido a hacerles frente, dispuesto a morir luchando.
-Muy bien dicho, muchacho- felicito Ojoloco orgulloso.
Pero en aquel
instante se oyó un ruido fuerte, y un destello de luz iluminó la hondonada.
-¿Y ahora que?- se quejo James preocupado por su hijo.
El coche del padre de
Ron rugía bajando la hondonada, con los faros encendidos, tocando la bocina, apartando a las arañas al
chocar con ellas.
-¿Eso es malditamente posible?- Gideon estaba atonito, igual
que gran parte del comedor.
Algunas caían del
revés y se quedaban agitando sus largas patas en el aire. El coche se detuvo
con un chirrido delante de Harry y Ron, y abrió las puertas.
-¡Eso es..Es…!- Arthur tartamudeaba- ¡Es imposible!
-No lo es- Albus intervino- como les mencione, al embrujar
un objeto, el objeto absorbe un poco de esa magia, lo mas probable es que el
auto reconociera quienes son sus dueños.
—¡Coge a Fang! —gritó
Harry, metiéndose por la puerta delantera.
-¿enserio recordaste al perro?- seamus lo miraba
impresionado, mientras Sirius lo fulminaba con la mirada.
-¿Por qué han de abandonar al perro? ¡El pobre perro sentirá
tanto dolor como ellos si se lo comen esos bichos del demonio!- varios miraron
a Sirius confundidos por semejante explosión.
-Es que le molesta mucho el maltrato animal- Remus miro mal
a Sirius- cuidado con lo que dices o el animal maltrato serás tu- amenazo, el
ojigris se cruzo de brazos indignado.
Ron cogió al perro, que no paraba de aullar,
por la barriga y lo metió en los asientos de atrás. Las puertas se cerraron de
un portazo. Ni Ron puso el pie en el acelerador ni falta que hizo. El motor dio
un rugido, y el coche salió atropellando arañas.
Hagrid negó con la cabeza, no le gustaba pensar que Aragog
hubiese querido lastimar a esos niños, pero tampoco le agradaba la idea de
matar a los hijos de Aragog.
Subieron la cuesta a
toda velocidad, salieron de la hondonada y enseguida se internaron en el bosque
chocando contra todo lo que se les ponía por delante, con las ramas golpeando
las ventanillas, mientras el coche se abría camino hábilmente a través de los
espacios más amplios, siguiendo un camino que obviamente conocía.
-¡Viva por el coche!- festejo Marlenne.
Harry miró a Ron. En
la boca aún conservaba la mueca del grito mudo, pero sus ojos ya no estaban
desorbitados.
-Eso es hermano- felicito Charlie.
-Fuiste muy valiente- agrego Hermione.
—¿Estás bien?
Ron miraba fijamente
hacia delante, incapaz de hablar. Se abrieron camino a través de la maleza, con
Fang aullando sonoramente en el asiento de atrás. Harry vio cómo al rozar un
árbol arrancaba de cuajo el retrovisor exterior.
-Realmente ese coche se ha ganado una tarde de relajación en
el taller- comento Fred.
Después de diez
minutos de ruido y tambaleo, el bosque se aclaró y Harry vio de nuevo algunos
trozos de cielo.
-Merlin, por favor- Lily suspiro, por fin, aliviada.
El coche frenó tan
bruscamente que casi salen por el parabrisas. Habían llegado al final del
bosque.
-Oh mis niños- Molly abrazo con fuerza a Ron.
Fang se abalanzó contra la ventanilla en su
impaciencia por salir, y cuando Harry le
abrió la puerta, corrió por entre los árboles, con la cola entre las piernas,
hasta la cabaña de Hagrid.
-Pobre perrito- se lamento Tonks con tristeza.
Harry también salió
y, al cabo de un rato, Ron lo siguió, recuperado ya el movimiento en sus
miembros, pero aún con el cuello rígido y los ojos fijos. Harry dio al coche
una palmada de agradecimiento, y éste volvió a internarse en el bosque y
desapareció de la vista.
-¿Tanto para nada?- Dorcas se froto el cuello, harta de
tantas vueltas.
Harry entró en la
cabaña de Hagrid a recoger la capa invisible. Fang se había acurrucado en su
cesta, temblando debajo de la manta. Cuando Harry volvió a salir, vio a Ron
vomitando en el bancal de las calabazas.
-Pobrecito- Hermione entrelazo sus manos y le beso los
nudillos.
—Seguid a las arañas
—dijo Ron sin fuerzas, limpiándose la boca con la manga— Nunca perdonaré a
Hagrid. Estamos vivos de milagro.
—Apuesto a que no
pensaba que Aragog pudiera hacer daño a sus amigos —dijo Harry.
-¡Por supuesto que no crei que Aragog seria capaz!- secundo
Hagrd con voz estridente.
—¡Ése es exactamente
el problema de Hagrid! —dijo Ron, aporreando la pared de la cabaña—¡Siempre se
cree que los monstruos no son tan malos como parecen, y mira adónde lo ha
llevado esa creencia: a una celda en Azkaban!
-Hagrid lo lamento, yo no quise decir eso…pero la situación-
Ron balbuceo, era pésimo con las disculpas.
-Esta bien supongo- respondió el mediogigante entristecido.
—No podía dejar de
temblar—. ¿Qué pretendía enviándonos allá? Me gustaría saber qué es lo que
hemos averiguado.
—Que Hagrid no abrió
nunca la Cámara de los Secretos —contestó Harry, echando la capa sobre Ron y
empujándole por el brazo para hacerle andar—. Es inocente.
-Eso no es de mucha ayuda para el asunto, la verdad-
reconoció Alice.
-Solo quería ser positivo y darle un sentido a todo lo que
acabábamos de pasar- contradijo Harry.
Ron dio un fuerte
resoplido. Evidentemente, criar a Aragog en un armario no era su idea de la
inocencia.
-Concuerdo- exclamo Molly que después de la preocupación,
habia dejado paso al enojo.
Al aproximarse al
castillo, Harry enderezó la capa para asegurarse de que no se les veían los pies,
luego empujó despacio la puerta principal, para que no chirriara, sólo hasta
dejarla entreabierta. Cruzaron con cuidado el vestíbulo y subieron la escalera
de mármol, conteniendo la respiración al encontrarse con los centinelas que
vigilaban los corredores.
James y Sirius miraron a Harry con una sonrisa, el cachorro
era todo un merodeador.
Por fin llegaron a la
sala común de Gryffindor, donde el fuego se había convertido en cenizas y unas
pocas brasas. Al hallarse en lugar seguro, se desprendieron de la capa y
ascendieron por la escalera circular hasta el dormitorio.
-Por fin podrán dormir- suspiro Ginny.
-¿Dormir? ¿Con Harry-necesito-averiguar-todo-Potter? No lo
creo- bufo Ron.
Ron cayó en la cama
sin preocuparse de desvestirse. Harry, por el contrario, no tenía mucho sueño.
Se sentó en el borde de la cama, pensando en todo lo que había dicho Aragog.
Alastor y Albus prestaron suma atención.
La criatura que
merodeaba por algún lugar del castillo, pensó, se parecía a Voldemort, incluso
en el hecho de que otros monstruos no quisieran mencionar su nombre. Pero Ron y
él no se encontraban más cerca de averiguar qué era aquello ni cómo había
petrificado a sus víctimas.
-Interesante- murmuro Dumbledore que ya se hacia una idea de
que sucedia.
Ni siquiera Hagrid
había sabido nunca qué se escondía en la cámara de los Secretos. Harry subió
las piernas a la cama y se reclinó contra las almohadas, contemplando la luna
que destellaba para él a través de la ventana de la torre.
-No entiendo como lo hace, después de eso yo dormiría por
horas- exclamo Fred.
No comprendía qué
otra cosa podía hacer. Nada de lo que habían intentado hasta el momento les
había llevado a ninguna parte. Ryddle había atrapado al que no era, el heredero
de Slytherin había escapado y nadie sabía si sería o no la misma persona que
había vuelto a abrir la cámara. No quedaba nadie a quien preguntar.
-Eso es demasiado frustrante- reconoció Remus.
Harry se tumbó, sin
dejar de pensar en lo que había dicho Aragog. Estaba adormeciéndose cuando se
le ocurrió algo que podía ser su última esperanza, y se incorporó de repente.
-¿Qué se te ocurrió?- pregunto Andromeda confusa, Harry hizo
una seña para que siguieran leyendo.
—Ron —susurró en la
oscuridad—, ¡Ron!
Ron despertó con un
aullido como los de Fang, abrió unos ojos desorbitados y miró a Harry.
—Ron: la chica que
murió. Aragog dijo que fue hallada en unos aseos —dijo Harry, sin hacer caso de
los ronquidos de Neville que venían del rincón—. ¿Y si no hubiera abandonado
nunca los aseos? ¿Y si todavía estuviera allí?
-Demonios- suspiro James- ¿Myrtle? ¿Myrtle fue la chica que
asesinaron?
Bajo la luz de la
luna, Ron se frotó los ojos y arrugó la frente. Y entonces comprendió.
—¿No pensarás... en
Myrtle la Llorona?
-Eso ha sido todo un descubrimiento- exclamo Lily.
Los murmullos se extendieron por todo el comedor, nadie
podía creer que aquel fantasma chillon del que tantos se burlaban hubiese
tenido un final tan cruel.
-Ahora comeremos y procederemos a leer el próximo capitulo,
por lo que veo, estamos muy cerca de resolver este misterio.
Holis
ResponderEliminarooh amo este fic espero mucho para leer este capi y no es completo *llorar*espero que actualizes pronto bueno cuando tu puedas pero que sea pronto porfis esoy comenzando a olvidar los otros capis jiijijij
actualiza pronto
saludos
me alegra ver que volviste! ya te estaba extrañando en este fic :(
ResponderEliminaranimo que falta poco para que termine! ademas, ahora tenes mucho para divertirte y divertirnos, el final de este libro esta muy bueno(en mi opinion)
Empieza lo bueno...
Hasta la proxima actualizacion!
me alegra que vuelvas a actualizar, el siguiente libro también es mi favorito, lo espero con ansias.
ResponderEliminaractualiza pronto, me encanta la historia
Hola mi nombre es Gaby hace mucho que empece a leer tu historia pero nunca había dejado un comentario que bueno que volviste por un momento creí que no la continuarías pero que bien que si la continuaste, la intriga nos tendrá en espera pero sabremos esperar; confío en que actualices pronto
ResponderEliminarporfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa no demore muchoooo y amo esta historia
ResponderEliminarme encanta!! siguelo lo leo siempre!!!! actualiza pronto! gracias muy bueno :)
ResponderEliminarbesos: jime
me encanta!! siguelo rapidamente que hace un monton que dejaste de escribir.
ResponderEliminaractualiza cundo antes
besos y gracias ;)
pon mas
ResponderEliminarEspero que actualices pronto, que estoy picadísima :D
ResponderEliminarBesitos de chocolate :)
Hola, soy una nueva lectora, me encanta el fic y creo que ya te he leído en potterfics.
ResponderEliminarA mi también se me hace largo este libro y estoy deseando que empieces El prisionero de Azkaban porque, en mi opinión, el mejor libro de la saga.
En algunos capítulos anteriores he visto gente que se quejaba porque tardabas mucho en actualizar, pero yo creo que tienes razón en recordarles que eres más que una escritora y tienes más cosas que hacer.
Atte.
K.R.P.Lawrence
P.D. Soy Rose Hermione Weasle en potterfics.
Hoola, me encanta tu manera de escribir y te admiro muuchisimo. Espero que subas pronto!!!!
ResponderEliminarHola espero que actualices pronto me encanta esta historia de todas de las que he leído que se parezcan a esta esta es mi favorita la leo y la vuelvo a leer cada ves que necesito escaparme del mundo .
ResponderEliminarEspero que actualices pronto porque quiero saber las reacciones de todos adiós te leo pronto
Holis!!!!
ResponderEliminarMe encanta, en serio, espero que actualices pronto (entro literalmente todos los días para ver si agregaste algo nuevo xD), pero obviamente sin presiones, todos tenemos asuntos importantes y te entendemos.
Adoro las intervenciones de los personajes, pero quizá deberías cuidar un poco más los acentos y las mayúsculas, claro que los errores de dedo suceden siempre.
Fuera de eso, definitivamente es uno de mis favoritos de todos los que he leido tuyos (después de Domando a Canuto) Me encanta como siempre callan a Sirius xD.
Aquí tu fiel lectora te manda muchos besitos. *-*
Lily Black (ignorando mi nickname de google xD)<3
Olaaa soy lectora nueva..y me encanta esta historia..me entere de este blog x potterfics y debo decir q me facinan tus fics xD plz actualiza pronto
ResponderEliminar-----lily lupin *.*------
Me encanta tu blog!!! Escribes muy bien, y me encanta ese detalle de que los personajes del futuro vuelvan para leer y contar la historia...
ResponderEliminarsiguelo, por favor, me he quedado con las ganas de mas.
Volveré todos los días para saber si has actualizado XD
Ooh que bueno que has podido volver espero con muchas ganas el siguiente capitulo
ResponderEliminarCuando vas a montar otro capitulo?
ResponderEliminarHOLA SOY NUEVA LECTORA LLEGUE A TY BLOG DE CASUALLIDAD PERO ME ENCNATO ESPERO QUE MONTES LA OTRA PARTE DEL CAPITULO PRONTO BYEE *-*
ResponderEliminarholaaaaaa... termine como hace una semana y estoy esperando para que sigas escribiendo la verdad creo que esta muy bueno, seguiré visitando para ver si ya has actualizado,te esperamos, bueno cuando tengas tiempo chao chaooooo...
ResponderEliminarHolaaa, soy una nueva lectora y la verdad que termine toda la historia en un día, en el que por cierto no dormí, y la ameeeee! es una de las mejores q he leido. Espero con ansias tu actualización y creo q voy a entrar todos los días por si pusiste algo nuevo, pero como dice Fred, no te sientas presionada xD
ResponderEliminarHola me muero de las ansias de que termines este capítulo y mejor dicho este libro, espero con ansias el tercero también es de mis favoritos, ojalá sea pronto.
ResponderEliminarholaaaaaaa
ResponderEliminarcuando vas actualizar quiero que lleques luego al cuarto libro por q quiero ver bueno en realidad leer las reacciones de james y lily en el torneo pero en fin continua pronto
hola
ResponderEliminarooh, vaya al fin terminas este capitulo, pero te entiendo cuando no se puedo o la inspiracion no llega no hay nada que hacerle pero me ah gustado el final, espero con muchas ganas el siguiente capitulo de verdad espero que puedas actualizar muy pronto pero si no puedes yo entiendo.
saludos
holaaaaaaaaa
ResponderEliminarme encanta lo que escribes espero que llegue el siguiente capitulo
abrazos
si porfas que llegue el siguiente capitulo seria genial
Eliminarlol
ResponderEliminarporfas que ya legue el siguiente capitulo
ResponderEliminarQue llegue el siguiente capítulo
ResponderEliminarsigue la historia!! es muy interesante
ResponderEliminarPobre Lily, como va a reaccionar cuando lea que su nuera la secuestraron y que Harry peleo contra un basilisco
ResponderEliminarLily y Molly se van a morir de un infarto en los dos siguientes capítulos!
ResponderEliminar